🌸153🌸
Era invierno.
Resultaba que donde vivían Lance y Keith por aquel entonces nevaba. Pero sólo en los lugares más altos se acumulaba la nieve.
Lance jamás vió nevar. Jamás. En Cuba no nevaba demasiado, por no decir nada. Y cuando supo que en los puntos más altos nevaba, empezó a actuar como un crío de 6 años.
-¡Va, vamos a subir por ahí!
-Lance, que no tenemos ropa de nieve.
-¡Vamos a comprarla por ahí, pero vamos va, va, va! -el cubano comenzó a zarandear al chico. Comenzó a besar varias veces su rostro.
-Vale vale. Que si. Que vamos. -Lance gritó de alegría y se abrazó al chico. Lo levantó del suelo. -¡Bájame, infantiloide! -dijo el coreano, golpeando su hombro y parte de su espalda.
Ya tenían la ropa. Keith preparó las cadenas del coche y todo lo necesario.
Y allí que fueron, a lo más alto. Y si, había nieve. Aparcó en un lugar donde no estorbase el coche y bajaron.
-¡Es nieve, nieve joder! -Lance comenzó a correr. Keith sonrió enternecido. Ver a su chico tan energético y tan alegre le alegraba a él. Claro, siempre y cuando no le empezase a dar por culo, le empezase a marear o le empezase a molestar.
Lance comenzó a hacer una bola de nieve.
-No eres Art Attack. -murmuró divertido el coreano.
-Ja ja. -murmuró Lance. Keith estaba agachado, como Lance. Y el cubano vió la oportunidad. Miró a Keith, y este le pilló. Se incorporó rápidamente.
-Es que ni te lo plantees. Te comes la nieve.
-Vale vale. -y con una sonrisa volvió a lo suyo.
Ya llevaba un rato haciendo el muñeco. Keith estaba acomodando las cadenas del coche. Y notó el impacto de algo frío en su espalda: nieve. Lance McClain.
- Lance... -gruñó. Se giró y se comió otra bola.
-Te la debía por esa vez que le di a Shiro.
-¿Ah si? Ahora verás. - Keith cogió nueve del suelo y empezó una guerra contra Lance. No había nadie, sólo ellos y la nieve por el aire y bajo sus pies. Y en su ropa.
-¡Cabron en la cara no! -gritó el cubano. Y con una sonrisa maliciosa empezó a correr tras Keith. Keith empezó a reír y a correr lejos de él. Pero el espacio era reducido. Y habían escondites.
Keith miraba a su alrededor, vigilando sus costados de Lance. Y de golpe le sintió.
-¡Te tengo! -gritó Lance.
-¡No! - Keith cayó bocabajo. Lance empezó a reír. Tu aliento salía en una bocanada de aire caliente que se volvía una nubecita de vapor. Keith se dió la vuelta, aún con el peso de Lance. -Te odio. Pienso patearte los huevos.
-Yo también te quiero. -susurró el cubano. Se quedó mirándole con una sonrisa boba. Keith chasqueó su lengua y le giró el rostro con su mano.
-Eres imbécil. - Lance se acomodó sobre él. -Quita.
-No. Espera. -murmuró. Con cuidado se subió hasta su cuello y escondió allí su cabeza. Si respiración salía en forma de vapor.
-Que haces.
- Que se está bien. -murmuró. -Hueles bien.
-Primero, huelo bien por la higiene, y dos, el único cómodo eres tú. -suspiró y le abrazó.
Se quedaron un rato asi, hablando, pasando las manos cubiertas por los guantes por y para la nieve. Lance terminó por levantarse y empezar a besar al coreano. Pero claro, si seguían sentados en la nieve por mucho tiempo, enfermarian.
Acabaron el muñeco de nieve.
-Parece un bi-boh-bi. -murmuró Lance.
-Tu eres el que les entiende, ¿no? -murmuró con los brazos cruzados, sonriendo. Lance bufó.
- Que no les entiendo. Ellos me entienden. Yo a ellos no. -Keith sonrió y le abrazó de la cintura con un brazo, mirando el muñeco de nieve. -Es feo eh.
-La verdad es que si. -dijo riendo el azabache.
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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]
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