Hoy tenía mi cita con Aqua, una cita que he estado esperando por bastante tiempo. Ya que la última cita que tuve con ella, la cual no estaba ni enterado de que era una cita, terminó yendo de mal en peor… mayormente mi culpa para ser sincero.

Claro esperaba que esta cita no fuera arruinada por una de estas razones, terminemos demasiado ebrios y  peleemos por cualquier estupidez, encontrarnos con algún conocido al lugar al que iremos y que termine haciendo el ambiente incómodo, y por último, que Darkness o Megumin aparezcan y me asesinen en el acto.

La última opción era la que más me asustaba, pero también era la más probable.

Tenía un plan para que ambas no terminen siguiendome a Aqua o a mi. Le había dicho a Darkness que saldría sin dar ninguna explicación, mientras que Aqua le dio la escusa de que iría a beber, cosa que no es una completa mentira.

También habíamos designado dos horarios diferentes para salir de la mansión y así no ser descubiertos.

Sabía que esas dos chicas serían lo suficientemente tontas para creer que iría al café de las sucubus… aunque ellas no conozcan del todo ese lugar.

Realmente parecía una típica salida tanto para Aqua como para mí, por lo que seguramente no levantariamos sospecha alguna.

Claro que el único problema sería:

–¿Cómo diablos explicaré esta ropa?

La ropa que compre únicamente para esta ocasión, claro que llamaría la atención de Megumin y Darkness.

No era vestimenta demasiado formal, pero era mucho mejor que la ropa que usualmente usaba y por esa razón llamaría la atención de aquel par de paranoicas.

Probablemente podría llevarla en una bolsa y cambiarme después, pero el simple hecho de llevar una bolsa es extraño y se vería demasiado mal en la cita.

Tambien podría llevarla debajo de ropa vieja de la cual podría deshacerme después, pero se vería demasiado abultado y llamaría más la atencion.

"Piensa Kazuma piensa, has librado batallas más complicadas que ocultar un simple traje."

La otra opción era depender de mi suerte… y un poco de mi habilidad de ocultar. Podía usar mi habilidad para pasar completamente desapercibido, y no sería una gran sorpresa para las chicas que desaparezca de repente, ya que no es la primera vez que lo hago.

Así que, creo que eso haré, si llegan a escuchar la puerta ya estaré lo suficientemente lejos para que noten mi ropa.
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–Bu-bueno chicas, saldré y llegare en la noche, n-no me esperen.

Era la hora en la que Aqua saldría, al parecer ella si planeo usar su usal traje y llevarla en una bolsa un tanto vistosa, pero no era la primera vez que salía con esa bolsa y regresaba con botellas de licor… por primera vez creo que el alcoholismo de Aqua sirvió de algo.

Yo me estaba preparando para salir, solo debía esperar unos minutos para que no se vea sospechoso en lo absoluto.

Tras pasar el tiempo use ocultar y baje las escaleras con cuidado. Note a Megumin sentada en el sillón de la sala, pero no podía ver por ningún lado a Darkness.

Sentía que mi suerte estaba al máximo, de esta forma solo debo de preocuparme de que Megumin me vea.

Abrí la puerta y salí rápidamente, ni siquiera voltee atras para no parecer sospechoso en caso de que Megumin me haya escuchado o visto.
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Habia llegado al bar sin ningún percance, un bar bastante lujoso al que no iría ningún aventurero por los precios tan elevados y las porciones tan diminutas, pero al fin y al cabo, era un lugar perfecto para tener una cita.

Al llegar comencé a sentirme nervioso y comencé a sudar de forma alarmante, de cierta forma no podía creer en la situación en la que estaba. Creer que Aqua y yo vamos a tener una cita es algo que jamás habría pensado en el pasado, e incluso en estos momentos suena como una locura.

También me sentía algo culpable, el esconderle esto a Megumin y a Darkness me carcome, eran nuestras amigas y tenían derecho de conocer sobre esta extraña relación… aunque yo todavía no lo digiero por completo.

Tal vez también tenía miedo de lo que sucedería si alguna de las dos se entera, sé que ambas tienen sentimientos por mí y el ver que al final salgo con Aqua, tal vez eso las lleve, no solo a terminar su relación conmigo, si no que también con Aqua.

Bueno, por el momento no debo pensar en eso, si lo hago solo terminaré arruinando esta cita y no puedo hacerle esto dos veces a Aqua.

Finalmente entre al restaurante y vi a Aqua sentada en una mesa en el borde del bar, ella al verme comenzó a actuar nerviosa mientras me saludaba… claro eso hizo que también me sintiera nervioso y actuará igual de raro que ella.

Después de un rato de actuar como un par de tardado, me senté frente a Aqua y comenzamos oficialmente esta cita.

–Va-vaya que el lugar es lindo.

Dijo ella mientras tomaba de su copa de vino. Yo tan solo mire como sus labios a aquel vaso, de cierta forma me sentía celoso de un objeto.

–S-sí, escuché de este lugar gracias a Chris. Dijo que la han invitado varias veces a tener una cita… aunque casi siempre han sido chicas.

–Jeje, típico de Chris. Sabes, si miras bien a Chris se ve muy parecida a Eris cuando no usa su relleno.

Dijo Aqua algo que me hizo sobresaltar ligeramente, no puedo creer la gran intuición que tiene esta chica en algunas ocasiones.

La cita continuó tranquila por un buen rato, cuando ambos dejamos de estar nerviosos todo fluyó como un suave rio.

–Sabes Kazuma, ya ha pasado tiempo desde que estamos en este mundo.

–Sí, aún recuerdo el día en el que te conocí, pensé "esta chica es muy atrevida solo porque es atractiva".

–Hee, bueno, cuando te conocí solo eras un Hikikomori que murió de forma rara…, pero, incluso si fue algo ridículo, me pareció muy lindo que estuvieras dispuesto a sacrificarte por rescatar a aquella chica.

De cierta forma no me sentía cómodo al hablar de cómo morí en Japón, pero también me sentía algo nostálgico escuchar a Aqua hablar de Japón.

Hablamos de todo lo genial que había en Japón y lo divertido que sería si algún día pudiéramos ir a mi mundo a tener una cita. No sabíamos si era algo posible, simplemente manteníamos el deseo en la mente.

A veces olvidaba que Aqua era la única persona con la que podía hablar de Japón sin sonar como un loco.

Pero, no sólo disfrutaba hablar de Japón, también me gustaba reírme de todo lo que vivimos juntos en este mundo, claro, omitiendo todas las veces en la que alguno de los dos terminó molesto.

–Sabes Kazuma, te agradezco que me hayas traído a este mundo, gracias a ti, bueno, ¡me he divertido mucho y aprendí muchas cosas nuevas! A-además, también en este mundo descubrí lo que es estar enamorada.

Aqua tomó mi mano mientras su rostro se ruborizaba con fuerza. Sabía exactamente que estaba sucediendo, ambos nos acercamos lentamente, mirando a los ojos del otro mientras nuestro pulso se aceleraba, el sudor y el rubor se hacían cada vez más presente en nuestros rostros, pero todo desapareció cuando ambos cerramos nuestros ojos.

En aquel momento, sin importar cuanta gente hubiera a nuestro alrededor, tan sólo estábamos Aqua y yo.

Extraño, es realmente raro que yo me encuentre en esta situación con aquella chica que creí era la persona más molesta del mundo, pero una vez que la conoces bien te das cuenta de que realmente es molesta, pero también es dulce, divertida y linda. Bien, tal vez pueda agregar algo a la lista anterior, sus labios eran tan suaves y dulces que me costaba trabajo pensar en el momento en el que este beso terminé.

Claro que no podía ser algo que durará eternamente, cuando finalmente nos separamos del beso pude ver a Aqua soltando una pequeña risa.

–Jeje, una nueva experiencia agregada a mi lista.

Dijo con rostro tan lindo e inocente que sin pensarlo dos veces volví a besarla.
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Habíamos salido del bar un par de horas después. Ambos estábamos algo ebrios, pero lo suficientemente conscientes para saber que era mala idea regresar a la mansión en estos momentos.

Por esa misma razón decidimos quedarnos en un hotel cerca de donde estábamos, y realmente no sabía si esa era una buena idea ya que en nuestra condición cualquier cosa podría pasar.

Entramos al hotel riéndonos mientras nos tomábamos de la mano, al vernos la recepcionista soltó una sonrisa extraña antes de entregarnos la llave a nuestra habitación.

–Disfruten su estadía, por cierto, las habitaciones son a prueba de ruido.

Dijo mientras nos entregaba la llave, ambos dejamos de sonreír ya que nuestro rostro mostraba tal vergüenza que jamás había sentido antes.

La señora no estaba equivocada en lo que iba a suceder, por esa misma razón me sentía apenado.

Voltee a ver a Aqua para poder disfrutar de su rostro apenado, pero había desparecido, en su lugar se encontraba una linda sonrisa mientras ella jugaba con sus dedos de las manos.

Entramos en la habitación lentamente, tras haber cruzado la puerta comencé a cerrar la puerta mientras Aqua se sentaba sobre la cama, en el momento en el que el crujir de la puerta cerrándose resonó fue cuando todo cambió para siempre.

(Pará los que no quieren Lemmon y no quieren perderse algún punto importante en la historia pueden leer tranquilamente, para los que quieren Lemmon podrán encontrarlo en el capítulo siguiente. )
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La mañana había llegado rápidamente, después de todo no recuerdo la hora en la que nos quedamos dormidos, pero estoy seguro de que fue hace muy poco.

Cuando desperté, lo primero que llegó a mi nariz fue un dulce aroma, una cálida sensación en mis brazos y pecho y unos dulces murmullos que resonaban en la habitación.

Sabía que la suave sensación en mi mano se trataba de algo de lo que jamás me separe anoche. Abrí lentamente mis ojos, cansado por lo poco que había dormido, frente a mi se encontraba un mar azulado y el aroma de la frescura del océano se hacía cada vez mayor.

Sentí el ligero movimiento de la cabeza de Aqua sobre mi brazo, suavemente acaricie su cabello y me pregunté a mi mismo. "¿Qué diablos sucedió anoche exactamente?"

Apenas y podía recordar la noche anterior, pero por lo que estaba viendo frente a mi deduje que cruze aquella línea con Aqua.

Por el momento no decidí prestarle mucha atención, tan solo volví a cerrar los ojos por unos minutos más.
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Íbamos de regreso a la mansión, ya era más de medio día por lo que de seguro ese par de holgazánas ya deberían de estar despiertas.

–Va-vaya que fue una cita extraña.

Preguntó Aqua mientras evitaba verme, estaba avergonzada ya que lo primero que vio al despertar fue la desnudez de ambos.

–No sabría decirte, no tuve muchas citas en mi vida.

–Bu-bueno, y-ya puedes presumir que tuviste una cita con una diosa.

Aqua mencionó uno de sus típicos comentarios, normalmente me burlaria del asunto, pero mi pensamiento sobre ella, además de la razón del porqué lo dijo, eran completamente diferentes a lo habitual.

–Tal vez lo haga.

Era difícil hablar normal después de lo que sucedió, y pensar que Aqua y yo tendríamos este tipo de relación, mi yo de hace unas semanas me golpearia y estoy seguro de que muchas otras personas también lo harían.

–¡Sabes, dejemos de lado la vergüenza! De-después de todo, hi-hicimos muchas cosas vergonzosas anoche.

Cuando dijo eso no pude evitar sentir la sangre llegar a mi rostro, había recordado parte de lo que sucedió anoche, pero por alguna razón, aquel rostro suyo es el que más puedo recordar.

Maldita sea, siempre he odiado los clichés, y parece que me he vuelto enredar en uno, me había enamorado de mi mejor amiga, escogí la ruta que casi todo mundo toma… pero, cuando un cliché es algo bueno, ¿por qué debería de odiarlo?

//Bien, dejaré este capítulo hasta aquí, aunque suene como un final, no lo es, aún faltan cosas por solucionar, pero el siguiente capítulo no es muy importante para la historia, después de todo, es lo que sucedió en aquella noche que no recordaba Kazuma. //