Capítulo 21
TaeHyung está sentado en el suelo, aburrido y protestando entre enormes pilas de prendas y es que JungKook hace más de media hora que está buscándole ropa apropiada pero no logra encontrar nada que al castaño le quede demasiado holgado, al menos lo suficiente como para que no se le note el abultado vientre que ha incrementado en notorias dimensiones.
— La culpa es mía, debimos ir a comprar ropa para ti, yo suelo utilizar ropa adherida al cuerpo y ello a ti no te favorece.
— ¿Me estás diciendo gordo? —se queja TaeHyung a medida que se cruza de brazos y hace un puchero.
— No es eso, pero nadie puede notar eso que traes ahí. Antes podía pasar por hinchazón, pero ahora es una notoria panza como de embarazada de ocho meses y medio, a punto de estallar.
JungKook sostiene un abrigo de invierno muy pesado entre sus manos, está considerando vestir al castaño con él pero no está del todo convencido, ese abrigo es para la nieve y no quiere que TaeHyung llame la atención de todos allí, es demasiado abrigado, no es apropiado para una fiesta. Entonces se le ocurre una idea. Sin decir nada, corre hacia la habitación de su hermano mayor y toma la primera sudadera que encuentra. Las prendas de Jin le tienen que ir estupendamente bien a su novio, son amplias y largas, ¿cómo no lo pensó antes?
— Ponte esto —le dice arrojándole la sudadera de color celeste pastel.
TaeHyung se la coloca sin emoción alguna, lo único que le consuela a la hora de vestir incómodas prendas que lo asfixian, es el aroma agradable de su novio. Pero esa prenda no huele rico como a JungKook. Y ello no le gusta, no le gusta ni un poco.
— Vamos TaeHyunie, cambia la cara, te ves adorable y no se nota tu pancita.
Este se incorpora para mirarse al espejo. Viste unos jeans de color negro y aquella sudadera celeste que le llega a las rodillas y le cubre por completo las manos. Bien, es suave y abrigada, se ve bonita, pero aún así no ve la hora de quitarse todo eso de encima y ser libre como cuando los bebés vienen al mundo.
JungKook lo toma de la mano y bajan despacio las escaleras.
— No menciones nada del bebé, de sacrificios, del antiguo Egipto ni de tu naturaleza como gato, directamente no abras la boca, permanece quietecito, limítate a comer, ¿sí?
TaeHyung asiente con la cabeza aunque no ha prestado atención a nada. Y es que a medida que han ido bajando, se ha quedado fascinado con todo lo que ve. Tanta gente reunida, la música, las luces, ¡la comida!
— Jimin realmente se lució —dice JungKook tras un silbido.
Sonriendo, se dirige sin soltar la mano de TaeHyung directo a la mesa dónde están las bebidas, toma una cerveza y luego lleva a TaeHyung hasta la mesa de los aperitivos. Sabe que el castaño debe estar más que hambriento.
Allí nadie los observa, cada uno está en su mundo. Aunque, le llama la atención que no conoce a la mayoría, creyó que sería algo más privado con amigos de la universidad, pero aquello casi que se sale de control. Bien, no va a pensar en ello ni en todo lo que tendrá que limpiar cuando la fiesta se acabe, está decidido a relajarse y disfrutar. Destapa su cerveza y le da un trago mientras busca con la mirada a Jimin y a YoonGi.
TaeHyung, por su parte, está teniendo un dilema frente al sin fin de aperitivos los cuales desconoce. ¿Cuál debería escoger? ¿El de color rosa tendrá buen sabor? ¿Aquello de color negro será chocolate?
JungKook da una rápida mirada a su novio, y al ver que está tranquilo mirando la comida fijamente, se atreve a dejarlo solo un instante para ir a la cocina en busca de Jimin.
Allí lo encuentra, naturalmente, sentado sobre la mesita que está contra la pared, besándose con YoonGi como si no hubiese un mañana.
Claro que es algo a lo que está acostumbrado, así que no tiene ningún reparo en interrumpir. Enseguida toma a YoonGi del rostro y lo empuja hacia atrás, dejando a ambos aturdidos, observándolo con sus respiraciones agitadas.
— ¿Estás disfrutando de la fiesta JungKook? —pregunta Jimin mientras se prende los botones de su camisa.
— No más que ustedes dos.
YoonGi sonríe y se aclara la garganta para ir en busca de dos cervezas.
— JungKook, quiero decirte algo, solo por si aún no lo has visto… —dice Jimin poniéndose repentinamente algo nervioso.
TaeHyung agarra un plato de plástico de los que están apilados y señala con el dedo todo lo que se ve agradable a la vista. Su panza ruge, realmente le da muchísimo apetito luego de tener sexo.
— Te veo en una disyuntiva —le dice una voz amistosa.
El castaño levanta la vista y ve a un joven de cabellos rojizos sonriéndole amigablemente.
— No sé cuál bocadillo será el más delicioso —responde TaeHyung pensativo.
— Pues déjame recomendarte mis favoritos.
TaeHyung asiente entusiasmado y observa como el chico con cabello de gracioso color toma varios aperitivos de color rosa claro y los pone sobre su plato.
El castaño, en seguida sin siquiera preguntar qué es, los toma y se mete uno tras otro a la boca. Aquello es un sinfín de nuevas sensaciones, como adora sentir la textura y sabores de aquellos manjares en su paladar. Con una sonrisa le indica al colorado que su recomendación ha sido todo un éxito.
— Me agrada la gente con buen apetito —musita este devolviéndole la sonrisa.
TaeHyung se vuelve a servir y está por meterse uno a la boca cuando ve en la otra mesa algo que llama su atención. Deja el platito y camina completamente embobado, con la boca abierta y babeando. Y es que acaba de descubrir una pequeña fuente de chocolate, que al parecer uno de los invitados trajo consigo.
Se queda contemplándola y mirando cómo otras personas clavan frutas en palitos y luego lo bañan con el chocolate. Eso a él le parece un desperdicio, una notoria falta de respeto hacia el sagrado chocolate, quisiera acercarse a aquella cascada y que le caiga de lleno en la boca.
Está a punto de tocar la consistencia chocolatosa con uno de sus dedos, cuando el colorado, intuyendo sus movimientos, toma un vaso de plástico y lo llena hasta la mitad con el contenido de la fuente.
— Para ti —le dice entregándole el vaso, que está tibio al tacto.
— Gracias —musita con una amplia sonrisa. Sin pudor alguno comienza a bebérselo todo, sin importarle que ahora tiene casi toda la cara manchada.
El de cabello rojizo, toma una servilleta y se atreve a limpiarle la boca con ella.
Justo en ese momento, TaeHyung siente como alguien lo sujeta fuertemente de un extremo de su abrigo y lo aparta.
— Vamos TaeHyung —dice JungKook sin quitarle la vista de encima a HoSeok, quien está demasiado cerca de su novio.
— Tiempo sin vernos, viejo amigo —responde el colorado con una sonrisa.
— Lo mismo digo.
— Así que te llamas TaeHyung… —dice HoSeok dirigiéndose al castaño, observándolo fijamente.
TaeHyung asiente.
— No te acerques a él, es mi novio —JungKook frunce el ceño.
— Tranquilo, amigo —HoSeok hace una pausa para tomar un trago de cerveza y continúa sin borrar su sonrisa del rostro—. Aquí el único que se folla a los novios de los demás, eres tú.
TaeHyung observa a JungKook confundido, el pelinegro quiere simplemente lanzarse sobre HoSeok y romperle la cara, pero aquello no es correcto por varias razones, una, no quiere arruinar la fiesta, dos, aquello pondría mal a TaeHyung, tres, JungKook no dijo más que la cruda verdad. Por más que fue hace tiempo y que estaba bajo los efectos del alcohol, era un ser despreciable, y ahora que puede experimentar lo que significa estar junto a alguien que realmente le importa y ama, puede entender lo que HoSeok sintió y le remuerde la conciencia.
— Creo que te debo una disculpa, aunque ello no arregla lo que hice. Estoy muy avergonzado conmigo mismo, créeme que no estoy orgulloso de lo que hice, espero que algún día puedas perdonarme —dice el pelinegro agachando la cabeza. Pedir disculpas no es poca cosa para él, realmente es un paso muy grande y lo considera una humillación. Más porque sabe que HoSeok tampoco era un pan de dios.
Por el contrario, el colorado no esperaba esa respuesta, creía conocer a JungKook, este normalmente lo buscaría hasta terminar rompiéndole la cara a golpes.
Lamentablemente, si bien ha venido con sus amigos a arruinar la fiesta, prefiere no hacerlo, simplemente no puede a causa de ese jovencito con aquellos deslumbrantes ojos color avellana que lo han dejado loco, este lo observa inocentemente, incluso algo asustadizo haciéndose pequeño entre los brazos de su enemigo.
Maldice al ver a JungKook tan feliz y maldice por haberse sentido tan atraído por su novio. Independientemente de lo que JungKook le ha hecho, TaeHyung le ha gustado a primera vista, y mucho, entonces piensa que la dulce venganza, quizás pueda llegar a terminar en doble satisfacción.
JungKook toma a su novio de la mano y lo lleva directo al sillón, junto a Jimin y YoonGi que están hablándose en susurros y bebiendo.
Algunos jóvenes se acercan a JungKook, son compañeros de clase, al parecer están disfrutando de la fiesta, ya que lucen muy animados.
— Esto está increíble, deberías organizar fiestas así más seguido. —dice uno de ellos.
— Todo lo ha hecho Jimin y YoonGi, yo solo puse la casa —responde elevando un tanto la voz debido a la música alta.
— JungKookie… —TaeHyung interrumpe.
— ¿Qué sucede?
— Jiminie y YoonGi están haciendo bebés.
En seguida JungKook se incorpora del sillón de un salto y los toma a ambos de sus prendas desalineadas, con fuerza los empuja, llevándolos hasta la planta alta. Estos no se encontraban más que besándose como locos, pero es evidente que sus temperaturas corporales están elevadas y no pararán hasta terminar teniendo sexo en el comedor, así que JungKook los dirige hasta su habitación sin decirles una palabra y cierra la puerta tras de sí rogando que no ensucien nada.
Luego se dirige al baño con prisa, tal vez ha bebido demasiado.
Una de las chicas que habían estado hablando con JungKook, se sienta junto a TaeHyung y le sonríe. El castaño en seguida nota el vientre de la joven, ella está embarazada.
— Será una niña —dice la muchacha al ver que TaeHyung no le quita la vista de encima a su vientre.
— ¿Pronto nacerá? —pregunta este curioso.
— Estoy de seis meses.
TaeHyung entonces se levanta su enorme abrigo y le enseña su abultado vientre a punto de estallar.
La chica le sonríe y lleva su mano hasta aquella pancita frente a ella, cree que al castaño le hace falta dejar los postres y hacer más ejercicio, pero no deja de ser adorable.
— Mi bebé será un niño —dice TaeHyung con mirada dulce, observando su vientre.
La chica ríe animadamente, siguiéndole el juego.
TaeHyung se cubre el vientre y ríe también, aún sin saber qué es lo que le da tanta gracia a la muchacha.
JungKook baja corriendo las escaleras y se sienta, disculpándose con su novio por haberlo dejado solo.
Justo en ese momento, se acerca un chico y les ofrece unas bebidas.
— No gracias, ni yo ni él podemos beber, estamos embarazados. —dice la chica sonriendo picaronamente, como si estuviese contando un chiste privado.
El joven se ríe y deja una cerveza en la mano de JungKook, este siquiera lo ha notado, ha comenzado a sudar frío y puede jurar que está a punto de desmayarse.
—
¡Gracias por el cariño que le dan a esta historia! recomiéndenla si os gusta :'(
Los amo❤❤❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro