Donde es la primera vez de Lance y Keith.

Continuación capítulo 118.

-Lance... -dijo el coreano tras la puerta del baño. Pasó sus dedos por esta y espero una respuesta.

-Que. -dijo en voz baja.

-Sal anda. Vamos a hablarlo. -el cubano abrió la puerta y le miró por el fijo hilo que dejaba. -Lance.

-No quiero Keith. No... no puedo. -el cubano le miraba con cara de pena. Keith suspiró.

- Ven sal, no podemos hablar así.

-Ves al cuarto. Me da vergüenza ahora. -y tras ello cerró la puerta. Keith se sorprendió al oirle, pero haría lo que fuese por hacerle sentir cómodo.
Y se fue al cuarto. Se quitó aquel preservativo y se puso la ropa interior. Lance llegó con la suya puesta.

-Lance.

-Tío no puedo. Te juro que no puedo, no estoy preparado... - se sentó a su lado y le miró a los ojos. -Perdóname esto.

-Lance, no tienes por que ser el de abajo. -ambos querian, tenían ganas. Y Keith se atrevió. -Yo abajo. -Lance abrió los ojos.

- Pero entonces...

-Tu... en fin. La metes. Tendrás que hacer todo lo que yo he hecho... - el coreano le miraba a los ojos. La ce asintió un poco incrédulo. Keith se arrepintió tras aquel arrebato de valentía.
O tal vez no.

Keith estaba bajo el cubano, quien besaba su boca con tranquilidad, moviendo su lengua al compás de la ajena. A lo tonto a lo tonto el ritmo lo llevaba Keith.
Y pasó de nuevo: ambos empalmados. Keith miró los boxers del chico y tragó saliva.
Lance miró a Keith, Keith miró a Lance y este asintió. Ambos se bajaron los boxers y Lance sacó otro condón. Repitió lo mismo que Keith: dientes y revisión. Se lo puso y busco el lubricante.

-Vale... está frío eh... -murmuró el cubano Keith sintió su piel ponerse de gallina al notar ese frío en aquella zona. Y un dedo. Joder es que era raro de cojones. -¿Todo...bien?

-Si, sigue. -dijo en voz baja. Y siguió. Otro dedo.
Aquel lugar se acostumbró y consiguió dilatarse lo suficiente.
Y vino la parte horrible: entrar. Lance cargó las piernas del cubano en su cintura y miró sus ojos.

-Vale... entro. - Keith asintió. Y entro lentamente. La puntita, la jodida puntita. Tragó saliva y se mordió el perfil de la mano. -Joder... -murmuró Lance. -No cabe.

-No seas egocéntrico y presiona. -dijo antes de jadear de dolor al sentir la presión. El coreano gruñió en voz alta.

-¿Que pasa?

-Nada...

-¿Por qué gruñes?

-¡No lo se calla y entra por favor! -Lance asintió un poco asustado. Y entró lentamente. A Keith se le acumularon lágrimas y Lance se las limpió.

-Vale, ya está. Estoy dentro. Todo hecho.

-Duele... -dijo mientras se mordía el labio.

-Se pasará Keith, confía en mi. -y se incorporó tras darle un beso. -Vale, iré despacio. -y eso hizo. Keith se removía entre jadeos. Se quejaba y apretaba el hombro de Lance con sus uñas. Y Lance se quejaba, porque dolía.
Y miró a Keith. Ya no clavaba sus uñas. 
-¿Bien? - Keith asintió.

-Muévete. Todo va bien. Es raro pero... todo bien. -Lance sonrió, y con menos miedo comenzó a moverse.
Por parte de Lance ha de decir que se sintió como el paraíso. Estaba calentito y apretado y... bueno, que la sensación era genial.

Ambos se vinieron, y Keith terminó abrazandose a Lance.

-Vaya primera vez más ridícula... -murmuró el coreano.

- Que va. Ha sido... normal, ¿no?

-Si, bueno, no se. No puedo sentarme.

-Eso suele ser normal después de esto, creo. Tu quédate así. -y le abrazó de vuelta.

- Es raro...

-Si.

-Tienes que probarlo.

-No. -dijo rotundamente.

-Ya veremos...

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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha.  💜 ]