Capítulo 23
1/2
A TaeHyung nadie le había dicho que un ser humano podía llegar a padecer tanto dolor, y aun si lo hubiese sabido, no podría haberlo entendido, ya que jamás lo había experimentado en carne propia.
No es de extrañarse entonces, que no se haya hecho la idea de que tener un bebé, podría llegar a ser un tanto…doloroso.
Ahora, aquellas fuertes puntadas en la parte baja de su estómago se han ido, aunque sigue sintiendo la réplica de aquel fuerte dolor.
Al no estar acostumbrado a que algo le duela, aquella fuerte contracción lo ha debilitado, por ello agradece estar acostado en la cama. Pero, ¿por qué no siente como si estuviese a punto de dar a luz? El bebé se mueve y patea, no parece que quisiera salir. ¿Cuánto más tiene que esperar? La incertidumbre lo está enloqueciendo.
Jimin, lo toma de la mano con fuerza, este se encuentra más asustado que el mismo TaeHyung, siquiera quiere abrir los ojos, respira por la boca con prisa y larga grandes bocanadas de aire, como si fuese él quien estuviese a punto de dar a luz.
—Jimin… —dice TaeHyung observándolo con el entre ceño fruncido.
Jimin sigue exhalando, esta vez con más prisa y cierra fuerte sus ojos otra vez.
— ¡Jimin! —dice de nuevo pero elevando el tono de voz.
Este abre un solo ojo, y temeroso se atreve a observar.
— ¿Y el bebé? No pareciese que estuviese saliendo —Jimin está confuso pero un tanto más relajado.
— ¡Claro que el bebé no está saliendo! ¡Incluso estoy con la ropa puesta!
Este suspira aliviado.
— ¿Sabes? —continúa el castaño—. No he sentido otra contracción fuerte. Poco a poco voy aliviando, ¿es eso normal? Tal vez aún no venga el bebé.
Jimin se rasca la cabeza en señal de confusión, él no sabe nada acerca de partos, siquiera ha visto uno en televisión. Es evidente que como siempre se ha declarado indiscutiblemente gay hasta la muerte, se ha hecho la idea de que nunca va a ser padre, por ende, aquello del parto nunca le ha dado curiosidad. ¿Qué se iba a imaginar que su mejor amigo, iba a dejar embarazado a un gato humanoide con la capacidad de procrear? Esas cosas no pasan todos los días.
¿Qué debería hacer si el bebé llega pronto y tan solo está él para recibirlo? Y mucho más importante ¿Por dónde saldrá el bebé? Porque, al ser este un hombre cuya única abertura está en la retaguardia, ¿no debería entonces darle la vuelta? ¿A caso tendría que llevarlo hasta el baño y sentarlo en el retrete? ¿Cómo rayos se supone que el bebé va a nacer?
Una escena retorcida de TaeHyung dando a luz, viene a la mente de Jimin, no es muy agradable así que sacude su cabeza de un lado a otro para desvanecer aquella imagen mental.
Rápidamente, hace lo mejor que sabe, toma su teléfono para buscar en Internet algo que pueda ayudar, tan solo por si acaso, quiere estar preparado.
El problema es que nada de ello lo convence, la información es solo para mujeres con aproximadamente nueve meses de gestación, cuyos cuerpos están preparados para concebir y dar a luz, pero TaeHyung, genéticamente no lo está, él no tiene una vagina, aunque eso es lo de menos ¡Puede convertirse en gato, joder! ¡Y solo ha tenido cuatro meses de gestación!, Jimin se encuentra perdido entre tanta información inservible.
—Voy a llamar a mi madre, ella debe saber —Musita resignado.
—JungKook no querrá, él no quiere que nadie se entere —El castaño no quiere más problemas.
—No le diré que eres hombre, obviaré algunos insignificantes detalles.
TaeHyung asiente con la cabeza y mientras Jimin marca el número, este se levanta el abrigo para verse el vientre. El bebé se mueve y da pataditas leves.
El castaño se encuentra más tranquilo, pues no siente más ese fuerte dolor, solo piececitos aplastándole los órganos por dentro, pero, ello es algo que ha sentido desde que el bebé tiene pies, por el momento, todo está normal. Excepto por una cosa… ¿Dónde rayos está JungKook?
—Hola ¿Mamá? Una pregunta, ¿cómo sabes cuando un bebé está a punto de nacer? ¿Qué indicios da?
…no, no he dejado a ninguna chica embarazada…
…sí mamá, si uso protección, ¿puedes escucharme? —Jimin pone los ojos en blanco y choca varias veces la punta de su pie contra el suelo, mientras impaciente, escucha los regaños de su madre—. Bueno, de nuevo, mi amiga, que es mujer, y está embarazada, y no de mí, acaba de sentir contracciones muy fuertes, pero ahora se han calmado y pues… —Jimin levanta la vista para ver a TaeHyung, este se encuentra estirado hacia el cajón de la mesa de luz buscando su suministro de galletas—. No creo que esté a punto de dar a luz en lo absoluto.
—Tu amiga, si ha estado yendo a los controles debería saber que una contracción no indica que el bebé vaya a nacer, uno siente contracciones durante todo el parto, ahora, si le vienen muy seguido cada un determinado tiempo, entonces significa que su útero se está dilatando, en ese caso debería ir al hospital. De todas formas tranquilo, ella se dará cuenta cuando llegue ese momento…créeme que lo sabrá. Cuando tú estabas a punto de nacer…
—Gracias mamá, hasta luego.
Jimin se apresura a cortar la llamada y guarda el teléfono otra vez en su bolsillo. No necesita otra anécdota de su madre diciendo cuánto le dolió tenerlo debido a su enorme cabeza, la cuál se emparejó con su cuerpecito recién a la edad de cuatro años.
“Fue como hacer que salga un ropero por la abertura del tamaño de un limón” decía ella.
Bien, quizá el bebé no está viniendo después de todo. Eso es un alivio.
—TaeHyung, ¿sientes como si el bebé estuviese queriendo salir?
—No.
—Listo, no hay de que preocuparse —Jimin le sonríe y se sienta frente al escritorio. Se queda pensando respecto a lo cerca que estuvo de pasar por la situación más extraña que una persona se podría llegar a enfrentar jamás. Porque, no todos los días tu amigo hombre tiene un bebé.
Observa a TaeHyung desde allí sentado, pero la puerta abriéndose irrumpe sus raros pensamientos.
Allí, aparece YoonGi arrastrando a JungKook como un costal de papas por el suelo, este no puede caminar de lo ebrio que se encuentra.
Tiene olor a vómito y no deja de reírse, aunque nadie ha contado un chiste, de hecho todos están serios.
YoonGi arrastra a JungKook con dificultad y lo deja caer sobre la cama.
—Dudo que sea de ayuda para algo —musita YoonGi con el ceño fruncido—. No saben lo difícil que fue traerlo hasta aquí, de hecho me propuso matrimonio mientras subíamos por la escalera, mi culo nunca estuvo tan comprometido.
TaeHyung deja su galleta y observa con la boca abierta, apenas se está enterando lo que le llega a provocar el alcohol a las personas. La esencia de JungKook ya no es bonita, ahora está opacada por un fuerte olor, un olor rancio y desagradable, ello no le gusta.
Jimin se tensa por lo que pudo haber sucedido, ¡pobre de él si TaeHyung hubiese entrado en trabajo de parto! ¿Qué hubiera hecho con un JungKook ahogado en alcohol y un YoonGi que desconoce la situación por completo?
— ¿Te sientes mejor, TaeHyunie? —pregunta el pálido observando aquel semblante, el cual ahora tiene mejor color.
TaeHyung asiente con la cabeza sin dejar de quitarle la vista a JungKook, el cual mantiene la mirada fija en el techo y mueve sus pies al ritmo de la música procedente de la planta baja. Es como si su mente estuviese ausente, como si estuviese en su propia burbuja personal.
—No deberíamos dejarlos solos, ¿o si? —susurra Jimin a YoonGi.
—No, no deberías, son tus amigos así que cuídalos, yo me largo —YoonGi se aleja por la puerta sin siquiera esperar una respuesta. Jimin se queda con cara de póquer observando a ese par de desastres sobre la cama, y la verdad es que también quiere huir.
—Como me la cobraré, JungKook —dice para sí mismo rezongando por lo bajo—. Vaya fiesta.
Seguido, se gira para buscar en Internet libros que hablen de maternidad y la llegada del bebé, repentinamente ha sentido curiosidad.
Así las horas pasan y lo que ha comenzado como una ardua investigación respecto al cuerpo humano y el milagro de la vida, termina convirtiéndose en pequeñas risillas por lo bajo debido a videos divertidos de gatitos.
Detrás, se puede escuchar las respiraciones profundas de TaeHyung y JungKook, ambos duermen abrazados como si nada hubiese pasado. A lo lejos también se escucha la música alta, pero poco a poco ha comenzado a disminuir, y a medida que la noche trascurre, el bullicio cesa.
Jimin da un largo bostezo y observa la hora. Son las tres de la mañana, no cree que sea necesario seguir quedándose, los efectos del alcohol no duran tanto y TaeHyung duerme plácidamente, no pareciese que necesitasen ayuda en lo más mínimo.
Con los músculos abarrotados, decide levantarse finalmente de esa silla y se marcha de puntillas de pie. En cuanto cierra la puerta tras él, suspira aliviado, ahora deja todo en manos de JungKook, sabe lo que le espera a su amigo, y no será nada fácil, pero es algo que él tiene que enfrentar, en esta situación no lo pueden salvar sus amigos.
¿Te gusta follar? Hazte cargo de las consecuencias.
—
Esperen la segunda parte, en breve la subo💗
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro