JungKook se aferra a los labios de su novio y este emite un leve gemido que no alcanza a acallar, ello provoca que Jimin se remueva inquieto y cambie su posición al dormir, este ahora se encuentra boca arriba con un brazo extendido sobre el rostro y el otro colgando en la orilla de la cama.

—Dijiste que solo podíamos hacerlo nosotros dos —susurra TaeHyung, quien le parece que hacer esas cosas en presencia de alguien más no es correcto.

—Sí, solo nosotros dos —responde el pelinegro sin prestar mucha atención a lo que su novio ha dicho, él se encuentra demasiado concentrado en besar cada rincón de su piel desnuda.

TaeHyung al principio se ha manifestado un tanto indeciso pero ahora se está relajando poco a poco mientras recibe muy gustoso los mimos. Los labios de JungKook se sienten bien rozándole la piel, es tan placentero.

—No ronronees —le dice JungKook bajito en su oído y seguido chupa el lóbulo de la oreja de su gatito.

—No lo puedo evitar, esto se siente demasiado bien.

Aquellas palabras hacen que JungKook se sienta repentinamente más deseoso y dispuesto a enterrarse en su novio, a pesar del intruso durmiendo a escasos centímetros.

Levanta la camiseta de TaeHyung, que en teoría es su camiseta, y besa a lo largo de su levemente abultado abdomen. No lo quiere desvestir, no se va a arriesgar a algo como ello, la desnudez de TaeHyung es algo demasiado bello de apreciar, algo tan precioso debe ser sólo para que su vista se complazca, la suya y la de nadie más.

JungKook, con torpes movimientos, tantea hasta la hebilla de sus jeans y se los desabrocha, luego hace un movimiento hacia atrás para poder sacar su pene semi despierto. Al acercarse, TaeHyung lo recibe abriendo las piernas sin pudor alguno.

JungKook toma el borde superior de la sábana y la lleva hasta arriba procurando que esta cubra tanto a él como a su novio por completo, solo por si acaso. Allí abajo, todo se encuentra repentinamente oscuro, la visibilidad es poca pero ellos están más concentrados en el sentido del tacto y del gusto, que en el de la vista.

TaeHyung en un desesperado movimiento, lleva su mano impaciente hasta su ropa interior e intenta bajarla, pero no lo logra, y es que tiene a JungKook encima y entre sus piernas.

—No necesitas quitártela, lo haremos así —susurra el pelinegro juguetonamente a medida que toma un extremo de la delicada tela y la corre a un lado con suma lentitud.

TaeHyung se remueve inquieto, anhelante y húmedo, necesita sentir a JungKook dentro de sí, comienza a sentirse vacío y eso no le gusta.

—Tendrás que estarte muy quietecito y en silencio, ¿podrás? —susurra el pelinegro con una leve sonrisa al ver lo necesitado y urgido que está TaeHyung. El que éste no se encuentre en celo, le da a JungKook el poder de controlar la situación, a tal grado que le hace sentirse poderoso, sus deseos no lo están gobernando, puede decidir cómo y cuándo se harán las cosas, puede esperar y hacer todo con calma, no es el chico de ojos lujuriosos de orbes dilatadas que solo piensa en meterla hasta el fondo. Ahora siente que puede disfrutar de cada instante.

— ¡Ya! —vocifera el castaño impacientado.

JungKook le propicia un corto beso en sus labios semi abiertos y posiciona su miembro torno a la entrada húmeda y anhelante de su novio. Ventajas de que éste no sea un humano común y corriente, no hay necesidad de lubricar ni perder tiempo en la preliminares.

Bien, que JungKook se esté tomando las cosas con calma no quiere decir que no tenga ese hormigueo molesto en su entrepierna, no está siendo controlado por feromonas, pero sigue siendo un hombre con sus necesidades. Así que de un limpio movimiento se entierra hasta el tope en las estrechas paredes internas de TaeHyung, haciendo que este libere un grito el cual intenta acallar mordiendo su belfo.

JungKook se queda expectante por unos segundos, quiere cerciorarse que aquello no haya despertado al vecino. Pero un leve ronquido le da la pauta de que no ha sido así, Jimin sigue dormido.

Lleva ambas manos por detrás de su novio y lo aferra ejerciendo presión en sus muslos, necesita sentirlo aún más. TaeHyung ya no sabe como acallar sus gemidos y sus movimientos no están siendo del todo delicados, poco le importa ahora que Jimin los pueda escuchar, solo piensa en una cosa, que JungKook no se detenga por nada del mundo y que continúe moviéndose de esa forma tan deliciosa.

—Quédate quieto, no te muevas así —musita el pelinegro quien intenta no hacer movimientos demasiado bruscos.

—N-no puedo, ¡sigue por favor!

JungKook atrapa los labios de TaeHyung y se aferra a ellos, mete su lengua dentro y recorre todo el interior de aquella boca cálida de dulce sabor. Se mueve muy lento y suave torno a su novio, disfruta de cada estocada que propicia. Debido al silencio, se puede oír mucho más que otras veces el sonido de lo mojado que TaeHyung se encuentra. El sonido de sus líquidos escurriéndose cada que JungKook lo embiste es demasiado sucio y morboso para sus oídos, ¡a ambos les fascina!

— ¡N-necesito más! —lloriquea TaeHyung haciendo su rostro a un lado para separarse de aquellos labios que lo tienen prisionero.

—Dejaré tuerto a tu bebé —dice JungKook susurrando.

TaeHyung está más allá de captar las bromas en un momento tan íntimo, pero a JungKook le preocupa de enserio, ¿podría el sexo perjudicar al bebé?, esa es otra de las razones por las cuales lo hace lenta y delicadamente.

«¿Desde cuándo me interesa esa cosa?», piensa el pelinegro en medio de aquel lento vaivén. Niega con la cabeza y procede a concentrarse en lo que está haciendo.

TaeHyung resopla y de un corto movimiento, se desliza hacia un costado y se posiciona a horcajadas de JungKook, luego toma de nuevo las sábanas y las lleva una vez más sobre sus cabezas, ya que con aquel movimiento se han ido bajando.

Ahora, encima de su novio, él tiene el control de los movimientos. Se levanta torpemente unos escasos centímetros alineando nuevamente el pene de JungKook, quien está hinchado y latiendo debido a la estimulación. Le da una rápida mirada, el pelinegro tiene la respiración entre cortada y mantiene un mechón en su frente levemente pegado a causa del sudor, aquello le parece tan sexy, se sienta sobre él de un movimiento limpio. Mala idea. Aquello hace que el suave glande de su novio toque directamente aquel punto sensible en su interior que le hace gritar de placer.

Sin control, comienza a moverse, desesperado gime y goza de ese falo duro y tieso abriendo paso entre sus apretadas carnes. JungKook ya ha perdido toda cordura, ya no le importa ni que Jimin esté durmiendo al lado, ni que Jin tenga un sentido auditivo muy sensible, ni dejar tuerto al crío, siquiera intenta acallar los gemidos y lloriqueos de su novio mientras le pide más, solo puede pensar en el vaivén que lo aprisiona provocándole un fuerte calor recorriendo en su interior y un hormigueo en la parte baja de su abdomen, extendiéndose a lo largo de su dureza la cuál está siendo suavemente envuelta por aquella piel apretada y húmeda.

TaeHyung ha hecho su cabeza hacia atrás, sus labios están abiertos, se encuentra prácticamente babeando. Aquella escena es tan erótica, el que se vea de esa manera y que mantenga esa expresión de placer absoluto, debería ser ilegal. JungKook ya no logra aguantar, quiere retenerlo, lo intenta, piensa en el bigote de su tía, en los dientes postizos de la abuela de Jimin, en la barriga del recogedor de basura, no, nada funciona, se termina corriendo abundantemente, desbordando aquella entrada latente de vivo color rosado debido a la intromisión.

TaeHyung, tras varios espasmos, libera su líquido blanquecino sobre el abdomen de JungKook, aún mantiene lágrimas en sus ojos debido al placer que acaba de experimentar. Con su pecho moviéndose salvajemente como galopes de corceles, se deja caer a un costado, quedando al medio entre su novio y un Jimin quien ha despertado vaya a saber cuando y mantiene sus ojos bien abiertos y sus labios rosados en forma de "O" debido al asombro por lo que acaba de presenciar.

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Necesitaba narrar un poco de smut, no se pierdan el siguiente capítulo, se viene lo chido.

Gracias por leer, agradezco a todas las que comentan, os adoro.