En toda la noche apenas y pude cerrar los ojos, me costaba bastante quedarme dormido ya que estaba ligeramente preocupado y asustado.

Había cometido el acto más peligroso de toda mi vida, ni siquiera enfrentar al rey demonio era tan peligroso como esto.

Me había vuelto el enemigo de las dos chicas más locas en este pueblo. Dos chicas las cuales tienen apodos, siendo estos "La loca de las explosiones" y "La masoquista con una fuerza sobrehumana", aunque claro yo fui quien las comenzó a llamar así en un principio.

Robe sus armas para obligarlas a reunirse conmigo y arreglar todo este asunto de una vez para todas, pero había la posibilidad de que alguna se las dos, si no es que ambas, vinieran a buscar venganza y asesinarme mientras duermo.

No podía confiar en ellas en lo más mínimo, son obsesivas y bastante agresivas… tal vez por eso perdí interés en aquellas dos.

Traté de dormir por lo menos unos minutos, pero los malos hábitos de la cama de Aqua me lo impedía.

Claro que no me moleste con ella, mucho, ya que cuando el sol salió fui el primero en despertar y me dirigí a la cocina para preparar un café cargado.

Ya no podía robarle la energía a Aqua como antes cuando estaba agotado, ya no la veía de esa forma, ahora era alguien especial para mi y debía de cuidarla y respetarla, incluso por ella estoy arriesgando mi vida, porque no me gusta verla deprimida ni verla sentirse culpable por algo que es mi culpa.

Tome la taza de café y le di un largo sorbo dejando la taza casi vacía tan solo para poder respirar. Me asome por la ventana mientras hacía quejidos y muecas por el amargo sabor del café.

El patio estaba algo húmedo ya que llovió hace unas cuantas horas, poco después de que regrese de mi odisea.

Decidí salir al patio de la mansion para poder seguir bebiendo este café amargo. Abrí la puerta mientras bebía de mi taza y frente a mi se encontraban dos chicas dementes con una intensión asesina tan grande que no dude en cerrar la puerta y salir corriendo.

Las dos chicas abrieron la puerta con una fuerte patada, traté de escapar, pero ambas me perseguían como bestias en busca de su presa, por lo que no tardaron en atraparme y derribarme al suelo.

–¡¿Cómo te atreves a robarme mi espada mientras dormía?! –grito enfadada Darkness.

–No es como si la necesitarás, con o sin ella eres igual de útil –dije con indiferencia.

–Kuh~, e-eso n-no es cierto. ¡S-soy una caballero!

El agarre de Darkness se había soltado mientras su rostro se ruborizaba. Sus gemidos comenzaron a hacerse claros, pero ella trataba de ocultarlos promoviendo el hecho de que ella era una noble.

Por el otro lado estaba Megumin, la cual sólo me veía desde arriba ya que parecía incomoda el acercarse a mi.

–¡Robaste mi vara, dime un motivo por el que no deba volarte con mi explosión! –grito mientras juntaba sus manos.

–Puedo ver tu ropa interior desde esta posición. Un consejo, el negro no es tu color –continúe aún indiferente.

–¡Kyaa, ¿qué es lo que ves pervertido?!

Megumin tomó su vestido e intentó cubrir lo poco visible que eran sus bragas. Darkness miró su ropa con expectativas, solo para deprimirse al darse cuenta de que su mallon cubría cualquier indicio de su ropa interior.

–¡No has cambiado nada, sigues siendo el mismo pervertido incluso cuando ahora eres la pareja de Aqua! –continuó Megumin gritando.

–¡Así es, sigo siendo el mismo porque creo en mis principios y no los cambio incluso cuando la gente a mi alrededor se vuelve hipócrita! –grite finalmente fastidiado.

–¡Haa~, ¿a quién llamas hipócrita?! –grito Megumin.

Darkness continuaba un poco decepcionada por lo que no se metió en la pelea, pero era fastidiosa por lo que use Drain Touch para quitármelo de encima.

Una vez que Darkness terminó con una cara orgasmatica en el suelo, me pare frente a Megumin y continúe con la discusión.

–¿En donde me quedé? Ah, sí. ¡Obviamente a ti y a doña pechos de vaca! –dije fastidiado mientras apuntaba a Darkness.

Está se estremeció en el suelo mientras parecía contenta y enojada por aquel insulto.

–¡¿En qué momento fuimos hipócritas?! El sólo hecho de que nos fuéramos fue por tu culpa. ¡Es porque tu cambiaste de repente!

Megumin dijo aquellas palabras con pequeñas gotas de lágrimas cayendo por su rostro. Ella parecía realmente lastimada por mí relación con Aqua, estaba hasta el punto en el que lloraba por ese asunto… que montón de mierda.

–Sí, cambia algo de repente, cambia la persona que me gusta, pero en el núcleo sigo siendo el mismo Kazuma.

–¡No lo digas tan tranquilamente!

–Oye, si quieres que te compadezca por tus lágrimas, dejame decirte que no lo haré. ¡Estoy harto que las mujeres usen las lágrimas para hacernos sentir mal a los hombres, en especial cuando ellas son las culpables!

–¡¿Nosotras las culpables?! Vaya que te estas volviendo loco.

–¡¿Oh, en serio crees que me estoy volviendo loco?! ¡Las mujeres siempre se quieren hacer las víctimas! ¡Incluso cuando ellas engañan a su pareja, ellas lloran y dicen! "Perdón, pero es que ya no me prestas atención". ¡Y un carajo con esa escusa de mierda, si quieres atención de tu pareja solo pidela, no vayas en busca de algo que no terminará bien.

–…… ¡¿De qué estás hablando?! ¡Eso no tiene nada que ver con lo que estábamos hablando!

–No, pero ese es el ejemplo más claro que te puedo dar.

Hubo un extraño silencio por unos segundos, lo único que se podía escuchar eran los constantes gemidos y jadeos de Darkness que seguía tirada en el piso.

–Saben que, la verdad no hice esto para pelearme con ustedes de esta forma, haciendo esto solo volveríamos a los viejos hábitos y preferiría evitar eso.

–¿Entonces porque robaste nuestras cosas?

–Porque quería decirles que volvieran, o por lo menos, quería que volvieran a juntarse con Aqua. Desde que se fueron del grupo ella ha estado muy triste y siente que por su culpa ustedes se fueron… incluso cuando todo es mi culpa.

–Sí, todo es tu culpa, y la razón del porqué nos fuimos era porque no queríamos ver el rostro del idiota que nos rompió el corazón… pero no sabía que hacíamos sentir tan mal a Aqua.

Megumin también se había calmado una vez la conversación se había vuelto más seria.

Incluso Darkness había dejado sus gemidos atrás, pero por alguna razón continuaba en el suelo.

Di un ligero vistazo a Darkness, se veía sumamente apenada.

–… dime una cosa Kazuma, si te dijera que volveremos al grupo, pero… tu tienes que terminar con Aqua. ¿Lo harías?

Megumin preguntó de repente. Cuando escuché esa pregunta no pude reaccionar de inmediato, estaba sorprendido por lo sería que Megumin hizo esa pregunta.

Tras pensarlo claro que mi respuesta era un rotundo no, pero, si lo decía era probable que ellas ya no vuelvan y que se alejen completamente de Aqua de nuevo, y eso es justo lo que quiero evitar.

Estaba dudando, en verdad que era una difícil elección, yo o las chicas, ¿a quien preferiría Aqua?

Si lo pensaba bien, las chicas eran mi respuesta, después de todo Aqua ha estado feliz todo este tiempo sin la necesidad de que yo esté presente.

Aunque claro que la propuesta no incluía que yo tendría que irme, pero era algo implícito, ya que terminaría lastimando a Aqua y tendría que irme para que ese dolor solo sea pasajero.

¡Ahh, no sé, las relaciones en verdad son difíciles!

–Si es por Aqua, yo haría lo que…

–¡Espera!

De repente se escucho un grito detrás de nosotros. Se trataba de Aqua, la cual no sé cuanto tiempo llevaba atrás mío.

Claro que no me sorprende que este despierta, después de todos los gritos sería imposible seguir dormida.

Ella corrió hacia mí y se coloco enfrente de mi.

–Y-yo, no quiero alejarme de Kazuma.

Dijo entre lágrimas. Ella me abrazo para aferrarse a mi, evitando que me alejaran de ella.

–S-sé que es raro, que yo me haya enamorado de Kazuma, pe-pero eso no quiere decir que vaya a dejar que nos separen. Y-yo amo a Kazuma, y eso no va a cambiar. En verdad lo siento Megumin, Darkness, lamento haberme entrometido sabiendo que a ustedes también les gustaba Kazuma, pero realmente lo amo.

Aqua dijo dejando a todos callados. Acaricie su cabeza lentamente mientras trataba de consolarla. Pero al mismo tiempo me sentía como un idiota, creí que no lastimarla tanto a Aqua si decidía alejarme.

–Bueno, creo que ahí está tu respuesta.

Dije dejando en claro que no dejaría a Aqua. Megumin soltó un ligero suspiro y camino hacia Darkness para obligarla a levantarse del suelo.

–Ya veo, bueno, creo que es hora de irnos.

Megumin se dirigió a la puerta mientras arrastraba a Darkness detrás de ella. Estaban por salir de la mansion, pero Aqua salto para detenerlas.

–¡E-esperen! Y-yo, lo lamento, como dije antes, sabía que ustedes también querían a Kazuma, y al final terminé lastimandolas. Sé que hice mal, pero espero que puedan perdonarme y que regresen al equipo. No es lo mismo sin ustedes.

Aqua dijo al borde de las lágrimas. Nunca la había escuchado hablar de una forma tan seria, realmente me había sorprendido.

Darkness finalmente se levantó del suelo y se paro al lado de Megumin, parecía que estaban discutiendo algo con tan solo la mirada.

Aqua se notaba en verdad nerviosa mientras esperaba una respuesta de esta dos, pero ellas lo único que hicieron fue irse.

–Lo siento Aqua.

Fue lo último que se escucho de aquellas dos antes de que salieran de la mansión.

Aqua no dijo nada, solamente se quedó ahí parada viendo como sus dos mejores amigas se iban de nuevo.

Cuando ya no estaban a la vista tome la mano de Aqua y la lleve a la sala.

Se sentó sobre el sillón y me miró con sus ojos llenos de lágrimas.

–Tranquilo, estoy bien, mientras pueda estar contigo todo esta bien.

Dijo ella tras ver mi rostro de preocupación. Se acercó a mí y comenzó a besarme mientras acariciaba mi pierna.

Aquel beso había sido el más erotico que jamás hayamos tenido, sus dulces labios me absorbian y no querían alejarse de mi.

Su mano no tardó en acariciar mi entrepierna y tras pocos segundos sacó mi miembro y comenzó a jugar con él.

–Haa haa, Aqua, de-deberíamos ir a la cama.

–No, lo quiero hacer aquí y ahora.

Dijo para sentarse sobre mis piernas.

Ella seguía jugando con mi cuerpo, podía sentir como me masturbaba con su mano debajo de su falda mientras mi pene se presionaba con la ropa interior de Aqua.

–¿Listo?

Preguntó, pero sin esperar respuesta ella deslizó ligeramente su ropa interior e inserto mi pene dentro de ella.

–Haa, ju-justo lo que necesitaba.

Comenzó a mover sus caderas de arriba a abajo mientras me besaba. Su interior me apretaba más de lo normal, y no sabía si era por la posición en la que estábamos.

Yo solo podía ver el erotico rostro de Aqua enfrente de mi. El como sus brazos rodeaban mi cuello, haciendo que el beso jamás se despegara.

No tarde mucho en terminar, era un escenario tan erotico que no podía creerlo posible.

–Kazuma, te amo.

–Yo también te amo.

–¡¿Que diablos están haciendo?!

//Bueno, lo dejaré con esa incógnita, ¿quién es la persona que grita? Lo descubrirán en el siguiente y posiblemente último episodio. //