Continuación capítulo 21
Donde Keith y Lance son adultos y tienen un hijo.

Era por la mañana.
Klaus no había aguantado toda la noche y los había despertado a ambos. No estaban haciendo nada para mayores, gracias a Dios. Bueno, Lance se dejaba meter un poco de mano...
El caso es que el peque les había despertado y había pedido por favor dormir con ellos. Lance había aguantado sus súplicas, Keith no. Keith se derritió en el momento en el que el pequeño se abrazó a su peluche.
Y acabó entre ambos. Keith lo abrazaba como si el crío fuese también un peluche.
Y Lance se despertó con la misma imagen: Keith abrazando el menor.
Se dirigió a la ducha de forma silenciosa y se ducho en paz y tranquilidad.
El salir se sorprendió: seguían dormidos.
Bueno, uno de ellos ya no: el pequeño estaba acariciando el pelito de su papi.

-Klaus... -susurró el moreno. El pequeño de sobresaltó, pero tardó segundos en sonreirle también.

-Hola papá.

-Despertaras a papi... -murmuró, sentándose en la cama. Klaus asintió y apartó su manita del pelo de su padre.
Keith seguía dormido.

-Tengo pis...

-Al baño renacuajo, ya sabes. -y el pequeño se fue corriendo al lugar mencionado. Keith se removió el sentir los labios del cubano en su mejilla. -Bella durmiente... -canturreó.

- Lance... te odio. -murmuró. -Klaus me estaba acariciando el pelo idiota... -decía entre sonidos adormilados.

-Explotando a tu propio hijo. -el cubano rió y besó con fuerza la cara del coreano.
Klaus volvió y se tiró a la cama, oliendo a su padre recien duchado. -¿Qué haces, ratita, que me hueles tanto? -dijo cargando el niño casi boca abajo. El chico empezó a reír en voz alta. Y Keith...

-Agghhh... - se tapó la cara con la almohada. -Dúchale y callaos.

Y le duchó. Y el peque salió correteando con pelo empapado. Y Keith se alarmó.

-¡Klaus, el pelo! -el peque corrió donde su papi y se sentó en la cama. Y le secó el pelo. Que suave, que moreno y que dulce. Tras acabar de sacarle el pelo, le abrazó.
Aquel niño alegraba los días de ambos chicos. Era genial verlo corretear, quejarse de lo pesado que era Lance o abrazarse a Keith. Y verle la cara tanto a Lance como a Keith, eso también entretenía.

Y otra vez a dormir.
Y otra vez la misma historia.
Lance con la mano bajo las sábanas, llegando a Keith.
Y los pasitos.
Y la luz. Y la vocecita.

-¿Papá?

-¿Si, cielo? -decía Lance incorporándose rápidamente.

-Tengo miedo...

-Duerme aquí cielo. Ven. -Keith le señaló donde acostarse. Y allí él se dirigió el peque.
Y otra vez a dormir.

-Keith, lo estás malcriando. -susurró Lance en voz bajita.

-Déjame. Que deje de ser tan mono y pararé.

-Pues eso será hasta nunca. -ambos susurraban. Klaus estaba abrazado al coreano, sumido en el sueño total.

-Míralo... es tan mono. -murmuró Keith sonriendo. Lance le miró y se enterneció.

-Y yo que pensaba que no tenías instinto maternal o paternal o lo que sea...

-Pues te equivocabas. Le quiero con mi vida entera.

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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis. 💜 ]