Había pasado una semana. Una semana entera en la que Ram pasaba sus días molestando o rondando cerca de Ai'León.

León varías veces se encontraba a Ram en la Sala de detención, según lo visto se metía seguido en problemas por juntarse con el equipo de fútbol. De acuerdo dicen los rumores, Ram nunca antes fue problemático hasta que los conoció a ellos.

Por toda la semana León se ofreció a llevar a casa a Ram, disfrutaba mucho pasar tiempo a su lado escuchando su música a todo volumen o platicar sobre anécdotas cómicas de su adolescencia. El tiempo se iba rápido estando a su lado, en ocasiones se le olvidaba que desde hace horas había llegado a la casa de Ram.

En ocasiones a Ram le gustaba unirse al equipo de Fútbol para jugar un rato. Al anotar un gol, volteaba a la ventana en la cual León solía mirarlo en secreto y posteriormente Ram le mandaría un beso mientras que León le enseñaría el dedo de en medio.

Cada día de la semana, León recibía una confesión de la misma mujer que lleva persiguiéndolo desde el mes pasado. Era bastante insistente que tuvo que pedir ayuda a su amigo.

Cuando Ram se enteró, adoptó su papel de príncipe Gay y acabó haciendo una escenita digna de un oscar.

Tal vez León le hubiera agradecido ese día, de no ser porque Ram lo nalgueó  diciendo que le pertenecía. La chica casi se desmaya cuando vio como su crush era en realidad el pasivo de la relación, pensó que si fuera el activo tal vez podría ser bisexual, entonces ella tendría una oportunidad de persuadir.

León empezó a tener más curiosidad por Ram, por lo que sin darse cuenta le empezó a preguntar a los de salón si sabían algo sobre él. De acuerdo a lo que escuchó se decía que Ram era una persona lo suficiente "jugosa" como para perseguir, pero su extravagante actitud era demasiado de manejar para quienes se enamoraban de él. Algunas personas que intentaron acercarse, no consiguieron robar su corazón. Aún cuando Ram accedió a salir a citas, en ningún momento se portó cariñoso, ni se ponía celoso, ni siquiera las cuidaba. Era como si siempre pusiera una barrera por en medio.

A León le resultó difícil de creer que la persona que siempre solía coquetear descaradamente con él, fuera alguien tan frio. Entonces llegó a la conclusión de que tal vez, solo tal vez, él podría ser especial para Ram.

Las veces en las que se quedaba a jugar vídeo juegos en su casa, las veces que le cocinaba o los mensajes nocturnos.. Todo le indicaba que Ram era diferente con él.

El Sábado quedaron de reunirse en la casa de Ram, su madre atendía ese día la repostería por lo que tendrían la casa para ellos solos. Ya eran más de las 5:00 de la tarde cuando los dos amigos aún seguían mirando la serie por la que votaron ver.

León no podía creer que sus gustos con él también coincidieran en series. Y no es cualquier serie la que están viendo. Debido a lo "polémica" que es la serie, muchas personas te miran raro cuando dices que te entretiene, en especial si eres de Tailandia.

—¡Nunca eres el malo! ¿Verdad?

De la televisión salía aquel sonido. Los dos hombres en el sofa no despegaron sus ojos de la pantalla.

—Ram ya me tengo que ir— Anunció León pellizcando la mejilla del hombre con la cabeza recargada en su regazo.

—¡Shh! Ya viene la mejor parte.

—Estaba equivocado contigo, me abrí y te dejé entrar, pero tú tienes espinas.

Exacto, la serie que ven es South Park. Una de sus series favoritas y su capitulo favorito para ambos titulado Tweek x Craig. Siempre acababan riéndose con esas escenas graciosas o encariñándose con los personajes.

Toc.. Toc.. Toc..

—¡Agh! ¿Quién es?— Ram de mala gana se levantó, poniéndole pausa a la caricatura.

León se quedó en el sofá, viendo como la espalda de su amigo desaparecía por el pasillo que da hacía la puerta. En un segundo escuchó un estruendo como si su amigo se hubiera golpeado contra la pared.

Rápidamente León fue a revisar, encontrándose con una escena que lo dejó perplejo; Ram pegado contra la pared y un hombre que nunca antes había visto lo abrazaba.

El nuevo visitante notó su presencia.

—Lo siento, no sabía que estabas con alguien— Dijo en voz bajita, sus pies empezaron a retroceder intentando escapar.

—Él ya se iba— Ram lo detuvo.

—Oh.. Si..— León únicamente pudo atinar a decir esas palabras—. Nos vemos luego, Ram.

El dueño de la casa no respondió, ni le ofreció una mirada, toda su atención la captó aquel hombre que saltó a sus brazos. León no pudo evitar sentirse herido. Esa mirada de preocupación nunca antes la había visto.

Al cerrar la puerta, se quedaron a solas.

|●•🍪•●|

—Entonces después de esa llamada no te volviste a reunir con Kengkla. ¿Y ahora que ha pasado una semana te empiezas arrepentir?— Ram le dio a Techno un peluche para que lo abrace.

Cuando solía quedarse a dormir en su casa, descubrió que a Techno le gustaba dormir abrazando algo, ya que eso lo reconfortaba.

—No, no es así— Abrazó el peluche de Galleta—. Yo de verdad quiero que conozca a más personas, no quiero que de limite a mi por culpa del pasado.

—¿Y entonces cuál es el problema?

|●•🍪•●|

Hace 1 hora atrás.

Con la buena paga que Techno recibía por entrenar al grupo de baloncesto, al fin pudo ahorrar lo suficiente como para poder comprarse los tenis deportivos que tanto quería.

Desafortunadamente los de su talla se habían acabado, a lo cual el vendedor  le prometió que la semana siguiente le traerían más. En conclusión Techno no pudo comprar sus tenis.

El entrenador de baloncesto no quería irse tan pronto como había llegado, por lo que empezó a dar la vuelta por todo el centro comercial, pensando que tal vez algo llamaría su atención como para comprarlo.

Al no encontrar nada de su agrado o que fuera menos costoso, pensó que tal vez podría ver una película animada.  Compró su boleto, sus palomitas, su refresco, un paquete de galletas de chocolate y pasó directo por el pasillo que une las diversas salas de cine.

Su agujeta se desamarró por lo que tuvo que colocar su bandeja de comida sobre el suelo alfombrado. Al acabarla de amarrar, sus ojos empezaron a picar dolorosamente, parpadeó varías veces como intentando disminuir su malestar lo cual ocurrió al revés pues ahora su visión se empezó a distorsionar.

Techno empezó a asustarse. Movió su carita por todo el pasillo, comenzando a ver borroso los cuadros que anuncian las películas de las salas. Entonces se fijo en la sala de cine a su lado, donde  dos personas vienen saliendo hacía el pasillo cargando con su bandeja. P'No intentó alzar su mano para pedirles ayuda, inmediatamente se detuvo.

Lentamente su visión borrosa empezó a aclararse, volviendo a ver de forma normal los objetos, las paredes y sobre todo a esos dos hombres que salen de la sala. Lo más impactante fue ver sus dos rostros, no estaban difuminados como siempre lucían para él.

Repentinamente uno de los hombres detuvo a su acompañante, tirando de él del brazo para que girara a su dirección y seguido se lanzó a besarle los labios. Fue un beso que permitió el otro chico e incluso lo devolvió al posar sus manos sobre la mejilla del hombre.

Las piernas de Techno reaccionaron antes de poder procesar lo que pasaba, automáticamente ya se encontraba corriendo por toda la plaza, yéndose a esconder a los baños de hombres. Al llegar posó sus manos sobre el lavabo, agachó la cabeza y empezó a sollozar. Solamente él sabía lo mucho que le dolía que uno de esos hombres fuera Kla.

|●•🍪•●|

Hora actual

Gotitas empezaron a mojar al peluche. Ram por segunda vez fue testigo del como su pequeñito amigo se rompía por culpa del amor. Era difícil ver la angelical carita bañada en lágrimas deslizándose a su mentón, sus labios moviéndose al compás de los sollozos como sus manitas acurrucadas sobre su pecho como si quisiera proteger su frágil corazón.

—¿Por qué en ese momento tenía que ver algo como eso?— Respiró agitado intentando tomar un poco de aire—.
¿Por qué mi prosopagnosia siempre tiene que lastimarme más de la que ya estoy? ¿Qué tan infeliz debo ser para que me deje en paz?

Ram no supo que decir, únicamente se limitó abrazarlo con fuerza tratando de mostrarle que él siempre estaría para él sin importar qué. Tal vez no era Kla, no intentaba sustituirlo, pero por lo menos quería que su P' se sintiera a salvo.

No era fácil para Techo tener que vivir con prosopagnosia. Dolía que de un día a otro dejara de ver los rostros de sus personas importantes, dolía sufrir de acoso escolar en la Secundaria por su condición, dolía ser rechazado, dolía ser tratado con lastima, dolía escuchar el llanto de su madre cuanto Techno intentó quitarse la vida al consumir pastillas nocivas, dolía estar atado a una cama de hospital, dolía fingir que se encontraba bien, dolía enamorarse de una persona que empezaba amar a alguien más..

Simplemente dolía tanto vivir.

Y tenía mucho miedo de que el futuro siguiera siendo doloroso. Kengkla había sido su píldora que adormecía el dolor o quizás era la cura que tanto tiempo llevaba buscando. Ahora que ya no podía tener una dosis de su cariño, el cielo azul que alguna vez contempló se oscureció por las bombas radioactivas conocidas como; realidad.

La realidad en donde lo único que le quedaba era un lado vacío de la cama.

Techno lloró hasta quedarse dormido. Una vez esto, Ram lo cargó hasta la habitación, colocándolo suavemente sobre el colchón, lo arropa con una manta, y le da un besito en la frente deseando que su P' sueñe cosas lindas, más no pesadillas.

Lo siguiente que hizo fue marcar a un número de emergencia. Necesitaba que viniera. Al no responder la llamada dejó un mensaje de voz largo. Luego de tres horas llegó.

—Lamento haber venido tan tarde, tenía mi teléfono apagado y la junta de trabajo tardó bastante. ¿Dónde esta mi hijo?—La mamá de P' entró a la casa de Ram, quitándose el enorme abrigo que se puso al revés por salir corriendo.

—Está bien, yo le sostengo esto— Puso el abrigo en el perchero de la entrada—. P'No se encuentra en mi habitación viendo la televisión, se despertó desde hace un rato.

—¿Cómo se encuentra?

—Sin mentir, inestable.

Eso bastó para que la mujer entendiera que su hijo estaba volviendo a pasar por un ataque de ansiedad.

Toc.. Toc.. Toc..

La madre tocó la puerta sutilmente, indicando que pasaría a la habitación. Al abrir la puerta se encontró a su hijo cubierto con la manita hasta la cabeza, en la oscuridad, siendo la televisión encendía la única fuente de luz.

—¡No lo estuviste soportando, intentaste borrarlo porque mis emociones te estaban asustado!

Salía aquel grito escandaloso de la tele.

—South Park ¿Eh?— La Mamá inició su conversación—. Llevo muchos años sin verla, es una buena serie animada.

—Lo sé— Dio una respuesta corta.

La Mamá sonrió al ver la corta escena de Tweek y Craig peleando en el parque de diversiones.

—Tweek se parece a ti.

Techno dejó escapar una risita y se avergonzó un poco. ¿De verdad lucía tan paranoico y ansioso en los ojos de otras persona?

—Gracias, supongo.

Finalmente empezó la verdadera conversación.

—Ai'Techno ¿Te acuerdas cuando entraste a mi cuarto preguntando si Papá y Mamá nos separaríamos? Ese día me constante que los padres de un amigo se estaban divorciando y temías que lo mismo sucediera con nosotros.

—Lo recuerdo, dijiste que si Papá nos abandona lo quemarás vivo.

—Eso no, la otra cosa que dije.

—No lo recuerdo, me quedé en Shock cuando escuché que quemarías a Papá. Lo ultimo que me acuerdo es que acabé llamando a la policía y escondiéndote los cerillos por tres mes consecutivos.

—Así que fuiste tú el de la llamada— La mujer esbozó una sonrisa que daba miedo—. El policía dijo que reportaron a una mujer loca que amenazaba con herir a tu papá.

—Lo de loca lo agregó el policía.

La mujer le revolvió el cabello en venganza.

—Ya que no recuerdas lo que te dije, te lo volveré a repetir— Hizo una pausa—. Ai'No, No sabemos los que será del futuro, no puedo asegurarte que el amor matrimonial conduce a la tal felicidad, lo único que te puedo prometer es que Mamá siempre
estará contigo para protegerte.

»No importa que tan duro o dificil sea, el amor de Mamá jamás te abandonará. Incluso si tu padre y yo nos separamos, no será por tu culpa o la de tu hermano, Papá y Mamá tendrán sus razones, más eso no significa que los dejaremos o los vayamos a cambiar.  Tu Mamá no es de porcelana, no va a quebrarse al caer, yo soy como un muñeco de lego; me puedo desarmar al caer y volver a reconstruir. No necesito a un hombre para sentirme completa y espero que en el futuro tú también entiendas que eres suficiente para ti mismo y no dependes de nadie para ser feliz.

Era como volver el tiempo atrás, a sus tiernos ocho años cuando no sabía lo que le depararía del futuro. Sin saberlo esas palabras volverían a ser de ayuda.  Techno una vez más seguía llorando en frente a su Mamá, sin importar cuantos años pasaran, seguía temiendo a Amar.

¡Pero, ya no importaba! Techno había aprendido la lección. La galletita fue a los brazos de su Mamá, volviendo a ser consolado como un niño pequeño que le teme a los fantasmas.

—Gracias, Mamá.

—Las quemaduras del corazón se apagan mágicamente, mi bebé— Acarició su espalda—. Pero no la casa de ese desgraciado.

La Mamá encendió con su mano libre un cerillo.

—¡Vieja loca, No vamos a quemarle la casa!

—Ai'Ram trae la gasolina— Gritó la mujer desde la habitación—. Hoy  vamos a prenderlo mejor que un árbol de Navidad.

|●•🐺•●|

Al día siguiente Kengkla llegó tarde a sus practicas en el hospital. Al salir de la casa pisó un charco en el pasillo, al principió creyó que una tubería estaba rota y después por olor supo que era gasolina. Por lo tanto lo reportó.

Después encontró las llantas de su Vehículo pinchadas, por lo que tuvo que tomar el camión, llegando más tarde por el trafico de la mañana.

Afortunadamente nadie presentó una queja, únicamente los doctores se limitaron a pedirle que fuera más diligente en su trabajo. En la hora del descanso fue al piso de dermatólogos, a
los practicantes les gustaba reunirse en su sala debido a la tranquilidad.

Al llegar se encontró a un grupo de amigas hablando emocionadas por un caso que les tocó hoy. Kla se quedó por un minuto mirando desde lejos cuando repentinamente un beso en su mejilla lo sorprendió.

Era James.

El mismo chico con el que empezó a aceptarle salidas durante toda una semana. Siguiendo los consejos de Techno, aceptó conocer a alguien más.

—¿Por qué estás tan distraído?— James le sonrió enamorado y Kla únicamente atinó a devolverle la sonrisa.

—Lo siento.

—¡Hey, P'Kla! Venga por un minuto— Su amiga enfermera levantó la mano, el mencionado obedeció—. Hoy me toco un caso súper interesante. Al hospital vino un hombre con prosopagnosia.

—¿Qué tiene de especial eso? Muchos de nuestros pacientes son así.

—Déjame terminar. Este hombre es especial. Dice que en ocasiones es capaz de ver el rostro de la persona
que más ama. ¿No es eso romántico? Pareciera que fueron hechos para encontraste y enamorarse.

Las mujeres soltaron gritos de emoción.

Rápidamente le quitó el informe en sus manos. La explicación coincidía con la de su ex novio y al ver el nombre del paciente confirmó que era él.

—¿A qué hora vino?

—En la mañana, se fue hace horas— La respuesta no vino de la mujer, sino, del mejor amigo, mismo que le arrebata la carpeta—. No te atrevas a involucrarte con mi paciente Kla, este es mi caso, no el tuyo.

Nic empezó a dirigirse al elevador. Kla lo siguió por detrás, dejando a James con las palabras en la boca.

—¿Por qué P'No vino al hospital?— Kla entró al elevador, Nic apretó el botón del piso al que bajar—. ¿Sucedió algo malo?

—Le picaban los ojos en la mañana, también le empezaron arder. Está bien, Mamá vino con él en la mañana.

—Soy también Médico Kla, sé que esa es una señal de alarma. Soy uno de los mejores en el área de la prosopagnosia, he investigado todo acerca del caso y he trabajado con profesionales en ese campo. Transfiéreme a P'No como paciente, me ocuparé de él.

—Yo también trabajo en ese campo Kla— Señaló lo obvio — . Es mi hermano, yo me ocuparé de él, tú solo eres el idiota que le rompió el corazón.

Las puertas del ascensor se abrieron, Nic atravesó el enorme pasillo blanco que da directo a los cuartos de los pacientes. Kla lo metió dentro de una bodega donde almacenan el equipo quirúrgico.

—Nunca te conté sobre mi llamada por teléfono con Techno, no vengas aquí a juzgarme como si fuera una persona despiadada que únicamente lastima a P'— Arrincona a Nic— Decidí darle una oportunidad a James justo como P' me pidió, dijo que era probable que no lo amara y pudiera enamorarme de otra persona.

Nic sonrió irónico.

—¿Y no es eso lo que estás haciendo?
¿No estas demostrando que P'No tiene razón y eres capaz de irte con el primer hombre que se te atraviesa?

Kla retrocedió un paso. Nic se despegó de la pared, volviendo a pararse firme, continuando de hablar.

—No me enoja que conozcas a alguien más, puedes hacerlo, puedes salir con esa persona si lo amas. Pero si vas a hacerlo, lo mínimo que espero es que aclares las cosas con mi hermano, dile que no es posible un futuro, dile que no te espere, dile que no merece la pena que luche por ti. Si vas a enamorarte de otra persona, no dejes que mi hermano espere por ti y te reciba con los brazos abiertos. Aquí no puedes ir y venir cada que te plazca, ni dejar que mi hermano te de consuelo — Le dio un empujón de forma que se apartara— No voy a permitir que uses a mi hermano como opción de segundo plato, no cuando tú eres su primera opción de toda la vida.

Nic salió enfurecido, azotando la puerta  y pateando el bote de basura con todas sus fuerzas. Las enfermeras solamente se asustaron, ninguna se atrevió a decir nada porque no sabían que enfrentaba aquel Nong.

Estaba teniendo un día difícil. Primero su hermano se despertó con un dolor de ojos insoportable que lo hizo llorar de la agonía. Después descubrir por parte de James que su mejor amigo estaba coqueteando con él.

Ya tenía suficiente con dejar que Kla pretendiera no ver los sentimientos de P'No y creyera que era el único que fue lastimado en el pasado. Techno era tan buena persona que era capaz de dejar que Kengkla saliera con otros chicos y después volviera a él y luego volviera a irse. Nic no dejaría que su hermano sea víctima de una relación así.

Kla debía decidirse. Debía seguir lo que le dicta el corazón y no su miedo.