Cálido
— Ara~ — confundida se alejó un poco — ¿No es aquel tu nombre? — preguntó indicando el plástico anclado a su chaqueta donde los kanji "Tomioka" estaban grabados.
— Yo... Ese es mi nombre — apretando la botella de jugo tras su espalda desvió la mirada avergonzado.
— Sumimasen senpai —intervino la pequeña Makomo — Giyuu-kun estaba emocionado por su jugo y no se volteó con cuidado —.
Kochou rió, eran unos chicos muy adorables. Pero aún así creía merecer unas disculpas por lo ocurrido en la mañana.
— Ne~ Tomioka-san, hace un par de horas fuiste muy descortés — los azulados ojos nuevamente se clavaron en ella, Shinobu podía ver claramente la intriga en su mirar — me derribaste mientras corrías sin ofrecer una disculpa sincera... — concluyó.
El rubor terminó por cubrir completamente su rostro y abochornado apretó su mandíbula.
¿Cuál era la posibilidad de encontrarse con la misma persona a la cual había chocado al correr fuera de casa frente a la maquina expendedora de jugos del tercer piso de tu primaria?
Sinceramente, muy, muy baja. Casi nula.
Pero como por arte de magia, ahí estaba ella, y se trataba de nada más ni nada menos que una hermosa muchacha.
El timbre del establecimiento resonó en todos los pasillos detallando que el tiempo recreativo había concluido y todos debían volver a sus salones.
Sonriendo, Shinobu le dedicó una última mirada al pequeño que estaba totalmente cohibido — Supongo que eso es todo por hoy — dándose la media vuelta emprendió camino a su salón — ¡Fue un gusto conocerles! —.
Giyuu permanecía estático frente a la chica que se alejaba, su amiga le observaba confundida.
«¿Qué es... lo que siento en mi pecho?»
Era cálido y reconfortante, embebido de un dulce aroma, con el tiempo deslizándose tan lento como un pequeño caracol. "Tomioka-san", que agradable sonaba su apellido en aquellos labios. Sentía que quería escucharlo una y otra, y otra vez. Jamás se podría cansar de ello, por más que... ¿Quién era ella?
Sin escuchar lo que Makomo le estaba diciendo corrió a toda prisa por el pasillo hasta dar vuelta por donde la muchacha había desaparecido.
— ¡Espera por favor senpai! —llamó con la respiración agitada mientras afirmaba ambas manos en sus rodillas — ¿Cómo... Cómo te llamas? —.
Desconcertada ella se dio la vuelta para encontrarse con aquel dulce panorama.
Sus miradas se cruzaron ¿Que era esto que ambos estaban sintiendo? ¿Un presentimiento? ¿Una convicción o una premonición? No podían explicarlo.
Pero mientras todos corrían desesperados a sus salones, el tiempo se había detenido para ellos y el mundo pasaba en cámara lenta.
Con una sonrisa acomodó sus cabellos — Kochou.. — susurró — mi nombre es Kochou Shinobu, encantada de conocerte —.
Con una reverencia nerviosa él pequeño se inclinó frente a la muchacha que estaba a unos dos metros él.
— Encantado de conocerte Kochou-senpai, mi nombre es Tomioka Giyuu — mencionó casi gritando, para su sorpresa estaba muy nervioso — es un placer —.
Llevando una mano a su boca, rió — Por favor se bueno conmigo, Tomioka-san — era un niño extremadamente dulce.
Levantando su mirada le dedicó una sonrisa y asintió.
Una atmósfera acogedora les resguardaba, la sensación de calidez e intimidad les hacía sentir a gusto y protegidos. Nunca, ninguno de los dos, había experimentado algo similar.
— Señorita Kochou-san ¿Planea saltar sus clases desde el primer día? — interrumpió la maestra desde la puerta del salón y volteándose rápidamente, la menor de las nuevas vecinas acompañó a la maestra hacia el interior.
— Nos vemos pronto, Tomioka-san... — musitó.
—Nos vemos pronto, Kochou-senpai... —.
Aun mirando hacia la puerta por donde la misteriosa muchacha se acababa de ir, comenzó a caminar en dirección a las escaleras. Pero un dedo en su pecho le detuvo.
— Giyuu-kun ¿Quieres chocar de nuevo? — preguntó Makomo frenándolo con firmeza.
— Sumimasen Mako-chan, yo... — no tenía palabras para explicar lo que sentía. Llevando un brazo hacia su cabeza, rascó su nuca con su mano izquierda.
De pronto el mensaje por los altavoces les hizo temblar... Sus nombres fueron mencionados y citados a la oficina del director.
Estremecidos y sobresaltados intercambiaron miradas.
En cambio al escuchar aquel anuncio, en medio de su nuevo salón, una joven de mechas violeta soltó una pequeña risa que cubrió y acalló con su mano derecha.
Había sido un encuentro conmovedor.
— ¿¡Castigados!? — preguntó Sabito desconcertado — ¡pero hoy iríamos al árcade! —.
Sus amigos arrepentidos bajaron su mirada. Todos los demás estudiantes comenzaban a abandonar el salón tras el sonido de la campana, pero ellos no, llegaron quince minutos tarde después del recreo y aquello claramente conllevó un castigo.
— Sumimasen Sabito — musitó Giyuu — Tenemos que hacer la limpieza toda la semana —.
— Yo... de verdad quería ir con Sabito-kun — se sumó lamentándose Makomo.
Los amigos se mantuvieron unos instantes en silencio, mientras tanto el de azules ojos jugaba con la escoba a girarla en el mismo lugar.
— ¡Vayan juntos! —sugirió con una sonrisa — fue mi culpa que nos castigaran hoy, Mako-chan sólo me estaba acompañando... —.
Los ojos del pequeño Sabito brillaron al escuchar aquellas palabras, podría pasar toda la tarde a solas con la niña que le gustaba.
Pero tras unos segundos negó con su cabeza y sus cabellos se remecieron.
— No... — de forma amable tomó el utensilio de limpieza que su amigo movía frente a él — Haremos esto los tres, así terminaremos en un abrir y cerrar de ojos —.
Makomo y Tomioka sonrieron, no por nada en su salón hasta los maestros les llamaban los inseparables. Porque así eran ellos, desde el día que se conocieron habían formado una hermosa conexión, como si la vida misma les hubiera puesto en aquel momento y lugar el primer día de clases.
«— ¿También tienes una? — preguntó Sabito al niño de cabello azulado que se había mantenido en silencio apartado de los demás. Este le observó confundido — la mascara de colección.. el zorro — confirmó señalando el pequeño artefacto en sus manos.
Giyuu asintió — son muy lindas, me siento tranquilo cuando la sostengo y calma mis nervios —.
El muchacho que acababa de llegar se sentó a su lado en aquellos bloques de piedra que delimitaban el lugar en el patio donde un árbol yacía plantado.
— ¿Estas nervioso? — preguntó curioso viendo como este acariciaba la máscara de zorro.
— Yo... No soy bueno haciendo amigos — confesó algo apenado.
Con una amplia sonrisa el desconocido se colocó de pie frente a él y extendió su mano.
— Mi nombre es Sabito, tengo seis años y estoy aquí para ser tu mejor amigo ¡Gusto en conocerte! —.
Los ojos del pequeño Tomioka brillaron por la emoción, era tan extrovertido y carismático, un muchacho muy interesante.
— ¡Aaah~! —gritó al recibir un pelotazo en la cabeza, siendo amortiguado por sus cabellos color salmón — ¡Deberías tener más cuidado! — reclamó volteándose mientras se acariciaba el sector del golpe.
— ¡Sumimasen Sabito-san — se disculpó la muchacha que llegaba corriendo al lado de ellos siguiendo el balón — no fue mi intención! —.
— Ma-makomo.. — el rubor cubrió levemente sus mejillas al ver a su hermosa compañera a quien había conocido en la ceremonia de ingreso — ¡No fue nada!¡Ni siquiera lo sentí! —rió.
Con curiosidad se inclinó para ver al chico que estaba tras Sabito, el cual permanecía en silencio.
— ¡Gusto en conocerte, mi nombre es Makomo! — exclamó alegre — ¡Espero que podamos llevarnos bien! —.
— Te presento a mi nuevo amigo, él es... Eto~ — confundido, sin saber si ya lo había hecho, decidió volver a preguntarlo — ¿Como te llamas? —.
Colocándose animosamente de pie, completamente alegre les sonrió — Gusto en conocerlos, mi nombre es Tomioka Giyuu ¡Espero que podamos llevarnos bien! — les dijo con una sonrisa decorando su rostro.
— ¡Claro que lo haremos! — respondió su nuevo amigo.
— No hay duda... — musitó Makomo a la vez que soltaba el balón y los cogía a ambos por el brazo — ¡estaremos juntos hasta el fin! —. »
— ¡Muy bien! — chilló la niña — ¡Comencemos! —.
Los dos muchachos asintieron y alegremente comenzaron a limpiar, estando juntos hasta los castigos eran algo divertido.
— ¡Yo quiero conseguir 600 tickets para por fin tener la muñeca de la vitrina! —exclamó Makomo mientras se giraba y comenzaba a caminar de espalda hacia el portón de la primaria.
Gracias a que los tres estuvieron trabajando duro, les llevó simplemente veinte minutos el dejar todo en orden antes de retirarse. Aún tenían tiempo de sobra para pasar a los juegos.
— ¿Como estas para un 1 v/1 Giyuu? — preguntó Sabito cuando ya estaban a punto de cruzar por la entrada — ¿O tienes miedo de que vuelva a ganarte como la vez que fuimos con "Cesar-san"? —.
— ¡No tengo miedo! voy a barrer el piso contigo en el juego — reclamó entre risas.
Iban los tres juntos caminando cuando una dulce voz les detuvo.
— Tomioka-san... — el pequeño había quedado inmóvil tras escuchar su apellido proveniente desde el portón — Espero que no te moleste... te estaba esperando —.
Sabito, quien se había volteado, comenzó a proporcionarle unos débiles codazos boquiabierto.
— ¿Estuviste aquí todo este rato senpai? — preguntó Makomo asombrada.
Acomodando sus cabellos ella asintió y se acercó a donde los tres pequeños estaban.
— ¿Me estabas esperando? — volteándose y mirando en todas las direcciones, como si buscara a alguien más, Giyuu se señaló a si mismo con el dedo — ¿A mi? —.
— Si... — agachándose se ubicó a la altura de él — la verdad no se volver a casa aún y no quería molestar a mi hermana. Ne~ Tomioka-san ¿Te molestaría enseñarme? —.
Ahora era Makomo quien les observaba boquiabierta, e intercambiando una mirada con Sabito compartían su asombro.
— Sumimasen... Hoy iré al arcade con mis amigos —respondió nervioso desviando la mirada, luego una sonrisa se dibujó en su rostro — ¡Pero puedo enseñarte a usar los mapas en el teléfono Kochou-senpai! —.
Instantáneamente sus amigos se llevaron una mano a la frente y negaron con la cabeza.
— Ya veo... — susurró la menor de las vecinas extrayendo el móvil de su bolso.
Cuando Giyuu estuvo a punto de recibirlo, su amiga se interpuso y sostuvo el teléfono haciendo que Shinobu lo acercara de vuelta hacia ella.
— Kochou-senpai ¿Te gustaría acompañarnos al arcade? — preguntó cargada de ilusión — Hoy mi amiga "Keisi-chan" no vino a clases, y me gustaría que otra niña fuera con nosotros —.
Shinobu miró al pequeño vecino como esperando ver en él una señal de aprobación o rechazo. Acababan de conocerse y no quería ser una molestia en su salida con amigos.
— Será divertido senpai — sugirió Giyuu.
La nueva chica se veía algo mayor, no estaba seguro de en que curso estaba pero debía de llevarle algunos años. Aún así, era su nueva vecina, quería compartir y llevarse bien con ella. Además no podía negar que su pecho se sentía cálido cuando estaba presente.
Shinobu sonrió alegre, hace tiempo que no iba a un salón de videojuegos — ¡Muy bien! vamos entonces —.
Los cuatro estudiantes iban caminando rumbo al lugar en medio de la ciudad, a unas siete cuadras del establecimiento. Adelante iban Sabito y Giyuu conversando sobre la vez que estuvieron a punto de ganar mil tickets, y un poco más atrás, las niñas, donde Shinobu iba escribiendo un texto en su móvil para avisar a su hermana y familia que llegaría un poco tarde.
— ¿Que haces Kochou-senpai? —preguntó curiosa Makomo mientras caminaba en puntillas para observar el teléfono de la mayor.
— Estoy escribiendo para avisar que iré a los juegos con ustedes — mencionó cuando la pantalla fue cubierta con un pequeño aviso.
— "¿Princess_Saremi?" — la niña le miró intrigada tras ver la notificación — ¿Quien es ella? —.
Kochou se detuvo en seco para revisar su celular.
— ¡No puede ser! — exclamó — ¡Finalmente actualizó posesivo! — sus palabras no lograron disipar la confusión en el rostro de la menor — Es una autora de fics, amo mucho leerlos... Podría recomendarte algunos Makomo-chan —.
Sus ojos brillaron de emoción — ¡Hai! ¿Me das tú numero senpai? —.
Sabito había volteado a verlas durante unos segundos.
— Es muy agradable — declaró frente a su amigo.
Más este le observó confundido — ¿Cómo? —.
— Tu nueva amiga — le aclaró — ella incluso te esperó para ir a casa juntos —.
— No es así Sabito-kun — respondía mientras agitaba los brazos velozmente delante de él — Kochou-Senpai es la nueva vecina de mi barrio — dulcemente brindó una mirada hacia atrás para observarla, sus ojos se cruzaron — aunque sí... es... agradable — susurró.
Pasados unos minutos llegaron finalmente al salón de juegos. Los ojos de los muchachos brillaron y tras un sonoro "Woooah~" corrieron en dirección a unas máquinas con juegos de pelea.
Las niñas simplemente se miraron y rieron por su infantil actitud.
Tranquilamente se sentaron en una banca para terminar con lo que habían venido hablando.
— Muy bien, ahora debes elegir un nombre de usuario — aclaró la mayor a la chica — con ella te conocerán en la aplicación —.
Makomo acercó el teléfono a sus labios mientras pensaba, y tras unos segundos sus boca se abrió dibujando una alegre sonrisa.
— ¿Como puedo seguirte Kochou-Senpai? — preguntó a la vez que ocultaba su móvil para que ella no viera el nombre.
— Ara~ ¿No me dejarás verlo? — preguntó confundida.
— Será una sorpresa —.
— Muy bien, anotalo —suspiró entre risas algo tímida — "ToxicShyGirl" —.
Tras unos segundos su celular vibró.
Había recibido un nuevo seguidor en Wattpad.
— ¿"Chibichan2909"? — susurró.
Makomo hizo un conejito con sus dedos y sonrió — ¡esa soy yo! —.
Las muchachas intercambiaron aquellas alegres miradas y luego la menor siguió explorando un par de cuentas.
— Esta escritora se ve interesante — mencionó mientras abría una historia.
— ¿A cuál te refieres? — preguntó curiosa Kochou.
— Creo que se llamaba algo así como "Saywa" — dijo sin apartar su rostro de la pantalla llena de letras ni por un segundo.
Shinobu sólo sonrió, pero tras un momento su expresión cambió por una de absoluta preocupación.
— ¡Aún no tienes edad para leer esas historias! — exclamó mientras le quitaba el móvil de las manos.
Makomo instantáneamente reclamó por ello — Eeeh~ ¡Era una historia de amor muy linda! — se cruzó de brazos — además ¿Como es que lo sabes Senpai?¿Acaso son ese tipo de historias que sólo leen los papás? —.
Automáticamente el rubor cubrió el rostro de la mayor.
— Ne~ Makomo-chan ¿Vayamos a jugar? — preguntó con torpeza.
— Estas evitando mis preguntas — aún cruzada de brazos desvío su rostro.
Kochou dejó caer sin fuerza sus brazos e inclinó su cabeza. Una vez estuvo leyendo aquellas historias, para cuando se dio cuenta ya estaba muy atrapada en la narrativa de la autora.
— ¿Vamos? — dijo Makomo extendiendo su mano, terminando con la incomoda situación — hace tiempo no veo a Sabito-kun jugar contra Giyuu-kun —.
La pequeña Shinobu asintió — ¿Él... Es bueno? — preguntó curiosa.
— ¡Sabito-kun es increíblemente bueno jugando! — efusivamente subió ambos brazos.
Kochou en cambio sonrió nerviosa, no estaba preguntando por él.
— ¿Y que hay de Tomioka-san? — mirando hacia otro lado acomodó sus cabellos.
Makomo le observó confundida — ¿Por qué no le dices Giyuu-kun? Somos más pequeños que tú, Senpai — le preguntó.
— Nosotros... No tenemos ese tipo de confianza — suspiró.
Tras dar unos pasos Makomo se detuvo y volteandose para también hacerle quedar en su lugar, le sonrió — la tendrán... —.
Kochou le observó confundida a la vez que colocaba una mano en su pecho.
— Giyuu-kun es muy dulce y Kochou-senpai muy amable... — agregó la pequeña — sé que se llevarán bien —.
Al escuchar sus palabras sonrió con ella, como si estuviera aliviada.
— ¿Él... Es feliz? — inclinando su rostro jugó con sus zapatos.
— ¿Giyuu-kun? — llevando un dedo a su mentón Makomo empezó a pensar — es un niño muy alegre — confirmó señalando con un dedo el lugar donde se encontraban ambos muchachos jugando.
Al levantar su vista pudo observar como reía en compañía de aquel amigo, a grandes carcajadas, por lo visto había perdido, pero no le importaba.
— Ya veo... —.
Con dulzura Makomo sostuvo una de sus manos.
— ¿Vayamos a jugar, Senpai? —.
— ¡Hai! —.
Las horas pasaron bastante rápido para los cuatro muchachos que se encontraban en aquel lugar repleto de juegos.
Lo mejor era marcharse antes que el sol comenzara a ocultarse.
— Nuevamente no conseguí la muñeca — berrincheó Makomo, con mucha aflicción.
Y Sabito, en un acto de caballerosidad se acercó a ella sonriente — la próxima vez que vengamos la ganaré para ti Mako-chan — exclamó mientras se indicaba a sí mismo con su dedo pulgar.
— ¿Senpai también nos acompañará? — preguntó la pequeña.
Shinobu apartó su rostro de manera tímida. No quería ser una molestia.
— ¿Lo harás, verdad senpai? — susurró el pequeño Giyuu ubicándose frente a ella.
Kochou sonrió — Hm! .. Será muy divertido — confirmó y los tres pequeños le correspondieron la sonrisa — Ne~ ¿Me esperan? Necesito ir al baño un momento —.
Estos asintieron y ella se marchó.
En el pasillo que llevaba a los servicios pudo observar diversos escritos.
— "Anna Aguirre y Ricardo Escobar estuvieron aquí"... Al parecer fue parte de una gira de estudios —.
Creyó no haberse demorado mucho, pero para cuando regresó, solo el pequeño Giyuu le estaba esperando.
— Ne~ Tomioka-san... ¿Donde están los demás? — preguntó anonadada.
— Justo vimos a "Esme-san" y se ofreció a acompañar a Makomo —.
Ella aún le miraba confundida — ¿Quién? —.
— Es una tía de Mako-chan —.
El teléfono de la mayor vibró, era un mensaje.
— Ya veo... Acaba de hablarme por LINE —.
[Gomen Kochou-Senpai, no quería marcharme sin poder despedirme.
¿Sabes? Mientras estábamos en los juegos conseguí dos seguidores, "Camz704" y "Andysakurai15" ¡Me parecen muy geniales!]
— ¿Nos vamos? — preguntó mientras guardaba su teléfono.
El pequeño le miró por unos segundos. El igual quería conversar por LINE con su nueva vecina.
Pero no se atrevía a decirlo.
— Hm! — Se limitó a asentir.
A paso rápido se retiraron, debían apurarse si no querían que sus padres les regañaran.
— Tsutako-neechan es muy dulce ¡Pero no quieres verla enojada senpai! — después de bajar del transporte Giyuu se abrazó a si mismo con sus manos y simuló estar temblando — es aterradora —.
Una temible imagen sonriente de su hermana se dibujo en su mente.
Shinobu por su parte rió.
— Juro que no es gracioso — con sus azules ojos le observó confundido al verla reír — la última vez no me dejó ir a dormir sin haber barrido la casa por una semana ¡Una semana! — exclamaba mientras apresuraba el paso.
— Pero hoy fue divertido... —.
— ¡Como cuando Sabito ganó en la alfombra de baile! — rió y cruzó sus brazos tras la cabeza— Yo creí que al menos nos ganarías una vez Kochou-senpai —.
— Ara~ ¡No puedes reirte de la persona que te ganó en un juego de combate! ¿Que clase de cazador eres? — estaba tan emocionada que las palabras solo fluyeron de sus labios.
Él la miró confundido, Shinobu se había detenido quedándose atras.
— ¿Cazador? — preguntó llevando una de sus manos a su frente y rascó con un dedo.
— Yo.. no sé... por qué he dicho eso Tomioka-san — susurró con sus palabras entrecortadas y luego movió su cabeza a la par con sus cabellos en señal de negación — Ne~ ¿Olvidémoslo si? —.
— Hm! — Giyuu le sonrió — pero la verdad... ¡Yo te dejé ganar Kochou-senpai! —.
Ella apresuró el ritmo para alcanzarlo corriendo un par de pasos y así llegar a su lado.
— Por lo visto no aceptas tus derrotas — al menos ya estaban cerca de la casa, en un minutos estarían ahí — ¡Entonces la próxima vez quiero que juegues en serio! —.
El pequeño asintió — lo prometo — dijo para luego desviar la mirada — hoy me divertí tanto que no importa si me castigan —.
Tras dar vuelta en una esquina llegaron a la calle donde ambos vivían.
Kochou corrió otros pocos metros para adelantarle, y luego, suavemente se volteo antes de llegar a su portón.
— Ne~ Tomioka-san... ¡Estoy feliz de haberte encontrado! — su rostro brilló reflejando su alegría y luego desapareció tras su jardin.
Él pequeño se detuvo y le observó algo extrañado.
«No debió ser difícil, la primaria no es tan grande...»
*・゜゜・*:.。..。.:*・*:゜・*
✨Konnichiwa✨
¡Vaya horas de actualizar! Pero no podía dejar pasar el día sin publicar este capítulo.
Felicidades a todos quienes participaron del pequeño concurso explicando el nombre de la historia. Hubieron definiciones bastante bellas que me encantaron ❤️
Como pudieron ver ¡Hoy fueron parte de la historia!
Les agradezco mucho por todo el apoyo que dieron regalando una estrellita al capitulo anterior, nuevamente gracias, de todo corazón!!
Por cierto ¿Vieron aquellas bellezas de separadores? Quiero agradecer a mi amada Princess_Saremi por ellos, mereces cielo y tierra, vida ❤️
¿Hay algo que esta mujer no haga bien?
Sin más que decir les dejo muchos pero muchos cariños a todos.
🌊Nos vemos pronto🦋
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