-¡Vamos, entrad al put... al puñetero corral! -indica a las gallinas con ligeros movimientos de la escoba que entren en el corral. Entra la última gallina. Cierra.
Bufa y limpia el sudor de su frente con el exterior de su antebrazo. Vacia sus pulmones y sale de allí.
El fresco de la colina golpea su frente.
Sin duda venirse a la granja fue una gran idea. Nada de cohetes, ni espacio exterior, ni guerras intergalacticas
Aún recuerda la sensación cuando murió y revivió... fue horrible. Ese frío. Ese frío abrazando su cuerpo. Ese calor de golpe entrar por su cuerpo y bajar como una corriente eléctrica.
Horrible.
Vive un poco mejor así. Echa de menos estudiar astrología y mecánica pero... prefiere vivir en su granja. En su trocito. En su lugar en la tierra.
¡Encima ve el mar desde allí, que más puede pedir!

-¡Lance! -grita su madre. El moreno cierra sus ojos y tira el aire por su boca. No va a reventar su momento de paz ahora. -¡Lance, hijo! -ni caso. Lance niega y coge aire de nuevo. Tiene sus ojos cerrados. -¡Lance, diablos, te estaba llamando, contéstame! -el castaño bufa. A la mierda el relax postordenar-el-maldito-corral. Rueda sus ojos y mira a su madre.

-¿Qué? Estaba tomando el aire. ¡Tú no tienes que meter a las put... las malditas gallinas ahí dentro, son el demonio!

-¡Ni por qué limpio la mierda de toda la casa, cosa que no hacéis ninguno! -ya tenemos ganadora. -Teléfono. Ya habrán colgado. -Lance abre sus ojos.

-Podrías gritar eso primero.

-Podrías contestarme.

Entra por la cortina de tiras de plástico.
Si telefono está Verónica. Tiene el cuerpo inclinado hacia delante.

-Si... lo imagino. -dice sonriendo. Mira a su hermano. -Si... mira, ya está aquí. Te lo paso. Cuídate.

-¿Quién es?... -susurra Lance.

-La abuela. -dice Verónica, aguantando la risa al darse la vuelta.
Lance coge el teléfono y lo pega en su oreja. Se dirige al baño mientras tanto.

-Hola abuela.

-Yo creo que tanto como abuela... ha pasado tiempo pero no tanto... -en efecto, esa voz no es de su abuela. No se lejos. Esa voz es demasiado masculina.

-¡Keith! -Lance sonríe. -¡Verónica esta te la guardo! -Keith sólo puede reír al oír la pelea en la otra línea.
Después de unos segundos, Lance se pronuncia. Esta sonriendo. Tiene el móvil acomodado en el hombro. Se tiene que lavar las manos, ha estado tocando muchas cosas en el corral. -¿Como estás?

-Cansado. Llevo 6 horas de viaje...

-Joder... lo siento...

-No pasa nada. Vale la pena.

-¿Donde te destinan?

-A un lugar bastante bonito. Ya he ido varias veces. -Lance frunce el ceño.

-No me suena que hayas ido a algún lugar bonito de misión.

-Quien ha dicho misión. -Lance frunce el ceño.

-¿Que te toca, repartir cargas de medicina?

-No -Keith ríe.

-Pero enton...

-Es un sitio bonito. Tiene vistas al mar. Ya lo veo de echo. -una pausa. Lance abre sus ojos. -Y veo una gallina suelta... -Keith se aguanta la risa. Lance sale corriendo del baño.

-¡Lance se ha escapado una galli...! -Rachel no acaba la frase. Sólo puede coger el teléfono y colgar por Lance. El moreno abre la puerta.
Ante él, el calor de la nave aterrizando en la lejanía.
Sonríe y echa a correr.
La nave aterriza lentamente.
Las flores y el césped deja de sacudirse.
La puerta se abre.
Un soldado de marmora con la máscara puesta sale de ella. La máscara se esconde y deja salir una melena negra y una carita pálida. Es Keith.
Lance sigue corriendo.
Keith acorta distancias corriendo unos pocos metros.
Ambos cuerpos chocan y se abrazan.

-He vuelto... como siempre... -murmura Keith.

-Te quiero. Te quiero te quiero... - susurra Lance, abrazandole y acariciando todo su cuerpo.

Ha vuelto.
Como siempre.

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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]