Komi-san, yo...
Habíamos vuelto del viaje escolar varios días atrás. Y quisiera decir que la semana había transcurrido con naturalidad pero no era nada de eso en lo absoluto. Muchas veces se dice que lo que sucede en un viaje se queda en el viaje pero no es así.
¡¿Quién fue el ser oscuro que pensó en aquello?!
Los días posteriores no fueron lo que solían ser, por alguna razón me sentía aun más consciente de todos los movimientos que hacía Komi-san, desde llegar al aula hasta comer grácilmente su bento. Sin mencionar que todas las veces que hablaba con Agari-san, Nakanaka-san o cualquier otra chica sentía su mirada fijamente clavada en mí.
Era un experto en eso porque era la misma sensación que me producía al sentir la mirada de Yamai-san clavada en mí en cualquier momento que yo hablaba con Komi-san.
Y bueno, también estaba el asunto que aunque no nos habíamos dejado de hablar o actuar como desconocidos la relación entre Komi-san y yo podía decirse que se había vuelto algo distante y nuestras respuestas se habían vuelto un poco cortas.
Mentiría si me sentía triste por aquello, en casa no dejaba de revisar mi celular por algún mensaje suyo pero nuestras conversaciones también se habían limitado a simples "Buenos días, te veo en la escuela" y "Buenas noches"
"¿Si dijera que sí... eso cambiaría nuestra relación?"
Era un tonto, no debí haberle dicho nada de eso. Arruine todo ¿No es así?
—¿Por qué esa cara tan larga?
Manbagi-san, la gyaru interesada en Tadano-kun había aparecido de la nada mientras estaba recorriendo los pasillos de la escuela con la excusa de que iba al baño. Hacía mucho que no la veía, pero al parecer ella también se paseaba por le lugar.
—¿A qué te refieres? —pregunté.
—A que tienes una expresión bastante fácil de leer —dijo ella con una risa—. Y por lo que me ha dicho Tadano-kun y lo que yo misma he notado en ti. Es muy extraño que la pongas así que ¿Qué te sucede?
Ella me veía con una sonrisa noble, ahora entendía a lo que se refería Tadano-kun cuando decía que ella tenía esa "sonrisa que te transmitía confianza". Había estado evitando hablar del tema con cualquier persona, no porque me sintiera incómodo hablar del tema, sino porque no encontraba las palabras indicadas para expresarme.
Aun así Manbagi-san apretó mi muñeca y me llevó hasta las escaleras en donde nos sentamos. Ella me miró en silencio y pacientemente espero a que dijera algo. Sería muy grosero de mi parte levantarme e irme de ahí, o no decir nada así que llegados a este punto no tenía más opción que tratar de decir todo.
—Verás —comencé—. Todo inició toda una noche durante el viaje a Kyoto...
Y así poco a poco y puntualmente le comenté todo lo que había sucedido durante aquel día. Traté de mencionar todo para que no hubiera ningún malentendido además de que objetivamente hablando eso sería la mejor manera de explicar todo.
Manbagi-san me miraba con una mano en su mentón. Sí que era paciente al escuchar a un chico como yo hablando de sentimientos y romanticismo.
—Ya veo.
Finalmente dijo esas únicas dos palabras cuando terminé de contar todo.
—¿Entonces qué se supone que debería hacer?
Ella se levantó y apuntándome con su dedo índice y una expresión llena de confianza dijo.
—No se lo he mencionado a nadie. Pero Tadano-kun y yo pasamos una situación similar luego del festival ¿Recuerdas ese día?
Asentí al recordar que esa noche fue la primera vez que vi a Komi-san mostrarme una sonrisa tan cálida luego de los fuegos artificiales. Manbagi-san continuó:
—Entonces nosotros lo resolvimos de la única manera posible. Hablando desde el fondo de nuestros corazones.
—Pero es difícil para ambos expresarnos. De hecho, fue un milagro que te haya podido contar todo aquello ¿Crees que ambos podríamos pasar horas hablando de cómo nos sentimos?
—Baka.
Manbagi-san me dio un ligero golpe en la cabeza, mientras me miraba con una sonrisa.
—No necesitan pasar tanto tiempo hablando. Siempre y cuando se hablen con honestidad ¿Qué más da si tan solo intercambien unas frases para aclarar esta situación?
—¿Crees que solo unas cuantas frases sean necesarias?
Manbagi-san bajó de los escalones que se había subido para quedar a mi altura y con pasos juguetones y las manos detrás de la espalda me dijo algo que sonó sorprendentemente sabio para cualquier chico de preparatoria.
—Sabes... A veces tan solo unas frases son más que suficientes.
Dicho esto se despidió y me dejó reflexionando en aquel lugar. Quizás ella tenía razón. Tanto Komi-san como yo habíamos estado evitando el tema, y no solamente desde aquel día en el viaje, sino desde hacía mucho tiempo
¿Lo hacíamos porque no queríamos arruinar la amistad? ¿No estábamos dispuestos a cruzar esa línea? ¿O tan solo teníamos miedo de aceptar todo?
Pero pensándolo bien, recordaba todo: Le había prometido que la ayudaría a conseguir 100 amigos, habíamos tenido citas, nos ayudábamos siempre ¡Incluso me disfracé de gato solo por verla sonreír!
¿Me gustaba Komi-san?
¿Qué clase de pregunta absurda era esa?
¡Desde luego que me gustaba! No solo porque era muy hermosa, sino porque la conocía, porque sabía sus miedos e inseguridades, porque sabía sus gustos y había compartido momentos especiales junto a ella. No era solo una atracción física, era algo más.
Algo que tenía miedo de quebrantar si todo salía mal ¡Pero era algo que lamentaría si no me atrevía a por primera vez ser sincero con todo lo que pasaba dentro mi cabeza!
El sonido que indicaba que las clases habían terminado me hizo notar que había pasado los últimos 30 minutos fuera, posiblemente me metería en problemas por saltarme la clase pero me sirvió pará entender todo.
Manbagi-sensei realmente me hiciste comprender todo. No necesitaba un viaje de autodescubrimiento en un monte o en un templo acompañado de un viejo monje, tan sólo ella, mis pensamientos y unas escaleras vacías.
Al ver como todos los alumnos preparaban sus cosas para irse a casa me encaminé al aula para recoger mis cosas solo con una cosa en mente.
—¿En dónde está mi mochila?
Pregunté al ver que habían desaparecido.
—Komi-san se las llevó, dijo que no quería que les pasara nada.
Tadano-kun me respondió tranquilamente.
—¡Debo encontrarla! ¿En dónde está? Quiero decirle...
Tadano-kun me dijo que ella estaría esperando en las puertas, le agradecí y di media vuelta.
—¡Oye!
A punto de dar un paso a fuera. Onemine-san quien detenía a Yamai-san, puesto que ambas posiblemente ya se imaginaban la situación, tan solo me levantó el pulgar con una sonrisa para luego tomar del cuello de la camisa a Najimi-chan.
—Ve por ella. Puedes estar tranquilo, Yamai-san o Najimi-san se interpondrán.
Asentí y unas cuantas palabras de ánimo de mis demás amigas, Agari-san. Nakanaka-san incluso de Inaka-san o de otros compañeros como Naruse-kun me sentía más realizado que nunca.
Corrí en dirección a las puertas. Desde luego que la multitud me seguía para ver el desarrollo de esta historia, pero poco me importaba eso, para mí justo ahora en la Preparatoria Itan, tan solo Komi-san y yo éramos los únicos estudiantes.
Toda la escena nocturna en el hotel en Kyoto se formaba ante mis ojos con cada paso que daba.
"Lamento si esto fue incómodo es solo que no me gustaría saber que hay alguna chica que te aparte de mí"
Eso fue de las últimas cosas que me había dicho aquella noche. Komi-san lo siento, tengo que pensarlo: Eres una tonta, incluso si no fueras tú ¿de verdad piensas que me apartaría de ti?
Por fin había bajado las escaleras. La alta y esbelta figura de Komi-san se veía genial con la luz del sol entrando por las puertas, ella miraba hacia el exterior con mi mochila entre las manos.
—¡Komi-san!
Grité para llamar su atención, no dejé de correr y tampoco me importo llamar la atención de todos aquellos que eran ajenos a la situación. Si se unían a los espectadores de la clase 1-1 poco me importaba.
Komi-san volteó, pero no pudo hacer nada cuando la atrapé entre mis brazos, sentía su cuerpo temblando unos segundos pero finalmente sus manos tocaron mi espalda sin dejar de abrazarla me separé tan solo unos pocos centímetros.
—Nunca he sido bueno para comunicarme. Es algo que tenemos en común —dije sin pensarlo—. Y estoy seguro que mi cara de pocos amigos tampoco ayuda en nada. Aun así, nos conocimos y no nos hemos separado desde entonces ¡Te agradezco que tú tampoco te hayas alejado de mí!
—¿Q-qué estás...?
El hilo de voz de Komi-san no pudo terminar de formular la pregunta, había sido lo bastante grosero como para no callarme esta vez.
—Esa noche en Kyoto, me preguntaste si había alguien que gustaba. Lo dije una vez me gustan las chicas tímidas, pero también me gustan que sean bondadosas y que se preocupen por sus amigos e inteligentes. Y tú eres eso y más.
Nuevamente sentí el cuerpo de Komi-san estremecerse, pero ahora tenía una clara imagen de cómo ella se sonrojaba y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
—¡No me aparte de ti! La chica tímida que tengo entre mis brazos sin duda es quien me gusta —me arme de valor—¡Me gustas! Eres mi mejor amiga, eres una chica dulce, divertida, con un buen corazón. ¡Me gustas mucho! No hay más que quiera decir en este momento que decirte desde el fondo de mi corazón y que todos se enteren de que ¡Te amo Komi Shouko!
Grité todo aquello, y un silencio espectral se hizo presente. El rostro sonrojado de Komi-san parecía en shock, pero en ningún momento me soltó.
Segundos después ella puso ambas manos en mis mejillas y acercó mi rostro al suyo.
La sensación cálida en mis labios me hizo perder el sentido de la realidad. No me importaba nada más que seguir en aquel momento, nuestros labios se separaban unos milisegundos y volvían a unirse. El beso de Komi-san era tan cálido que sentía como si me derritiera.
Cuando nos separamos ella con lágrimas en los ojos y una sonrisa tímida dijo.
—También te amo.
Eran tres palabras, una sola frase. Pero Manbagi-san tenía razón. A veces no hace falta nada más que eso para saber que todo estaría bien ahora.
Komi-san, volvió a besarme. Posterior tomamos nuestras manos y corrimos fuera de la vista de toda la multitud que exclamaba en gritos.
Nunca más soltaría a Komi-san.
*****
Hasta aquí esta historia. Muchas gracias por haberla leído de principio a fin ^^
Cuando la inicie realmente no pensé que fuera a tener éxito xd y agradezco a Santiago por incitarme a escribirla (aunque el fic que él tenia en mente supongo que no era nada de este estilo)
De cualquier manera. También quiero agradecerles a cada uno de ustedes por haber leído y comentado, el éxito que tuve no hubiera sido posible de no ser por ustedes. Así que realmente estoy muy agradecido.
Pero bueno, así concluye esta historia ¿Por qué tan abruptamente? Porque siento que de alargarla más se habría vuelto tediosa, así que hice lo mejor que pude para darle un final natural y que no se sintiera forzado... Espero haberlo logrado.
Además, terminar sin previo aviso es como arrancar una bandita dw una herida, rápido e increíblemente doloroso 7u7
Pero bueno, estaré haciendo un anuncio quizá hoy o mañana, para avisar otras cosas.
Y para celebrar el final de esta historia, más el haber pasado los 100 seguidores. Pensaba en hacer un Preguntas y respuestas ¿qué opinan? :v
Sin más por decir: Nos vemos en otra historia :)
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