La soledad de Komi-san
—Mañana decidiremos los grupos para el viaje escolar.
Dijo nuestra sensei mientras escribía en el pizarrón, casi instantáneamente Najimi-chan se puso de pie y gritó a todo pulmón mientras todos veíamos ese espectáculo que solo podía ser hecho por esa persona.
—¡Bien! Tan solo nací para este evento ¡Será fabuloso!
¿En serio ese sería el único propósito de toda su existencia?
La sensei tuvo que calmar a Najimi-chan y luego de eso muchas pláticas y conversaciones referentes al viaje escolar podían ser escuchadas aquí y allá.
—¡Ah Kyoto! La tierra de ensueños en donde el pasado y el presente parecen fusionarse —reía Najimi-chan mientras veía un libro con imágenes de Kyoto— ¡No puedo esperar!
—No pensé que Kyoto te gustara tanto Najimi.
Dijo Tadano-kun. Conociendo a Najimi-chan en realidad diría que tan solo se emocionaba por el viaje en sí y no mucho por el destino... Es más, cualquiera que conociera a Najimi-chan podría asegurar que cualquier cosa le emocionaría a un nivel inimaginable.
—No lo malinterpretes Tadano-kun —corrigió Najimi-chan—. Cuando se trata de un viaje no preguntas "¿A dónde vamos?" Sino "¿Con quién vamos?"
Sí, allí estaba esa respuesta que ya me estaba imaginando. Sin embargo Tadano-kun no compartía el mismo pensamiento, pues rápidamente comenzó a alegar sobre todo lo que podíamos visitar en Kyoto; como templos, santuarios, pagodas y demás edificios. Obviamente a Najimi-chan nada de eso le importaba.
Por mi parte miré a Komi-san que había estado bastante callada y distante todo este tiempo.
—¿Hay algún lugar que te gustaría visitar Komi-san?
Realmente que tenía la cabeza baja y la mirada perdida.
—¿Komi-san?
Por fin nuestras miradas se cruzaron y ella enrojeció ¿Estaría pensando aun en el otro asunto? Luego de no resolverlo sería lo más probable pero simplemente lo deje pasar al no pensar que lo de la enfermedad fuese tan importante.
"Me gustaría ir al centro comercial con todos otra vez"
Había escrito eso... Sí que estaba distraída al responderme algo que realmente no tenía nada que ver con nuestra conversación actual.
—Eh... me refería en Kyoto.
"Me gustaría ver el Ginkaku-ji"
No sabía mucho de edificios pero sabía que era el Pabellón de Plata, un templo budista que buscaba emular al Kinkaku-ji, otro templo dorado del Periodo Muromachi... o eso era lo que decía nuestro experto historiador Tadano Hitohito-san.
La conversación seguía pero Komi-san realmente se veía distante, incluso dijo que tenía que salir un momento. Nadie la cuestionó pero la veía extraña, ya hablaría con ella al final de clases.
O ese era el plan, pero realmente no pude hacer nada con Najimi-chan hablando de tofu, más viajes y cosas demasiado triviales durante todo el rato. Necesitaba un momento a solas con Komi-san y parecía que Najimi-chan jamás podría leer el ambiente para entender la situación en la que se encontraba.
Tadano-kun parecía haberse percatado y hacía intentos sutiles para distraer a Najimi-chan, él de verdad que era un buen amigo.
Juro que te compraré tofu en Kyoto, Tadano-kun. Una tonelada de tofu para que puedas comerla y entretener más tiempo a Najimi-chan.
—¿Y a qué lugar fueron durante la secundaria? —preguntó Najimi-chan.
—Yo fui a Hiroshima —dijo Tadano-kun.
—Osaka —dije.
"A Kyoto"
Komi-san había escrito eso. Entonces sería su segunda vez yendo a ese lugar ¿Sería por eso que parecía decaída? Quizás esperaba que fuera un lugar nuevo para ella, quizá Kyoto era un lugar bastante aburrido para ella.
—Bueno, entonces yo me iré por este lado. Aun tengo que hablar con otros cinco amigos más sobre el viaje ¡Nos vemos!
Finalmente Najimi-chan se había ido. Eso de tener más amigos que nosotros tres había dado sus frutos y tan solo era cuestión de que Tadano-kun se fuera por otro camino para poder hablar con Komi-san, ambos intercambiamos mirada y con una ligera sonrisa Tadano-kun asintió en silencio.
—Bueno... yo recordé que tenía que buscar a Manbagi-san para algo —dijo él—. ¿Les importa si yo también los dejo?
—En lo absoluto. Suerte con tu chica Tadano-sama.
Inmediatamente el se sonrojó y me miró con una cara de molestia. No por ser técnicamente mi mejor amigo y darme la oportunidad de poder hablar con Komi-san a solas iba a desaprovechar una oportunidad así para molestarlo con Manbagi-san.
—¿Qué?... No, yo ah... —Tadano-kun se veía nervioso—. Sabes bien que no es así.
Le hice un saludo militar para seguir con el juego y lo mire seriamente.
—Itterasshai.
Y con la clásica despedida Tadano-kun se fue. Muy bien, era momento de actuar.
—Entonces... ¿Nosotros seguimos nuestro camino?
Komi-san asintió en silencio y empezamos a caminar con dirección a nuestros hogares ¡¿Por qué dejé que esto pasará?! No era bueno hablando de temas serios y tampoco sabía cómo preguntarle a Komi-san si es que se sentía mal. ¡¿Tadano-kun por qué me abandonaste?!
Caminamos entonces un par de calles más en completo silencio. Traté de romperlo haciendo otra clase de preguntas sencillas como "El clima de hoy es algo frío, ¿no?" o "¿Las clases estuvieron bien hoy?"
Pero Komi-san tan solo asentía a cada una de ellas, ni siquiera escribía en esta ocasión, realmente me estaba preocupando ¿No se supone que fui su primer amigo? ¿Qué clase de persona sería si no la apoyo en un momento en que obviamente la pasaba mal?
Inhalé profundamente, tenía que hacerlo. ¡Hazlo!
—¿Todo está bien?
Komi-san inclinó la cabeza a un lado pero no dijo nada.
—Bueno, te veías algo decaída y pensé que quizás había algo que te estaba molestando y...
"Estoy bien
—Está bien —fijé mi vista al frente para no verla a los ojos pues sería más difícil—. Pero si hay algo que te preocupe, estaría encantado de escucharte cuando te sientas lista para contármelo. Puede que yo no sea de mucha ayuda , pero creo que sacarlo de ti te ayudará a relajarte.
Komi-san asintió pero no dijo nada más. No iba a forzarla tampoco si no quería y así llegó el momento en que nuestros caminos a casa se separaban y me despedí de ella. Pensando en todo lo que le había dicho estuve a punto de llegar a casa cuando recibí una llamada, su llamada.
—Lo siento —Komi-san hablaba con una voz muy fina—. Te mentí... Nunca he estado en Kyoto. Y tampoco estoy bien.
Tan solo necesitó esa última frase para que diera media vuelta y comenzara a correr en dirección a su hogar, sin embargo ella siguió hablando.
—En secundaria, cuando decidimos los grupos para el viaje escolar fui la única que no tenía un grupo. En aquel momento tampoco tenía a nadie a quien pudiera llamar amigo y tampoco sabía cómo expresar mis pensamientos. Por medio de un juego se decidió con quien me quedaría pero...
Komi-san hizo una larga pausa. Yo seguía corriendo a toda la velocidad que podía.
—...Pero no pude mirarlos a los ojos. Probablemente estaban decepcionados de tenerme en su grupo, o quizá ni siquiera les importaba... Puede que me recibieron con una sonrisa. Pero no pude mirarlos a los ojos, no pude levantar la cabeza. El día del viaje ni siquiera me presenté.
Corrí y corrí hasta que llegué a su hogar. Komi-san no había entrado aún, tan solo me estaba dando la espalda y no se había percatado de mi presencia, por la voz en el teléfono escuchaba como se esforzaba por no derramar ni una sola lágrima.
—... Tenía, tengo tanto miedo. No quiero que vuelva a pasar.
Finalmente la alcancé tomé su hombro e hice que girara. Nunca antes había hecho algo tan apresurado pero la abracé. Apreté a Komi-san lo más que pude.
—Pero me tienes a mí ahora —le dije—. No te dejaré sola.
Quizá no se esperaba nada no eso, quizá no había procesado lo ocurrido, pero Komi-san dejó caer su teléfono y finalmente correspondió mi abrazo, a la par que escuchaba como rompía en llanto.
—S-Siempre quise escuchar eso —decía entre sollozos—. G-gracias.
Sentía la camisa se pegaba a mi hombro por la humedad de las lágrimas de Komi-san.
—Y no solo me tienes a mí. Tienes a Tadano-kun, a Najimi-chan, a Nakanaka-san —uno a uno nombre a todos—. Tienes tantos amigos que discutirán y pelearan por tenerte en su grupo... Aunque a final de cuentas respetarán tu decisión de elegir con quien quedarte y te apoyaran. No estás sola Komi-san.
Luego de algunos minutos más Komi-san se limpió el rostro y asintió a todo lo que le había dicho. Nos separamos entonces, sabía que probablemente me sentiría tan avergonzado por haber hecho lo que hice tanto que querría morirme pero fue un impulso que no pude controlar.
—S-sabes... —Komi-san volvía a estar en su modo tímida natural—... E-espero que el viaje escolar sea divertido.
La tímida sonrisa de Komi-san valía la pena toda la vergüenza que sentiría en un futuro.
*****
Hasta aquí el nuevo capítulo.
Como en cada ocasión muchas gracias por leer ^^
Espero que les haya gustado, ya saben que si fue así pueden dejar su voto o decirlo en los comentarios 7u7r
Y sin más por decir: nos vemos en otro capítulo :)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro