Capítulo 18
JungKook despierta a causa de un leve cosquilleo en su mejilla izquierda. Aún con los ojos cerrados da un manotazo para librarse de aquello y se gira de costado para intentar seguir durmiendo. Al cabo de unos segundos, vuelve a sentir como si alguien estuviese rozándole la yema de los dedos en su rostro, entre dormido musita el nombre de su novio y frunce el ceño molesto.
— No, no soy TaeHyung —escucha decir.
El pelinegro se queda quieto y abre los ojos en menos de un segundo para encontrarse con TaeHyung profundamente dormido a su lado y Jin, sentado en la cama observándolo fijamente.
— J-jin, y-ya te he dicho que debes golpear antes de entrar, ya no soy un niño —dice con nerviosismo a medida que intenta cubrir con las sábanas el cuerpo desnudo de TaeHyung y el suyo.
— Créeme que ya sé que no lo eres —Jin suspira—. Y justamente como ya eres todo un hombre, confío en que no te meterás en problemas si te dejo solo por unos días, ¿verdad?
— ¿Solo? ¿Vas a alguna parte? —JungKook se acomoda mejor en la cama para escuchar con detenimiento a su hermano. Jin jamás se ha ido de la casa, de hecho nunca tiene tiempo, es esclavo de su trabajo.
— Mi jefe quiere que lo acompañe a un viaje de negocios en Busán, serán solo tres días, como mucho cuatro, no te quería dejar solo pero… —Jin lleva su mirada a TaeHyung, quien permanece cómodamente durmiendo aferrado a la almohada de JungKook—. Veo que de todas formas estarás acompañado.
— Estaré bien, no tienes por qué preocuparte. —JungKook se siente cohibido por ser descubierto de esa forma, a pesar de que su hermano mayor no lo ha encontrado teniendo sexo con su novio, los está viendo a ambos desnudos en la cama, no hace falta ser un genio para darse cuenta que en la noche tuvieron sexo, y ello es demasiado incómodo para él.
— ¿Hace mucho que se está quedando?
— ¿Disculpa?
— Tu novio, no sabía que se había quedado a dormir y tengo el presentimiento que ya lo has ingresado a escondidas varias veces.
— Lo siento, sé que no te gusta que te oculte las cosas, pero…
— No tienes que excusarte —suspira—. Por este chico ya no sales a emborracharte con Jimin e incluso te has vuelto más aplicado con tus tareas, ya te lo he dicho.
— S-sí, supongo.
— Y la mejor parte…no es una chica así que no tengo que andar preocupándome porque la dejes embarazada —Jin sonríe y se voltea para macharse a preparar su equipaje.
JungKook en cambio, se ha quedado duro como piedra, y es que en ese preciso instante, casi pudo sentir como su corazón se le detuvo.
— Chocolate —balbucea TaeHyung entre sueños y se enreda entre las sábanas que huelen a su novio.
El pelinegro niega con la cabeza. Ha estado a punto de sufrir un ataque de pánico y TaeHyung sueña feliz con chocolate. ¿A caso se estará preocupando demasiado? ¿Debería tomarse las cosas con más calma tal como lo hace TaeHyung? o tal vez el castaño es el inconsciente que no piensa en las cosas importantes de la vida ni en el futuro. Bien, JungKook piensa por un instante y se convence de que no servirá de nada preocuparse en cosas que no puede cambiar, va a intentar relajarse y ser un poco como era antes.
— A ver…—musita para sí mismo en voz baja—. ¿Qué haría el antiguo JungKook si pudiese estar cuatro días sin la supervisión de su hermano mayor? —lleva su mano a la barbilla en señal de estárselo pensando detenidamente, y entonces las ideas comienzan a aparecer burbujeando en su cerebro, haciéndolo sonreír más que satisfecho ante el sin fin de cosas que se le acaban de ocurrir.
Horas más tarde, Jin se encuentra caminando de un lado a otro de la casa con notorio nerviosismo, y es que no está seguro de que JungKook pueda hacerse cargo de todo.
— Tienes comida en el congelador, recuerda cerrar las puertas con llave en la noche y encender las luces de afuera ¡No vayas a dejar la estufa prendida! Y recuerda que si algo sucede, aquí tienes la lista de los números importantes ¡Las flores!, no te pido que las riegues todos los días como lo hago yo, pero al menos día por medio. Aquí también está el alimento para gato, por si chispitas se digna a regresar, también le dije al vecino que estarás solo y que esté atento a cualquier cosa que pueda pasar —Jin detiene sus pasos un segundo—. Tengo el presentimiento de que me olvido de algo.
— Ya, tengo todo bajo control, no te preocupes, ya vete y disfruta tu viaje. Son solo cuatro días, no un mes.
El mayor suspira e intenta relajarse.
— Bien, tienes razón. Prométeme que no te meterás en problemas, si es posible, que no venga Jimin en mi ausencia, ambos se potencian para mal cuando están juntos.
— Sí, sí, como sea, te lo prometo —JungKook pone sus ojos en blanco mientras cruza los dedos. Luego camina hasta el sillón de la sala y enciende la televisión.
— Ropa, dinero, teléfono… —Jin musita nerviosamente en voz baja.
— Ya has repasado todo más de cinco veces y lo único que te falta, es abrir la puerta e irte de una vez —dice JungKook impaciente.
— Bien, bien, tienes razón, ya me voy, debo tomar el autobús hasta la casa de mi jefe y quiero ser puntual —Jin mira a su hermano menor con un dejo de desconfianza, aún así camina hacia él para darle un abrazo.
— Cualquier cosa que necesites, llámame, ¿de acuerdo?, y por favor, no te metas en problemas —le susurra.
— Sí, lo tendré en cuenta, gracias.
El mayor toma su maleta y camina hacia la salida directo a la parada de buses, cerrando la puerta tras de sí.
JungKook cierra con llave, toma su teléfono móvil y marca un número mientras se dirige de regreso al sillón.
— Jiminie, convoca a todos, hoy fiesta en casa.
— ¿Seguro? ¿Jin te dio permiso?
— Mi hermanito estará fuera por cuatro días, no hay problema.
— Esto será épico —musita Jimin con una pequeña sonrisa y sin perder tiempo corta la llamada para reunir a todos sus amigos.
—
Publico estos capítulos seguido porque son un tanto más cortos, pero agárrense que se viene el desmadre.
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