Fiebre
Bueno aquí yo, la siguiente escena contiene violencia muy específica, te invito a saltarla hasta donde empieza el banner de nuevo, si la muerte o temas relacionado a ello te causan incomodidad no salta está parte.
—Te estas tomando muchas molestias para una sola persona —un joven de cabello negro analizaba las fotos en sus manos —si es muy bonita, pero ni te la has follado aun.
—Primero necesito que entienda que ya no necesitara a nadie mas, ella no es como las demás —da un gemido antes de beber a su copa —mujeres no me faltan.
Veía la cabellera entre sus piernas que se movía de arriba abajo mientras succionaba su miembro con fuerza.
—Pues secuéstrala, igual no tiene padres ni familiares, ¿Quién la va a extrañar?
—No es solo eso, ella no esta dañada, no es alguien sucio, es demasiado inocente y pura, no tiene concepto de quien es bueno, o malo.
Volvió a beber de su copa para separar un poco mas las piernas cerrando los ojos, estando apunto de llegar a su orgasmo.
—¿Cómo sabes que es pura en verdad?
—Porque no le puedes mentir al diablo.
Sintió como exploto en la boca de la chica, una persona entro al lugar donde estaban ambos sujetos.
—¡Sun Hee!
La chica entre las piernas de Namjoon se levanta mirando al hombre que grito su nombre.
—Xiao ¿Cómo es que..
Un estruendo de un arma se escuchó, a la par la camisa del hombre que entro se llenaba de sangre y restos de material cerebral de la que era su mujer, cuando el cuerpo cayo al suelo, la figura del moreno apareció sosteniendo el arma, para después guardarla en su cinturón.
—No deberías de llorarle, solo basto con decirle dos palabras bonitas para que estuviera prendida de mi polla sin pestañear, como yo lo veo te hice un favor.
El chico lloraba sujetando el cuerpo de la mujer, el llanto se le atoraba en la garganta mientras la abrazaba.
—Ese es el costo de vender información —le extendió un cuchillo al joven pelinegro a su lado —tu has lo demás Hoseok.
Dos personas sujetaron al de nombre Xiao, un tercero le abrió la boca, Hoseok se acerco y saco su lengua arrancándola con el cuchillo, haciendo una mueca de asco.
—Esto es desagradable.
El moreno le arrojo una toalla para que se limpiara.
—Lo hiciste bien —bebió de nuevo de su copa —limpien el desastre, cautericen la herida del idiota, no quiero que muera y llévense el cuerpo de la puta.
—¿Crees que ella no te tendrá miedo si te ve así?
—Puede ser que si, por eso debemos de prepararla bien y deshacernos de todos los obstáculos.
—Tengo el nombre, ¿Park Jimin?
Días mas tarde una joven Aerum estaba en su casa con un resfriado terrible, tenia temperatura y le dolía la cabeza, el medico le mando reposo por dos días, así que estaba en pijama arropada en su sofá mirando televisión, una gran caja de pañuelos la acompañaba, así como una taza de te con miel.
Su teléfono empezó a sonar con algo de esfuerzo tomo el aparato para ponerlo en su oído.
—¿Diga?
—¿Gatita? ¿Cómo te sientes?
—Un poco mejor, los medicamentos hacen efecto, sigo en reposo.
—Estoy cerca de tu departamento ¿Quieres que llegue?
—Puede enfermar también señor Namjoon.
—Eso no fue lo que pregunte, ¿Quieres que llegue?
—Si.
Le mando la clave de la puerta para que no tuviera que esperar a que ella le abriera. Unos minutos después escucho como se abrió la puerta, la enorme figura morena llego hasta donde estaba, dejo una pequeña bolsa en la mesita de la estancia y se acerco a la pequeña que estaba semi sentada en el sofá, la tomo en brazos y la acomodo en su regazo, esta puso su mejilla en el hombro del mayor.
—Aun te sientes algo caliente —metió sus manos debajo de la pijama acariciando la piel de la espalda —¿El termómetro?
—En la mesita de la lámpara.
Se estiro un poco para tomar el pequeño termómetro.
—Abre —la chica obediente abrió la boca para que Namjoon le colocara el termómetro —esperemos un poco.
La chica acariciaba la nuca de Nam disfrutando de los mimos que este le proporcionaba, ya sea dejándole pequeños besos en la frente, o acariciando su espalda. Saco el termómetro de su boca para mirarlo con atención.
—37.9, aun tiene un poco de fiebre.
—Namjoon, tócame un poco mas, se sienten muy bien tus manos.
El moreno no perdió tiempo, volvió a meter las manos dentro del pijama pero esta vez acaricio los senos desnudos, tomo uno con la mano y masajeo un poco en círculos.
—¿Así?
—Si —jadeo en la oreja del mayor—un poco, solo un poco mas.
La cadera de la menor estaba frotándose contra la entrepierna de Namjoon, él disfrutaba la acción.
—¿Puedo ir más allá? —la mano del moreno se metió en medio de las piernas de la joven—no soporto mucho Aerum, te deseo demasiado.
—Namjoon, está vez no pares ¿Podrías?
En la mente del mayor se accionó un interruptor que había tenido apagado durante las visitas de la joven, sus impulsos en el libido.
—Debemos quitar esas prendas primero.
Levanto la parte de arriba de la pijama para dejar expuestos los pechos con los que había fantaseado desde hace tiempo, levantó la cadera para bajar sus shorts y ropa interior, el también se quitaba la ropa con algo de prisa, reventó algunos botones de la camisa al tratar de quitarla de manera rápida, su cinturón hizo un sonido fuerte al salirse del pantalón. Pensó que sería delicado la primera vez con ella, pero a su miembro no le importaba el romanticismo y eso no cambiaría.
Al estar completamente desnudos Aerum volvió a subir en Namjoon, ahora era más palpable la piel caliente, tal vez la fiebre había aumentado un poco, o solo era el calor del momento.
La erección de Namjoon descansaba en su abdomen, mientras tenía sujeta por el cuello a la chica, alzando su rostro para poder deleitarse con la fina piel de sus hombros, daba lamidas saboreando la loción con lo salado del sudor una mezcla embriagante para el moreno. Ese olor a cítricos seguía dominando en la dermis de Aerum lo cual hacia palpitar su duro falo.
En su desespero la joven se empezó a frotar sobre el miembro del moreno, masturbándolo de una manera lenta, así mismo ella frotaba su clítoris contra la dureza del mayor.
—Estas lubricando tanto, ¿Te excita sentirme así?
La ayudaba a frotarse más, la piel del glande era arrastrada hacia abajo haciendo que el placer fuera para ambos,
—Se siente tan bien.
—Y se sentirá aún mejor.
Le detuvo la cadera y la levantó para clavarle su miembro bajando la hasta topar con la base de su falo, Aerum se sujeto por la espalda encajando las uñas, ella se sentía tan caliente por dentro, el hacerlo mientras ella tiene algo de fiebre le estaba fascinando a Namjoon.
La giro para que quedara debajo de él, sus piernas la colocó en los hombros y la tomo de la cadera, embistiéndola de manera salvaje, Aerum gemía sujetándose de las almohadas del sofá, se retorcía y arqueaba la espalda, la sensación no se podía explicar, dolía pero no al punto de ser intolerable, el hormigueo en su vientre dominaba sobre las punzadas de dolor.
Miro de reojo a Namjoon viendo una mirada oscura que jamás había notado, se veía salvaje, agresivo, pero realmente sexy. La fuerza de las penetraciones hacia que los pectorales de Namjoon se marcarán con firmeza.
—Quiero que gimas más mi nombre Gatita.
Se chupo el dedo pulgar para llevarlo hasta el clítoris de la joven, haciendo ligera presión hacia arriba y dando un masaje en círculos, con las embestidas constantes.
—Namjoon, ¡Por dios!
El espasmo delicioso del órganos movió su pequeño cuerpo desde la planta de sus pies hasta su cabeza, sus pezones se endurecieron aún más. El moreno se corrió dentro de ella, era la primera vez que no usaba un preservativo con alguien, y está a seguro que no sería la última.
Salió de Aerum pero su falo seguía duro y firme para continuar ejerciendo placer. Pero sabía que la pequeña no soportaría el segundo asalto, no como él deseaba, todavía no estaba lista.
Se levantó del sofá y fue hasta la mesita frente a este, tomo la bolsa que había traído y saco un pequeño frasco de miel.
—Escuche que esto ayuda a calmar él malestar de tu garganta.
Metió dos dedos al frasco y el hilo del espeso líquido amarillo salió de manera lenta, lo vertió sobre su miembro y se lo acercó a la boca de Aerum, ella solo hizo su cabello para atrás mientras se hincaba en el sillón, el moreno le hizo una coleta con la mano y apretó firmemente follandole la boca, ella disfrutaba del sabor, su lengua resbalaba por el falo miró al mayor mordiéndose los labios, este la observo y metió aún más lo largo de su miembro profanando la garganta, la sensación de ahogo se hizo presente pero pronto regularizo su respiración desde su nariz.
Un gruñido se escapó de la garganta del moreno, saliendo de la boca de Aerum y llenando el lindo rostro de ese líquido caliente.
El mayor tomo un par de pañuelos y empezó a limpiar de manera tierna, el rostro de la joven, quitó todo rastro y después la beso.
—Tendremos que ducharte, sigues muy caliente —la miró a los ojos —¿Estás bien?
—Si, solo que jamás había hecho nada así.
—¿Fue incómodo?
—No, pero aún me tiemblan las piernas.
Querida Aerum mañana no podrás levantarte de la cama y no por el resfriado.
¿Podremos corromper a la pequeña?
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