Capítulo 25
JungKook se queda atónito frente a aquella peculiar escena.
El bebé actúa tal cómo TaeHyung lo hizo la primera vez que lo vio convertido en humano.
Aún puede recordar como si se tratase del día anterior, lo fuerte que eran sus instintos felinos.
Solo que con el tiempo TaeHyung los fue perdiendo, o tal vez lo que perdió fue su esencia o quizás fue aprendiendo a actuar más como una persona civilizada y menos como un animal, ya que él mismo dijo que nunca, a lo largo de toda su existencia, había permanecido en su forma humana más de un día entero.
Sí, él siempre prefirió ser Mau, o al menos lo prefería antes de probar los pequeños placeres de la vida siendo un simple ser humano.
Entonces, ¿el bebé tiene la misma naturaleza que TaeHyung?
JungKook no deja de pensar en lo terrible que ello puede llegar a ser, ya que está completamente seguro de no poder controlar a un pequeño bebé con instintos felinos, y todo lo que ello implica.
Aprovechando que el pequeño se alimenta, JungKook toma su teléfono y le escribe a Jimin. Necesita que este le consiga ciertos productos esenciales para su cuidado, a pesar de no estar seguro de lo que un recién nacido pueda llegar a necesitar.
Luego de escribirle una lista la cual se limita solo a leche, pañales y un cambio de ropa, deja el celular a un lado de la cama y se acerca a TaeHyung.
Justamente el pensar en aquella bola de pelos como su novio, lo hace sentir extraño ¿Cómo debería llamarle? ¿Mau? ¿Chispitas?
Se siente tan curioso, es la primera vez que ve el estado felino de su novio, justamente siendo su novio.
Antes, para JungKook, Mau simplemente era un gato con el poder de convertirse en un candente, inocente y apetitoso humano, el cuál quería poseer al menos una vez para luego continuar con su vida promiscua. Aparte, al estar TaeHyung en celo, JungKook pensaba pura y exclusivamente con la cabeza de su pene. ¡Cuan diferente es ahora! Hay sentimientos de por medio, quiere saber tantas cosas, lo primordial es estar seguro de que su novio se encuentra bien y también si se estará recuperando tal como dijo que lo haría.
En ese instante, viendo a aquel gato dormido sobre su cama, hace que se pregunte si una parte de TaeHyung, por más pequeña que sea, se encuentra consiente dentro de ese cuerpecito peludo ¿Perderá toda conciencia? ¿Será verdad que cuando es felino, lo es en un cien por ciento y no puede pensar como un humano? Eso lo aterra al punto que provoca que los cabellos de su brazo se ericen. Si TaeHyung, siendo gato, pierde toda conciencia como ser humano racional, entonces, no tendrá motivos por los cuales regresar a su forma humana ¿Qué tal si Mau ya no quiere cambiar de forma por los siguientes cien años? ¿No lo ha hecho ya? TaeHyung dijo que sí.
Aquellos pensamientos comienzan a atormentar al pelinegro, que está prácticamente al borde de las lágrimas.
Al menos, le alivia ver que la herida abierta de su pequeño vientre, ya está regenerándose poco a poco, mucho más importante que la incertidumbre de si regresará o no, es que se encuentre bien.
El pequeño termina de beber y comienza a tallarse los ojos con su pequeña manita, seguido de ello da un gran bostezo.
JungKook lo carga sobre sus brazos y luego de contemplarlo de cerca por varios minutos, se dirige hasta su clóset en busca de algo con qué vestirlo, al menos hasta que Jimin venga.
Revuelve sus cajones una y otra vez, pero lo único que encuentra es una playera gastada. Lo envuelve en ella torpemente e intenta hacerlo dormir moviéndolo suavemente de un lado a otro, el bebé se chupa el pulgar y cierra sus ojos.
Es en ese instante cuando sucede algo que casi provoca que el pelinegro lance al pequeño sobre la cama y salga corriendo, renunciando oficialmente a ser padre.
El bebé, ¡ha comenzado a ronronear! Ya hace dos cosas que no son común en un ser humano normal ¡Dos! Pero ¿Es a caso posible? Tanto TaeHyung cómo él contribuyeron en la creación de ese bebé, tiene que tener más humanidad que el castaño, porque ¡Joder! El bebé es su hijo también, y él es cien por ciento humano.
Intenta tranquilizarse pensando en que quizá no haga más cosas de felinos, quizá ello sea lo único. Y si es así, entonces es afortunado, porque pudo haber sido peor, el pequeño pudo haber nacido con orejas de gato o pequeños colmillos, o una larga cola.
Llena de aire sus pulmones y exhala lentamente. El bebé ya se ha quedado dormido, así que lo ubica lentamente entre dos almohadas grandes sobre la cama y baja de puntillas de pie las escaleras para prepararse un té, necesita urgentemente calmar sus nervios.
Al cabo de un buen rato, aparece Jimin.
Este entra trastabillando, cargado con dos grandes bolsas. JungKook le señala en silencio el sillón de la sala para que deje las cosas allí.
—¿Quieres un té? —le ofrece casi susurrándole. Y es que aún está pensando en el desastre que podría llegar a ser que el bebé sea mitad gato, y también en la posibilidad de que TaeHyung no regrese a su forma humana.
—No gracias, quiero mostrarte lo que traje —Jimin camina hacia las bolsas y comienza a sacar todo—. Traje leche, ojalá sirva esta marca, me dijeron que es para recién nacidos. También traje pañales, un biberón, y ropa de bebé. Esto último no lo compré, no iba a gastar todo mi presupuesto así que le pedí a mi madre y me entregó lo que yo usaba de pequeño, ¿no es adorable? —pregunta mientras le extiende la pequeña prenda.
— ¿Estás listo para ir a ver al bebé? —musita JungKook absorto aún en sus pensamientos.
—Lo dices de una forma que asusta, ¿hay algo mal con ello?
—Debes verlo por ti mismo.
Jimin ha notado lo raro que JungKook se encuentra, pero cree que es debido al parto que este acaba de presenciar, no debió ser fácil aunque tampoco quiere pensar mucho en ello o podría llegar a vomitar.
Ambos comienzan a subir las escaleras directo a la habitación.
JungKook entra primero y se posiciona en un rincón, mientras que Jimin se dirige cauteloso hasta la cama, en donde se queda parado observando lo que se encuentra allí. Lo que ve, lo deja completamente confundido.
— ¡Un gato! JungKook ¡Tu hijo es un gato!
—Ese…ese no es el bebé. —No quiere decirle que es TaeHyung, aunque se supone que Jimin debería saberlo. Prefiere obviar ese pequeño detalle y aún tragando con dificultad, le señala al pequeñito durmiendo entre dos almohadas.
Jimin da un paso hacia adelante para contemplarlo mejor, y entonces, frunce el ceño.
—Pero si es un bebé precioso, ¿por qué tanto misterio? —pregunta a medida que se acerca más con el fin de analizarlo. Quizá tenga pequeños dientitos afilados, orejitas de gato o alguna extrañeza de felino que solo se logre divisar de cerca. Pero no tiene nada.
—Creo que tiene instintos felinos, lo he visto beber leche del plato ¡Con su lengua! Y también ronronea cuando lo acaricio.
— ¿Y eso por qué te sorprende? Tú lo sabías, de hecho lo has visto a TaeHyung haciendo ello mismo y no dudaste en follártelo. Tuviste un hijo con alguien que se podría decir que es mitad gato, lo besaste sabiendo que con su lengua rasposa se higieniza sus genitales, ¿por qué tanto escándalo ahora? ¿No se supone que el bebé tenga algo del padre? —Jimin hace una pausa y medita por un escaso segundo ¿TaeHyung es el padre o la madre? Bien, eso aún lo confunde así que prefiere dejar la incógnita para después—. Agradece que solo tenga eso de TaeHyung y no que haya nacido un bebé peludo.
—Si, no sé por qué me sorprende, algo de TaeHyung tenía que tener ¿Verdad? Solo espero que siga siendo un “algo” y no un “todo” —JungKook se encoge de hombros, va a tomarlo con calma, Jimin tiene razón.
— ¿Se ha convertido en gato?
—No, tal vez no pueda hacerlo, es decir, tiene más humanidad que TaeHyung ¿No? Aún así no me atrevería a negar ni afirmar nada.
—El tiempo lo dirá. Y hablando de ello ¿Ya pensaste qué hacer cuando venga Jin? Creo que eso es lo más importante ahora, si no me equivoco, llega mañana.
—Es lo que me estuvo quitando el sueño todo este tiempo, no sé que le voy a decir.
—La verdad.
— ¿La verdad? Él no podrá soportarlo, sé como es, se volverá loco.
—A mi me dijiste la verdad y yo no me he vuelto loco.
—Tú no tienes sentido común, Jimin. Te pude haber dicho que tuve sexo con un unicornio y para ti hubiese sido lo mismo. En cambio Jin no acepta ese tipo de cosas, es una persona muy pensante, racional, él siempre tiene que encontrarle la lógica a todo. Y esto, raya lo sobrenatural.
—Pues, tarde o temprano se va a enterar. No puedes decirle al bebé que guarde silencio y que no llore.
—Y si te lo llevas tú y luego yo…
—Nisiquiera lo pienses, olvídalo. —Jimin comienza a caminar hacia la puerta de la habitación—. Espero que te sirvan los pañales que traje, sino, dáselos a Jin. Él los necesitará para cuando le cuentes que te cogiste a un gato, quedó embarazado y ¡Oh sorpresa! Ahora es tío.
—No es gracioso Jimin ¡Ven!
Jimin cierra la puerta.
JungKook se acerca a pasos lentos hacia el pequeño y se lo queda observando. Duerme tan tranquilo, sin ningún tipo de preocupación.
—Debo ponerte un nombre, al menos uno momentáneo hasta que TaeHyung aparezca. Lamentablemente solo se me vienen a la mente estúpidos nombres de gato —musita en voz baja.
JungKook camina hasta su computadora y aprieta el botón de encendido para buscar nombres en Internet, ello será suficiente para distraerlo y no pensar.
¡Cuánto desea que TaeHyung se recupere pronto! Lo necesita, no puede con todo.
Pensar en él, hace que comience a preocuparse otra vez, porque aquella pregunta lo sigue atormentando ¿Qué hará si TaeHyung ya no regresa?
—
Perdón la tardanza, estuve escribiendo otras historias, prometo enfocarme en esta hasta concluirla.
¡Gracias por ser pacientes, os adoro!
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