A veces, muy pocas veces, Lance convencía y persuadia a su querido Keith para jugar a sus jueguecitos. ¿Qué jueguecitos? Bueno, sólo teníais que ver a Keith quitándose los pantalones lenta y tímidamente.

-Venga, no tengo todo el día...

-Cierra la puta boca.

-¿Tengo que enseñarte ahora a hablar bien?

-No... -murmuró en voz baja. Keith se acercó a él sólo con ropa interior. -Esto es ridículo.

-No lo es. Es maravilloso. Ven aquí... -el moreno se colocó delante de él. Le giró suavemente desde la cintura y miró sin apenas vergüenza su culo. -Vaya culito, Keith... -posó sus manos en ambas nalgas. Vió como Keith se sobresaltaba y se giraba hacia él.

-Sabes que odio eso.

-Sabes que ahora pongo yo las normas. Tu no querias, así que yo mando ahora. -dijo el moreno. Cogió su muñeca y le acercó hacia el sofá. Se sentó,y le indicó a Keith que se recostara boca abajo en sus muslos. -Venga.

-Pero...

-Ven.Ga. -el cubano ladeó su cabeza. No quería excusas. El coreano soltó un suspiro un tanto avergonzado. Se recostó y agarró uno de los cojines. -Sabes la palabra de emergencia, ¿no?

-Uva. -dijo en voz baja.

-Perfecto. -Lance se dió el lujo de morder su labio al ver su culo delante de él. -En serio Keith. Tienes el culo como dos rocas. -digo bajando lentamente el boxer.

-No. No, no, no. Hazlo con él puesto.

-Así pierde mucha magia. Deja al maestro actuar. -acarició su trasero con mucha calma. La piel de Keith se puso de gallina, lo notó en sus brazos. -Allá voy. -y Lance dejó caer su mano en forma de azote. Al instante el coreano soltó un quejido. -¿Duele, eh?

-Cierra la puta boca... -dijo escondiendo su rostro. Y una vez más Lance le azotó.

-No me hables así... kitten.

-¡No me llames así! -odiaba aquel mote tan pasteloso. Otro azote, y ahora un gemido de Keith.

-Te llamaré como yo quiera.

-Va enserio. -giró su cara hacia el cubano. -No me llames así... -aguantando la vergüenza, pronunció aquel mote que volvía loco al cubano. -por favor... daddy... - Lance ya estaba un poquito contento, y eso lo mejoró. Keith notaba algo contra su vientre. -¿Lance?

-Levanta y espera aquí. -Obedeció y se levantó. Notó su culo escocer al incorporarse. Lance salió disparado y volvió con paso lento y un tanto tentador. -Ponte de rodillas.

- Lance...

-De rodillas. -dijo canturreando. Y eso hizo. Con un suspiro pesado se arrodilló delante suya. Joder el panorama de Lance. -¿Me ayudaría kit... - Keith le dirigió una mirada afilada. -... mi querido Keith con esto? -bajo su pantalón y le mostró el bulto que tenía en sus boxers. Keith bajó su mirada avergonzado.

-Si... -dijo en voz baja. Keith iba a dirigir una mano a sus boxers para, en fin, encargarse de aquello... Pero Lance se acercó a su espalda. -¿Que haces?...

-Darle emoción. - Keith escuchó un clic y un frío en sus muñecas.

-¿Esposas?

-Vamos a jugar, pero bien.

-¿Y crees que puedo jugar así? Habría sido más lógico engancharme al cabezal de la... -observó los ojos de Lance iluminarse. -...cama... No he dicho nada. Ya es tarde Lance.

-¡A la cama, kitten! - Lance cargó al mencionado. Esté soltó un suave gemido al notar tacto en su culo.

-¡Me escuece el culo, imbécil, y no me llames asi, joder! ¡Pienso arrancartela!

-Calla y obedece a tu daddy.

-Odio tus juegos de mierda.

[Continuará...]