Capítulo 52| I wanna be your
Para León su rutina desde la ruptura era muy simple, consistía en ir a la escuela, ignorar a todos y regresar a su casa para hacer tarea. Últimamente no tenía ánimos de nada, ni de salir, ni de socializar, menos de coquetear con las bellas mujeres o apuesto hombres. Pob todavía seguía muy dentro de su mente, a pesar de que ya ha pasado un año desde que terminaron.
Hoy tenía planeado ir a la biblioteca a estudiar, lo cual hizo. Al igual que en otros días se sumergió en su lectura de ingles, buscando parrafos importantes para su proyecto del mes. A diferencia de otros días, sus ojos no podian dejar de escabullirse del libro al hombre que ordena los libros en los estantes.
Esta mañana Ram fue castigado por la maestra de lenguaje, debido a que lo atrapó metiéndose debajo de las mesas de otras clases. Una falta de respeto a la educación. Como castigo lo pusieron a limpiar la biblioteca desde acomodar libros hasta barrer el lugar.
Ram con ayuda de sus audífonos y su imaginación, convirtió su castigo en una experiencia de Rock and Roll. Sentado en lo más alto de la escalera metalica empezó a golpear los libros con si fueran platillos de batería, a chasquear los dedos siguiendo el ritmo de la canción y agitar su cabello como todo una estrella de Rock.
León no era el único que se había dado cuenta del ridículo que hacia Ram, pues más estudiantes empezaron a prestar atención e incluso a grabarlo mientras se reían en voz baja. Como traía los audífonos se veía gracioso dándolo todo en su baile, imaginándose seguramente en una gira por el mundo.
—Idiota— Murmuró León avergonzado por sus actitudes descuidadas.
Ram se bajó de la escalera con un estilo que ni Harry Stiles posee. Agarrando la escoba recargada en el estante para usarla de micrófono y después como guitarra electrónica.
Rasgaba las cuerdas imaginarias con tanta intensidad y sacudía el cabello con tanta pasión que hipnotizaba a todos los presentes.
No hacía falta saber que estaba escuchando para darse cuenta que esa canción es probablemente una de las mejores que existen en el mundo.
La bibliotecaria al percatarse del "Escandalo silencioso" fue a pararse delante del joven ingeniero, esperando que se de cuenta que no está dentro de High school musical. Por supuesto que a Ram al darse cuenta, le importó una mierda, tomando a la bibliotecaria de la mano para ponerla a bailar con él.
León se rió sin saberlo, quedando atrapado por esa escena divertida y extraña que más tarde el director le pondría fin. Ram recibió un sermón, se le confisco su celular y fue mandado a limpiar el tejado de su facultad.
León se marchó de la biblioteca a su siguiente clase, al salir de esta, se encontró en los pasillos a una gran multitud de estudiantes divirtiéndose con la escena graciosa que surge en el tejado del edificio de enfrente. A través del ventanal se puede contemplar a dos hombres jugando a ser Ninjas mientras limpian.
Pond lanza estrellas Ninja hechas de papel mientras que Ram las desvía haciendo girar su escoba como si se tratara del rotor del helicóptero.
En medio de su juego, a Ram se le escapó de las manos la escoba, yendo a quebrar la ventana del director y como aún seguía girando le metió un golpe en el ojo.
—¡¡¡¡RAM!!!!
Fue todo lo que se escuchó provenir de su oficina principal.
Por tercera vez en el día, Ram fue mandado a otra zona a limpiar, esta vez se encargaría de tallar la piscina junto con Pond. Todo lo que tenían son cubetas con agua, dos escobas y un jabón. ¿Qué podría salir mal?
El director de verdad subestimaba la imaginación de Ram, pues en menos de dos segundos ya los tenía jugando Hockey con la barra de jabón.
León que presenció tal espectaculo de camino a su otra clase, no pudo dejar de reír ante las ocurrencias de aquel loco maniático que lo acosaba.
El jabón acabó volando fuera de la piscina, yendo a parar en una esquina y para su desgracia el director que venía a supervisar, lo acabó pisando y resbalando.
Lo siguiente que León recuerda es que la ambulancia se lo llevó, pero antes Ram le quitó su celular del bolsillo.
|●•🐺•●|
—Me gustas.
—¿Disculpa?—Kla acabó de colocarse su bata de médico.
—Dije que me gustas mucho.
El lobo médico examinó rápido a su pequeño aprendiz, quien este año es prácticamente su interno. El hombre es bastante pequeño a diferencia de otros de su edad, de tez pálida al igual que la porcelana, cabello teñido de rubio, los labios color durazno, ojos marrón y un par de pecas atravesando el puente de su nariz.
Encantador. Es la definición adecuada para describir su belleza.
—Tú no me gustas— Le respondió.
Como médico, Kla acostumbraba a ser directo para evitar perder el tiempo. El futuro doctor volvió la vista al reporte que se ocupaba de rellenar acerca del paciente que se le encargó cuidar en el hospital. Debido a la capacitación que recibió en Londres, muchos profesores lo consideraban apto para que entrara al quirófano a observar operaciones de alto riesgo e incluso a opinar acerca de
de las cirugías. Kla tiene una mente brillante, puede mantener la calma en los momentos críticos y dar soluciones.
Muchos envidian su cerebro como sus habilidades, algunos otros lo aman como el chico que acaba de declararse.
—Ya sé que no te gusto, no buscaba una respuesta.
—Bueno, ahora la tienes, no pierdas tu tiempo en intentarlo— Empezó a caminar por los pasillos en búsqueda de un lugar tranquilo donde no lo molesten.
—Por favor no me evite— Se cruzó por su camino—. Comprendo que no es muy agradable recibir una declaración de un hombre, lo entiendo, no buscaba incomodarlo o parecer molesto, solo necesitaba decirlo. No soy bueno escondiendo secretos, lo siento.
—Bien, comprendo N'Bam— Continuó su camino.
—Entonces ahora que lo sabe y que no voy a presionarlo por una respuesta ¿Le parece salir a comer? Yo invito. Conozco un lugar donde sus postres son los más deliciosos, sería una pena no ir.
—No.
—Superior Kla, por favor — Corrió tras él— Le compraré un helado de galleta, sé que es su favorito, Na, Na, Na.
La palabra "Galleta" le recordó que tenía que realizar una llamada al ex Capitán de fútbol. Entró a una sala privada donde su Nong no podía entrar por lo que se quedó afuera y prendió su celular. Una notificación apareció en su barra de entrada antes de poder llamar.
Al darle click, lo mandó a una foto en instagram. Kengkla se dejó caer en una silla cercana. Techno acababa de subir una foto, en donde está siendo cargado de caballito por un hombre del equipo de baloncesto.
—¿Es este el Rick de quien me advirtió Fiat?— Se preguntó en un murmullo.
No hacía falta buscar su perfil o indagar a profundidad para que Kla se diera cuenta que ese chico se interesó en P'No. La simple sonrisa enamorada lo delataba, era la misma que Kengkla y Ram ponían cuando Techno respiraba.
Era imposible que el médico no sintiera la amarga sensación que producen los celos psicóticos. Con todo ese burbujeo de envidia decidió ignorarlo. Ya había aprendido su lección de no hacer una escena de celos o sucedería lo mismo que pasó con Ram. Además Kengkla quería empezar a madurar en lugar de desconfiar de todo aquel que rodee a P'No. No podía continuar odiando a quienes se enamoraban de la ternura del futbolista. Tenía que encontrar una manera de lidiar pacíficamente con eso.
Desafortunadamente ahora mismo tenía un paciente al cual cuidar por lo que pensaría en eso, más a detalle luego.
La noche finalmente llegó y con ella una tragedia que marcaría una herida en N' James (El aprendíz de Kla) Al Nong se le había pedido que cuidara de una niña paciente diagnosticada con leucemia.
Tristemente, la niña acabó falleciendo dándole como despedida su conejito de peluche al que le pidió que cuidara.
«No puedo llevarlo conmigo a donde voy, alguien tiene que quedarse con el señor conejito o se sentirá muy sólo.»
Palabras dichas por la misma niña que experimentó la soledad por su propia cuenta. Perdió a temprana edad a su madre, su padre se había ido de la casa con tal de casarse con otra mujer y la niña quedó bajo cuidado de su abuelo, un señor que al no poseer mucho, se la pasaba trabajando con tal de costear las medicinas y tratamientos de su nieta.
El estudiante de medicina James fue la primera compañía juvenil que tuvo la niña. La alegría la irradiaba cuando se quedaba a jugar con ella, reír cuando lo veía ser regañado por el superior P'Kla y al ser una niña perspicaz notó que a James le gustaba su superior. La niña le expresó su claro apoyo.
Después de incontables luchas contra la leucemia, el tiempo acabó haciendo de la suyas y cerró sus ojitos para siempre mientras James la abrazaba llorando.
Ninguna enfermera se atrevía a mover o decirle algo a James. Encariñarse con un paciente y después perderlo es una de las cosas más dolorosas dentro de la profesión de Medicina y debes de lidiar con ello por tu propia cuenta o de lo contrario el temor a seguir perdiendo te abrumará al grado de abandonar la carrera.
Kengkla al ser avisado, fue a la habitación del paciente en donde se encontró la trágica escena. El médico al experimentar diversos de estos casos, hizo lo primero; tranquilizar al Nong.
Cuando su llanto empezó a descender quedando únicamente la respiración agitada en busca de oxigeno. Kengkla lo cargó entre sus brazos, llevándoselo lejos de la niña y permitiendo que las enfermeras hicieran su trabajo.
—Quería ser modelo.
Escapó de los labios de James sin dejar de abrazar al conejito y aún estando en los brazos de Kengkla. Luego de sacarlo de la habitación, lo llevó a un área poco conocida en el personal del edificio. Era el escondite de Kengkla y ahora James también comparte su secreto.
Kengkla seguía abrazándolo, ambos sentados sobre el suelo del escondido lugar. Kla recarga sus espalda en la pared mientras que James yace entre sus piernas abiertas.
—¿La niña?
—Si— Asuntió, acurrucando su cabeza sobre el pecho del superior—. Era su sueño. No por los hermosos vestidos que usan los modelos o lo bonitas que son. Quería ser modelo porque quería ser admirada y amada por muchos. Creía que si todos la conocían podría sentirse menos sola en la vida.
El superior le acaricio el cabello en un gesto consolador. Un par de lágrimas cayeron en la cabecita del conejito.
—No sé si podré seguir con esto. No estoy hecho para soportar perdidas. Sabía que esto pasaría cuando decidí estudiar esta carrera. Sin embargo el decirlo y vivirlo son dos ligas diferentes y es atormentador. No puedo hacerlo.
—Todos queremos rendirnos en algún punto de nuestras vidas, en especial en esta especialidad que elegimos. Seguro dirás miles de veces que renunciarás a todo, es la gran mentira que decimos los médicos, pero continuamos.
—¿Tú también quisiste rendirte?
—En dos ocasiones, una por querer perseguir a alguien y dos por haber presenciado también la muerte de un paciente. Era una abuelita que me solía tejer suéteres creyendo que era el hijo que nunca pudo tener. Su enfermedad estaba muy avanzada por lo que no podíamos salvarla, únicamente darle tratamiento para disminuir su dolor. Perder a alguien sin poder luchar es muy frustrante, te causa impotencia y crees que la vida es jodidamente una mierda. Lo cual es.
—¿Y por qué seguiste?
—Porque todos esas personas con enfermedades avanzabas velan por encontrar a alguien que sane su dolor
y les permita vivir como siempre han querido. Tal vez perdamos pacientes, pero con los nuevos descubrimientos encontraremos una manera de poder curarlos. Ellos nos necesitan, somos lo único que tienen. Esa niña se volverá
tu motor de arranque y la razón por la que te aferraras al bisturí a partir de hoy.
—¿Tú también tienes una razón?
—La hay. No puedo abandonar la medicina sin encontrar una cura para las personas que sufren prosopagnosia. Esa es mi meta y la cumpliré sin importar cuanto me cueste.
|●•🐺•●|
León tenía una de dos; ir al bar junto con los Superiores de su grupo o irse a casa a enfrentar la soledad sin poder molestar a Fiat y su hermano (ya que ambos se encuentran de excursión)
Sabía que si se iba a casa acabaría pensando en P'Pob, por eso hoy quería mínimo estar en compañía. Como llegó tarde al bar, sus compañero ya habían ordenado bebidas para ellos y un grupo de mujeres con las que coquetean.
León no quería socializar con desconocidas, ni tener que ser el chofer de sus compañeros ebrios, por lo tanto decidió volver a casa.
¡Wuuuuuu!
El escandalo en la pista de baile llamó su atención. Entre la mezcla de luces de colores y la multitud de gente hay un espacio vacío en el centro, donde un hombre vestido de Spider-man y otro hombre bailan como si sus vidas dependieran de ello.
—¿Ram?
El tal ingeniero saca los famosos pasos prohibidos, emocionando a todos los espectadores. León sonrió divertido por los graciosos movimientos del hombre. Ram no bailaba para él, bailaba para si mismo, por su gusto y pasión a la música.
Entre más lo veía, más recordaba a su "yo" del pasado. León también amaba bailar en los club, entregarse al ritmo de la musica, pensar que la noche era suya y todo lo que importaba era vivir el momento. Era lo que le encantaba antes de conocer a P'Pob.
Pob prefería los lugares silenciosos, por lo que León dejó de frecuentar aquellos club, comenzando a hacer todo lo que a Pob le gustaba. Se empezó a interesar en los gatos, en la lectura, en donar a orfanatorios, entre otras cosas buenas. Siempre trataba de complacer a Pob e incluso estuvo apunto de abandonar sus sueños con tal de perseguirlo. Pero Pob se dio cuenta del terrible daño que le estaba haciendo a León..
¿Por qué daño? Bueno, pues Pob notó que aunque León había cambiado para bien, también le quitó una parte de su vida. La esencia de León consistía en su personalidad extravagante, que con el tiempo empezó a apagarse con tal de agradarle a su novio. Cuando Pob tuvo la oportunidad de irse al extranjero, se dio cuenta que nunca había ido a algún lugar en el que León quisiera estar o ni se interesó en aprender su hobby.
Siempre era León el que daba el primer paso, León fue el primero en confesar, en decirle que lo amaba, en cuidarlo, en aprender sus gustos, en estar para él cuando su gatito murió y el primero quedarse a su lado. En cambio Pob, en lo único que fue primero, fue en romperle el corazón.
Pob sabía que su personalidad no coincidía con la de León, ambos no compartían gustos en común. Sin embargo León se esforzó por aprender. El amor después de todo es aprender e interesarte en los gustos del otro. No obstante, siempre debes perseguir tus sueños y pasiones antes que el amor.
Se amaban. Pero Pob no dejaría que de nuevo León renunciara a sus sueños por su culpa. En Tailandia estaba el futuro de León y en el extranjero el de Pob. Dos caminos separados.
El cambió de música lo volvió al presente. Ahora en la pista ya no se encontraba Ram, al buscarlo, encontró que se dirigía al baño y detrás suyo lo perseguían dos hombres sospechosos.
Esa escena indicaba peligro. León se abrió paso entre la multitud, evitando a las mujeres que lo rozaban y corriendo directo al baño. Al abrir la puerta se encontró a dichos hombres sospechosos tirados sobre el suelo inconscientes.
—Querido, es encantador que quieras ser mi príncipe valiente— Le habló Ram limpiándose las manos en el lavabo—. Pero no hace falta.
León volvió a examinar a los hombres.
—¿Te encuentras herido?
—Eso, deberías preguntárselo a ellos— Sacudió sus manos, lanzando gotas— Yo estoy perfectamente, ahora si me disculpas, me voy a casa.
A Ram le sorprendió que lo tratara como aire insignificante. Usualmente toda la semana corría detras de él pidiendo a gritos su atención y hoy parecía un desconocido total.
El cambio de actitud fue radical.
—Te llevo a casa— León lo sostuvo del brazo.
Hasta a él le sorprendió ese impulso.
—Ahórrate el acto de ser un caballero— Se liberó bruscamente, haciendo que León se preguntara si estaba molesto con él o únicamente lo percibió así.
—No lo haga por eso. Estás ebrio, apenas puedes ponerte de pie y un par de locos intentaron atacarte. Podrías encontrarte en la calle a otros con malas intenciones.
—Puedo defenderme.
León rápidamente lo cargó sobre su hombro como un saco de papas.
—¡Bájame!
—¿No que podías defenderte?
Acabó saliendo del bar, metiéndolo al vehículo y al segundo el también se subió.
—¿A ti qué demonios te importa lo que me pase? De todos modos no te agrado, ya no te estoy fastidiando, simplemente ignórame.
—Te llevaré a casa mientras te ignoro. Ahora cállate y abróchate el cinturón ¿Quieres?— Empezó arrancar.
—¿Puedo poner música?
Sabía que decir que No provocaría otra discusión.
—Haz lo que quieras.
Ese permiso lo llevó a escuchar en todo el trayecto a una banda de Glam Rock.
Hechizados por el ritmo comenzaron a mover sus cabezas. Ram fue el que con mayor libertad bailaba sin importarle nada más que disfrutar el momento.
De imprevisto Ram colocó una de sus manos sobre la pierna del conductor, hizo su mano bolita y empezó a cantar la parte obscena sin dejar de mirarlo a los ojos.
Incluso seré un payaso
Porque sólo quiero entretenerte.
Quiero ser tu juguete sexual.
Quiero ser tu maestro.
Quiero ser tu pecado.
Las comisuras de los labios de León se elevaron.
—Ahora sé de donde sacas tus frases de coqueteo— Dijo.
—Sé que te encantan— Bromeó Ram.
|●•🍪•●|
—Y prácticamente le gusto a mi Nong..
Kengkla acabó de contarle por teléfono todo acerca de su día a Techno, desde lo que desayunó hasta el tema del chico que se le declaró. No quería ocultarle nada a P'No, lo que menos quería era malentendidos o secretos.
El mayor escuchó atentamente todo desde el tejado de la posada donde se quedarían a dormir por dos noches más. Al no tener buena señal tuvo que subir hasta arriba.
—Wow..
—¿Te sorprende?
—No del todo, siempre le has gustado a muchas personas.
—¿Entonces a qué vino el Wow?
—Bueno es que.. No es nada.
—¿Estás celoso?
—En parte.
—¿Qué hay de la otra parte?
Kengkla no tenia que ver la cara de Techno para saber que el ambiente estaba extraño entre ellos. Lo cual le sorprendió, pues cuando fue a dejarlo al autobús, todo estaba bien.
—¿Hice algo mal?
—No.
—Eso significa que Sí.
—No, no es eso Kla.
El entrenador de Baloncesto suspiró muy fuerte, haciendo notorio que algo no muy bueno pasaba por su cabeza.
—¿Por qué lo rechazaste?
No esperaba que preguntara eso. Debió quedarse un minuto entero en Shock ya que Techno volvió hablar.
—¿Fue por mi?
—¿Tiene algo de malo?
A cambio recibió un silencio torturador. Kengkla estaba apunto de cambiar el tema cuando de imprevisto;
—¿Por qué no sales con él?
Kla llegó a creer que escuchó mal.
—P'No si estas molesto no tienes que..
—No estoy molesto Kla, hablo en serio.
—No lo entiendo ¿Por qué querrías que hiciera eso? ¿Por qué de la nada vienes y me dices que debería salir con él?
—Me gustas, Kla. Me gustas demasiado y sé que también me quieres— Inicio—.
Pero me he dado cuenta que tanto el inicio de nuestra relación como el final fueron comenzados por mi. Incluso en nuestro reencuentro fui yo quien corrió detrás de ti y fui el que dijo que te conquistaría..
—¿Y ahora te arrepientes?— Sonó incrédulo.
—No para nada. Es que..
Su voz se empezó a cortar. Kengkla sabía que aquello que quería decirle Techno le dolía tanta que se negaba a salir de sus labios.
—Creo que no te di espacio para que conocieras a otras personas y las cosas que te dije te hicieron temerle al amor— Aclaró su garganta, esforzandose para que su voz llorosa no lo delatara—. Tenemos un pasado que nos une, siempre te amaré Kengkla y sé que tú también. Pero..
—No quiero escuchar esto.
—¡Estoy esperando por ti! Sabes que estoy esperando un movimiento o una palabra para saber que también sientes lo mismo que yo. Pero sé que estás muy asustado de intentarlo de nuevo. No importa cuantas veces digas que me quieres o me devuelvas lo besos, en el fondo temes abrirme tu corazón.
—No es fácil hacerlo después de que dijiste que No existía un final para nosotros ¿Me culpas por eso?
Su tono de voz empezó a subir.
—No. Es exactamente a donde quiero llegar. Tú sabes el motivo real por el que no puedes decidir estar conmigo.
—¡¿Y cuál se supone que es?!
—Que temes descubrir que no estás enamorado de mi como solías creer.
Admitirlo en voz alta rompió sus corazones. Techno fue el que tuvo que silenciar sus sollozos con una mano. Podía sentir un huracán arrasando con cada pedacito de su amor.
—Eso es ridículo— Contradijo Kla.
—No soy estúpido para no darme cuenta. Me tienes demasiado cariño por nuestro pasado, nuestros recuerdos son imposibles de dejar ir y también sé que estás realizando un estudio acerca de la prosopagnosia. Nic me lo contó todo. Sé que soy muy preciado para ti. Todo lo que quiero es estar contigo.
—¿Entonces por qué decides alejarme? Cuando claramente todo lo que hago es por el amor que siento por ti— Usó un tono duro y su respiración se aceleró—.
No vengas a etiquetar mis sentimientos y a decirme que es lo mejor para mi.
—El amor no se supone que te haga sentir inseguro, Kla. Se supone que yo debería ser la persona con la que te sientas a salvo. Sin embargo lo único que hago es causarte dolor. Tal vez no te atreves a conocer a alguien más por temer a descubrir que a su lado te sientes feliz y seguro.. Ya que eso te demostraría que no soy el amor de tu vida..
—Necesito tiempo, P'No, dijiste que me lo darías. Por favor no te rindas.
—Mereces encontrar a alguien a quien puedas decirle verdaderamente que lo amas. Sin miedo al fracaso o a errores. Lo siento Kengkla, la relación fue de los dos, no fuiste el único que sufrió con la ruptura y pese a eso estoy aquí dándolo todo aún cuando me aterra perderte de nuevo. Pero no importa cuanto tiempo te dé, seguirás dudando de lo nuestro y disfrazándolo con palabras dulces con tal de no hacerme llorar.
La llamada se cortó por la señal.
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🤧No me funen. Es realismo.
Esta canción es la que cantaba Ram.😏
Se adapta bastante a su personalidad.
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