Capítulo 60| El último chicle
«Él jamás de abandonaría»
Eso era lo único que retumba dentro de la cabeza del Médico el cual dirige sus pasos de regreso a la habitación donde descansa su novio.
«Jamás me abandonaría»
Volvió hacer eco al encontrarse la cama vacía, sin señal ni rastro de su Techno. Los amigos a los que les pidió que lo cuidaran seguían dormidos en el sofá u otros en el suelo sin darse cuenta que el paciente ya no se encontraba.
—¡P'No!
Corrió por los pasillos en busca de su novio, interrogando sin detenerse a las enfermas que cruzaban sin poder darle respuesta acerca de su paradero. Odió por un instante a todo aquel que había permitido que se levantara de la cama e incluso quiso gritarles por su despiste y negligencia Medica.
«Personas como tú nacen con impulsos e instintos que la mayoría no entiende»
Eso era cierto, Kengkla basándose en su instinto subió a la azotea, a su Techno le gustaba mirar el cielo por lo que tal lo predicho lo encontró ahí. El mayor usaba un cárdigan que lo protegía del frío y dicho se mecía con el viento.
—¡P'No! — Fue corriendo hacia él.
—¿Kla?— Techno se sobresaltó, había interrumpido su momento a solas por lo que lo tomó por sorpresa.
—¡¿Qué haces aquí a solas?! Debiste pedirle a alguien que te acompañara, no puedes ir a donde te plazca por el hospital, esta es una zona restringida y..
—No es para tanto, no te alteres
—¡Sí es para tanto! Puedes marearte, desmayarte o tener una recaída, hay casos hasta en donde los pacientes se arrepienten de su operación y atentan contra sus vidas. ¡¿Por qué debías subir aquí?! ¡Es peligroso para ti! ¡El mundo es un peligro para ti! Porque día a día siempre pasa algo, alguien se cae, acaba en el hospital, le ponemos un yeso y se va.. Pero hay otros días donde un idiota le prende fuego a una escuela matando consigo a muchos.. Y gente se avienta de las ventanas para salvarse, en casos salvan vidas ajenas antes que las suyas.
El Mayor no dijo ni palabra, a simple vista podía darse cuenta que su novio sufría. Esta era la primera vez que veía su expresión afligida.
—No importa en que tan buen cirujano me convierta, al final es inevitable la muerte. Ni tampoco importa cuanto te cuide y proteja porque siempre hay un loco en el mundo que atenta contra las vidas de los demás, ya sea porque se le dio la gana matar a alguien o porque conducía en estado de ebriedad. Aún cuando me prometas que jamás me abandonarás, el futuro es incierto..
Cada paciente del hospital tenía una historia de la cual te acabas enterando mediante realizas tu trabajo. Por esta ocasión Kengkla pudo verse reflejado en aquel paciente. Temía ocupar su lugar. Le aterraba que algún día fuera él la persona que reciba la triste noticia de que el amor de su vida falleció.
¿Cómo podría soportar tal dolor?
—Pero tenemos una razón para vivir— La voz de su Techno lo iluminó —. El mundo es despiadado, no te mentiré. Pero nos aferramos a vivir aún cuando no tenemos un propósito fijo, a pesar de fracasar o llorar continuamos porque en el fondo sabemos que merecemos algo bueno del mundo. Yo he vuelto a mirar el rostro de mi madre y fue lo más extraordinario que me ha pasado en la vida. Tú eres mi luz, Kla.
»Y como tú eres mi luz, yo seré esa persona que te recuerde todas las cosas maravillosas de este mundo por las que vale la pena continuar. Aún cuando me digas que estamos condenados todos a morir, entonces aceptaré mi destino y viviré amándote cada segundo que me quede, de esa forma no me arrepentiré.
La luz desvaneció las sombras de la oscuridad, convirtiéndose ese triste cielo en un colorido amanecer, era como si todo volviera a la vida.
Visto desde el fondo podías ver como el brillante sol se alzaba justo a un lado de los dos cuerpos que ahora son siluetas oscuras a causa de la iluminación y las cuales se funden en un beso.
Era curioso como su primer Beso había surgido en un túnel multicolor y como este ahora es con el atardecer de fondo.
Ambos escenarios coincidían con ser brillantes y hermosos justo como su amor.
|●•🐺•●|
Esa misma semana, Kla fue a examinar al paciente N'Sun por quien su familia se encontraba preocupada ante su estado desgarrador. No quería ver a nadie, ni hablar con nadie, mucho menos ingerir los alimentos.
Sun continuaba postrado en aquella cama derramando lágrimas silenciosas que no dejan de manchar la almohada. El Nong permanecía de costado dando la espalda a la puerta quedando frente a ventana con las persianas cerradas.
—Debiste dejarme morir.
Fue lo primero que le dijo cuando entró a la habitación.
Hay cinco fases durante el duelo, no importa en que orden sucedan siempre son cinco: Negación, Ira, Negociación, Depresión y Aceptación.
Sun cruzó la primera y tercera junto a Kla, en cuanto a la ira se desquitó con sus padres quienes ahora lloran en la sala de espera.
Podríamos deducir que ahora se ha estancado entre la ira y la depresión.
—Debiste dejar que me desangrara.
Fue en vano que me salvaras...
El Medico cerró su registro de golpe, dejando de rellenar el avance de las mejoras de su Nong.
—¡No! Dejar que murieras eso si hubiera sido en Vano.
—¿Por qué? ¿Por qué eres el maldito médico que salva hasta a quienes no quieren vivir?
—No, porque si hubieras muerto entonces sería en vano el sacrificio de tu novio — La rabia del chico cesó —. Él te protegió aún sabiendo los riesgos y lo hizo porque le importas tanto que no podía soportar la idea de herirte. Por eso sé con seguridad que si haces algo para morir entonces aquel que dio su vida por ti habrá muerto en vano.
La respiración que contenía se liberó sonando un suspiro roto que condujo a que respirara agitado. Kengkla no hizo nada, sabía que era una redacción que emite el cuerpo cuando el dolor del corazón es demasiado.
—Él no te abandonó Sun, te amo hasta el final y te lo puedo asegurarlo. Los del hospital consiguieron esto, dicen que se aferraba a él en la ambulancia — Puso sobre la pequeña mano un collar con forma de sol.
Sun al verlo rápidamente se quitó los primeros botones de su suéter dejando a la vista una llave que carga con forma de Luna la cual abre la cerradura del collar de sol. Resultaba contener un dulce de chicle.
Sun sonrió apretando los labios sintiendo estragos en su garganta.
—Hace unos meses, tuvimos nuestra primera vez, yo no sabía como hacerlo ni que comprar para que fuera ideal. Entonces me llevó a una Sexshop para aprender juntos sobre esas cosas. El primer condón que compró fue de sabor a chicle porque sabía que a mi me gustaba ese dulce.
»Cada que entraba en pánico por alguna cosa, en lugar de enfadarse o asustarse me daba un chicle como consuelo. "Cuando pases un momento difícil, te daré uno para hacerte saber que siempre te protegeré, solecito" Solía decirme aquello y a pesar de que ha muerto.. Todavía me deja dulces...
El chico de las mechas violetas apretó contra su pecho aquel chicle, el último chicle que su querido novio le daría y el mas apreciado pues este es de consuelo y despedida.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Debería escribir una historia trágica, creo que soy experta en romper sus corazones. ¿Ustedes que dicen? 💔
Adiós al chico de la sexshop😢
Hasta aquí los dejo Shippers, hasta yo me he destrozado el corazón escribiendo esto. 💔
El siguiente capitulo es el Final
(Ahora si) y un capitulo especial que amarán muchisimo. 💕
Comenten para que les dedique el final. 🏳️🌈
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro