La pantalla del ordenador de Khloe se iluminaba bajo la vídeo llamada entrante de Samuels Brooks.

Después de aceptar la llamada y colocarse los auriculares Khloe saludo a uno de sus gerentes.

- Hola Samuels.  Qué tal todo?.  En que puedo ayudarte?

Cuestionó con una grandiosa sonrisa que le caracterizaba entre su personal.

- Hola señorita Khloe, gracias por atenderme. Todo marcha muy bien por acá,  el motivo de esta video llamada es para hacerle una nueva propuesta respecto a las actividades que se organizan en el club.

- Bueno Samuels eres el gerente del Sky Club de Chicago,  tienes la potestad para decir eso.

- Lo sé jefa. Pero de igual forma quiero contar con el consentimiento de usted antes de tomar la decisión. 

- Si es así,  soy toda oídos.- Le respondí mientras tomaba una posición más cómoda.

- Hay una Academia de bailarines profesionales,  la especialidad de ellos es la acrobacia aérea.  Son un grupo que están pegando mucho en todas las féminas y los caballeros de acá,  ya que mezclan las acrobacias con coreografías sensuales. Así que, quiero llegar a un acuerdo con ellos en el cual tengan que hacer sus presentaciones los días Miércoles y Jueves,  subiendo de esta manera el índice de visitas para el  club en esos días.

La propuesta de cambio en el estilo del club por parte de Samuels realmente me dejó pensando. - Bueno eso se escucha bien. Aun que sabes que ese no es el estilo de Sky Club. - Le miro con el rostro serio y de manera pensativa.

- Lo sé.  Por eso necesito que se cerciore de que el cambio será bueno y dejara muy buenas ganancias. El miércoles de la próxima semana será el día  de prueba,  puede venir  y decidir.

- Perfecto Samuels, ahí estaré ese miércoles en el Club. 

- Gracias por esto jefa,  que tenga una excelente tarde.

- No hay nada que agradecer,  espero que eso de resultados. Y éxitos para ti igual. Adiós.

Con un click Khloe finalizó la llamada con el gerente de uno de los clubes que más ganancias mensuales reportaba. Si el tenía la certeza que eso aumentaría más las ganancias del Club,  tenía que verlo y darle la oportunidad de experimentar.

Mientras tanto buscaba una posición más cómoda en su asiento tomó su IPhone y marcó a April.

Eran amigas desde que estaban en la facultad de ciencias económicas de Stanford. Además de ser un gran apoyo en el crecimiento empresarial de ella ya que era su gerente general de finanzas.

- April Callaghan,  en que puedo ayudarle señorita Khloe Oconaill?

La sonrisa en el rostro de Khloe era de diversión tras el loco saludo de su amiga que siempre le respondía de la misma forma.

- Qué harás hoy después del trabajo?

- No lo sé,  tengo una jefa que es peor que un grano en el trasero.  Es muy esclavista la condenada.

No pude contener la risa tras el comentario de April. - No te quejes April, si no te conociera creería que hablas en serio y tendré que esclavizarte de verdad.

- Dios...  No!  Jajaja sabes que estoy de bromas Khloe.  Pues tenía pensado en ir al Sky Club,  sabes de cual hablo? ya que tienes siglos en no salir del pene de Ben.

- No exageres April,  solo ha sido una semana, además ya estoy aburrida de él. - Mi rostro y ánimos cambian al hablar de Ben.  Girando  en  mi asiento me coloco frente al ventanal de mi oficina  fijando  la  vista  en  la  ciudad de  New york.

- Típico,  tu nunca duras más de una semana con alguien. Me he extrañado que lleves saliendo diez días seguido con ese abogado. No me digas que te ha encarcelado con las leyes de atracción?

La sonrisa de burla por parte de April eran muy evidentes que disfrutaba molestando a su amiga mientras cruzaba un bolígrafo entre sus dedos.

- Dirás la ley de follaje duro nada más.  Pero es momento de otros aires. - Un suspiro sale de mi sin intensión de retenerlo.

- Tengo que hablarte de una nueva víctima para ti amiga,  así que nos vemos a las siente en el Sky. - La voz de April se escuchaba emocionada por lo que estuviera planeando en esa cabecilla que tiene.

- lleva algo provocativo que vamos de cacería.

- Ten seguro que así será. Por cierto llama a la princesa Sofía para que salga con nosotras,  tal vez a ti te levanta el teléfono. Hasta luego.

Con una sonrisa en los labios termino la llamada con mi alocada amiga, la cual tiene un rostro de inocencia adolescente pero es el mismo demonio con dulces ojos azules personificado.

Inmediatamente marqué el número de mi otra  amiga.

- Hola! - La voz distante de Sofía evidenciaba que seguía molesta.

- Vamos Sofi no me digas que aún sigues enojada por lo que sucedió el viernes pasado?. - Quise sonar triste, pero la maldad me traicionó y al final se me escapó una pequeña risita.

- Claro que sigo enfadada con ambas. Son unas traidoras que prefirieron ir con sus ligues y dejarme tirada.

La voz de lloriqueo por parte de Sofía empezaba a retumbar tras la línea.

- Oh no, no, no,  no llores Sofi sabes que era código rojo y no podíamos alargar más la situación.  Además quedabas en tu casa y lo sabes.

- Sí,  lo sé!  Pero igual estoy resentida con ambas.

Coloque mi mano en la parte trasera de mi cabeza en señal de estrés por la actitud de Sofía. - Bueno permítenos redimir nuestro error con tigo. - Hable resignada. - y la noche de hoy no veremos a nadie, Escuchadme bien, a nadie hasta que seas la primera en conseguir a alguien. - Me siento como si estuviera cerrando algún contrato con alguna empresa.

- No lo sé Khloe.  No tengo ánimos de salir. - Su voz ahora era de melancolía y eso solo podía ponerme más estresada. - Sabes que tengo reciente el duelo de Eduard.

Esto si rebalsó mi limite. - No Sofía deja de estar en puto duelo por ese idiota que debe estar rebosando en los brazos de otra justamente ahora.

El llanto desconsolado de Sofía no se hizo esperar tras la línea haciéndome que separara un poco el móvil de mi oído.

En ese momento entraba Nate con unos cafés  y unas revista donde salía noticia de toda la competencia.  Necesitaba analizar las debilidades de esta para convertirlas en mis fortalezas y estar siempre a la vanguardia del primer lugar. Así que le hice una señal con la mano para que dejara el café y tomara asiento.

Recordé que tenia a Sofía al teléfono y que se encontraba llorando por lo que acababa de decirle. - Vamos deja de llorar por ese inútil Sofi,  no lo merece.  De hecho hoy sales con nosotras si o si. - Rogué a los santos que aceptara. No me agrada saber que se encuentra en ese estado por culpa de ese idiota mal nacido.

- Está bien Khloe. - Habló Sofi entre sollozos.

Mi sonrisa se dibujaba en mi rostro ya que había ganado el primer round que era sacar a Sofía de su departamento. - Excelente,  quiero que utilices el vestido rosa que te regale para tu cumpleaños y unos zapatos Loui Vuitton blancos.

- Si mamá!. - Su sarcasmo regresó, así que es buena señal.

- Te esperamos en el Sky Club a las siete no faltes.

Con eso Sofi termino la llamada y dediqué la mirada a Nate.

Los ojos verdes de Khloe se instalaron en los chispeantes ojos cafés de Nate el cual todo el tiempo tenía esa linda sonrisa que lo caracterizaba.  Así que la luz de ideas se encendió en su cabeza.

- Qué  harás después de  salir  del  trabajo Nate?. - Me dispuse en leer un artículo de finanzas de una de las revistas.

Con el ceño fruncido y cara de desconcierto logro responder - Ir  a  ver  películas en  netflix al  piso.

- Eres soltero o estás saliendo con alguien?.  - Levante la vista de la revista para fijarme en el rostro de Nate el cual lucía muy confundido.

- Tranquilo. No es que esté interesada en ti,  sabes que para mi  eres mi  hermano.

Internamente Khloe quería a ese chico como si fuera el hermano que nunca tuvo. Solo recuerda la primera vez que le vio.

Flash back...

Estaba en un starbooks y los de seguridad lo sacaban por no tener dinero con que pagar.
Salí tras él llevándole unas donas y un expresso.

- Al parecer necesitas comer algo.

Le hablé tendiéndole la bolsa que contenía las Donas y el expresso. 

La mirada de asombro y agradecimiento que tuve por parte de Nate se quedó grabada a fuego en mi interior.
Así que tomé asiento a su lado en la acera de la calle mientras comía.

Luego de terminar me miró fijamente. - Soy huérfano desde bebé y hace una semana he cumplido los dieciocho. - Bajó su mirada en modo de vergüenza. - Nunca me adoptaron; por ende me han sacado del orfanato. - Respiró profundo y fijó su atención a la bolsa que contenía las donas. - No tenía donde ir ni a quién pedir ayuda,  al igual que no me atrevo a robar a las personas. Traté de hacerlo una vez. Y me arrepentí antes de hacerlo. Simplemente no puedo, no sirvo para nada. - Abrazó sus rodillas y las pegó a su pecho mientras escondía su rostro dentro para que no le viera llorar.

En ese momento le tome en un abrazo por los hombros. - Eso no es verdad. Tu eres muy valioso. Que las situaciones que has pasado no dicten la calidad de persona que eres, y el hecho de no robar porque no puedes hacerlo, te hace mejor persona que muchas.

Levantó su rostro y me miró con gratitud. - Gracias señorita.

Le Sonreí ampliamente. - Llamame Khloe. Soy Khloe Oconaill. Y de ahora en adelante seré tu hermana mayor. Te gusta la idea?...

Dicen que los ojos son las ventanas del alma y que puedes ver a través de ellos lo que hay en tu interior. En este chico  podía ver esperanzas al mirarme después de haberme escuchado.

- Usted... Usted quiere ser mi hermana?. - Su voz aún sonaba a asombro. - Quiere ser mi familia?. - Ésta última pregunta fue más a una de incredulidad.

Sentí un nudo en mi garganta al ver por lo que este joven al igual que muchos tienen que pasar en las calles, y que un simple voto de confianza y amabilidad les cambia la vida.

- Claro que quiero ser tu familia. Tu quieres ser mi familia?.

Una hermosa sonrisa se dibujo en su rostro sucio inmediatamente. - Si, si quiero ser tu familia Khloe. Quiero ser tu hermano. - Me tomó en un fuerte abrazo en modo de agradecimiento.

Después de soltarme y volver a su sitio me tendió la mano. - Hola nueva hermana. Soy Nate. Nate Simmer, mi nombre es lo único que mi mamá me dejó y es lo único que tengo. Es un gusto conocerte y que quieras ser mi familia.

Le tomé la mano. - Un gusto conocerte Nate Simmer. Soy Khloe Oconaill y estoy muy feliz en ser tu nueva hermana y tu familia. Ahora ven, vamos directo a casa, necesitas un baño.

Me sonrió y se miró de pies a cabeza. - Si, tienes mucha razón Khloe.

Lo lleve a uno de mis dos pisos que tenía en la ciudad aparte del ático, lo instale,  le di de comer y luego de un baño fuimos el resto del día de compras. Me quedé un mes viviendo con el en el piso mientras nos familiarizabamos, ya que ambos éramos nuevos en esto.

Después de cumplir el mes y haber empezado a estudiar Administración de Empresas en la universidad y su trabajo como mi asistente en la empresa, le entregue las llaves y le dije que podía vivir en el piso el tiempo que el deseara,  igual no lo utilizaba a menudo y tenia otros dos. 

April me aconsejo que no todos los chicos en las calles podías depositar tanta confianza; pero igual sabía que Nate no iba a decepcioname. Y hasta el momento después de seis años, había demostrado que era igual a ese hermano menor que nunca tuvo estando para él en todo momento al igual que él para ella.

- No,  sabes que estoy soltero Khloe , después de Megan no he querido saber de ninguna otra chica. - Habló Nate sacándome de mis recuerdos.

Con una sonrisa dirigí toda mi atención en él.  - Ahora necesito de tu ayuda y se que eres el único que puede ayudarme en esto.

Rostro de preocupación de Nate se hizo presente - Claro.

- Necesito que empieces a salir con Sofi  y  le  hagas  olvidar  al  idiota  de  Eduard.

Los ojos de Nate amenazaron con salirse de sus órbitas ante tal propuesta.

- Creo que eso no podrá ser Khloe.  No hay química por ambos.

- No habrá en ti,  pero creeme que por Sofi si la hay.

- Qué dices? - Su entrecejo fruncido apareció de inmediato.

- si bueno,  hace un par de años no se si recuerdes que Sofía me frecuentaba mucho. - Hablé mientras apagaba la computadora.

- Si, lo recuerdo. Pero eso qué tiene que ver?...

- Lo hacía porque estaba enamorada de ti.  Pero,  igual cuando le dije que era mayor que tu,  por un año nada más y notar que tu y tus formalidades nunca la miraste con otros ojos, se dio por vencida y fue cuando empezó a salir con el idiota de su ex novio.

Nate se dejo caer en el respaldar del asiento en el que se encontraba,  aun con el rostro de que no lo podía creer.

- Es en serio?. - Su cuestionamiento es aún de incredulidad.

- Muy en serio,  así que ahora debes ayudarme a que logre superar su idiotez por su ex.

- Estás escuchándote Khloe , qué pasará luego que lo supere?  Y si se enamora de mí?
El rostro de preocupación de Nate era digno de una fotografía,  así que eso hice,  mientras Nate pensaba en su gran cabeza yo le sacaba una foto.

Enfadado giró su mirada hacía mí - Escuchaste algo de lo que te pregunté?
Siento que no te tomas esto en serio.

La risa que empezó a inundarme no pudo contenerse ante el drama que estaba provocando Nate al respecto. - Te pagaré quinientos dólares diarios mientras, salgas con ella.

La mirada de enojo que me dedico Nate fue épica.
- No me vendo por nada,  menos si se que al final una chica dulce que por cierto ya está lastimada saldrá peor. - Y tras decir esto salió de la oficina.

Suspirare y tomé el resto de mis cosas, activé las cámaras de la oficina y salí directo al estacionamiento subterráneo del edificio.

Al llegar hice sonar la alarma de mi ferrari spider azul,  mi bebé y mi más grande amor que solo y absolutamente yo conducía.

Encendí la radio y di play a la lista de reproducción abriéndose paso entre los alta voces  Red Lights de Tiësto.

Al llegar a mi  piso en el 39 del edificio número 795 de la Quinta Avenida de Nueva York sobre el Hotel the Pierre.  Tiré la carrera Channel y me  descalcé en el camino mientras me desabrocha el vestido negro lápiz para meterme a la tina y tomar un relajante baño.
Una hora después de bañarme y arreglarme estaba más que lista con mi vestido azul ajustado al cuerpo corte romano,  mi cabello ondulado suelto y mis tacones negros LV. Tomé el elevador privado que me llevaría directo al hall de la rotunda donde había dejado el auto y luego me dirigí al  West 57th Street.

Al  llegar  al  piso  de  Nate  y  abrir  las  puertas,  le  encontré tal  y  como  el  me  lo  había dicho  anteriormente. En  el  sofá viendo  The  Walking dead y  comiendo  palomitas  de  maíz.

- Esto  no  me  puede  estar  pasando. Anda  Nate  mueve  ese  enorme  trasero  ve  a ducharte  y  arreglarte  para salir  cuanto  antes.

Con un gesto de despreocupado me miró a los ojos - Creo que en tu oficina he sido más que claro respecto a lo que pienso sobre este tema.

No pude contener las ganas de poner los ojos en blanco debido a la respuesta de Nate. 

- Te lo pediré una vez más en buenos términos.  Ayúdame a que la pobre de Sofía supere al imbécil de su ex.

n ese instante Nate hizo el ademán de decir algo cuando le silencie al levanta la mano y continuar. - Si las cosas empiezan a salirse de control y ella inicia a enamorarse de ti,  yo misma le confesaré todo,  pero por favor Ayúdame a ayudarla. No me gusta verle en el estado en que se encuentra y se que lo único que puede sacarla de eso es un hombre que la haga olvidar.

Aún con rostro de precaución Nate se levanto del sofá. - Está bien. Pero que sepas que todo lo que suceda irá sobre tu responsabilidad. - Así que se dio la vuelta y se fue directo al cuarto de baño.