Continuación capítulo 45

Una semana interminable. Toda la semanita con llamadas, mensajes y alguna que otra llamada perdida. Todo eran Te quiero, Te echo de menos y algún que otro Me he pajeado pensando en ti. Adivináis la última de quien es, ¿no? En fin, esa semana salió cara para ambos. Fue difícil. Y más cuando Keith supo a la mitad de la semana que la abuela de Lance había fallecido. El primer día tras la muerte de su abuela Fue devastador para ambos. Lance durmió poco. Hasta las tantas hablando por teléfono. Al día siguiente Keith no acudió a clase.

-Keith, tienes que ir a clase. - Lance tenía los ojos hinchados, ojeras y el pelo desastrado.

-Lance, no voy a ir y dejarte con esto así. Lo pasaremos juntos. Todo va a ir bien. -el llanto de Lance en la otra línea le sirvió de Vale.
A los días todo fue mejorando. Lance durmió las horas necesarias, hablaba con Keith a horas normales y pasaba el día con su familia. Todo mejoró.
Y llegó el fin de semana.
Y otra vez el aeropuerto.
K

eith estaba sentado en una de las miles de bancas, moviendo sus piernas nervioso. Apoyaba sus codos en sus rodillas, miraba el suelo fijamente. Estaba nervioso, mucho. ¿Y por que lo estaba? Tampoco era para estarlo. Tenía miedo de que no supiera hablar, de que las palabras no le salieran en orden de la boca.

-Calma... paciencia... - se decía a sí mismo. Y comenzaban los avisos por megafonía. Al oir el nombre del avión se levantó de golpe. -Vale... tranquilo... - se comenzó a morder el labio nervioso. Era Lance, su chico. ¿Por qué tanto nervio? Respiró hondo y miró por el gran ventanal que daba a la pista de aterrizaje. Vio como había gente afuera que no daban el visto a la salida de los pasajeros. ¿Y si había pasado algo? ¿Y si le había pasado algo a Lance? ¿Y si la comida le había sentado mal?¿Y si había...?
Falsa alarma. Falsa. Alarma. La gente bajaba por las escalerillas. Lance. Lance. Donde está. Moreno, alto, delgado pero buenorro. Lance McClain. Donde estaba.
Creyó verle, pero no lo tenía claro. La gente se amontonaba en una de las puerta del edificio. Y allí que fue el coreano.
Cada vez había menos gente y sin rastro del moreno. Hasta que... falsa alarma. Era otro señor de tez morena.

-Joder...

-Por favor, a un lado. -tuvieron que dejar pasar a una anciana. Creyó oir de nuevo el llanto de Lance en su oído. Y creyó verle. No, espera. Es que le veía.
Ahí estaba, saliendo por el pasillo, buscando a alguien con la mirada. Y se vieron. Keith se quedó totalmente estático. Abrió su boca repetidas veces pero no pudo pronunciar nada más que:

-Hola. -¿imaginaciones suyas o estaba más moreno, y guapo, y apetecible?

-Yo esperaba otra bienvenida. - el moreno sonrió y ladeó su cabeza. Cambio su expresión a desconcierto. -¿Keith, vas a llorar? -el coreano tenía los ojos brillantes. Acuosos. Amenazantes.

- Lance... - se tiró encima suya, abrazandolo con fuerza. Otra vez teniendo que hacer el esfuerzo de no llorar y mojarle la camiseta.

-Ya estoy aqui Keith. - el moreno le envolvió en sus brazos. Como cuando en aquel mismo lugar tuvo que irse. Pero esta vez sin un límite de tiempo. Le abrazó como si se acabara el mundo. -Ya estoy aquí. Contigo.

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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados,ideas o algo comentarlo y lo tendreis. 💜 ]