Gatito Perdido.
Un depredador vigila con esmero a su presa...
Yoongi se sentía cansado, había trabajado tiempo extra toda la semana, sin mencionar que su cuerpo no estaba acostumbrado a desvelarse tanto y dormir hasta tarde, así que lo mas tarde que podía levantarse era a las ocho de la mañana, a pesar de haber dormido solo tres horas, prefería aprovechar el día, así que todas las mañanas se ponía un conjunto deportivo, sus auriculares y salía a correr por mas de una hora cerca del parque cercano a su casa.
Se queda parado aun lado del parque se empieza a estirar un poco, sin darse cuenta que esta siendo observado, el lente de una cámara le toma un par de fotos mientras sigue con su calentamiento, su rostro es enfocado, así como su cuerpo de manera completa, cada acción es capturada, así también cuando inicia su recorrido.
Cada trote es monitoreado, a pesar que trataba de mantenerse en un ritmo constante, el cansancio le estaba venciendo, así que mientras seguía moviéndose en automático, cabeceaba sin querer, y uno que otro bostezo aparecía, pero por estar cerrando los ojos mas de un segundo, se tropezó y cayo raspándose la rodilla.
—Ay, que tonto, Ash —se soplaba la rodilla intentando apagar el ardor — como duele.
—¿Estas bien? —ve que le extienden la mano, pero por el sol no lo reconoce rápido —déjame ayudarte.
Toma la mano y es levantado con facilidad, al quedarse de pie puede notar al sujeto alto que la ayudo.
—Oh vaya, es usted —hace una reverencia —buenos días señor Kim.
—Buenos días joven Yoongi, ¿Puedes caminar?
—Si, si, solo es un raspón.
Intenta dar un paso, pero le duele un poco, al notar la mueca de dolor en el pequeño rostro de Yoongi, Taehyung paso uno de los brazos del joven por su hombro mientras lo sostiene por la cintura para llevarlo a sentarse en una de las bancas del lugar, al tenerlo tan cercas, Yoongi noto como la camisa se le marcaba al cuerpo, también había estado corriendo, pero por el sudor era lógico que el moreno llevaba mas tiempo corriendo. A pesar de todo no olía nada mal, al contrario la loción que el llevaba se mezclaba con su ropa teniendo un aroma agradable.
Para sorpresa de Taehyung cargar al joven fue mas sencillo de lo que pensó, su cuerpo era ligero y delicado como su apariencia. Llegando a las bancas le ayudo a sentarse.
—Gracias señor Kim.
—Debemos lavar un poco tu herida, antes de que se te infecte.
Taehyung saco una botella pequeña de agua de su riñonera, tomo la pierna de Yoongi y la coloco sobre su propia rodilla extendiéndola, vaciándole poco a poco el agua hasta que limpio la tierra y rastros de sangre de la herida, aprovecho para sentir la tersa piel del joven, que se erizaba al tacto del agua un poco fría.
—Espere yo traigo banditas.
Yoongi saca un par de las mismas banditas rosas de su bolsa del short, se las entrega a Taehyung, este espera a que seque un poco mas el raspón y coloca las banditas.
—¿Siempre llevas de estos?
—Soy muy distraído, debo de estar preparado siempre.
—Me doy cuenta.
Yoongi trata de contener el bostezo pero no puede, Taehyung sonríe al ver la acción del joven, el castaño se siente fascinado por la linda sonrisa cuadrada del moreno que desea tocarle el rostro.
—Perdón —esconde su mano.
Él moreno niega con la cabeza y ahora el acaricia el rostro sonrojado del chico, este desvía un poco la mirada sintiéndose nervioso, la presencia que tiene Taehyung hace que su corazón lata mas rápido de lo normal, jamás se había sentido atraído tanto a un hombre.
—No quiero sonar atrevido, pero si deseas tocarme puedes hacerlo, no me molesta.
—Tiene una linda sonrisa señor Kim—Vuelve a bostezar, se cubre el rostro —disculpe, es que creo que he trabajado mucho esta semana.
—Por eso te tropiezas, ¿Me dejas invitarte algo? Cerca de aquí hay un café donde sirven un pastel muy rico de vainilla.
—Oh si se cual es, me encanta ese lugar, es una de mis paradas regulares después del ejercicio.
—No se diga mas, vamos.
Se levanta y lo ayuda a pararse, este toma la mano para apoyar su pierna en el suelo, caminando un poco mejor, Yoongi no había asimilado la altura del señor Kim, ya que las veces que lo había visto era en la cafetería y este siempre estaba sentado mientras lo atendía. Se había vuelto un cliente regular así que se sentía tranquilo a su lado.
—No lo había visto correr por aquí antes.
—No vengo muy seguido, es que mi trabajo a veces me absorbe demasiado, y es raro salir a trotar en un espacio abierto.
—¿Vive por la zona?
—Tengo un departamento cerca de aquí.
Llegan al café, el moreno le abre la puerta para que Yoongi pase, el chico saluda al dependiente que le sonríe de manera alegre, sonrisa que se le borra al ver quien venia a su lado, solo se inclina un poco y vuelve a su vista al mostrador.
—¿Qué es lo que vas a pedir? No te limites te invitare yo, es por la bandita de la vez pasada.
—No lo hice con interés, quería ayudarle.
—Me di cuenta, pero insisto.
Llegaron al mostrador y Yoongi se acerco sonriendo.
—Buenos días Señor Heechul.
—Buenos días Yoongi, ¿Qué vas a llevar?
—Una rebanada de pastel de vainilla, un capuchino con extracto de menta y miel.
—Y..y para el señor.
—Un americano normal, también agregue otra rebanada de pastel.
Le extiende la tarjeta para que se cobre, el dependiente la toma con algo de temor, termina de cobrarle para ir por los pedidos de manera inmediata. Se van a sentar a una de las pequeñas mesas junto a las ventanas, los rayos de sol le dan en el rostro al joven que marca los rasgos delicados de este. Taehyung lo observa fascinado, cada parte de su rostro le obsesiona, incluso las pequeñas bolsas en los ojos que se han hecho por los desvelos y el cansancio del trabajo.
—Le he querido preguntar —les sirven la rebanada de pastel y su café —se que se ha vuelto regular en la cafetería, pero no parece comer en esos lugares tan frecuentemente — corta un poco de pastel —¿En que trabaja?
—Tengo una exportadora, además de ser socio de algunos negocios.
—¿Y esta cerca de mi trabajo?
—No —mete un pequeño trozo de pastel también a su boca —me queda algo lejos, pero la verdad nunca había comido algo que supiera tan bien.
Yoongi sonrió, se sentía orgulloso de su cocina, así que los cumplidos siempre eran bien recibidos.
—¿Tienes mucho trabajando ahí?
—Poco menos del año, me costo mucho encontrar trabajo apenas cumplí los 21 hace un par de meses y me era difícil.
—¿No estas estudiando?
—Aun no —da un pequeño sorbo a su capuchino, dejándole una capa ligera de espuma en el labio, la cual Yoongi recoge con la lengua, Taehyung se preguntaba ¿Cómo se sentiría sobre su miembro? —espero ahorrar un poco mas, porque la carrera que deseo, es algo costosa, y debo solventar todos los gastos yo solo, al menos hasta que consiga una beca.
Aunque toda esta información Taehyung la sabia la perfección, incluso estaba familiarizado con el tipo sanguíneo del joven, escucharlo de sus labios era gratificante, así confirmaba si todo lo que sabia era correcto, sin mencionar que podía tener un rato de su compañía.
—Me he pasado un rato agradable señor Kim, mil gracias por curarme mi rodilla y por el café.
—No debes de agradecer, ha sido una agradable sorpresa con todo y tú accidente.
—Le prepararé algo rico cuando vaya a la cafetería.
—Lo esperaré.
Yoongi se retiró, fue a su casa a ducharse, le causaba mucha fascinación el señor Kim, aunque claramente era mucho mayor que él además de que no parecía de los sujetos que tuvieran su gusto por el sexo masculino. Él poseía una atracción física que no podía describir, sacudió la cabeza al recordar cómo se veía en esos pants deportivos, el como se le pegaba la camisa al pecho y ese precioso tono moreno de su piel. Cambio la ducha al agua fría para quitar esas ideas de su cabeza.
Más tarde fue a su turno regular, pero aún sentía el cansancio recorrer su cuerpo, se sobaba la nuca de vez en cuando.
—Hoy no deberías quedarte te hará daño, pero prometí acompañarte en el turno —deja el pedido para que Jimin lo vea.
—Tu siempre te quedas conmigo.
—Estaré bien, Alice se quedará, es noche tranquila.
—Esta bien, de todos modos mi cliente no vino hoy, será mejor que me vaya.
Fue a cambiarse, tomando su mochila despidiéndose de todos, al caminar un par de metros la lluvia comenzó a caer de manera exagerada.
—Pero no dijeron que llovería el día de hoy.
Maldijo a los cuatro vientos mientras corría a la parada del autobús, su ropa se había empapado y la chaqueta le daba más frío de la que lo arropaba, llegó al fin a la parada de autobuses, parecía un cachorro mojado.
—Me hubiera quedado mejor en la cafetería.
Se recarga en uno de los anuncios, abrazándose tratando de darse calor frotando los brazos, los labios le temblaban y los tenía un poco azules ya, observa que se para un auto negro, de este sale el señor Kim vestido con un traje gris y su cabello lo lleva más corto que en la mañana.
—Pareces un gatito mojado.
Se quita el saco del traje y se lo extiende al joven que tiritaba.
—Gracias —se quita del rostro el cabello mojado —ya es el segundo favor que le debo señor Kim.
—Me vas a deber uno más, iba a cenar a tu cafetería, pero ahora te llevaré a tu casa.
—No, no, no podría.
—Y yo no podría dejarte aquí —le abre la puerta del auto —entra pequeño.
Entro al auto, seguido del moreno.
—Voy a mojar tus asientos.
—No importa, me preocupa más que te vayas a resfriar — truena los dedos y ve como el sujeto que conducía le pasa una toalla al señor Kim —déjame secarte.
Pasa la toalla por el cabello del joven, este cierra los ojos dejándose hacer, las gotas de lluvia se deslizaban por su cuello entrando por su camisa. Taehyung deseaba con todas sus fuerzas pasar la toalla por ese lugar, la ropa mojada del chico le hacían apreciar la delgada figura debajo de esta, se marcaban los pequeños pezones duros por el frio, el moreno trago saliva, sus deseos de tocarlo mas allá lo estaban dominando.
—Dime tu dirección querido.
—Claro.
Le indica por qué calles irse y llegan sin problemas hasta el complejo habitacional.
—Aquí es, ¿Quiere entrar por un café?
—En otra ocasión será, tienes que darte un baño y quitarte lo mojado.
—Cierto su saco —se lo intenta quitar pero Taehyung no lo deja.
—Después me lo entregas.
Este asiente y entra a su departamento. El moreno hace una llamada rápida y cuando llega a su departamento, en la entrada estaba una mujer con un vestido muy corto esperando en la entrada.
—Señor Kim.
—No quiero que hables, solo entra de una puta vez y quítate la ropa.
La chica obedeció, la erección del moreno le estaba molestando desde que dejó al joven en su casa, la manera en que su cuerpo se exponía atreves de la ropa mojada le había hecho endurecer de manera inmediata.
Bajo su pantalón y colocó el preservativo, sin preparación alguna se hundió en la mujer tomándola desde atrás, se aferro a sus caderas de manera violenta y las embestidas eran fuertes, sin piedad alguna, la chica no pudo evitar gemir ante la violencia del acto, esto causo que el moreno se enfureciera, le cubrió la boca con una mano y jalo su cabello con la otra.
—Silencio perra.
El moreno cerro los ojos y trato de recordar cada centímetro de la piel de Yoongi, él es hermoso, su cuerpo es divino, y la puta que tiene apretándole el miembro no es reemplazo.
Llegó a su liberación sin importarle si la mujer lo había hecho, salió y se quitó el preservativo.
—Vístete y lárgate — tomo un cigarrillo y empezó a fumar —¿No oíste? Ya no te necesito aquí.
La chica solo tomo las prendas que puso y con la poca fuerza que sus piernas le daban salió dando tumbos del lugar.
Taehyung nunca había deseado tanto el cuerpo de un hombre como en ese momento, quería mancillar esa delgada figura y lo haría de eso no tenia duda.
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