~Tu valentía es infinita, siempre siendo valiente en momentos difíciles, siempre valiente, siempre esos ojos tan valientes que me cautivan~.

-kya!~.

La adolescente de 17 años cayó de su cama al asustarse por el grito de su hermana, se levantó asustada y corrió a su cuarto.

-kotoko! -al abrir la puerta una gota de sudor corrió por su cien.

Su hermana mayor estaba abrazándose a sí misma mientras tenía los ojos cerrados y murmuraba cosas.

-"de en serio ella es la mayor?".

Su mirada paró en una carta en el escritorio de kotoko y al ver lo que era suspiro negando con la cabeza.

-nee san ya deja de gritar, oto san esta durmiendo.

-ah! -grito sorprendida al volver a la realidad- g-gomen hana chan -dijo rascando su nuca nerviosa. Kohana suspiro y sonrió con suavidad.

-oyasumi nee san.

-oyasumi! -dijo alegré haciendo reír a kohana.

Cerró la puerta de la habitación y fue a la suya, se tiró a su cama cansada y cerro sus ojos.

-uff~ espero que todo salga bien -susurro adormilada.

-no la quiero -su respuesta fue tan fría como el hielo.

Naoki Irie, 17 años, el prodigio de la escuela, excelente en los deportes, admirado por muchos, serio, frío y siempre leyendo, cabello y ojos marrón claro.

Kotoko Aihara, la cual tenía la carta en manos, sintió su mundo derrumbarse y una gota de sudor corrió por su cabeza.

-"a-acabo de ser rechazada" -pensó con un aura oscura.

Mientras caminaba por los pasillos, los demás estudiantes murmuraban cosas a su espalda haciendo que se sienta aun mas deprimida.

-déjenme sola! -grito enojada al ver que eran tan crueles con lo sucedido.

-vaya se altero -dijo sin inmutarse un alumno, kotoko corrió hacia su salón con tristeza.

-"son tan crueles" -pensó enojada.

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-que sueño -susurro kohana mientras bostezaba y una pequeña lágrima de sueño salió de su ojo.

-oye aihara! -la llamó uno de los alumnos, ella lo miro con neutralidad -escuchaste los rumores? -pregunto con malicia junto a su compañero.

-Irie san rechazo a tu hermana, ni siquiera acepto su carta -se burló esperando la reacción de kohana.

Ella estrechó sus ojos ante lo mencionado.

-cierto, dijo; no la quiero -dijo fingiendo hablar como Irie.

-tu hermana sí que es idiota al hacer algo como eso.

Ella sonrió de lado y los miro sonriente.

-sí que les gusta jugar con la parca.

-eh?.

*CRASH!*

-AHH!!!.

*BUM*

Los dos chicos salieron disparados por la ventana hasta estrellarse contra un árbol y caer al suelo.

-q-que miedo -susurraron todos los presentes con temor al ver como la Aihara golpeo a esos dos sin ningún esfuerzo.

-ah~ ah~ que sueño -volvió a bostezar haciendo como si nada hubiese pasado.

Los demás la miraron con una gotita y ella se fue.

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Cuando abrió la puerta del salón vio a Jinko acariciar el cabello de Kotoko, la cual estaba llorando en el pupitre y Satomi estaba en modo pensativa.

-vamos hay muchos chicos -dijo Jinko acariciando la cabeza de kotoko.

-Irie kun es muy atractivo pero tiene problemas de humano -dijo Satomi negando con la cabeza.

-eso es verdad -se acercó a ellas pasando por frente de su lugar con las manos en los bolsillos.

Cuando se sentó en su lugar las tres chicas la miraron atentas.

-...qué? -las miro con el ceño fruncido.

-bueno...cada vez que Kotoko hace algo mal tú la regañas -la miro curiosa Jinko.

-hmp!, ella ya es grande, sabe lo que hace Bakane -le dio la espalda bufando molesta y mirando por la ventana haciendo que un aura oscura rodee a la mayor de las gemelas.

-y ahora por qué se enojó? -le pregunto Satomi al ver al puchero de Hana.

-me comí su pudin y era el último -sollozo la peli marrón al ver que su día no solo se arruinó por el rechazo de su amado sino que su pequeña hermana aún seguía enojada por ella.

-v-vaya, eres suicida kotoko -susurraron las dos amigas al ver el grado del asunto.

-kotoko! -grito Kinnosuke con lagrimas en los ojos.

-otra vez -escuchando de lejos las quejas de Kin por la declaración de Kotoko.

-me rendiré -susurro kotoko con la cabeza gacha haciendo que kohana la mire de reojo.

-"que complicado es el amor" -pensó apoyándose en el pupitre y cerrando sus ojos.

Las clases habían terminado y Kohana estaba mirando desde la otra esquina a Kinnosuke que quería golpear a Irie por decirle a Kotoko 'no me gustan las chicas estúpidas'.

El azabache era detenido por los demás mientras Kotoko era alentada por Jinko y Satomi.

Kohana suspiro y al ver a Irie junto a un chico de anteojos caminar hacia ella salio de su escondite haciendo que los dos chicos se detengan.

-Aihara san -susurro el chico con curiosidad, Naoki miro sus ojos y cerró los suyos con paciencia.

-no me digas que vienes a declararte -dijo con burla.

-o-oye irie -lo llamo nervioso, él sabía sobre cómo kohana golpeó a los otros dos alumnos.

Además de que todos en la academia sabían sobre el mal temperamento de la Aihara menor.

-Irie san que divertido -le sonrió brillante haciendo que el nombrado la mire.

Ella abrió sus ojos y a sorpresa de él, se acercó a su rostro dejando que oliera su fragancia.

-te crees la gran cosa por ser inteligente...me irritan las personas arrogantes -susurro mirando de reojo a Kotoko la cual tenía la cabeza gacha y sus amigos la rodeaban.

-Aihara san no creo que sea para tanto -sonrió nervioso el chico, creía que ella golpearía a naoki.

Kohana sonrió de lado y se alejó de Irie poniendo las manos en sus bolsillos.

-naoki kun! -cerro sus ojos alegré haciendo que Naoki la mire con una ceja alzada -si vuelves a tratar mal a mi hermana....te golpeare -cuando abrió sus ojos un aura yandere la rodeó haciendo que el chico se asuste y Naoki sonría divertido.

Kohana siguió su camino ante la mirada del chico rubio.

-esa chica sí que da miedo -susurro suspirando.

-hmp -Irie sonrió de lado ante la sorpresa del rubio.

-e-es ella?! -pregunto sorprendido mientras Irie siguió caminando ante las insistencias de su compañero.

Las gemelas estaban caminando hacia su hogar, mientras Kohana abrazaba a Kotoko por los hombros.

-vamos nee san no estés así, hay muchos peces en el mar.

-tú no lo entiendes kohana chan -suspiro kotoko.

-nop por que el amor es estúpido -puso los brazos tras su cabeza haciendo que Kotoko se caiga de la impresión.

-hana! -grito enojada mientras ésta se reía. 

-ya ya no te enojes -al recibir un mensaje miro su celular y chasqueo la lengua.

-kohana?.

-volveré en la noche, avísale a oto san -la sonrió y estiró levemente la mejilla de kotoko.

-eh, pero! -la miro sorprendida ante su inesperada ida, kotoko miro a su hermana que se iba hacia el lado opuesto- hana chan qué escondes? -susurro con preocupación.

Kohana desaparecía durante horas o incluso un día entero, nadie sabía a dónde se iba pero por algún motivo su padre siempre se mantenía tranquilo.

Kotoko sentía que su gemela le escondía algo, algo muy grande.

.

.

.

La familia Aihara estaba en un taxi, era de noche y estaban con sus maletas.

-hana chan dónde estuviste?, hace 2 horas que apareciste, faltaste al colegio y nadie sabía nada de ti -la miro kotoko con el ceño fruncido.

-zzzzzz.

-hana! -chillo enojada al ver a su hermana dormir mientras su padre las miraba con una gotita.

-oto san -kohana se despertó de golpe como si nada y kotoko gruño enojada- no molestaremos en la casa de tu amigo?.

-claro que no, no se preocupen él es un buen amigo mío desde la escuela media, iri chan fue quien nos invitó -dijo alegré.

-iri chan? -pregunto kotoko curiosa, kohana volvió a cerrar los ojos- no te duermas! -le grito zamarreándola.

-zzzzz.

El taxi paró luego de unos minutos y los tres bajaron.

IRIE.

Leyeron las gemelas en la entrada de la casa.

-n-no puede ser -susurro kotoko asustada.

-"esto sera divertido" -pensó sonriente.

Le gustaba ver a su hermana en aprietos y más si se enojaba, era divertido hacerla enojar.

-ai chan! -dijo un señor medio calvo, enanito y rellenito sonriente, Shigeo Aihara le sonrió a su amigo Shigeki Irie.

-iri chan, cuanto tiempo! -lo saludó alegré, mientras kotoko miraba asustada todo, no quería creer lo que su cabeza le decía.

-apostamos? -susurro kohana con serenidad.

-cállate! -chillo irritada, haciendo que kohana riera divertida.

-oh!, ellas son tus hijas, vaya son casi iguales -dijo contento el señor Irie, mientras las gemelas hicieron una reverencia.

-mucho gusto -saludaron las dos.

-nao, Aihara san ya llego! -avisó el señor Irie mirando hacia adentro, los tres miraron hacia el interior y vieron el gran temor de kotoko.

-"irie kun?!" -grito internamente queriendo morir.

-"hehe esto si se pone bueno" -pensó con maldad kohana.

-eres mucho más bonita que en las fotos.

-fotos? -susurro confusa kotoko ante lo dicho por Shigeki.

-bienvenidos -las saludo una mujer de cabello marrón claro con una sonrisa amble -eres muy bonita kotoko chan -le mostró una foto a kotoko la cual recordó a la mujer encapuchada de la mañana -lástima que no tenemos una foto de kohana chan -dijo con un puchero mirando a la nombrada que rasco su mejilla con nerviosismo al tener todas las miradas en ella.

-m-mucho gusto señora irie.

-dime noriko! -dijo apareciendo a su lado, asustandola, y tomando sus manos.

-h-hai -susurro kohana con una gotita ante la sonrisa radiante de noriko.

Mierda, esa mujer era extremadamente amable y una acosadora.

-vamos entren -dijo noriko sonriendo, los tres aihara entraron a la casa y cerraron la puerta.

-siéntanse como en su casa -los miro shigeki sonriente, mientras naoki miraba todo apoyado en la pared con los brazos cruzados.

-"ellos sí que son alegres, cómo es que éste salio un cubito de hielo?" -miro de reojo a naoki.

El cual al sentir su mirada la miro y al conectar miradas rápidamente desvió la suya confundiendo a kohana.

Noriko al ver eso sonrió aún más.

-por fin hay chicas en la familia! -chillo contenta- todo será tan divertido.

La puerta del pasillo fue abierta y de ella entró un niño con las mismas características que naoki.

-yuuki, mira él es el mejor amigo de oto san, Shigeo Aihara y ellas son sus hijas, kohana oneechan y kotoko oneechan -los presentó alegré, mientras el pequeño con el libro en manos cerró la puerta y se acercó a ellos.

-mucho gusto soy Yuuki Irie, voy a tercero de primaria -les sonrió amable.

-vaya que muchachito tan inteligente -dijo shigeo.

-"es una versión miniatura de irie kun/irie san" -pensaron las gemelas, kotoko con una sonrisa y kohana con aburrimiento.

-mucho gusto yuuki kun -dijo kotoko sonriente, yuuki la miro atento por unos momentos.

-kotoko oneechan, ahora estoy haciendo mis deberes, así que podrías enseñarme a leer? -pregunto dándole el libro a kotoko la cual al mirar al libro sudo frió al no entender, naoki miro divertido la escena mientras kohana miro el libro en manos, el cual era en Inglés, era sobre física.

-"qué rayos hace un niño de tercero de primaria leyendo un libro de física de ultimo año de primaria?" -pensó con una gotita kohana.

-"esto lo aprendimos en primaria?" -pensó nerviosa kotoko- p-puede ser.....

Kotoko quedó en silencio y miro de reojo a kohana que la miro con una gotita pero suspiro y agarró el libro en la mano de kotoko.

-galileo galilei, físico italiano, con dos experimentos llegó a la conclusión que sin importar el peso de los objetos los dos caerán al mismo tiempo, conclusión la cual al principio fue errónea pero gracias a isaac newton fue comprobada luego de siglos, verdadera conclusión; todos los cuerpos caen al mismo tiempo sin importar su peso pero solo en el vació -explicó aburrida dejando la sala en silencio.

-tch -yuuki chasqueo la lengua y agarró el libro de golpe -es correcto -susurro mirándola de reojo.

-no pensé que sabrías entender el Inglés -dijo naoki sonriendo "amablemente", kohana lo miro de reojo.

-no sé Inglés, pero tampoco necesito entender el Inglés por completo para saber algo tan sencillo -sonrió burlona dejando a naoki sorprendido, kohana se agachó a la altura de yuuki el cual la miro con atención.

-no juzgues a un libro por su portada yuuki kun -le sonrió con suavida.

Éste la miro atento hasta que un leve sonrojo apareció en sus mejillas a sorpresa de los demas.

-tch -el pequeño chasqueo la lengua y corrió hacia las escaleras- tú eres una idiota! -grito a kotoko la cual quedó en shok.

-yuuki!, eso fue muy grosero -lo regañó  su madre pero éste le saco la lengua a kotoko y corrió hacia su cuarto -disculpalo kotoko chan -dijo noriko, mientras kohana reía por lo bajo ante la cara de kotoko.

-"fui rechazada por ambos hermanos" -pensó con depresión.

-vaya nee san le caes bien -la miro sonriente.

-urusee hana chan -sollozo kotoko mientras shigeo reía nervioso ante sus hijas.

-b-bien mejor les muestro su habitación, puse todo mi corazon en ella -dijo noriko mientras kotoko asintió.

Las gemelas quedaron en blanco al ver la habitacion completamente rosa y femenina.

-siempre quise una niña, es hermosa verdad? -pregunto sonriente.

-h-hai -susurro kotoko con una gotita.

-esta solía ser la habitacion de yuuki, por su culpa tuve que llevar sus cosas a mi cuarto y ahora está todo amontonado -dijo naoki apoyado en el borde de la puerta y mirando al techo.

-onii chan no digas eso -lo regañó noriko- kotoko chan, kohana chan, no le hagan caso, por favor ayudalas a desempacar, tengo que hacer la cena -dijo saliendo del cuarto.

-con qué puedo ayudarte? -pregunto haciendo que kotoko se ponga nerviosa.

-p-puedo hacerlo yo sola -irie estaba por agarrar su bolso pero se alejó y la miro de reojo.

-cierto, no había razón para que yo cuidara de ti, verdad? -dijo con una ceja alzada mientras kotoko lo miro con enojo- no es asunto mío el que estén aquí.

-nee san di algo! -le grito a su hermana, los dos miraron a kohana que estaba totalmente pálidab-nee san? -pregunto moviendo su mano delante de la cara de kohana.

-es rosa -susurro con la cara azul -irie te cambio de cuarto! -grito de golpe apuntando a naoki.

-hana! -grito sonrojada kotoko.

-el que estén aquí no quiere decir que nos llevaremos bien -dijo con frialdad, haciendo que kotoko lo mire herida y kohana con seriedad.

-y quién quiere llevarse bien contigo?, niño mimado -lo miro con el ceño fruncido, naoki la miro con una marca de enojo.

-tch, no interfieran en mi vida -dijo apagando las luces y agarrando el pomo de la puerta, yuuki estaba a su lado y le estaba sacando la lengua a kotoko, irie cerró la puerta y kotoko cayó de rodillas.

-dónde vinimos a parar -susurro en shock.

-que fastidio -susurro kohana suspirando.

Pero ella sabía que eso solo era el comienzo, el comienzo de un verdadero fastidio.

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