Capítulo 6| Maniquí asesino
Dedicado a: juanissan_17 Inocenciabritez pammmmmmsssss Jeanne_NS Dayan_Glez06 kajol2 LumDark cctv2001
💞Como es cumple de nuestro lobo, decidí darles capitulo. Ya comenzaré a dedicar capítulos así que comenten. 💞
A primera hora de la mañana, el secretario Pond entró a la oficina con su respectiva IPad en la mano derecha y en la izquierda un par de revistas las cuales depositó en el escritorio del Alfa dominante.
—Khun Kengkla hoy una vez más su cara aparece en la portada de la revista L'Officiel Hommes. Basta con poner su cara para que las ventas incrementen, todos los comentarios sobre usted son positivos, alguno compraron la revista creyendo que era un Idol y afirman que se equivoco de carrera. Encontré varios Tweets interesantes que debería leer.
El Nong no le prestó atención a las revistas, de hecho ni siquiera se dignó a desviar la mirada, continuó leyendo un documento importante antes de firmar y como se encontraba muy ocupado le extendió la mano hacia Pond en señal de que le diera el IPAD.
El secretario lo encendió, saltando a primera vista la aplicación de Twitter, precisamente en la sección de comenta- rios donde una larga fila de jóvenes hormonales escriben lo primero que se les viene a la cabeza.
@soytuyopapikla: Maldita sea, otro día más sin ser el calzón que se mete en su culo. :(
—A este chico deberían restringirle la cuenta— Comenta el Presidente.
Continuó leyendo.
@Elmelónboxeador: ¡Ay, wey! Avisa cuando vas a subir foto, iba caminando en la calle y se me paró.
Arrugó la nariz en desagrado.
—¿Quién es este fenómeno?— Siguió bajando por la sección de comentarios.
@tuputamadreTharn: No mames, que asco @Elmelónboxeador
Concordó con él comentario.
@Elquetelametetodaslasnoches:
Que bonito perrito, haber cuando le compramos una correa, para sacar a pasear estas ¡¡PERRAS GANAS QUE TE TRAIGO, DESGRACIADO!!
Apagó el IPad, por el resto del año no quería volver a saber nada de Twitter.
Las revistas no fueron mejor que eso. Estaban llenas de artículos de chismes y rumores sobre él. Uno de ellos afirmaba que estaba saliendo a escondidas con la hija del presidente de los E.U, otros que se acostaba una princesa de Inglaterra y algunos otros que él era el amante secreto del rey de España.
—¿En serio me shippean con el rey de España? ¡Ay, por dios solamente nos hemos visto dos veces en toda la vida! Que haya una foto tomada en un ángulo donde parece que me la está chupando es otra cosa. ¡Se agachó para acomodar
la pelota de golf! ¿Cuantas veces debo aclararlo?
—La audiencia quiere un amor al estilo Shakesperiano y las revistas nutren su fantasía, de esa manera funciona, no trate de buscarle lógica Khun Kla.
Suspiró con pesadez.
—Okey. ¿Algo más que deba saber?
—La fiesta de Navidad es el día de hoy. Pete me pidió que de favor te recordara que el código de vestimenta es Vino y como se te ocurra romperlo te echará a patadas.
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El reloj marcaban las 11:40 cuando el Alfa bebió su tercer cóctel de margarita. Desde su posición al fondo del salón de fiestas contempla a las parejas bailando o dándose besos debajo del muérdago colgado en la entrada principal.
Sabía que una vez pasadas las doce de la noche, la música cambiaría por una más movida donde todos se juntarían en la pista para manosear a sus crush hasta encenderse o recibir un golpe, lo que venga primero. Kengkla no queria unirse al baile que en su opinión era más como una orgía. Perreo le dirían los Latinoamericanos.
Seguramente en su juventud disfrutaría una noche alocada como esa, pero a sus 25 años lo único que le apetece es irse a dormir diez horas seguidas.
Para no quedarme dormido fui a refrescarme la cara al tocador ubicado afuera de las puertas del salón donde se lleva acabo la fiesta, cruzo por un corto pasillo y entro a la zona donde hay un letrero de baños.
Mis manos estaban ocupadas echando el agua del grifo a mi rostro cuando de repente unos brazos me envuelven por detrás. Percibo un empalagoso olor de feromonas el cual se impregna en mi ropa. Al quitarme las manos de la cara veo a través del espejo a una cabellera tono durazno.
La misma omega persistente que P'Mamá intentó alejar de mi.
—¿Qué demonios crees que estás ha..
Me aferré al borde del rectangular lavabo mientras que con la otra mano me cubría la nariz. Intencionalmente liberó sus feromonas de celo sabiendo que conseguirían afectarme porque mi Rut me llegaba dentro de una hora.
La cabeza me daba vueltas, en mi campo de visión solamente podía ver como sonreía complacida de verme tan indefenso. Aprovechó la situación para rozarme descaradamente la zona de la bragueta, alentando a mi amiguito a que se pusiera duro.
No podía describir la situación más que desesperante. No quería que me tocara, me daba asco e impotencia el estar tan débil como para defenderme. Es seguro que la sociedad se reiría de mi por ser un hombre que no desea ser tocado por una mujer. Ningún Alfa catalogaría mi caso como una violación, simplemente lo minimizarian y dirian que debería estar agradecido porque una chica se metiera en mis pantalones.
—Shhh, rélajate cielo, yo me encargo de todo— Me susurró al oido mi abusadora continuando metiendo sus manos en mi bóxer.
¡¡Crash!!
La puerta fue abierta de una patada. El Humo blanco de un extintor cubrió el baño entero dejándonos hundidos en la especie de neblina que se formó. Tosí un par de veces antes de que una mano me jalara, obligándome a usar mis pies.
La misma tos me hacia agacharme por la expulsión, no obstante mi salvador continuaba tomando mi mano por lo tanto debía seguir corriendo volviendo mi estado más complicado. Todo estaba dándome vueltas, no sabia si era una reacción por las feromonas o por el gas.
El suelo se movía a una velocidad extraordinaria permitiendo que lo único a mi alcance sean los tacones de la chica que me ayuda a escapar.
—¡Hey! ¡Detente!— Rugió con fuerza uno de los guardias de la omega que intentó abusar de mi, seguro que les pagó para evitar que la gente cruzara por esta zona.
La mujer adelante de mi no se detuvo. Continuó corriendo como si usara tenis deportivos en lugar de tacones y sin importarle en lo más mínimo que su falda se alzara de más por los veloces movimientos.
De pronto nos vimos intersectados entre dos guardaespaldas a nuestra izquierda quedaron las puertas del ascensor abiertas, la chica me empujó adentra, no obstante ella no entró. No esperaba para nada que una vez que me salvara, saltaría por la ventana.
Me quedé paralizado, todo transcurrió en cámara lenta. El cielo nocturno se pintó de encantadoras chispas violetas, destellando espléndidamente los fuegos artificiales. Su hermosa cabellera rubia se despegó de su cabeza, quedando bajo esa peluca suaves mechones castaños. Me bastó una fracción de segundo reco -nocer las facciones de la persona que pretendía ser una mujer.
Se suspendió gloriosamente en el aire, como una fotografía tomada a tiempo, siendo captada en el momento exacto donde brilla con su simple presencia.
Después cayó al vacío..
—¡¡¡P'Nooooo!!!
¡Dios mio, estábamos en el octavo piso!
No recuerdo como bajé del ascensor, no recuerdo cuanto tiempo pasé corriendo en búsqueda de su cuerpo, ni siquiera recuerdo haber respirado desde que lo vi caer. Todo pasó a la velocidad de un relámpago, fue difícil de procesar. No me sentía tan paranoico desde que era un niño. Y joder, aterraba.
¿Has perdido alguna vez a tu mascota y salido a buscarla con el nudo en el estomago?
Así mismo me sentía o peor.
—¡P'No!
—¡P'No!
—¡P'No!
—¡¡P'Noooo!!
Finalmente me detuve en la piscina. Justo en la parte lateral izquierda del hotel donde una set de luz se enredó en la pierna de mi dichoso rescatista.
Cuelga de cabeza con el cabello de punta, la falda levantada—Por suerte decidió ponerse falda short— Y claro las manos hacia el suelo.
—Nunca causo una buena primera impresión ¿Verdad?— Bromeó P'No.
De nuevo otra vez volvía aparecer ese extraño amigo en su vida entrando de golpe en su corazón como la primera vez. Era una recreación exacta de su encuentro hace años. Y le encantaba.
—No, nunca la causas.
Inhaló y exhaló repetidas veces, por muy cansado que estuviera de correr, una enorme sonrisa de oreja a oreja se asoma por sus labios.
—Antes de bajarme ¿Te importaría acercarte un poco a mi?— El Alfa puso sus pies aún más cerca por lo que fue sorprendido por un besito en la mejilla izquierda —Feliz Navidad, Lobito.
|●•🍪•●|
Por primera vez en seis años pasó su RUT encerrado en un su habitación sin una pareja sexual. Esta era la segunda vez que lo hacia, la primera fue en la navidad que pasó con la familia de Techno.
Otra vez ese nombre..
Lleva pensando en él durante los tres días que se encerró en su habitación a esperar que su ciclo de calor finalizara. En ese tiempo se repetía en su mente una tras otra vez el besito en Navidad.
No había malicia ni lujuria ni indicios de coqueteo, era un besito de amigos, nada serio o al menos eso díselo a la insistente cabeza del Alfa. No podía sacárselo de la mente.
Pasados los tres días volvió a retomar su labor como el Ceo del Parque de diversiones. Sabia que llegando a su oficina le esperarían en su escritorio docenas de documentos apilados o eso creyó. Nunca se esperó encontrar a un Omega girando en la silla Ejecutiva con un IPad en la mano y en la otra un café.
Tal omega abrió sus labios empezando a leer en voz alta la hoja digital.
«Odiaba exponer una parte de mi alma a la misma persona que en múltiples veces se encargó de patear mi corazón. Él era un Tsunami apunto de hundir el jardín de mi autoestima. Yo era una cubeta tratando de apagar su infierno. Él era abundante, yo escaso, así de simple.
Y aún así me atreví amar a ese hombre que con una palabra podría destruirme o subirme al cielo. Era pecaminoso que un hombre como yo se enamorara del Ceo Khun Kengkla.
Permití que acuchillaras mi dignidad, me hiciste sangrar por ti, me hiciste frágil, débil e inservible.
—Lo amo, Khun Kengkla— Exclamó a llantos Pond antes de que la misma persona que decía amar lo sepultara vivo.
—¿Qué demonios fue eso?— Arrugó la nariz el lobo involucrado en la historia.
—Un Fanfic de un romance tuyo con el secretario Pond. Spoiler: Termina mal.
—Es perturbador, por cierto ¿Cómo entraste aquí? ¿Quién te dejo pasar?
—Es un secreto— Saltó de la silla —. No te he visto en tres días desde que sabes que estoy en Chiang Mai, es por eso que te traje tu café y una lectura matutina— Le otorgó ambos objetos.
—¿De acuerdo? Gracias. Em.. Estoy algo ocupado ahora mismo, tengo una junta en cinco minutos, asuntos que atender y entonces..
—¿Quieres cenar conmigo?
Eso lo tomó desprevenido.
—No, no quiero.
Ni él mismo entendía por qué razón estaba a la defensiva, no, en realidad sí. Necesitaba de algún modo protegerse de un chico impredecible que consiguió colarse dentro de su oficina, no dudaría que hiciera lo mismo con su corazón otra vez.
—¿Por qué no? Debes aceptar mi invitación, te salvé de esa Omega abusadora.
—No te pedí que lo hicieras.
La sonrisa del Omega se borró. En toda su cara quedó plasmada la expresión de decepción combinado con fastidio.
—No recordaba que fueras tan..— Sus cejas se fruncieron como indicando que intenta buscar la palabra exacta, más se limita a sacudir la cabeza en negación— ¿Sabes qué? Olvídalo.
Techno le quitó el café de la manos y procedió a tirarlo a la papelera de camino a la salida.
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—Y con paciencia y saliva el elefante se la metió a la hormiga. 🥴
—¿Can quieres dejar de decir eso cada vez que insertas el hilo en la aguja?— Regañó Techno acomodando la ropa de un maniquí de la vitrina.
El Mono albino dejó de hacer puntadas sobre una camiseta, dejándola sobre la larga mesa extendida donde trabaja.
—¿Por qué estás de mal humor? Desde que llegaste de ver al Presidente, actúas de malas con todos incluyendo ese pobre maniquí mal vestido.
—¿De qué hablas? No estoy de ma- ¡¡Aghhh!! ¡Estúpido maniquí!— Una de las manos del modelo se desprendió y en un ataque de ira lo aventó abajo.
Ojala que alguien le hubiera avisado a Pond que eso pasaría o no estaría ahora rumbo al hospital por ser aplastado por un maniquí gigante.
El pobrecito solamente venía a saludar.
🐺 Una fotito de Kla como CEO 🤤
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En el próximo capítulo:
1)
—¿No se ha enterado Señor Ceo? Hay un Alfa que todas las noches viene a recoger al dueño de la Boutique.
—Podría ser su hermano.
—Eso es imposible, esta mañana llegó oliendo a su feromonas y encima con su ropa puesta. Aunque creo que ese Alfa es una mala persona, la otra vez lo vi metiéndolo al auto a la fuerza.
2)
—¿Qué son estas marcas?
—No son nada— Volvió a subir su manga.
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