🍋28🍋
Keith estaba sobre Lance. Otra vez. Estaban en el cuarto del coreano, en silencio (o eso intentaban), rodeados con una sabana.
-Estas duro. -decía el moreno mientras Keith besaba su boca con ganas, acariciando su cuello.
-Si, cállate. -abrazó al chico desde la nuca para poder acercarse y pegar su cuerpo con el suyo. -Tu también estás empalmado.
-No dije que no en ningún momento. - dijo el moreno. -Vaya cuerpazo, Keith... -ah si. Un detallito: Keith estaba en ropa interior. Lance en pantalones y, logicamente, boxers.
-¿Te gusta?
-Me encanta.
-Todo tuyo. - Keith volvió a buscar su boca con la suya, cerrando sus ojos. Lance se dejó llevar. Un beso suave pero con el mensaje del calor y la pasión que ambos cuerpos emanaban. -Ahora, Lance... Ahora... - Keith estaba que se moría.
-Un poco más... -dijo el cubano, buscando sus labios. Keith negó, dandole los besos que Lance le pedía.
-No, ahora por favor. - Keith rozó su trasero con el sexo del chico. -Vamos, mírate. Estas durísimo.
-Mírate tu, maldito ninfómano. -Lance comenzaba a bajarse los pantalones.
-¿Yo? Tu eres el que siempre esta rogando por polvos. - Keith ahora dejaba besos en su cuello.
Lance tardó algunos chupetones en estar preparado para su querido ninfómano. Una vez listo, Keith se colocó sobre el y se dejó caer muy lentamente. Si, lo harían sentados: Lance debajo, sentado, y Keith encima, sentándose en él. Y comenzó el vaivén.
-¿No sabes... Ir más rápido o qué? -decía Keith, molestando a su compañero. Al notar que rozaba aquel punto, gemia en voz baja.
-¿Para que? Te derrites cuando llego ahí. -mordió su hombro para empezar a moverme de forma intermedia. Keith y Lance, ambos gimiendo y mareando los nombres del otro. Pero...no pudieron llegar muy lejos: un chico alto y robusto les interrumpió. Si,el también se quedó de piedra al ver a ambos envueltos por la cintura de una sabana, con el coreano sudado y sonrojado encima del cubano.
-¡¡Shiro, nosotros... No estábamos...es decir, yo...!! - Keith estaba rojo. Iba a explotar. Lance tan sólo le miraba con la boca abierta, sin saber que decir. -Nosotros...no queríamos...
-Sólo quería saber si entrenariais más tarde. Veo que os lo tomais por vuestra propia cuenta. -el mayor estaba rojo. Y tardó poco en desaparecer.
-Nos va a matar. -dijo Keith en voz baja.
-Eso ha sido...
-Horrible.
-Morboso... - Lance le miró sonrojado.
-Tienes un problema.
-Ahora mismo los dos tenemos un problema.
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