Donde Lance y Keith
están ingresados en un hospital.

Continuación capítulo 20.

-¡Dios mío McClain, tienes el azúcar por los aires! - Keith ríe al escuchar a Melenor alzar la voz en el cuarto de Lance. La hermana de Keith, Axca, se queda mirando a su hermano. En la boca tiene una sonrisa dulce. Está tumbado, con su cánula nasal en su nariz, sonriendo y mirando de reojo la habitación de su compañero. Está a 3 habitaciones de la suya.
El asiático peina varios mechones tras su oreja y coge aire de manera profunda.
Su hermana se hace presente.

-¿McClain es Lonce, no?

-Lance. Si. - sonríe y coloca sus manos en su vientre, sobre las sábanas y sobre su ropa de hospital.

-¿Qué le pasa con el azúcar?

-Bueno. - Keith sonríe y ladea su cara hacia él. - Es diabético. Por culpa de la diabetes tiene problemas del corazón y lleva aquí como dos años o así. Y cuando puede se escabulle para ir a por comida a la máquina.

-Ay madre. Un día le va a estallar el corazón. - Keith ríe y niega con una sonrisa. - ¿Cómo le permiten eso?

-No, no se lo permiten. Al contrario, le tienen bastante vigilado. Se toma la insulina y demás. - tira el aire por la boca y mira hacia la puerta. Solo escucha murmullos. La tele se escucha de fondo. Su hermana tiene un libro abierto en sus piernas. Vuelve su mirada a él una vez comprueba la sonrisa tonta de su hermano por última vez.

-Keith.

-Qué.

-¿Te gusta el Lance ese? - el coreano frunce el ceño y gira su cara a su hermana.

-¡Que dices, de que hablas! - y rojo peina su pelo. - No. No tiene por qué. O sea... no, él es mi amigo y no se.

-Es que sonríes mucho tú.

-¡Por qué es un tonto, es un imbécil integral!

-Bueno. Si tu lo dices. -su hermana vuelve al libro.
Es lo último que se dicen.
Después de un cuarto de hora, Allura, una enfermera, entra por la puerta.

-Buenas tardes. - murmura sonriendo. - Hola Keith. Como lo llevas, cariño.

-Bien, creo. - el coreano se incorpora y se pone recto.

-A ver... - con el estetoscopio de Allura en su pecho, Keith coge aire y lo tira. - Bueno vamos a estar así una media hora más y paramos. Aún tienes restos de mucosidad.

-Vale. - sonríe de manera educada y observa a la morena salir por la puerta con una sonrisa.
Y tras su salida, unos toques en la puerta.
Un chico moreno, esta vez sin gotero, aparece por la puerta. A Keith se le hace inevitable sonreir de forma tonta.

-Hola. ¿Se puede? - murmura con la misma cara de tonto que Keith.

-Si. ¿Quién... eres?

-Axca, es Lance. - la chica de cabello asiente y sonríe.

-Encantada Lance. Soy su hermana. Me ha hablado de ti. - Keith chasquea su lengua y rueda sus ojos. - Voy a ir a tomar un café. Vuelvo en media hora. Cuando te quiten la escápula vengo. - la azabache deja su libro en la mesa y se levanta. Lance simplemente sonríe y espera.

-¿Cierro? - murmura.

-Si. Mejor. - el castaño se acerca en cuanto están solos. - ¿Como vas?

-Oxigenoterapia. - con la yema de su dedo golpea la cánula. Lance sonríe.

-Eso lo he visto. No soy nuevo. - murmura de forma burlesca. Con cuidado se sienta en un lado de su cama. Keith está ahora apoyado en el cabezal de la cama/camilla. Sonriendo se miran a los ojos, y con la misma tontería que un niño de 12 años, el moreno se acerca a la boca de Keith para plantar un pequeño beso. Y con una sonrisa en sus labios, planta otro más.

-He oído la bronca. - Lance ríe mientras busca con su mano la de Keith.

-No ha sido para tanto. Me ha subido un poquito. Solo ha sido un zumo de la máquina. - susurra contra su boca. Y sonriendo, planta otro beso.
Cuando quiere darse cuenta, Lance está apoyado en un brazo, con los ojos cerrados, besando a Keith lenta y cuidadosamente. Su mano libre está acunando su mejilla.
El asiático continúa el beso como puede. La cánula le molesta un poco en pleno beso.
Ladea su cara y juega con los dedos de Lance, con los dedos de la mano que se apoya en el colchón.
Cuando siente su lengua chocar contra la suya, totalmente de cara, suelta un ligero ronroneo.
Su mano libre se encuentra en su hombro, casi en la zona del cuello.
El beso es perfecto. Es lento, con lengua pero sin desvariar o irse de madre, con calma y dulzura.
Solo que Keith comienza a perder la coordinación de su respiración.

Le toca separarse y separar al cubano del hombro.

-Joder... espera... espera... - coge aire de forma profunda. La respiración le va de forma agitada. No mucho, pero más que antes si. Lance sonríe y coge su mano. - Es que... me cuesta. Perdona.

-No pasa nada. - ríe y mira a Keith. Tiene su mano entre sus dedos. Están ahí, juntos, en silencio.

-Lance. Te tiemblan las manos. - el moreno ríe y levanta la mano de Keith hacia su pecho. El corazón le va a mil. - ¡Lance!

-¡No pasa nada!

-¡Lance tienes problemas cardíacos si pasa! - el moreno ríe y coloca la mano de Keith en su propia mejilla, acunando su cara.

-Nada nada. Los nervios. Era mi prime beso.

-Eres imbécil. - ríe Keith. Sabe que no es su primer beso.

Y entre sonrisas, planta otro beso pequeño en su boca.

A Keith le tocó otro cuarto de hora más de oxígeno.

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