Donde están en un
mundo apocalíptico.
Zombie! AU

Abre la puerta con cuidado.
Si hace ruido podrían ponerse en peligro.
Cierra la puerta en cuanto saca la llave del cerrojo. No hay nadie en la planta de arriba. Tampoco va a gritar el nombre de nadie.
Se arremanga los brazos de su fiel chaqueta roja y baja las escaleras hacia el sótano.
Ahora el sótano es su búnker. Es el único sitio seguro. No sería la primera vez que las entrasen por el piso de arriba, sorprendiendoles y dejándoles indefensos ante el peligro.
Abre la puerta del sótano.

-Hola. -murmura. La respuesta de vuelta tarda un poco más y carece de ánimos.

-Hola. -el cubano está mirando un puñado de hojas. Entre esas hojas hay mapas con círculos.
El asiático deja su filo en la mesa y se limpia las manos con agua y jabón. Aún puede sentir la sangre en ellas... es muy desagradable.
Mira de reojo a Lance.

-¿Como... va eso? -susurra. El cubano sigue ahí, sin abrir la boca, cara a las hojas.

-Bueno... -musita.
Observa como su cabeza se ladea ligeramente. Observa como su nuca queda a la vista. Como su hueso de la nuca se marca al echar el cuerpo hacia delante.
No, no puede dejar de pensar en la noche anterior.
No puede dejar de pensar en el cúmulo de adrenalina y estrés que entre ellos evaporaron.
No se va a olvidar tan fácilmente de como su voz salía en chorros cálidos por sus labios y contra su piel.
Se acerca a él y se sienta a su lado en el sofá.

-¿Puedo ver... como va todo? - murmura. Lance frunce el ceño.

-Si, claro. -le tiende el papel sin mirarle. Keith se queda mirándole unos segundos. Lance no, ni uno siquiera.

-Oye. -otra vez más. -¿Esta es... zona de riesgo? -señala el mapa. Lance no le mira.

-No se. -entonces Keith gruñe entre dientes. Planta esos papeles en la mesa y se gira cara a él.

-Ni siquiera me has mirado. -Lance tira el aire por sus labios. -Qué pasa, ¿no vas a mirarme a la cara? -el cubano suspira. No le mira. -¿Es por la última noche? -Lance cierra sus ojos, tratando de olvidar lo que acaba de escuchar. Tira el aire por la nariz. -Pasó. Ocurrió. Y no pasa nada.

-Si pasa. -el moreno se gira cara a él una vez tira los papeles en la mesa. -Si pasa por que en medio de una movida como esta nos... nos ponemos a follar como conejos. Si pasa. -su mirada se clava en el como una daga. -15 muertes. 15 muertes más en una sola noche.

-No es nuestra culpa.

-¡No, pero llegamos nosotros y ala, a follar! -el coreano tiene los ojos entrecerrados. Le jode, claro que le jode lo que está escuchando.

-No hicimos mal a nadie. Nadie nos vió. Fue sólo un momento. ¿Qué problema hay? -el moreno tira el aire y mira a su alrededor nervioso. - No... te gustó.

-Si. Me gustó. Ahí está el problema. -maldice en su lengua natal antes de ponerse en pie. Sobre la mesa hay papeles y su escopeta. De alguna manera deben defenderse... y que mejor que su escopeta con la que, por desgracia, su padre cazaba. -Keith, estamos en... en un problema gordo. No puedo ahora estar planteándome mi sexualidad. -el coreano sigue mirándole desde el sofá.

-Entonces no estarás haciendo las cosas bien...

-Da igual por que mañana puedo estar muerto. -y tras semejante testamento, el cubano desaparece del sótano una vez ha cogido su chaqueta y su escopeta, para subir a una planta de arriba y vigilar. El resto del equipo está buscando con lo que pasar un día más.

Y ahí se queda Keith, dudando de si realmente lo que habían hecho era lo correcto.

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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]