En la noche de ese mismo día me encontraba rodando en mi cama. Por fin había recobrado los sentidos y me había dado cuenta de todo lo que había dicho y hecho había tan solo un par de horas.

¡Necesitaba morir justo en ese momento!

—No, no —me dije a mí mismo—. Tan solo necesito calmarme. Cualquiera hubiese hecho lo mismo que yo en una situación así ¿No?

Eso era lo que quería creer pero no funcionaba para calmarme. Pasé un par de horas más así hasta que finalmente pude conciliar el sueño, a altas horas de la madrugada.

Al día siguiente parecía que todo iba con normalidad incluso Komi-san parecía mucho mejor que ayer, estaba totalmente animada.

—Bien ¿Todo mundo está aquí? —preguntó la sensei—. Entonces decidamos los gru-

Y sin siquiera dejar que la sensei terminase de decir la frase absolutamente todos hicieron un gran alboroto diciendo, o más bien exigiendo, estar en el mismo grupo que Komi-san. Después de todo, al menos le había quedado claro que no estaría sola y no sentiría que nadie no quisiera ternerla como compañera.

—¡Silencio todos! —dijo la sensei—. Sabía que algo así iba a suceder así que decidiremos los grupos por un sorteo. Además, no habrá grupos mixtos.

Y junto con esa última frase se fueron todas mis esperanzas de estar en el mismo grupo que Komi-san. Ambos intercambiamos una rápida mirada, la cual desviamos casi de inmediato ¿Qué era lo que estaba pensando Komi-san al respecto?

Los grupos quedaron decididos al final y al día siguiente sería el esperando viaje. Nos reunimos en la estación de trenes y abordamos. Najimi-chan inmediatamente acaparó una fila de tres asientos y se acostó para dormir otro rato, yo también hubiera hecho lo mismo era demasiado temprano y aun me sentía muy adormilado, justo cuando me iba a sentar en un asiento la sensei nos pidió a Tadano-kun y a mí que revisáramos si no faltaba nadie.

Espera ¿Ese no debería ser su trabajo?

Sin ganas de iniciar una discusión ambos comenzamos a caminar por el tren. Muy bien el primer grupo estaba conformado por Nakanaka-san, Agari-san y Yamai-san.

—Ren-chan —le dije—. Sí que te ves molesta.

—¿Por qué terminé en un grupo totalmente diferente al de Komi-san? —decía molesta—. Estoy segura de que estuvo arreglado.

—Esa debería ser mi frase —interrumpió Nakanaka-san—. De todas las personas me tuvo que tocar contigo.

Nakanaka-san y Yamai-san no estaban en los mejores términos por algunas pequeñas discusiones en el pasado y siempre eran referentes a Komi-san pero sabía que muy en el fondo eran amigas que nunca admitirían serlo. Sin embargo viéndolas ahora solo podía pensar en una cosa: ¡No mueras en el fuego cruzado Agari-san!

Continuando nuestra revisión nos encontramos con el siguiente grupo integrado por Inaka-san, Onemine-san y Otori-san. Era un grupo más normal y de seguro nada malo sucedería si Onemine-san cuidaba de ambas chicas. Mientras pasaba a su lado oí un poco de su conversación.

—Por cierto Inaka-san ¿De dónde vienes? —preguntó Onemine-san—. He escuchado que tienes un acento.

—¡Ah!

Inaka-san tenía una expresión de sorpresa. Pobre chica, tratando de ocultar que es de una provincia cuando en realidad todo la clase lo sabe ¿Debería decirle que no trate de ocultar sus origines? Tampoco es como si por saberlo alguien le fuese a hacer algo. Y en dado caso de que así sucediera, me vería en la obligación de defenderla.

Otro grupo más de chicas estaba jugando un juego de cartas y parecían muy entradas en ello. El siguiente grupo de hombres Chiarai-Shinobino-Sonoda estaban hablando de temas variados. Discutiendo sobre restaurantes, comidas y viendo fotos de animales tiernos... Creo que ese grupo de chicos era más femenino que el de muchas de nuestras compañeras.

Luego vimos al grupo de Katai, Naruse y Kometani. Era un grupo bastante serio pues Katai era algo similar a mí, con los problemas de la comunicación, solo que él era mucho más alto y fuerte que yo. Naruse-kun no hablaba de nada más que no fuera él como cualquier narcisista y Kometani-san, él simplemente no hablaba mucho.

Si yo perteneciera a ese grupo encajaría bien. Pero terminé en el mismo grupo de Tadano-kun y Najimi-chan, dado que no había tantos varones para formar uno nuevo y Najimi-chan insistió en unírsenos.

Finalmente llegamos al grupo donde se encontraba Komi-san, junto con dos compañeras más: Katou Mikuni-san y Sasaki Ayami-san.

No se conocían de nada así que las tres tenían un notorio silencio incómodo ¡Es tu oportunidad Komi-san! Hasta ahora a Inaka-san ha sido la única chica a la que tú le has hablado por tu cuenta ¡Aprovecha esta oportunidad para acercarte a ellas dos!

Luego de aquello. El tren se puso en marcha y sería un largo viaje hasta llegar a Kyoto.

O al menos eso pensé. En realidad me había dormido casi todo el camino y para mí se sintió como un santiamén. Llegamos a la estación y uno a uno los grupos fueron bajando.

—Muy bien, hoy estaremos con un guía todos juntos así que no se pierdan —advirtió la sensei.

Los grupos comenzaron a avanzar y vi a Inaka-san que aun no se había viajado del tren. En su rostro estaba claramente escrito el pensamiento de "'¿De verdad soy digna de pisar una gran ciudad como Kyoto?"

Sí... algo me decía que ella tenía las posibilidades más altas de perderse si la dejaban sola. Teniendo que cuidar de Inaka-san momentáneamente por fin llegamos a un autobús en donde ya nos esperaba una guía que se presentó como Ryouko Tenjouin.

—Espero que todos tengan una buena experiencia en su viague...

Nuestra guía-san se acaba de morder la lengua, estaba notablemente nerviosa y avergonzada por eso. No era experto en todo eso pero creo que éramos su primer grupo.

Se disculpó por aquello y menciono que efectivamente, era una guía novata. Eso de juntarme con Tadano-kun para poder leer el ambiente sí que estaba surtiendo efecto. Mientras el viaje apenas empezaba muchos de mis compañeros, principalmente Najimi-chan comenzaron a preguntar a la guía cosas demasiado personales, tanto que parecía una estudiante más.

Guía-san... espero que al final del viaje no quede con ganas de buscar una nueva profesión.

Llegamos al Templo Ryouan y de inmediato sucedió lo que tenía que suceder en una excursión con una clase entera. Los grupos que se habían decidido al azar fueron olvidados y cada quien se fue con sus amigos y compañeros, todos comenzaron a ir por su cuenta y dejaron a la guía sola y abandonada.

Veía eso pasar cuando sentí que alguien tomaba mi mano, volteé solo para ver a Komi-san con la mirada en el suelo y totalmente sonrojada.

—¿Qué pasa Komi-san? —pregunté.

—¿P-podemos ir juntos?

No había escrito esta vez pero se había forzado demasiado para preguntar aquello, posiblemente por múltiples factores. Como que siempre había sido tímida, y al ser tan correcta quizá sentía que al desobedecer los grupos que se habían formado estaba cometiendo un crimen contra la humanidad.

Pero me sentía feliz, esto sería como una especie de cita. Sí pudiera sonreír naturalmente lo haría.

La guía se aclaró fuertemente la garganta para llamar nuestra atención y cuando vio que lo consiguió comenzó con su explicación sobre los jardines del templo, muchos prestaron atención durante un par de minutos pero eventualmente todos se fijaron en como Komi-san apreciaba los jardines.

Seguimos nuestro recorrido hasta el Kinkaku-ji y la historia nuevamente se repitió, esta vez la guía se había adelantado y tan pronto pusimos un pie fuera del autobús comenzó a contar la historia del templo, lo que sucedió esta vez para interrumpir su explicación fue que Naruse-kun comenzó a decir como el templo dorado palidecía ante su belleza y cosas de ese estilo.

Nuestra siguiente parada fue el Nishi Hongan-ji, fue algo más divertido ese templo ya que no solo eran construcciones antiguas y ya, sino que había una tienda de recuerdos, los monjes del templo eran más abiertos y Najimi-chan incluso pudo tomarse una foto con el monje al mando.

Nakanaka-san se compró un atuendo de Shinsengumi, una especie de policía militar que existió en el último periodo del shogunato, y ahora podía actuar de una manera más chuuni gracias a esa vestimenta.

Nuevamente abordamos el autobús y la guía parecía cada vez más rendida, me sentía un poco mal por ella ya que yo tampoco había estado escuchando mucho de lo que había estado diciendo todo este tiempo, sin embargo Komi-san que se había sentado a mi lado incluso parecía estar escribiendo notas sobre todo. Sus miradas se cruzaron un segundo y algo cambió, quizás al ver que Komi-san realmente estaba interesada en todo eso revivió el espíritu de la guía y comenzó a hablar con más interés y pasión haciendo que muchos más se interesaran también.

Miré a Komi-san y le levanté el pulgar en señal de que había hecho un buen trabajo ayudando a la guía con su simple presencia, desde luego ella no entendió el mensaje ya que solo ladeó un poco la cabeza y arqueó una ceja en confusión.

El viaje por Kioto se hizo más divertido desde entonces, nuestra guía-san había dejado de simplemente repetir las cosas que encontrarías en un libro de texto sobre el lugar y comenzó a dar más opiniones, datos curiosos e incluso bromas. Ahora lo entiendo ¡Eso era lo que faltaba en el recorrido! Que no se sintiera como si simplemente estuviéramos en una clase más.

Justo ahora estábamos en el Templo Kiyomizu, y las cascadas Otowa. La guía explicó que según las creencias si se bebía de una de las tres caídas de agua uno podría obtener mejoras en la salud, los estudios o el amor.

Al mencionar eso último Yamai-san corrió y bebió como loca sobre la que otorgaba el amor. No había que ser un genio para saber porqué.

Komi-san y yo decidimos sentarnos un momento a descansar y fue cuando la guía se acercó a sentarse junto a nosotros. Komi-san rápidamente soltó mi mano y escribió algo en la libreta.

"Muchas gracias por compartir su información"

"También muchas gracias por cuidar de nosotros"

Creo que aun no es buena iniciando una conversación real con personas adultas o alguien que no sea de nuestra clase, así que es comprensible que no hable en lo absoluto.

La guía sonrió y se inclinó en agradecimiento por las palabras de Komi-san.

—Sus compañeros sí que parecen beber de las cascadas, apuesto que a su edad muchos están pidiendo por los estudios o el amor.

La guía dijo eso viendo a Yamai-san quien se aferraba a la cascada del amor aunque había ya varias personas tratando de sacarla de ahí.

—Pensé que quizás ustedes dos estarían con ellos tratando de pedir buena suerte en algo similar —continuó la guía—.

Me toqué el mentón un segundo, honestamente no había cruzado por mi mente esa idea, ¿Debería pedir algo? No el amor o la salud, pero quizá si en los estudios, no quiero repetir el año, pero el amor también es importante para un estudiante ¡Es el climax de su juventud! Instintivamente pensé en Komi-san, desde luego que ella era importante y bastante hermosa no había dejado de pensar en ella como una chica además de mi amiga y honestamente estas últimas semanas había hecho tanto por ella que comenzaba a darme cuenta que quizás era más que amistad lo que sentía por ella.

Aunque mentiría si dijera que realmente creo en todas esas cosas, siempre he sido de la idea que actuar es mejor que rezar y esperar a que un milagro suceda así que...

—Prefiero esforzarme y estar ahí para la chica que me gusta. Es más efectivo.

Dije aquello sin pensar y cuando me di cuenta tenía las miradas tanto de Komi-san como de la guía clavadas en mí. No me sonrojé pero me sentía muy incomodo por haber dicho en voz alta, de inmediato me levanté de ahí.

—¡Ah! Quiero decir... ¡Estudios! Sí, iré a pedir por mis estudios. Sí me disculpan.

No dije más y corrí en dirección a las cascadas, escuché como Komi-san se puso de pie y corrió detrás de mí. Di un pequeño vistazo hacia donde estaba la guía con una sonrisa burlona.

—Tan solo cásense de una vez.

Leí los labios de la guía y sentí mi corazón acelerarse por aquella frase. 

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Como siempre muchas gracias por leer y sobretodo por la paciencia añ esperar que actualice esta historia aunque me tarde xd

Aprovecho que estoy en mi tiempo de comida para poder actualizar.

Ya saben que si les gusto pueden apoyarme con sus votos y/o comentarios

Sin más por decir: Nos vemos en otro capítulo :)