🌸168🌸
Continuación 167.
Última parte.
Keith se despertó temprano. Se hizo un café y desayunó en el sofa, viendo las noticias con la compañía de su querido perro.
Se lavó la cara y y se peinó.
Se puso su jersey y miró por la ventana: estaba lloviendo.
-Mierda. Mierda mierda mierda. -no encontraba su paraguas. - Pues nada. - Keith se puso su chaqueta y salió corriendo de casa.
Llego a la parada de bus un poquito mojado.
Y para suerte de él, estaba ahí.
-Pero si tú...
-He madrugado. -murmuró Lance. Miró al chico de arriba a abajo. -¿No tienes paraguas?
-Tu que crees. -murmuró en un tono desganado.
-Pues te vas a cagar. La lluvia va a durar todo el día. -murmuró en una suave risa.
-Me alegro. -no sonaba muy amable. Llegó el autobús. Keith ticó su viaje y se apoyó en su pared de siempre.
El conductor sonrió al ver a Lance.
- Uy tan pronto por aquí...
-Vengo acompañado.
-Haciendo amigos eh.
- Si... amigos. -murmuró con una sonrisa diferente a las de siempre.
No se dijeron nada.
Lance le miraba, Keith le miraba, se miraban, y Keith apartaba su mirada rápidamente.
Llegaron a la para de la Universidad.
-Toma. -Lance le dió su chaqueta. Y empezó a correr hacia la puerta: ahí estaban sus dos amigos.
Keith acabo sólo en la parada. Miró la chaqueta: tenía capucha. ¿Le había dado la chaqueta para que no se mojase?
No tuvo otra opción: se la puso y corrió hacía Shiro.
-¿Y esa chaqueta? -preguntó el mayor.
-Me la ha dado Lance para que no me moje.
- Que gesto más...
-Patético.
-Iba a decir bonito. Siempre igual... - Keith se metió en la biblioteca. Y no salió hasta las 3.
Se fue detrás de los gimnasios. No, no iba a ver a Lance. Keith pasaba allí los patios. No tenía a nadie, sólo a Shiro, y Shiro se pasaba el día en los despachos.
Se sentó en las escaleras con la capucha puesta. Esa chaqueta calentaba. Mierda.
Y alguien a su lado.
-Hey.
-¿Que no entendiste de lo de ayer?
-Quiero hablar contigo.
-Yo no. - Keith se levantó. Lance le cogió la mano y le impidió su huida.
-Quiero hablar. -Keith chasqueó su lengua ya se sentó. Apoyó su cabeza en su mano y sus codos en sus rodillas. -Es necesario para ambos.
-Habla. -sonaba serio.
-Lo de liarnos...
-No más. ¿Has acabado?
-No. Keith. -miró al chico. Keith movió sus ojos hacia él. -¿Esa noche de Halloween te enrollaste conmigo por que te gusto? - Keith bufó y se levantó.
-No quiero hablar.
- Keith joder. -tiró de él y me sentó a su lado. -Hazme caso y escúchame. -cogió aire y lo tiró. Sólo se oía el sonido de la lluvia golpear a toquecitos el suelo. -Cuando vamos a la uni yo tardo, ¿no? - Keith no dijo nada. -Tardo por que vivo a dos manzanas de tu casa. A dos manzanas de mi casa hay otra parada. Pero no hace la misma ruta que la tuya. No se si lo entiendes.
- Que me amargas las mañanas aposta.
-No. -rodó sus ojos. - Que me gusta ir contigo a la uni. Y me gusta estar contigo, en general.
- Lance. -le miró a los ojos. - Que de verdad, no quiero estar aquí. Quiero estar sólo. -Se puso de pie. Se acercó a la puerta y la abrió. Lance se puso de pie.
-Se que vienes aquí a estar sólo por que no tienes con quien estar. -Keith paró en seco. Su estómago dió un vuelco doloroso. -Keith. -se giró. Le vió con el pomo en la mano. -No quier que sigas sólo. ¿Por que crees que me acerqué a ti en Halloween? Estabas sólo. - Keith quería irse. No quería hablar. Pero en el fondo quería oír sus argumentos. - Keith. Quedaba contigo a las 3 y media por que a esta hora es la comida. Y la pasas sólo. No quiero que la pases sólo.
-Lance. Me tengo que ir. - Keith hizo fuerza para abrir la puerta. No la abrió apenas.
- Keith. -le giró del hombro. No estaba llorando, es duro de romper, pensó. -Te gusto, ¿verdad?
-...
-Keith.
- Si, si me gustas. -abrió la puerta. Y se fue.
Las 8.
Hora de irse a casa. Keith dejó la chaqueta del cubano en su propia mesa.
Se fue a la parada y se sentó en la banca a esperar al autobús.
Y no tardó en llegar.
-¡Keith! -Lance corría con su chaqueta en su cabeza.
-No... -murmuró el coreano, pasando su mano por su cara de forma agobiada. El latino entró y jadeando ticó. -Pero tu de que vas.
-Aquí no. Donde no nos vean. -hizo cremallera con su boca y se apoyó en el bus. Comenzó a respirar de forma civilizada.
Bajaron en la parada de Keith.
- Que. -murmuró ya frente a su casa el coreano. Lance cogió su mejilla y besó sus labios. Keith lo apartó de un empujón. Iba a darle un puñetazo, pero Lance le aguantó la mano. -¡Que te dije, joder, dime que te dije!
-¡Que te gustaba, y tu también me gustas! - Lance lo alejó de el de un empujón. -¿Que no se me notaba o qué? ¿Has visto a alguien andar 10 minutos para coincidir en una puta parada, hablar con el conductor para que le espere antes de arrancar? ¡Era por ti!
-¿Y por que sólo liarnos? ¿Por que no antes?
-¡Por que no estaba seguro! - Keith miró el suelo. Ambos dejaron de gritar. Lance se acercó a él. -Tenía miedo. Como cuando te vi en Halloween. Me gustas Keith. Y me gustaste desde siempre.
-Esto es una puta mierda.
-Ya lo se. -Keith le abrazó y agarró con fuerza la camiseta del chico desde la espalda. -Perdóname.
-Perdóname a mi. -murmuró más calmado.
Y dos días después, esos dos niñatos un tanto resentidos y acobardados, empezaron a salir en serio.
Y no, no tuvieron que esconderse mucho más
Y no, Keith no tuvo que pasar más comidas en la parte trasera del gimnasio.
🌸🌸
E
ste pedazo de one shot me está tentando a escribir esta historia aparte, entera y con sentido.
¿Le echariais un ojo si la escribo? Sería de 1 capítulo o 3, algo así. Sería aparte y entera. Os leo.
Os quiere y mima:
🌸💜 pade 💜🌸
▫▪◽◾◾◽▪▫
[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]
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