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Royalty! AU
-Podríais ir juntos de caza. ¿Que os parece? -Alfor sonríe mientras mira a su hijo y al príncipe de melena negra.
-Bueno, se puede ir viendo.
-Tenéis que pactar, tenéis que hacerlo. La semana que viene firmamos.
-Si señor, será el acontecimiento del año. - Kollivan, el rey del imperio Galra asiente, sonriendo. A diferencia de Alfor, Kollivan llevaba a cargo al azabache. Su padre había fallecido años atrás, cuando apenas era un niño. La única persona de confianza que le quedaba era Kollivan.
-Bueno, tenemos que mirarlo los dos. - murmura Keith. Lance simplemente le mira hablar. Como sus labios se mueven y sus ojos miran a las personas que se encuentran sentadas en la mesa. Sonríe y ladea su cara, observando como todo detalle suyo: pestañas, labios, mejillas, manos... Demasiado para él, de verdad.
-Voy a ir a por agua. - murmura el castaño, poniéndose en pie.
-Puede ir Coran.
-No, voy yo. No pasa nada. - sonríe y gira hacia la cocina. Está vacía. Abre la nevera y saca una jarra de agua fría.
Maldito Keith. Algún día se las pagará.
Los tacones de los zapatos de vestir de alguien se asoman por la cocina.
-Voy ya. -murmura el castaño, cogiendo con las pinzas varios cubitos de hielo, echandolos en un cubo de ojalata.
-Soy yo. -sonríe un chico de melena negra y ropa de tonos cálidos. - Tardabas mucho. - se encuentra de brazos cruzados en la puerta.
-Me has asustado... - ríe Lance. - Cierra anda. - el azabache obedece y se acerca a la encimera. Apoya su cuerpo en ella y le observa.
-¿Tantos cubitos?
-Lo que se derrita enfria al resto de cubitos. - deja la pinzas en el cubo y mira los ojos de Keith.
-No has dejado de mirarme.
-Puede ser. - Lance muestra sus dientes blancos. Sonriendo, acerca sus dedos a su camisa, colocándosela. - Si no tuvieras esos ojazos no pasaría.
-No he dicho que me moleste. -susurra. El moreno, aún con una sonrisa en la boca, dirige sus ojos a la puerta. Nadie, no hay nadie. Aún hay jaleo en el salón.
Sonriendo, acerca su rostro al ajeno, ladeandolo. Pega sus labios en los ajenos de forma lenta y dulce, con sus manos ahora resbalando por su pecho.
Se separan. Con una sonrisa traviesa, el moreno lame los labios de Keith y abre su boca un poco más. La lengua da la bienvenida a un nuevo beso, ahora menos dulce.
Keith ha decidido conducir sus manos a su cintura, dejándolas resbalar por sus caderas, y conduciendolas finalmente a su trasero. No se va a privar ni mucho menos y apretarlo y acercarlo a él.
Ahora una mano de Lance ha subido a su nuca, acercándole a él más, si es que se puede.
Están ahí, en la cocina, en silencio, devorandose a besos.
Se separan unos centímetros. Lance observa de nuevo sus ojos. Esos ojos lilas son su perdición.
-¿Que pasa? - susurra Keith, aguantandose una sonrisa tonta.
-Qué me encantaría escucharte. Una noche. Una me basta... - dice en voz baja, con las manos resbalando por su cuello. Ahora el castaño tiene una pierna cerca del hueco de las suyas.
-Y a mi. Más de una.
-¿Te gustaría escucharte? - bromea, sonriendo, ladeando su boca para buscar la ajena.
-Bueno, depende. - sonríe. Ahora son las manos de Lance las que pellizan culo, pegando sus labios a los ajenos una vez más.
Después de largos besos, se pegan al cuerpo ajeno, abrazando al otro.
-No puedo más... - musita Lance, sonriendo de rabia.
-Yo tampoco...
-Esta noche igual... - una voz les interrumpe.
-Hijo, ¡el agua, nuestras bocas padecen sequía ya! - junto a su padre, la risa de Kollivan. - ¡Mira, ya va Corán! - Lance abre los ojos y se separa de Keith.
-¡No, no, ya va ya va! - el chico de melena negra se aleja de él. Cuando se quieren dar cuenta, quedan la mitad y menos de los cubitos de hielo.
Demasiado calor, seguro.
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[💜 Nota de la autora para oír a sus lectorxs:
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]
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