El centro comercial acababa volviendo locos a ambos. Pero y lo guapos y buenorros que iban esos dos: Lance con vaqueros pirata, de tono azul desgastado, una camiseta blanca de tirantes y un collar de cuentas de madera, muy playero vaya, sus muñecas finas y delgadas llenas de pulseras y su cabeza cubierta por una gorra echada hacia atrás; Keith todo lo contrario, iba con pantalón largo negro y roto, una camiseta granate y unas gafas de sol colgando de su camiseta.
Os los imagináis, para comérselos.
Y hablando de comer, esos dos tenían hambre.
Habían parado en un recinto de comida rápida, y ahí los tenias, rodeados de diversos sonidos y jaleos, comiendo tranquilamente.
Lance se estaba jalando nada más y nada menos que una hamburguesa de casi todo lo que había en el plantel de ingredientes. Y luego estaba Keith, con un batido de vainilla y ya. Que no necesitaba más.
Keith veía al contrario comer y no podía evitar reír al ver el ketchup resbalar por sus comisuras.

-Pareces un cerdo...

-No soy tan refinado como tu, don Ponme un milkshake de vainilla.

-No tengo hambre y no voy a comer esa guarrería de hamburguesa. Fin de la historia.

-Si, luego te comes mis babas que saben a barbacoa y pepinillo.

-Lance eres asqueroso. Te vomitaré encima. -Lance empezó a reír. Su pie se encontró con el del coreano. -Para. -y Lance le chafó el pie. -Gilipollas.

-Te quiero cariño. -le guiñó un ojo y miró la boca del chico mientras daba otro mordisco a su hamburguesa. Keith tenía la comisura teñida suavemente de un tono crema muy tentador. Chicos, problema de matemáticas:
Si cogemos un Lance, un Keith buenorro, la boca del chico un pelín manchada de batido y la mente salida de Lance, ¿qué tenemos?
¡Exacto, un Lance poniendose tonto!

-Keith, haz así. -y le indicó limpiarse la comisura. Y Keith le copió. Y Lance creyó ver la imagen más sensual de su vida: Keith quitándose lo poco que tenía de batido de la comisura, lamiendo después sus dedos de forma casi involuntaria.
Ahora el pie de Lance acariciaba su gemelo.

- Que haces...

-Repite lo de la boca.

-¿En serio?

-Si, bueno no. Es que te ha quedado bien antes. Te veías sexy.

-Eres patético. - Keith volvió a beber su batido. Lance se fijó en su juez tragar y mordió su labio, tentador.

-¿Sabes que llevo condones? -y Keith casi se marca un Violeta (de los Increíbles 2). Casi le escupe el batido en la cara. Comenzó a toser. -Tranquilo, tranquilo. Que no los saco aquí. - Keith recobró el aliento y le miró desafiante.

-Ni aquí ni en ningún lado.

-¿En un baño no? ¿Ni para ver de que tipo son?

-No. Primero, no voy a ser el pasivo otra vez, es que me niego. Y segundo, no lo haremos en un baño.

-Aburrido.

-Enfermo de la cabeza. -y ambos volvieron a lo suyo. Ahora Keith le daba vueltas a aquello. -Si no soy el pasivo me lo pienso. -Lance tragó su hamburguesa y asintió.

-Vale, me pido el coche.

-¿En el coche, en un parking?

-¿En el baño?

-¿Sabes jugar a los gemidos para dentro? - Lance asintió alzando los hombros, poniendo cara de ni puta idea. -Pues el baño entonces nos sirve.

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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis. 💜 ]