🌸158🌸
Continuación capítulo 157
Keith volvió al piso. Cerró la puerta del balcón y entró con una sonrisilla, con los ojos irritados y con la marca de las lágrimas en los pómulos. Shiro le vió y negó suspirando, con una sonrisa tranquila.
-Te lo dije. -Keith le abrazó y sorbió por si nariz, contra su pecho.
-Tenía miedo de que me fuera a colgar.
-Si hubieses usado tu móvil igual si. Pero era el mío. -Keith se lo devolvió y Shiro le alborotó el pelo. -Anda, lávate la cara y tira para casa. Aún sois unos críos.
-Entiéndeme.
-Los celos no se pueden entender Keith. - el coreano asintió.
Iba por la calle. Con la chaqueta sobre su cabeza. Llovía a mares. No era como cuando pasa algo triste en las películas dramáticas, que empezaba a llover y a la chica se le corría el maquillaje, mientras sus lágrimas se camuflaban en la lluvia. No no no.
Esto es la realidad. Keith estaba lleno de barro, con los pantalones empapados, el pelo pegado a la cara y la chaqueta ya para lavar y secar. Sobretodo secar.
Tocó el timbre numerosas veces. No llevaba las llaves. Lance no preguntó, supo que era él.
Subió las escaleras sin matarse debido a los resbalones.
Llegó a la puerta de su piso y espero a que el cubano le abriera.
Y allí estaba. Sus ojos estaban el triple de azul, el alrededor de la pupila y el iris estaba irritado y enrojecido. Sus ojos brillaban, sus pómulos estaban húmedos y teñidos de una dulce gama rojiza. Iba en ropa de ir por casa: básicamente una playera blanca suelta, un pantalón de chándal y descalzo.
Keith suspiró y se quitó la chaqueta de encima. Entró sin decir palabra, Lance tampoco habló.
Cerró la puerta y le miró. Miró su chaqueta empapada.
La tiró al suelo y abrió sus brazos. Lance se tiró a su pecho y se abrazó a él.
Keith besos y frente numerosas veces, le abrazó con fuerza, humedecienco la ropa seca y en condiciones del latino.
-No me hagas eso otra vez. -el cubano volvió a llorar en voz bajita. No se notaba, la camiseta de Keith estaba mojadisima. Aprovecha, pensó.
-No. Lo siento Lance. De verdad. No más de esa mierda. -Keith besó de nuevo su frente y le acarició la espalda con la mano.
-Te quiero. Mucho. Muchísimo. Te quiero mucho más que mucho joder. -el cubano se quejaba y se revolvía entre la ropa del coreano.
-Y yo a ti. -susurró. Lance se separó y limpió sus ojos. Keith le perfiló los pómulos con sus pulgares.
-¿Está lloviendo?
-A mares. -y se escuchó un trueno. -Me estaba esperando la tormenta.
-Puede ser. Ahora quédate aquí. Conmigo. Para siempre. -murmuró abrazandose a él. Keith se echó a reír. Le cargó como Lance hacia a veces con él.
-Te vas a empapar y enfermar por mi culpa.
-Me da igual. Así me cuidas tú. -Keith le abrazó contra él. -Quítate la ropa y me vuelves a coger así.
Y así fue. Se la quitó y el cogió como a los koalas. Lo abrazó contra él y le empezó a acariciar el pelo.
A veces, sólo a veces, se ponían incluso ñoños.
Después de la tormenta llega la paz.
▫▪◽◾◾◽▪▫
[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro