Nombre: Komi Shoko (Versión Gótica)
Edad: 17 años
Características físicas: Komi ahora luce con un estilo gótico oscuro. Su largo cabello negro azabache está suelto, con algunos reflejos morados que destacan bajo la luz. Viste con un suéter de cuello alto ajustado y negro, con un collar en forma de cruz invertida y una serie de anillos plateados adornando sus manos. En su mano izquierda tiene un tatuaje detallado de calaveras y rosas entrelazadas, que cubren hasta su muñeca. Sus pantalones ajustados de cuero la hacen ver intimidante, y sus ojos, siempre maquillados con delineador negro, dan la impresión de una frialdad calculada. Komi, en esta versión, ha abrazado completamente el estilo gótico, pero debajo de esa fachada oscura hay mucho más.

Personalidad: Komi se ha vuelto conocida en la escuela por ser una figura intimidante, casi "intocable" entre sus compañeros. No por su timidez o silencio, sino por su aura amenazante. Muchos le temen, no solo por su apariencia sino por la reputación de responder con sarcasmo o frialdad cuando alguien intenta hablar con ella. Es alguien que prefiere la soledad, escondiendo su verdadera naturaleza bajo una fachada de rebeldía.

En su tiempo libre, le gusta ver películas como *The Crow*, donde encuentra inspiración en la lucha del protagonista para sobrevivir en un mundo oscuro. También es fanática del estilo de Tim Burton y disfruta películas como *Beetlejuice* o *The Nightmare Before Christmas*, identificándose con el ambiente melancólico y a veces absurdo de estos mundos. Le encanta escuchar música gótica y metal, de bandas como *The Cure* y *Bauhaus*. Sin embargo, lo que nadie sabe es que su actitud es el resultado de la presión y el caos en su hogar. Sus padres están siempre ausentes o peleando, y ella ha creado esta barrera para protegerse.

Popularidad: A pesar de ser temida, Komi es famosa en la escuela por su estilo y actitud. Los profesores la consideran una "chica problemática", y algunos de sus compañeros la llaman "la Reina Oscura". Las malas lenguas dicen que está metida en cosas turbias, aunque en realidad no es más que una fachada que ha construido para ocultar su propia vulnerabilidad.