🌙104🌙
-Buenos días Lance. -una voz femenina le recibió al abrirse la puerta.
-Buenos días. -murmuró el cubano con una sonrisa a medias.
-Uy que ojeras me traes. - dijo la chica, dejándole paso. -Entra anda, ponte cómodo.
Lance iba a un psicólogo. Todo lo que le estaba pasando le estaba derrotando y debilitando psicológica y físicamente. Estaba derrotado. Estaba para dar de comer aparte.
-Entonces todo va igual, ninguna evolución a favor.
-No... bueno, ya no lloro al ver fotos y demás. Antes pues se me revolvía el estómago y me ponía a llorar.
-Eso es algo bueno Lance.
-Lo que pasa es que no duermo bien. Creo que se nota. -dijo con una sonrisa a medias. -Y ahora... es que le veo.
-¿Le ves?
- Si. Le veo. Y me habla. Y le hablo y me habla.
-¿Sigues la medicación? -Lance creyó por en esas mismas palabras ¿No te estarás volviendo loco por no tomarte las pastillas?. El sólo asintió.
-Leí la prescripción y no ponía nada de alucionaciones o ilusiones.
-Supongo que por culpa de la ausencia y la necesidad de verle bien, has creado una figura suya que sólo puedes ver tú. -Lance alzó los hombros.
-Supongo.
Salió de allí y volvió a casa.
A la rutina: dejó las llaves en la entrada, fue a cambiarse y se fué a hacerse la cena.
Ahora podía ver fotos sin ponerse a llorar, era un logro. O eso pensaba.
Cuando iba a irse a dormir, volvió a ocurrir. Estaba en los pies de su cama, mirándole.
-¿Keith?
-Lance. -murmuró el en voz baja. Parecía real, de no ser por que si piel de veía más clara y no tenía sombra. No, no tenía sombra: la luz que golpeaba la ventana le daba de pleno y en el suelo no había sombra de ningún tipo. Sólo la sombra de Lance.
-¿Que haces aquí? -no respondió. Miró el suelo y luego le miró a el. Sus ojos ya no brillaban.
-Vivo aquí.
-Vivías Keith, vivías aquí.
-Es nuestra casa. Vivo aquí.
-Keith, vivías. ¿Por qué me tienes que hacer esto? Lo había superado.
-Porque piensas en mi. Y yo pienso en ti.
-Así que estoy loco. -los ojos de Lance estaban vidriosos y su tono de voz estaba más que al borde de romperse. -Estoy para irme a un manicomio y...
-No estás loco Lance. He oído lo de la psicóloga. -murmuró. No dejaba de mirarle. Parecía tan real... -A esa ni caso. Me ves, estoy aquí. Pero... -acercó su mano, y Lance sólo notó un brisa fría. -No puedo ni puedes tocarme.
-Keith, ya lo había superado.
-Lance, seguías pensando en mi.
-¿Y tu como sabes eso?
-¡Porque lo he sentido Lance, no lo sé! -ambos se quedaron en silencio. -Esto es una mierda, ¿vale? Una putísima mierda. Y yo tampoco se que hacer. Sólo... quiero verte.
-Yo también Keith. Pero de verdad. Conmigo.
-Lo siento Lance.
-Tu no tuviste la culpa. -dijo el cubano con una sonrisa a medias. -¿Quien diría que te sacrificarias por el equipo? - se limpió la mejilla. Iba a llorar.
-Lance...
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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]
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