Cuando Lance jugaba con Pidge y Hunk no había quien lo callese. Todo el día dando berridos, gritando y tecleando.
Keith entraba en el cuarto, le lanzaba una mirada afilada y se volvía a ir.
Que pesado que era el chico con los gritos, de verdad.
Pidge y Hunk le habían convencido para jugar online, y vaya condena.
Lance se lo pasaba como un crío. Cuando estos dos frikis llamaban a Lance por teléfono y el aceptaba, empezaban las chorradas, los gritos, los enfados, las risas y las penas. Si, las penas. Ellos no eran demasiado buenos jugando, en fin.

Y allí estaba Lance, el cuarto, con el ordenador encendido y los cascos puestos: Gritando, Como, Un, Loco.

-¡Me matan,eh... Eh eh, que me matan protegedme coño! -en la otra línea sólo habían risas de la italiana y constantes ¡ahh, cuidado!! no pasa nada... de su amigo.

-¡Lance no grites! -murmuró el coreano desde el salón. Keith volvió a abrazar a Wolf y a acariciar su pelo. -Es que es gilipollas... -beso la cabeza de su mascota y suspiró.
Y otra vez.

-¡Es una trampa, salid de ahi! -y volvió a alzar la voz. -¡Mierda, corred, mierda! -Lance empezó a gritar. Y Keith de nuevo.

-¡Lance ya vale! -el cubano no le escuchó. Supo que estaba en chat en linea, así que le mandó un mensaje.

Keith.

-O te callas ya o te parto la cara.

-¡Perdón Keith! -gritó Lance.

Y no quedó ahí.
Volvió a los gritos unos 10 minutos más tarde. Keith soltó a Wolf y gruñó.

-Es gilipollas. Muy gilipollas. Te prometo que lo cogería y... -paso su mano por su frente hasta su pelo. Y entonces tuvo una idea. Era perfecta.
Keith se fue al baño, se quitó la camiseta y se quitó el pantalón. De apoyó en la pared y activo la cara de su móvil.
Enfocó al espejo, a su cuerpo pálido y bien trabajado. Posó una mano en su paquete, y como con desgana, se hizo una foto.

Se la mandó.
Volvió al salón una vez se puso la ropa de nuevo y se sentó junto a su mascota.

-He vuelto Wolf. Y mejor que nunca. -dijo sonriendo victorioso.
Escuchaba a Lance gritar, su risa. De golpe cesó y sólo escuchó el murmuró de sus compañeros jugando.
Y le escuchó.

-Joder.

-¿Que ha pasado Lance, todo bien allí? -preguntó Hunk.

-Si si. Bueno no. Me han matado. Me voy a comer algo chicos. Ahora vuelvo a conectarme. -el cubano se despidió, cortó la llamada y volvió al salón. Miró al coreano alzando una ceja.

-Hola. -dijo Keith.

-Quítate esa ropa.

-Deja de gritar de una vez. Pareces una cabra dando tantos berridos. -Keith se sentó en el sofá. Sonriendo estiró un pie al borde del pantalón del chico. -Te has puesto calentito mientras jugabas. Que tentador.

-No me puedes mandar casi un nude mientras juego. Me llego a empalmar y...

-Y nada porque el paquete sólo te lo veo yo. -murmuró el coreano. Sonriendo se recostó en el respaldo del sofá. -He conseguido que no grites. He ganado.

-¿Quieres jugar ahora a mi propio juego? -murmuró, colocando sus brazos a los lados de la cabeza del chico, incluyéndose hacía él.
Sus manos estaban sobre el respaldo, dejando a Keith bajo su cuerpo, quedando Keith sentado en el sofá y Lance cerca de él.

-No. O si. Déjame pensarlo. -dijo sonriente. Palmeó el lado de su sofá. -Ven anda. Quédate aquí un rato. Así pienso más rápido.

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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]