🌙167🌙
Continuación capítulo 166.
Por petición popular.
Lance solía tontear con Keith.
Keith no borró de su mente ese chupetón que le hizo al cubano esa noche.
No se lo perdonaría jamás.
Vale que le gustaba tener alguna que otra noche de sexo y liberación. Pero una cosa era tener sexo, y otra tirarte al chico que te encuentras por las mañanas.
Llegó a la orilla del aula a la que debía entrar.
Antes de entrar se le cayeron las numerosas hojas que Shiro le había dado al verle. Y se tuvo que agachar a recoger. Escuchaba esa voz, esa puta voz retumbar por los pasillos.
-Pero que no mientas, que os pille con las manos en la masa. -la voz de su amiga le echaba en cara algo. Keith frunció el ceño. ¿De que hablaban?
- Que no que no. No éramos nosotros.
-¡Que si, que conozco ese pelo! - Keith tragó saliva.
-Bueno si. Pero que no queríamos que nos viesen. Estábamos... -el cubano apareció tras la esquina del pasillo. Vio a Keith y esbozó una sonrisa maliciosa. -Buenos días.
-Que te jodan. -Keith entró al aula tras recoger los papeles. Había escuchado la conversación y había cosas que no le cuadraban.
Entre ellas... ¿qué no querían que les viesen? ¿Quién, por qué?
Si ayer estaban juntos, no le dió tiempo a..
Mierda. Hablaban de ellos. Del morreo, del chicle, del puto beso con lengua.
Mierda.
Salió de clase pronto, se saltó la hora de estudio.
Todos solían quedarse, la Universidad es un poco dura.
Todos menos Keith.
Eran las 8 de la tarde. Era de noche. El invierno hacía que anocheciese más pronto, y más de lo mismo con el frío.
Estaba con la chaqueta abrochada hasta arriba, con su cabeza cubierta por un gorro negro y con las manos en los bolsillos.
-Hola. -murmuró una voz. Esa voz.
-¿Que quieres? - Keith le miró con desdén y algo de asco.
-Nada. Yo también me voy a casa. Y resulta que pillamos la misma parada, tanto en ida como vuelta.
-Si, es genial. -murmuró irónicamente el coreano. Lance lanzó una empalagosa carcajada.
Un silencio. Uno que Keith rompió.
-No vamos a liarnos más.
-¿Por?
-Por que no. -murmuró seco.
-Pero ambos los disfrutamos.
- Eso no lo sabes. -murmuró el chico en voz baja.
-Además, me preocupo de que no nos vean y de que no dure mucho. -los ojos violetaceos se clavaron en los de Lance.
-Pues nos han visto. Y tu lo sabes muy bien.
-¿Qué dices? -el cubano sonaba confuso.
-Os he oído. Nos ha visto tu amiguita. - Lance abrió los ojos. Chasqueó su lengua y apoyo su pie y su espalda en la pared de la parada.
-No se por qué sacas esas conclusiones.
-Por qué te dijo que vio tu pelo. Y dijiste que no querías que os viesen. Y anda, casualmente no queremos que se nos vea juntos. - Keith se encaró al chico. -Esta mierda ha acabado. -el autobús llegó.
Keith entró tras ticar su viaje, y Lance igual. Le siguió. Keith se apoyó en una de las paredes y Lance se colocó delante suya, agarrado a las barras de sujeción.
- Que no hablaba de ti. ¿Qué te pasa conmigo? - Keith desvió su mirada. Clavo sus ojos en sus pies. -¿Fue por ese polvo en Halloween? -habló en susurros.
- Si. Fue un error. No debí hacerlo. No contigo.
-¿Por qué no conmigo? -iba a decírselo.
-Por qué no. Ya está. No estuvo bien. -no se lo dijo.
-A ver... estar estuvo bien. -Keith bufó.
-No quiero más quedadas. No quiero que nos veamos para liarnos. -y llegó la parada de los dos.
Keith bajó junto al cubano.
El silencio reinaba las calles.
-Pero...
-Qué. - Keith frenó en seco. Su casa estaba delante de ambos.
-Nada. No importa. Nos vemos. -Lance sonrió suavemente y siguió su trayecto hasta casa.
Keith entró y sintió una impotencia en su cuerpo.
No podía decirle que me gustaba y que no quería liarse con él por necesidad.
Que quería liarse con él por que le quería.
Por que se querían.
Continuará...
▫▪◽◾◾◽▪▫
[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]
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