Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 49| Dulce tentación


—Me da unos condones sabor a chicle, por favor—Solicitó un adolescente de por lo menos 18 años.

El sureño examinó en microsegundos el aspecto atractivo de aquel niño que encontraba muy similar a un actor de series románticas. Su cabello ondulado teñido de rubio, sus ojos ámbar que son bastante hipnotizantes, su outfit estilo coreano que consiste en una chamarra de mezclilla con los botones abiertos, una cadena blanca que cae sobre su camisa oscura y un pantalón a juego.

El día de Hoy, Type había accedido a cuidar de la SexShop que hace un mes había inagurado uno de sus amigos de la Universidad. ¿Qué les puedo decir? No siempre acabas ejerciendo de lo que estudias y para aclarar, todos los
empleos son respetables ¿Bien?

La sonrisa diabólica del sureño surgió al divisar una cabellera con mechas violetas detrás del hombre rubio. Una personita tímida se oculta detrás suyo, haciendo sus manos bolita y sus ojos son una pelotita botando hacia todos lados de lo nervioso que estaba.

Parece ser la pareja.

«Carne fresca.» Pensó el tiburón de Type preparándose para atacar al pobre pececito bebé.

—¿Por qué de sabor?—Preguntó en un susurro el chico detrás suyo, ejerciendo fuerza en apretar su chaqueta como si fueran sus piernas a fallarle.

—A ti te gusta mucho el chicle ¿No?—Respondió el hombre delante suyo.— ¿O prefieres de Algodón de azúcar?

Type vio la oportunidad perfecta para molestar al pequeño tímido.

—Tenemos de todo tipo de condones—Empezó a poner en el mostrador los paquetitos—. De sabor tenemos limón, naranja, chocolate, piña, durazno, vino, manzana, hay de dulces por supuesto.
Y también tenemos la sección extraña como pizza, coca-cola, café, pollo, berenjena y nos acaba de llegar la versión "Navidad" para que te den tu Noche buena. ¿Cuál van a llevar?

Ahora también el sonrojo fue por parte del chico de adelante, parecía atento a la explicación pese a los nervios. En cuanto al más bajito explotó de la vergüenza.

—¿Cuál te gustaría, solecito?

Al hacerse a un lado para dejarlo ver, al fin Type consiguió tener una visión más detallada del bajito. Es de piel pálida haciendo resaltar su mechas violetas del cabello y sus mejillas rosadas, sus ojos están cubiertos por pupilentes del mismo color que la sudadera; es decir verde pastel. En conclusión luce como un pequeño cupcake adorable.

Con sus manitas temblando, señaló a una bolsita que llamó su atención por el color y por curiosidad del sabor.

Su novio le pasó una mano alrededor de la cintura, pegándolo a él para darle un besito en la cabeza por su valentía. Sabía que su pequeñito hizo su mayor esfuerzo por no salir corriendo, por lo merecía su recompensa.

—¿Los condones de sabor se comen?—Preguntó el que nunca antes había tenido relaciones y desconocía ese mundo de lujuria.

—No, el látex no es comestible—Su novio respondió amablemente—. Solo se chupan ¿De acuerdo?

—¿Se pueden masticar como el chicle?

—Espera—Su novio hizo una pausa.— ¿Cómo crees que funcionan esta cosa?

—Son dulces ¿No? Dulces de adultos—Ladeó la cabecita confundido por la reacción del novio—. Los comes y ya.

Tal lo temido, el pequeño solecito no tenia ni la más remota idea de que era exactamente lo que tenia que "comer"

— ¿O cómo es que se usan?

—Te atraviesan con ellos la garganta y ya—Explicó Type, fácil y sencillo.

—¡¿Qué?!

El rubio le miró de mala gana con una clara expresión de que se callara o le arruinara la diversión de la noche.

—Te lo explicaré a detalle más tarde.—Dijo su novio, acariciando las mejillas que en un rato usaria a su antojo—. Te haré un experto en el tema, bebito.

Esa misma tarde, Type se ganó mucho dinero tras vender varios paquetes de condones, un exceso de sabores y dos lubricantes. Se despidió de los clientes con un clásico chiste doble sentido que el bajito no entendió, pero el rubio si.

A la hora en que la clientela subió, se le ocurrió a Techno en ir a visitar al mejor amigo con tal de llevarle algo de comer.

Grave error.

Porque Type al verlo no dudo en jugarle una bromita.

—Señor P'Techno, es un gusto recibirlo en nuestra tienda. ¿Qué tal estuvo el dildo alienígena que se llevó la ultima vez? Escuché en el hospital que se le atoró a la mitad, le advertí que no le cabría pero a usted le encantan los grandes.

El ex Capitán le mostró el dedo medio.

Una persona que estaba apunto de comprar un dildo, lo volvió a poner en su lugar y salió corriendo.

—Vete a la mierda, Type—depósito la bolsa de comida en el mostrador— . ¿Qué hay de nuevo en la tienda? Can me pidio que le mandara fotos de los productos y sus funciones, así que ve sacando la mercancía. Hoy te haces millonario.

—Genial—Type esbozó una sonrisa—. Cada vez más cerca de mi futuro Yate. Espérame aquí, iré por la mercancía pesada.

Mientras esperaba detrás del mostrador, accidentalmente escuchó una conversación ajena entre dos clientes mirando los estantes.

—Te digo que es verdad..—Murmura el primero, fingiendo mirar la etiqueta del artefacto desconocido.

—No te creo..

—¡Te lo juro! Desde que me acosté con él no consigo tener una erección por las mujeres. Solamente puedo hacerlo con él— Colocó un objeto que Techno no alcanzó a mirar, en la canasta—. Creo que me he vuelto gay, me da el mejor sexo que he tenido en años y cada vez luce más hermoso en mis ojos.

—Pero tú tienes sexo de una noche y ya, tu regla es nunca repetirlo.

—¿No lo entiendes? Me he hecho un adicto a él, es la primera vez que siento tanta necesidad de dominar a alguien ¡Y resulta un chico! No lo se, pero no es únicamente sexo... Tengo sentimientos por más cursi que suene..

—Oh, mi amigo—Palmeó su espalda—Enamorarte del hombre que te follas no fue muy hetero de tu parte.

Esa conversación hizo que P'Techno planeara una estrategia perversa.

|●•🍪•●|

Era necesario entender lo anterior para poder pasar a donde nos quedamos en el capítulo anterior.

En cada rincón de la casa se escuchan los sonidos húmedos mezclados con los jadeos que sueltan el lobo y la galleta. Siguiendo el sonido, llegamos hasta la planta de arriba, exactamente en la habitación de baño donde se emite el ruido del agua cayendo.

Detrás de la puerta cerrada, hay dos cuerpos masculinos desnudos que se besan apasionadamente mientras el agua moja sus cabellos y sus manos se dedican a trazar caricias con el jabón líquido entre sus dedos.  

Cualquier ajeno a la situación podría pensar que es un simple encuentro pasional que acabaría en cosa de una noche. Sin embargo para el estudiante es diferente, no únicamente palpita su aparato, también su corazón al ritmo en que sus labios intercambian besos desde diferentes ángulos. Su cuerpo  tiembla sin control a pesar de no ser una persona nerviosa.

No busca satisfacer sus necesidades, busca que el pequeño seductor que lo metió a la ducha, sienta cada mínima dulce sensación de adoración por él. Más que un encuentro sexual, quiere hacer especial esta situación porque su P'No no es alguien a quien pueda tocar sin acciones románticas de por medio.

Es una persona a la que quiere cuidar y amar adecuadamente.

Tras una ducha exprés, salieron de la habitación con una toalla al rededor de la cintura y sus labios sin despegarse uno del otro.

Kengkla tropezó con el borde de la cama, hundiéndose su espalda en el esponjoso colchón, pero no se quedó en esa posición, se reincorporó con tal de rodearle ambos brazos sobre la cintura al bebito. Extrañaba tanto el sabor de sus labios, el tacto caliente que emiten sus cuerpos al tocarse, la manía de P' de trazar círculos a lo largo de su espalda y su encantadora manera de gemir su nombre mientras alza la barbilla o lo hace en su oído.

Era como si supiera como moverse para que Kengkla enloqueciera y no pensara en otra cosa más que en tenerlo entre sus sabanas.

El adulto detuvo la sesión de besos con uno último de lengua que dejó aún más deseoso al estudiante. El dueño de la casa sacó una cajita oculta debajo de la cama, la puso sobre el colchon y de esta extrajo una botella color verde con etiqueta amarilla.

—¿Qué es P'?

—Acuéstate boca abajo, Na.—Suplicó con su dulce tonito, ronroneando en su oído de modo que se ganó un apretón en sus glúteos redondos.

El mayor mordió sus labios, frenando su deseo de permitirle al hombre que lo tocara como gustara, en esta ocasión él tenía que tener el control. Era turno de P'No de llevarlo al limite sexual.

El médico se dio la vuelta, aún con la toalla enrollada en su cintura y con el mayor subido encima suyo. Escuchó la tapa de la botella ser abierta, en menos de un segundo ya disfrutaba de la rica sensación de un manos esparciendo un liquido sobre su cuerpo.

Se trata de un Lubricante de vainilla 4 en 1. Explicándolo rápido, es un Aceite para masaje y lubricante intimo que integra sabor tanto sensación térmica.

Los sedosos deditos se desplazan a lo largo de su espalda, realizando toques exquisitos que relajan las zonas tensas. Al ser un antiguo futbolista sabe donde masajear para aliviar. Los movimientos de las manos comienzan en la espalda baja hacia arriba, yendo despacio sin ejercer mucha presión, al llegar a sus hombros vuelve al comienzo.

Amasa la parte baja, desplazándose las palmas de las manos por la piel sin dar pellizcos, tocando eróticamente los puntos en que el médico se sobresalta o gruñe intensamente.

En un fugaz movimiento lo mueve boca arriba, ahora vertiendo mayor cantidad de lubricante de sabor para ponerlo en su pecho, tranzando con el dedo una línea invisible que va del pectoral a la zona cubierta por la toalla.

Los labios bajan a chupar el abdomen ejercitado, haciendo pequeños sonidos lascivos al saborear la vainilla de ese aromático lubricante, sus labios curvan una sonrisa victoriosa al conseguir que el estomago se contraiga. Es una clara señal de que le fascina como lo hace.

—¿Recuerdas cuando me usaste para tu clase de estímulos?—Volvió a subir su boca con tal de atrapar el lóbulo—. Ese día me dejaste muy caliente.

Kla gimió.

¿Cómo olvidar esa lección erótica disfrazada de tarea? Fue un engaño que hizo con tal de poder acariciarlo sexualmente. En ese entonces recién iba descubriendo sus sentimientos.

—Me acuerdo.—Apretó los ojos cuando los labios ajenos mordisquearon su cuello sin lastimarlo, dando una lamida por cada gruñido.—¿Qué pasa con eso?

—Que esta vez seré yo el que te estimule.—Giró sus caderas, rozando descaradamente sus abultadas mejillas traseras contra el duro miembro oculto por la toalla.— Te estimularé de todas las formas posibles porque quiero que pierdas el control para que te empujes dentro de mi con todas tus fuerzas.

El lubricante, el baño, esa caja.. Todo le indicaba al lobo que no era simple improvisación.

—¿Planeaste esto todo este tiempo?— Alzó un poco sus caderas, ejerciendo fricción su duro falo contra aquellos bultos redondos.

—Soy un adulto, Kla—Agarró su mano, sacó su esponjosa lengua y mojó su dedo medio, simulando chupar su zona viril—Y uno muy travieso.

La salvaje idea de penetrarlo de una estocada cruzó por su mente, no se hubiera resistido de no ser por unas esposas que Techno colocó en ese mismo momento en sus muñecas.

Supo que algo emocionante pasaría cuando el mayor también vendó sus ojos. Más tarde debería recompensarlo por su excelente servicio.

|●•🍪•●|


Desconocido.

Es la definición correcta de la nueva sensación que experimenta Kengkla al tener un anillo vibrador entre su duro miembro. El estimulo es tan castigador y excitante que lo tiene gimiendo rudo.

No puede ver nada, no puede tocarse, sus sentidos se vuelven profundos y la mínima vibración lo tiene alucinando.

Techno roza sus labios contra el oído de quien tiene a su merced, susurrando en voz sensual cosas provocativas que le excitan al menor.

Algo entre sus muslos se humedece al presenciar a Kengkla sumido en el placer, revolcándose en su cama, con el cuerpo mojado de sudor y sus labios abriéndose para gritar en éxtasis su nombre.

Tiene que frenar su impulso de empalarse contra la carne venosa que empieza a humedecerse por las gotas del presemen. Todavía hay tiempo de jugar con su lindo lobito caliente.

—¡Ah! ¡Ah! ¡Mgh! P'No qui-quitalo, estoy apunto de venirme..

Eran gritos, casi plegarias que seguro podrían escuchar todo el vecindario. A Techno no le importaba que todos se enteraran de lo bien que complace al hombre de sus sueños.

—Vente—Sacó el objeto usando ahora su manos para aumentar la velocidad—
. Te lo pondré duro todas las veces que quieras, lobito.

Con la otra mano quitó la venda, necesitaba ver la expresión de gozo cuando llegara y a la par que fuera lo único que su médico mirara.

Unos cuantos tirones acompañado de un maravilloso beso fue lo único que se necesito para que derramara su liquido blanco sobre su mano.

Tan pronto las esposas fueron quitadas de sus manos, perdió el control sacando a relucir la hambrienta bestia que anhela devorar al manjar.

La galleta quedó debajo suyo a su completo merced y sin objeción de eso abrió sus piernas en una clara señal de necesitarlo.

|●•🐺•●|

Se derretía.

El mínimo roce de la yema de sus dedos derretía exquisitamente su cuerpo, de tal manera que lo sofoca.

El lubricante de vainilla es esparcido en cada zona de su piel expuesta siendo acompañado de caricias amorosas.

Pequeños mordiscos placenteros fueron dados en la zona de su abdomen creando vibraciones intensas en su vientre.

P'No se aferró a la cabellera oscura que va descendiendo, tomándose su tiempo en torturarlo con besos, chupetones o mordiscos que aumentan su apetito sexual.

—Kla~~~

Apenas podía recordar como hablar. Su voz varonil sonaba distorsionada y casi irreconocible.

—Dime, galletita—. Deslizó su lengua a lo largo, haciéndola girar muy cerca del ombligo de modo que hizo que P'No despegara su espalda del colchón.

—¡Ah! ¡Deja de jugar!

—Yo nunca juego a la hora de comer.

Había olvidado por completo lo mucho que lo calienta las palabras libidinosas de Kla. Techno no sabía si era de esas personas que disfrutan hablar durante el sexo o únicamente sucedia con Kla. Tal vez la segunda fuera la más obvia, cualquier cosa que hiciera el médico le fascinaba, cuando eran novios no le importaba en que posición o que le hiciera a su cuerpo siempre acabaría por rogarle más.

El médico tuvo que despegar su boca de la deliciosa piel con tal de apreciar al hombre debajo suyo. Había pasado un año sin deleitarse con la escultura de su cuerpo, sin que sus labios naufragaran sobre los lunares de su piel o sus dedos memorizaran el trayecto de sus zonas erógenas.

Extrañaba saborearlo con la lengua, morder suavemente justo en donde le provoca mayor excitación e introducir sus dedos en esa cueva húmeda que solo le pertenece a él.

—Estás mojado.

Ni siquiera hizo falta poner lubricante para que su dedo se deslizar a lo largo del ducto estrecho. Su Techno estaba en su mayor nivel de excitación y lo sabia.

Corroboró su argumento cuando el mayor le tomó su mano libre y  dirigió tres de sus dedos a su boca para chupar emitiendo un ruido placentero como si fuera lo más delicioso que ha probado.

—Es lo que provocas en mi—Dijo.

Las manos varoniles del hombre se retiraron de sus dos entradas, fueron directamente a las caderas con tal de girarlo de golpe ahora con la cabeza entra la almohada y el trasero curvado.

—¡¡Ahhhhh!!

Techno gritó ante el espontáneo golpe que recibió su trasero contra la pelvis del médico. El enorme falo se desliza entre sus muslos, rozándose contra su propia erección simulando embestirlo por atrás.

Fue tan espontáneo que creyó que había sido penetrado de una estocada.

Kengkla jadeó sofocado del placer y del enorme autocontrol que ejercía desde  ya varios minutos insufribles.

—Quiero entrar en P'— Lo abrazó por atrás, dejando su cabeza escondida entre el hombro— Pero me prometí que cuando volviera a suceder, te haría el amor durante días. Y ahora mismo no estoy en condiciones para tratarte con delicadeza, estoy tan hambriento de ti que podría lastimarte.

Empezó a mover sus caderas de atrás a adelante, causando que Techno dejara caer su cabeza sobre la almohada y las lagrimas de gozo mojaran la tela. Su boca se abrió perfectamente, sus dos piernas se apretaron para darle mayor satisfacción e igualó el ritmo en que era  llevado al paraíso.

—Ah.. Mhg Ah.. Eres tan malo ¡ahh! El tuyo se siente tan grueso que quiero que esté adentro.

—¿Te refieres aquí?—Cesó sus movimientos para meter un dedo sobre el agujero húmedo que apretó delicioso.

—¡Ah, Si!—Alzó la cara para gritar.

—¿Quieres que te lo haga de este modo?—Jugueteó moviéndolo lento y de forma toturosa. Disfrutaba ver como los ojos de P'No se alzaban al techo por el bombardeo de sensaciones.

Estaba tan perdido en el deleite que Kla decidió continuar con el acto morboso.

—¿O lo prefieres así?—Metió dos dígitos más comenzando a frotar más profundo y rudo, llegando a dar con un punto sobresaliente que hizo arquear la espalda Techno.

Gemía sin control, dejándose llevar por las sacudidas violentas que daba su cuerpo cada vez que las yemas de los dedos acariciaban sus paredes con tal agilidad que se derrite por dentro.

—¿Te gusta? Galletita— Continuó moviendo los dedos de manera que el sonido acuoso rebotó por las paredes.

—¡Ah! Se sentiría mejor con otra cosa adentro—Sugirió con ese tono erótico y travieso adornado por el coro de sus gemidos.

—¿Te refieres a esto?—Quitó sus dedos ganándose un gruñido en protesta del mayor, que no duró mucho hasta que sintió algo húmedo sobre su cavidad.

—¡Ahh! ¡No, Kla! Eso se.. Se siente..tan delicioso..

La lengua remplazó a los dedos, dando lamidas exactas en el punto que lo lleva a ver estrellas. No había manera en que protestara, eso contradice a sus caderas que se menean necesitando más de esa humedad. Esa lengua hizo maravillas en su área perianal llegando a zonas erógenas que ni siquiera conocía.

—¡Justo así! ¡Si, así, ahhh..

Empezó a meter y sacar la lengua, llenándola del liquido de su saliva, chupando con fuerza para crear un desastre del mayor. Al sacar la lengua volvió a meter los dedos creando un par de círculos sobre el área estimulada y basándose en las reacciones del P' para aumentar la intensidad.

Techno no podía más. Sus uñas por poco desgarran la tela de las sabanas, casi se queda sin aire cuando estalló en éxtasis, sus ojos derramaron lágrimas y todo su cuerpo sufrió un espasmo de lo más extraordinario. Kengkla le dio la vuelta y disfrutó del momento exacto en que el rostro se distorsionó por las olas de placer, sus labios hicieron una grande O y ese seductor trasero derramó un liquido.

Su Techno se había venido por atrás como por adelante.

—Te he hecho acabar con mi lengua y mis dedos—Posicionó su boca cerca de la contraria, dando un fugaz beso— Si te lo meto ahora, no creo que seas capaz de manejarlo.

Techno tembló tanto por el espasmo que aún se expandía en su cuerpo tanto por el tono excitado en que se lo decía. Apretaba todavía sus ojos, no estaba del todo preparado para abandonar esa ola de gozo que no sentía desde la ruptura.

Quería más.

Más, siempre que viniera de Kla.

—Kengkla.. Por favor domíname.

Una vez más fue volteado boca abajo, regresando a la posición antigua para deslizar su miembro entre sus piernas.

—P' no quiere este, P' lo quiere dentro..

—P'No apenas con esto tu cuerpo ya está temblando, si lo pongo dentro no podrás ni moverte o peor acabarás desmayándote.

—¡Ah! P' puede hacerlo, P'Puede subirse arriba tuyo y montarte.

—No me tientes P'— Prosiguió a simular embestida, chocando contra los dos bultos de carne que emiten ruidos lascivos— No tengo que estar dentro de ti para sentirme en el paraíso, el hecho de escucharte gemir y deslizarme entre tus humedas piernas es suficiente para producirme un orgasmo.

Todo se volvió erótico entre ellos.
El jadeo, el sonido de la respiración acelerarse, los gemidos casi grititos, el húmedo ruido entre sus pieles sudando y la cama rechinando.

Dominante es el termino ideal de definir a Kla. Y Techno amaba la forma en que lo dominaba, marcaba el ritmo a su gusto, a veces veloz, a veces lento. Techno lo tenia prácticamente en donde quería; detrás suyo.

¿Cómo podría enamorarse de otro hombre que lo hace tocar la galaxia sin necesidad de salir de la cama? ¿O que lo conduce al orgasmo sin necesidad de entrar? O mejor aún ¿Cómo dejar ir al  único hombre que puede reconocer su rostro?

Entre empujones, acabo con el pecho levantado, las piernas presionado el miembro, la cabeza sobre el hombro ajeno y una ardiente bestia dándole duro por detrás.

No había penetración y aún así se sentía lleno por alguna razón. Tal vez su corazón quebrado  había vuelto a estar completo y volvía a latir.

Sabía que Kengkla lo deseaba, lo quería y lo apreciaba, tal vez eso era lo que le hizo saber que no necesitaba nada mas que sus besos para embriagarse.

Una estocada brusca, un rozamiento fuerte entre sus falos, un abrazo por detrás y el semen acabó cayendo sobre la cama, sus piernas y al separarse se descargó sobre su espalda.

Un último beso fue todo lo que sucedió antes de que Techno perdiera la noción del espacio-tiempo, acabando por desmayarse del agotamiento.

|●•🏀•●|

Por mucho que le hubiera encantado dormirse al lado de la galletita y darle caricias todo el día o besarle los labios, sabía que la magia del hechizo se había acabado, tal cual cenicienta que debe huir del baile sin el príncipe.

Kengkla maldijo su horario, sus maestros y su carrera por obligarlo a separarse de la cosita hermosa que aún duerme en la cama.

Comer e irse no es algo que definiera a Kengkla cuando se trataba de P'No, por lo que primero trajo un balde con agua para limpiarle el cuerpo, le puso nueva ropa limpia y cambió las sabanas por otras.

Antes de bajar las escaleras depositó un suave beso sobre los pétalos de sus labios, respirando profundo con la intención de calmar su hambre de devorarlo otra vez.

—Dulces sueño, mi galleta.

Kengkla le preparó a su Techno su desayuno favorito, dejándolo sobre la mesa junto a una notita que explicaba la razón por la que se iba y un citatorio de donde encontrarse esta tarde.

Finalmente salió de la casa, cerró la puerta por detrás y entonces se quedó paralizado.

Delante suyo, el sol empezaba a salir dando inicio al amanecer, por lo que la figura femenina delante suyo se veía oscura como una sombra. Poco a poco empezó a volverse nítida revelando a una mujer recargada sobre la pared, una maleta de viajes a su lado y un cigarrillo sobre sus labios.

La mujer soltó el humo y sin mirar directamente al hombre dijo..

—Tienes una manera muy particular de darle los buenos dias a mi hijo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro