Después de haber perdido el Rubí de los Deseos a manos del ser maligno que los había engañado, los aventureros de Konosuba se encontraron en una situación complicada, sobre todo por el hecho de que Aslan había sido herido fatalmente por una espada envuelta en magia maligna. Ahora, Kazuma, Megumin, Aqua y Darkness se enfrentaban a un enemigo cuyos propósitos y poderes eran desconocidos.

Kazuma, en medio de la desesperación, comentó: "Amigas, sabemos que Aslan está muy mal herido, y ahora más que nada necesita de nuestra ayuda. Por eso debemos marcharnos y dar con el paradero del ente maligno y enfrentarlo, pero para eso necesitamos implementar estrategias."

Darkness, percatándose del mal estado de salud en que se encuentra Aslan, increpó a Kazuma diciendo: "¿Y dejar solo al pobre de Aslan en éste terrible lugar? Un héroe de verdad ni en sueños abandona a los más desprotegidos, y menos en éstas situaciones." 

Aslan, consciente de su actual situación, usó las pocas fuerzas que le quedan para moverse hacia los héroes, solo para decir lo siguiente: "Está bien, ustedes no se preocupen por mí; deben movilizarse rápido y enfrentar cuanto antes a ese malvado traidor que me atacó. ¡No pierdan más su tiempo!"

Megumin declaró: "Aslan está en lo correcto. Si seguimos discutiendo no nos quedará mucho tiempo y Aslan morirá".

Aqua sólo se limitó a decir: "¡Rápido, amigos! ¡Pongamos manos a la obra!"

Los miembros del grupo decidieron buscar respuestas sobre la verdadera identidad del ser maligno y sus intenciones. Su primera pista los llevó a investigar las ruinas de un antiguo templo, donde creían que podrían encontrar información crucial.

A medida que exploraban las ruinas, descubrieron inscripciones antiguas que hablaban de una entidad oscura y poderosa conocida como "El Sombrio". Esta entidad había sido encarcelada en el Rubí de los Deseos durante siglos, y su objetivo era liberarse y sumir el mundo en una eterna oscuridad.

Kazuma frunció el ceño. "Entonces, ese ser maligno nos engañó para liberarlo. Pero ¿cómo podemos enfrentarlo ahora que tiene el Rubí?"

Aqua, siempre optimista, sugirió. "Tengo una idea: ¿Por qué no mejor buscamos la ayuda de los reyes y reinas de Narnia, así como de sus ejércitos y aliados? Estoy 100% segura que ellos nos darán toda la ayuda que necesitamos."

Megumin prosiguó. "Tienes toda la razón, Aqua. Con el Rubí en manos del enemigo, es más que obvio que necesitaremos todo el apoyo que podamos conseguir."

Darkness comentó. "Así es. Mientras más gentes tenemos de nuestro lado, mayores son las posibilidades de que podamos ganar."

Decidieron regresar al Castillo de Cair Paravel y solicitar la ayuda de los monarcas de Narnia. Les explicaron la situación y los reyes y reinas, conscientes de la gravedad de la amenaza, convocaron a sus ejércitos y aliados para enfrentar a "El Sombrio" y recuperar el Rubí de los Deseos.

El rey Peter exclamó: "¡Pueblo de Narnia, el Gran Aslan ha sido ferozmente atacado y está en peligro de muerte!"

La reina Susan exclamó: "¡Un misterioso ser conocido como 'El Sombrío' amenaza con la destrucción de nuestro reino!"

El rey Edmund exclamó: "¡Si nuestros enemigos quieren guerra, la tendrán! ¡Los combatiremos hasta vencerlos a todos!"

La reina Lucy exclamó: "¡Y no solo venceremos a nuestros enemigos, también recuperaremos el Rubí Sagrado!"

Los dos hijos de Adán y las dos hijas de Eva inmediatamente se ponen sus respectivas armaduras de batalla y parten junto con nuestros héroes a la batalla. A esto habia que agregar que dichas armaduras contaron con una especie de protección especial compuesta de magia, lo que hacía a sus portadores totalmente inmunes a cualquier golpe o flecha que recibiesen.

La batalla que siguió fue épica y desafiante. Los ejércitos de Narnia lucharon valientemente contra las fuerzas de oscuridad que "El Sombrio" había convocado para su defensa. Mientras tanto, los aventureros de Konosuba se enfrentaron al ser maligno en un enfrentamiento final.

"El Sombrío" reveló su verdadera forma, una entidad oscura y aterradora con el poder de manipular las sombras y la magia oscura. 

Una voz fuerte y profunda sale de la boca de El Sombrío: "El tiempo de la luz ha llegado a su fin. La oscuridad prevalecerá por siempre."

Kazuma exclama: "Eso lo veremos, bestia inmunda."

Kazuma, Aqua, Megumin y Darkness lucharon juntos, aprovechando su experiencia y habilidades únicas para enfrentar al enemigo. La batalla fue intensa y desgarradora, pero finalmente, con un último esfuerzo, lograron derrotar a "El Sombrio" y recuperar el Rubí de los Deseos. Sin embargo, el Rubí estaba dañado por el poder del ser maligno y ya no podía conceder deseos.

Kazuma miró al horizonte sonriente. "Se acabó. Finalmente salimos victoriosos... ¿Pero a qué costo?"

Aqua miró el Rubí con tristeza. "Aunque no pueda conceder deseos, al menos estamos seguros de que 'El Sombrío' ya no podrá usarlo para sus fines malévolos."

Megumin, más sonriente que Kazuma, declaró: "¿A quién le importa la existencia de una miserable piedrita? ¡Lo que importa es la amistad, y el hecho de que estamos vivos!"

Darkness, aprovechando la coyuntura, soltó una pregunta. "Sólo queda una cuestión: ¿Qué pasará ahora con Aslan?"

La pregunta de Darkness provocó que Aslan apareciera súbitamente frente a nuestros héroes, totalmente sano y salvo, curado por completo de la brutal herida propinada por El Sombrío.

Aslan exclamó: "Estoy aquí. Y por lo que veo, han logrado derrotar al enemigo".

Darkness corrió hacia Aslan y exclamó: "¡Aslan, estás vivo!"

Aqua también corrió hacia Aslan y exclamó con lágrimas en los ojos: "¡Creíamos que te perderíamos para siempre!"

Megumin, abrazando también a Aslan, exclamó suavemente: "¡Qué bueno que lograste resistir, Aslan!"

Kazuma, limitando solo a tocar la frente de Aslan, comentó: "¡Todo lo que hemos hecho no habría sido posible de no haber sido por tu presencia y tu valentía, Aslan! ¡Mis amigas y yo estamos enormemente agradecidos con usted!"

Aslan replicó: "Al contrario. Soy yo el que está fuertemente agradecido con ustedes, jóvenes mensajeros de otro mundo. Soy el guardián de Narnia, pero las fuerzas enemigas que estaban azotando a ésta tierra tenían poderes que iban más allá de todos los conocimientos narnianos, así que recurrí a un último recurso... Y ustedes fueron ése último recurso."

Kazuma contestó: "Bueno, éso explica muchas cosas... Por cierto, Aslan, ¿Qué haremos ahora que hemos derrotado al Sombrío?"

Aslan respondió: "Buena pregunta, Kazuma... Primero vayamos al Castillo y después veremos. Estoy totalmente seguro de que los Reyes y las Reinas de Narnia estarán felices con mi gran regreso."

Aslan acompañó a Kazuma y los demás al Castillo de Cair Paravel. Estando ahí presentes, los reyes y reinas de Narnia agradecieron a los aventureros de Konosuba por su valentía y ayuda en la batalla. Sabían que habían enfrentado una amenaza temible y que habían arriesgado sus vidas por el bien de Narnia.

El grupo de Konosuba regresó a su mundo, Axel, sabiendo que habían enfrentado uno de los desafíos más grandes de su aventurera carrera. Aunque el Rubí de los Deseos ya no podía cumplir sus deseos, habían ganado la gratitud y el respeto de un mundo mágico.