Continuación capítulo 96
Donde Keith sufre la enfermedad Hanahaki.

Keith estuvo como unos 10 minutos en aquel váter, sentado en el suelo, deseando que estuviera bien tragado y limpio. Se sentía mal, fatal, se quería morir. Notaba los pétalos en su tráquea, en su boca y en su garganta. Y era tan desagradable. Tan asqueroso.
El váter tenía pétalos pegados y sus manos estaban pintadas de rojo: sangre.

-Y de los pétalos a la sangre. -se acordó de la doctora y de su diagnóstico. -Joder... -pegó un puñetazo a la pared de aquel cubículo tras asegurarse de que no iba a vomitar más. Y se reventó la mano. Bueno, los nudillos. -Mierda.. -y no tenía más opciones que ir a la enfermería.
Tiró de la cadena tantas veces como la cisterna le dejaba y se esfumó a enfermería.

-Ay cariño que destrozo. -dijo el señor en un tono dulce. Un señor de aproximadamente unos 75 años le curó las heridas con una venda. -¿Que ha sido?

-Haciendo deporte. La mano y el suelo, en fin. Me he dejado la piel.

-Vaya. Parece la mano de un niño rebelde. -dijo en un tono agradable.
Escuchó unos pasos apresurados pasar por enfrente de enfermería. -Uy que jaleo. Como correrán por aquí tan cargados. -tan cargados. La mochila. Mierda.

-Debo irme. Gracias por la cura. -y salió corriendo a por su mochila. Y no estaba. -Vamos no me jodas. -volvió al baño y nada, no estaba. Y escuchó esa voz.

-¡Keith! -no se giró. Apretó sus puños y se acercó a la puerta del baño. -¡No no no Keith, tu mochila! -giró su rostro con una sonrisa tranquila. Bueno, lo intentaba.

-¿Lance?

-Ten. -le devolvió la mochila. -¿Todo bien?

- Si. Creo.

-¿Tienes que hablar conmigo o algo? - Keith sintió aquel vacío en su estómago. Y otra vez sentía aquello subir. Era insano. -¿Keith?

-No puedo. -negó y puso su mano en su boca. Iba a entrar al baño, pero Lance le cogió la mano libre.

- Keith tú...

-Lance no. Ahora no. -otra arcada. Se deshizo del agarre y entró de nuevo al baño. Lance entró tras él y le cogió la mano de nuevo. -Para, joder. -dijo con los ojos llorosos.

- Keith. - Lance tragó saliva de forma seca. Su estómago también dolía.
Pero no pudo hablar. Keith tosió, tosió una innumerable cantidad de pétalos. Pétalos azules. Y vino la arcada. En un quejido entró al baño.

-¡Vete por favor, sal de aquí de una puta vez! -dijo en un jadeo, y siguiendole, un tosido. Keith volvió a soltar pétalos. Y sangre. Toda la palma de la mano llena de sangre.

-Keith tengo que hablar contigo y no me voy a ir.

-¡Llama a un puto médico! -dijo tosiendo cara al váter. Se mareaba. Se mareaba y no dejaba de toser pétalos y sangre.
Más sangre.
Azul y rojo.
Le costaba hasta ver.
Se mareaba.

-¿Keith? ¡Keith!

Continuará...

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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]