–Sinceramente, yo no tengo muchas esperanzas y eso es lo que se pierde por ultimo ¿o no? –Comenta levantando la mirada de su plato mientras sonreía de lado, los hombres en la gran mesa rieron por el comentario. –Lamentamos que la esposa de Min este en una situación crítica pero la perra se lo merece–Soltó mientras levantaba en su mano una copa llena del mejor vino del lugar.

El escándalo de quejas que se desató después fue totalmente esperado. Todos repetían maldiciones y una que otra amenaza hacia la mujer que ahora luchaba por su vida, les resultaba un poco gracioso que ahora ella este sufriendo.

–Tan lamentable–Interrumpió de nuevo limpiándose la poca salsa de su boca luego de terminar de comer. –Deberíamos hacer acto de presencia y brindarles nuestra gran y generosa ayuda al poderoso señor Min. –Dice viendo los ojos llenos de maldad de todos sus secuaces.

–Esta noche, agosto del presente año, la gran familia Jung brinda su generoso apoyo al notable y valioso señor Min y su distinguida esposa, Zara. –Una mujer de cabellos tan negros como la noche misma, exclamó ganándose los aplausos de todos los presentes.

–Estoy entusiasmado por arrimar el hombro. –Comenta levantándose divertido, sus cabellos rojos peinados minuciosamente encajando por completo con su semblante agraciado y pulcro. –La familia Jung, siente que será el principal decoro de todos.

Y mientras la noche lóbrega de agosto iba avanzando, los planes bien introducidos de una familia de mafioso boticarios eran puestos en marcha.

La estimulación.

Sencillamente, conseguir que Min Zara no pudiese despertar de nuevo.

Un término bastante osado sabiendo que se trata de la esposa del individuo más poderoso de la cuidad pero tenían su objetivo bastante claro, no dejarían que esa mujer sobreviviera y volviese a hacer de las suyas.

Mientras tanto en la gran mansión de Min la situación con respecto al estado de Zara era bastante complicada y alarmante para todos. Ya sea que la conocieran directamente o no, todos sabían que si ella sufría, Yoongi estaría del peor humor posible y los pobres diablos que sufrirán serían los seguidores del mismo.

Pero aunque la mayoría seguía trabajando casi sin descanso para evitar nuevos problemas al jefe, había un pequeño grupo que buscaban rebelarse ante las grotescas demandas de Min. Y todo se debía al poco profesionalismo que este daba a conocer al tener que cancelar varias juntas de suma importancia por el hecho de que Min Zara estaba en condiciones no deseables, pero aquello no tenía nada que ver con los negocios de la compañía. Ninguna vida era lo suficientemente valiosa para detener lo que por décadas ha sido tan significativa e importante.

–Señor, si me permite dar mi opinión, anular esta reunión, que por meses ha estado esperando me parece un total desperdicio. –La voz de SeokJin se escuchó

–Aprecio tu opinión SeokJin, pero ya lo he decidido, no iré a esa reunión por fuerzas mayores, hazlo saber a mis socios.

Con seguridad Min ordenó mientras se colocaba correctamente su traje gris mirándose en el espejo sin expresar desconcierto alguno.

SeokJin asintió suspirando resignado, ya no podía tratar de convencerlo, era tarde y YoonGi estaba completamente seguro de lo que haría.

La junta era pasada a segundo plano cuando se trataba de Sara.

–Espero que sepa lo que está haciendo, porque tarde o temprano podrá arrepentirse de esto, señor.

Fue lo último que dijo antes de salir del lugar dejando al pálido solo y con sus pensamientos.

Pensamientos que eran más fuertes que de costumbre. No podía acostumbrarse a la idea de que ahora su esposa estaba en una lucha constante con la muerte. No tenía mucho tiempo, debía mover las piezas lo más rápido posible, eso significaba que el hermano de Sara debía entrar en acción.

Se dirigió al primer piso seguido de sus dos escoltas personales, sus ojos barrieron toda la sala hasta encontrar a SeokJin alejado de todos con una expresión seria y con los brazos cruzados, parecía molesto y Min entendía el motivo, esa reunión era el sueño de SeokJin y ahora ese sueño se terminó incluso antes de terminar.

–Busca al niño, es tiempo de decirle lo que está ocurriendo realmente, ya no tengo mucho tiempo para que se adapte a esto. –Ordenó al opuesto sorprendiéndole por completo. Había estado ignorado al chico por días hasta entonces, no creyó que ahora querría verlo.

–Lo buscaré.

Mientras el niño accediera a todas las condiciones todo estaría bien, pero algo dentro suyo le decía que Jimin no tendría la mente tan abierta si desde un comienzo trataron con él con mentiras.

Mientras la noche comenzaba a acabarse, SeokJin se dirigía a la habitación asignada del joven Park y la ansiedad de acompañante.

Golpeó dos veces mientras lo llamó con calma, todo opuesto a la tormenta que ocurría en su interior.

Segundos después, la cabellera rubia apareció detrás de la puerta, los ojos adormilados y su pequeña figura luciendo ropas grandes.

–SeokJin Hyung... ¿ocurre algo? –Pregunta sorprendido de que el mayor llamara a la puerta sin avisar con antelación cuando iría a visitarlo.

El nombrado apenas sonrió, quizá para convencer al menor que todo estaba bien o tal vez para darse asimismo la calma que estaba buscando.

–Buenos días Jimin, vine a escoltarte a la oficina del señor Min, hay algo de lo que deben hablar.

Jimin asintió por lo bajo siendo observado por el mayor.

–Se trata de mi hermana, ¿verdad? –Su pregunta deja pasmado al opuesto quien sigue observándolo con detalle.

El chico es listo o debe ser bastante intuitivo.

– ¿Cómo...

–Murmuran cosas–Responde abrazándose asimismo, buscando crear una barrera para que SeokJin ni nadie pueda ver su interior. Su infantil rosto siendo alumbrado por las luces del pasillo mientras una extraña sensación cruza por sus cuerpos, similar a un pavoroso escalofrío.

–¿Qué es lo que murmuran? –Siendo delicado y bastante cauteloso trata de averiguar qué es lo que exactamente sabe.

Jimin duda por el momento pero habla sabiendo muy en el fondo que podría confiar en SeokJin.

–Dicen que mi hermana...que ella está entre la vida y la m-muerte, yo les creo porque la vi y...–Respira agitadamente, nuevamente los recuerdos de ese día apareciendo como pesadillas en todas partes, veía sangre, cadáveres y sentía culpa de todo.

–Jimin...

SeokJin se alarma de inmediato, no estaba al tanto de lo que el chico sabe y eso le hace parecer de alguna forma sospechosa, se le había encargado a todo el personal que no mencionaran nada de eso, esto no va a gustarle nada a YoonGi.

–Llevo seis días con casi cinco horas esperando que me dijeran algo de ella, ¿Por qué ahora?, ¿Q-qué ha pasado con ella?, ¿E-está bien?

Desesperación, era aquello que vibraba en los pensamientos del rubio, era lo que hacía que sus labios se movieran por si solos y que sus ojos fueran un océano de lágrimas.

–Jimin, te llevaré con YoonGi. Tendrás tus respuestas con él, yo no estoy autorizado para discutir esto.

No había mucho que decir, tampoco tanto que ocultar en ese instante, porque si el chico sabe algo, puede que quizá el plan resulte un poco más fácil.

Jimin quería mantener una apariencia calmada pero en ese momento y en esas circunstancias era improbable.

Caminó hasta la oficina del señor Min pensando en lo que estaba pronto a ocurrir e imaginándose los peores escenarios en su cabeza.

–No estés nervioso, pronto tus dudas se resolverán, cree en mí.

Seokjin parecía buscar varias formas de apagar el estado ansioso del menor, sin pensarlo realmente, buscaba ser su faro de luz.

Jimin pretendió que todo estaría mejor, sin pensar mucho en las cosas que lo estaban ahogando desde que el mayor fue por él.

Tras golpear la puerta el llamado de Min se escuchó fuerte y claro, logrando alterar sus latidos de una forma aterradora.

Sus pies se movieron por si solos y cuando se dio cuenta ya estaba sentado enfrente de aquel hombre de piel clara y ojos astutos.

–Buenos días.

Dijo mirando tanto a Jimin como a SeokJin. Aunque buscaba que el plan fuera lo más rápido posible no podía hacerlo de esa manera, Jimin es niño y no posee el conocimiento absoluto del entorno.

–Señor Min, el joven Park tiene conocimiento del estado en el que se encuentra la señora Min.

YoonGi no se imaginaba nada de eso y mucho menos imaginó ver aquella mirada perdida en el menor, sus azules ojos siendo una tormenta de desconciertos. Por primera vez en lo que llevaba observando al menor, pudo notar una expresión distinta a la que acostumbraba a ver, fuera de esa mirada llena de lastima y temor, finalmente veía coraje, esa mirada similar a Sara.

–Entonces...debes estar al tanto del porque te he llamado.

Por más que deseara saberlo todo, no lo sabía, e imaginar no era lo mejor.

–N-no lo sé.

Fue sincero y un cobarde al bajar la mirada nuevamente, su momento de valentía había terminado y por ello Min apretó los dientes molesto, no le gustaba nada ver ese niño vulnerable, le causaba repulsión.

–Bien, no creo que no sepas absolutamente nada pero, lo que si debes saber con seguridad es que Sara no está nada bien, su situación empeora cada día y la única persona que podría ayudarla se la pasa siendo un cobarde de mierda que no puede sostener el maldito contacto visual por más de seis jodidos segundos.

Sus bruscas palabras atacaron directamente al rubio haciéndolo sentir más pequeño en ese gigante lugar.

SeokJin endureció su mandíbula mientras miraba con desaprobación al pálido.

–No me digas que el niño logró suavizar tu crudo corazón, SeokJin. –Ironizó al instante que Jimin apretó los puños dándose fuerzas para levantar finalmente la mirada. Fue allí donde YoonGi volvió a tomarlo enserio.

–¿Cómo...cómo puedo ayudar a mi hermana? –Pregunta y consigue que el pálido sonriera satisfecho sabiendo que su plan funcionaria cueste lo que cueste.

–Es bastante sencillo en realidad.

Y SeokJin sabe que nada es sencillo, que lo que estaba a punto de acceder sería como vender su vida, que después de eso no tendría ninguna oportunidad de aventarse al mundo, de vivir, estaría encadenado por siempre.

Jimin lo único que piensa es como ayudar a su hermana, teóricamente eso es lo que los hermanos hacen, ayudarse mutuamente pero, ¿Dónde estuvo ella cuando él más la necesitó?, no quería creer que ella buscaba alejarse de su pasado porque en su pasado y hasta en este presente se encontraría con él, la única familia de sangre que le quedaba, los únicos sobrevivientes.

–¿Qué tendría que hacer?

YoonGi siente la adrenalina apoderarse de su cuerpo como un relámpago

–Necesita un donador, de sangre universal, tipo de sangre que se ha vuelto casi inexistente después de la pandemia, los pocos que quedan son inaccesibles, no desean donar pero tú, eres su hermano de sangre y eres ideal para la donación incluso de otros órganos.

SeokJin permanece callado, no tiene la autorización de decirle lo que realmente pasará si da el consentimiento.

Jimin en cambio baja la mirada pensativo, Sara no está bien, es peor de lo que hubiera imaginado pero tiene una esperanza, y esa esperanza es él. Podría salvarla pero, ¿Qué pasaría después de eso?, sonaba un poco egoísta pensar en él teniendo a su hermana en esas condiciones pero... no, no era egoísta en si pensar en él, porque los seres humanos lo son por naturaleza y resulta más egoísta que después de años de vagar por el mundo como una escoria, luchando por sobrevivir, sin nadie más que su latente sueño por conseguir un poco más que el día anterior, ahora resulte que su hermana necesita más de él que nunca. No le veía sentido y por eso, quería ser egoísta por primera vez.

–Aceptaré donar.

Fueron las dos palabras que YoonGi necesitaba oír, lo sintió mucho más sencillo de lo que creyó y quizá fue eso su primer error, subestimar al chico, creer que aceptaría así sin más.

–Perfecto, entonces redactaré un contrato para ti y...

–Pero...quiero tener mis condiciones.

–¿Qué?.

–No donaré mi corazón o ambos órganos que yo necesite como los dos riñones o mis dos pulmones.

Seokjin sonrió ganándose una mala mirada del pálido.

–¿Por qué quieres tener esos términos?, ¿acaso te importa más tu miserable vida que la de tu propia hermana?.

Lo que buscaba ahora era hacerlo sentir culpable pero...eso no funcionaria, en esa ocasión no.

–Me importa más mi hermana de lo que cree, pero no sé si yo realmente le importaba, no estoy seguro si ella haría lo mismo por mí. Y si, también me importa mi miserable vida...porque después de todo, sigue siendo solamente...mi vida.

–Eres egoísta y un...

–Alguien me dijo que: cuando vea una oportunidad grande no la desperdicie y que sea egoísta, así como el mundo lo fue conmigo al quitarme todo lo que amaba.

El rubio dirigió su mirada hacia SeokJin y este sonrió con orgullo.

Yoongi viendo en la posición en la que estaba no le quedó de otras más que aceptar.

–Aceptaré tus condiciones, pondré a redactar el contrato con Jeon. Dile lo que demandas.

Se levantó y con pasos largos salió del lugar.

Seokjin siguió a YoonGi después de murmurar en dirección al rubio.

"Bien jugado".

Dos días antes:

–Esto me parece un poco fuera de lugar.

Seokjin se veía a si mismo sosteniendo el marco de lentes nuevo que Jimin compró para él.

–¿Qué dice, hyung?. Yo creo que es lo justo, usted ha sido muy bueno conmigo.

Las palabras del menor resonaron en su cabeza al mismo tiempo que negó riendo por pensar que el chiquillo era solo eso, un chiquillo, con un corazón bueno o quizá una mente que bloqueaba lo malo.

–Lo digo porque este dinero se te fue asignado para que compres cosas de mayor utilidad para ti, algo fundamental.

Jimin ríe despacio observando al mayor sentado enfrente de él en la parte de atrás de aquel elegante auto negro que siempre lo llevaba a los lugares que quería ir.

–Lo fundamental lo tengo actualmente, comida y una cama donde dormir...no se para que me serviría ese dinero, pero quería darle un uso. Como agradecimiento.

Seokjin suspira sin poder creerlo.

–Te lo agradezco Jimin. Pero,la próxima vez no lo hagas así, piensa un poco más en ti y tus necesidades...

–Y lo hago, por eso decidí buscar pronto un trabajo, aprecio la humildad de mi cuñado pero yo...yo quiero, quisiera valerme por lo que soy. El mundo me ha enseñado que extrañamente nada es para siempre, porque es egoísta y la felicidad de las personas es su veneno.

–Jimin, cuando veas una oportunidad tan grande, no la desperdicies, se egoísta, como el mundo lo fue contigo.