🎴Capitulo: 05🎴
Las calles eran tan diferentes a las que estaba acostumbrado a ver y a vivir, estaba convencido que esa zona era de ricos y ahora la desconfianza lo consumía, no sabía lo que le esperaba y le aterrorizaba demasiado, casi toda su vida se la pasó en las calles, robando para poder sobrevivir y ahora escuchar que su hermana estaba viva y además casada, lo consideraba casi irreal.
Casi porque ahora estaba dentro del auto de un abogado que tal parece trabajaba para su hermana y su esposo. Entonces, su vista viajó hasta el hombre de traje gris que conducía silenciosamente, estaba curioso por saber hasta dónde irían y si realmente se trataba del abogado de su hermana porque ahora que lo pensaba mejor, se había subido al auto de un completo desconocido con la excusa de que lo llevaría con su Zara, ¿Qué tal si no era así como lo había dicho?, ¿Qué si se trataba de un asesino psicópata y lo mataría a fueras de la cuidad sin que nadie lo viera?, pero, ¿Por qué un asesino siquiera se molestaría en acabar con su miserable vida?, no tenía nada más que el gran anhelo de encontrarse con su hermana, solo tenía eso.
-¿sucede algo?-Cuestiona el hombre de traje, había percibido la aguda mirada del menor sobre él, haciéndole sentir incómodo.
Jimin se exaltó tras escuchar la voz del contrario, no notó que lo estuvo mirando por unos largos minutos mientras se perdía en sus pensamientos. Desvió la mirada hacia la ventanilla a su izquierda y de nuevo se asombró, en unos metros había el edificio más enorme y lujoso que alguna haya visto.
-Joven Park-Llama una vez más el mayor tras el amplio silencio.
Los ojos azules del menor brillan de asombro así como sus pulsaciones se aceleran al ver que estacionaron enfrente de ese increíble edificio.
-¿Es aquí?-Balbucea.
Escucha la leve risa del mayor.
-Aquí es, sí. Debemos subir, el señor Min nos espera.
Jimin comprende que ese señor Min se trata de su cuñado, también entiende que él no encaja en lo absoluto allí, ni por asomo.
-¿Es necesario?-Pregunta al salir del vehículo sintiendo la brisa golpear gentilmente su rostro.
-Yo creo que sí, ¿o cómo podrá conocer al señor Min?-le cuestiona en tono divertido mientras se acerca y pasa su brazo por los pequeños y tensos hombros del adolescente.-No sienta miedo, todo está bien joven Park, ahora está a salvo y nadie podrá hacerte daño.-Dijo en un intento de calmar al rubio a su lado, pero ¿realmente estaba siendo sincero?, la verdad es que ni siquiera él podría asegurar lo que pasaría una vez dentro del edificio.
Min Yoongi es un hombre complicado, difícil de leer y de tratar, por lo que aquellas palabras en parte, también eran para calmarse a sí mismo.
Jimin suspira al sentir que sus pies estaban caminando junto a la par del señor de traje. Había olvidado por completo su nombre y eso lo avergonzaba un poco.
-Nunca pensé siquiera pisar uno de estos edificios.
Su pensamiento fue dicho en voz alta logrando que se lamentase al instante.
-Ahora no solo va a pisarlo, también vivirá en él.-Respondió al momento que los dos se subieron a ascensor.
-¿Qué ha dicho?-exclama creyendo haber escuchado mal.
-Que vivirá aquí.-repite contagiándose del asombro del menor, sus expresiones tan transparentes y llenas de pureza.
-¿Viviré aquí?,¿con... Zara?-Emocionado, no puede evitar sonreír ampliamente.
-Bueno...
Es interrumpido por el ascensor siendo abierto dejando ver maso menos como a diez hombres.
-Finalmente llegaste Jeon-Habló uno de ellos fijando su filosa mirada en Jimin.-Tu debes ser Park JiMin-Dice acercándose solo un poco y observándolo con más detalle.
-Si...lo soy.
-Mi nombre es Kim SeokJin,soy la mano derecha de su cuñado, nuestro jefe: Min YoonGi.
Jimin boquea, ese nombre ya lo escuchó antes pero no recuerda con exactitud en qué lugar.
Sin saber que decir solo asiente temeroso, su cuerpo tiembla ligeramente pero entonces el mismo hombre vuelve a hablar;
-Min nos espera y su principal virtud no es la paciencia señores.-Comenta dándose la vuelta mientras los demás hombres se colocan ordenadamente a su alrededor como si fueran una especie de...escudo.
El trayecto fue más corto de lo que esperaba, pero eso no ayudaba a que sentía que el corazón le saldría disparado del pecho. Desde que ha llegado su mente se llenó de preguntas y una de ellas era saber dónde se encontraba la única persona que le importaba, pero todos actuaban de una manera muy extraña y conseguían incomodarlo a tal punto de sentir en cada partícula de su ser, un miedo irracional.
Creía en algún lugar de su mente que se trataba de un sueño y que todavía permanecía dentro de la cárcel, pero al admirar las decoraciones del interior y al mismo tiempo sentir las presencias de esos tipos que nunca había visto se hacía cuestionarse sobre su realidad, porque tampoco estaba convencido de que tuviese la imaginación para crear todo eso.
La sala de espera parecía de película, tan enorme y con un estilo tradicionalmente extranjero que conseguía la atención del cualquier individuo que ingrese por primera vez allí.
Unos pasos lejanos lo alertan y puede sentir como su corazón va golpeando su pecho con demasiada brutalidad, sus ojos viajan hasta el abogado quien comienza a acomodarse la corbata y a endurecer su mirada. Los hombres de atrás parecen más rígidos así como el nombrado SeokJin ahora acomoda sus lentes elegantemente.
Ese tal Min YoonGi...¿era realmente tan importante?.
-Jeon, hasta que finalmente haz vuelto-Una voz gruesa y rasposa se escucha y al final de las gigantes escaleras se encuentra él.
Un alto hombre de cabellera platino, piel pálida, una mandíbula marcada con una casi inexistente cicatriz en ella, portador de la mirada más opaca y vacía que alguna vez vio. La presencia era poderosa, podía sentir miedo sin siquiera entender el motivo.
Si para Park Jimin resultaba un hombre peligroso.
No se imaginaba lo que resultaría para sus enemigos
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