Donde Lance es un tritón
y Keith un pirata.
Continuación capítulo 114

-Lance me estoy empezando a marear... -murmuró el de cola amarillenta.

- Es de madrugada ya... ¿no van a parar el barco o que? -y antes lo dice antes nota como la fuerza del barco disminuye.

-Lance por favor, pide que nos den el con de sorportar el calor... -bromeó desesperado Hunk, dándose cuenta de lo sucedido.
Ambos notaron como el ancla una descendiendo. Con una sonrisa, Lance se apartó de ella y observó como se clavaba en la arena.
Y el barco quedó estático.

-Genial. -murmuró el de cola azul.

-Lance no creo que... -el chico ya estaba subiendo a la superficie. -Lance... -sino un tanto cansado.
Al subir, Lance notó algo caer sobre su cabeza: piel de manzana.

-Hola. -dijo el chico de cabello azabache. El cubano puso una mueca molesta y se quitó la piel de la cabeza, tirándosela al coreano de vuelta. -Eh, ¿que haces? - se quedó un rato mirándole. -¿Es por tirarla al agua? -asintió. -Perdón, es la costumbre. El de la cola tan sólo suspiró y ladeó su cabeza, mirando aquella fruta. - Es manzana. ¿Quieres? -alzó sus hombros. Comer algas no era lo más exquisito del mundo.
Y descubrió un nuevo mundo. ¡Esa cosa estaba deliciosa! -¿Quieres más? -Lance asintió. - Espera. Y si... -el asiático se preocupó de que nadie le viese. Miró su alrededor: todo despejado. Afinó su mirada y disipó al final del barco algunas rocas, rocas que servían de apoyo para el barco. -Ven. A esa roca. Vamos. - Keith se levantó y tras quitarse los zapatos para no hacer ruido al correr por el suelo de madera, se dirigió a la roca.
Lance llegó antes, pero no salió hasta verle.

-Lance esto no es buena idea... -dijo Hunk bajo el agua. Estaba cansado de esas historias.
Lance vio como Keith se sentaba en la roca. Y salió. Sonriendo se apoyó en sus brazos. Keith abrió su boca suavemente.

-Eres de verdad... es increíble. -estuvo un rato mirándolo. Su mano se dirigió a su piel: era seca pero húmeda a la vez, era de otro mundo. -Pensábamos que no existiais. Pero si, existis. -Lance miró la fruta. -Ah si. -peló otro trozo y se lo dió. -¿No hablas? -Lance negó. -¿No puedes, por qué, eres la Sirenita? -Lance le miró con cara de ¿en serio? . Le lanzó agua con la mano y Keith rió suavemente. -Vale no puedes hablar, entendido. Pero me entiendes. -asintió. ¿Por qué no puedes? -Lance metió su mano en el agua y la sacó: agua. -¿Por el agua? -alzó sus hombros mientras asentía. Ni podía hablar por el aire, si hablaba se secaria con más rapidez. Y ya que no había sol, debía aprovechar. - Que mal. Me habría gustado por tu voz. -suspiró y le miró. - Eres realmente hermoso. Tienes... ¿nombre? -El chico asintió. Tras estar unos segundos pensativo, el chico comenzó a escribir en el agua. - T... no, L... Lg... ¡La!... Lam... Lan. Lanc... Lance. ¿Lance, te llamas Lance? -asintió repetidas veces, sonriendo ampliamente. - Eres precioso, Lance. -el coreano sonrió. -Soy Keith.

Se hizó tarde. Se hizó tarde y escuchó los sonidos de algunos pasos. Lance le prometió estar en el ancla, y por cada pausa nocturna, estar con él. Con él y su manzana obviamente.

A Lance le gustaba Keith.
Y Keith... Keith no sabía que estaba pasando.

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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]