Capítulo 10
JungKook está sentado en la mesa de la cocina frente a su hermano mayor, este lo observa curioso, no solo por el hecho de que hace más de media hora que está jugando distraído con el tenedor y prácticamente no ha tocado su cena, sino también porque el pelinegro tiene los ojos rojos y unas ojeras prominentes.
— ¿Época de exámenes? —pregunta el mayor, aún analizándolo.
— ...
— ¿JungKook?
— ¿Has dicho algo? —pregunta este saliendo de su trance.
— ¿Qué sucede contigo?
—Nada es solo que —da un largo bostezo—. No he dormido bien estos días, ya sabes.
—No, no se.
—La vida de un estudiante ¿Qué decirte?, no es para nada sencilla.
—Te estas esforzando mucho, eso me agrada.
JungKook se siente mal por andar diciendo mentiras con tanta frecuencia, a pesar de que el mentirle a su hermano no es nada reciente. En cuanto descubrió a la tierna edad de ocho años el gran poder que tenía la mentira y en cómo esta podía librarlo de varios embrollos, se había valido de ella convirtiéndose así en un muy hábil mentiroso.
Aunque, esta vez, sus dichos tienen algo de verdad. JungKook sabe que muy pronto será padre y deberá estudiar como nunca si quiere graduarse y conseguir un buen empleo para mantener al bebé.
Padre. Aquella palabra retumba en su cabeza constantemente para castigarlo.
Ya nada será como antes, no puede tomarse la vida a juego, tiene que ser responsable. De solo pensar en ponerse un traje y estar encerrado en una maldita oficina hasta envejecer, le provoca un fuerte dolor en el estómago.
Al menos ya no se pregunta cómo pudo ser tan descuidado, es algo que ya ha asumido, la realidad es esa y tiene que afrontarla, de todas formas aún le queda un hilo de esperanza, el bebé puede…no, siquiera quiere pensar en ello, pero muy en el fondo lo piensa, quizá el bebé nazca sin vida y asunto arreglado.
TaeHyung ha estado muy hormonal, sensible, irritable y llora constantemente porque dice que JungKook no quiere al bebé.
—Es que yo no quería esto —se excusa el pelinegro.
—Todo lo malo que he leído acerca de los humanos ¡es cierto! — contesta TaeHyung con notable enojo.
—No sé que cosas has leído, pero la vida real es muy distinta a la de los libros, es fácil juzgar, pero no tienes idea lo difícil que es criar a un bebé en estos tiempos, a mi edad, en mis circunstancias, ¡soy tan solo un estudiante!
—¡No quiero oírte! —responde el castaño cruzándose de brazos.
—Bien. Nuestra primer pelea. Ya estamos actuando como una pareja de casados.
—No sé que es casados, pero si implica un tú y yo, ¡olvídalo!
JungKook sabe que es normal que TaeHyung actúe de ese modo, o al menos es normal en el caso de mujeres embarazadas.
Comienza a pensar en lo que ha dicho el castaño, que nunca ha estado en su cuerpo humano por tanto tiempo y que es probable que a causa de ello comenzara a cambiar, que su instinto de felino vaya desapareciendo, que ya no lo controle y recupere cada vez más su humanidad.
«Adiós al dócil y sumiso felino», piensa.
TaeHyung se quita la ropa de JungKook y la arroja al suelo, no quiere tener la esencia del pelinegro impregnando en su piel. Solo que al instante se siente solo y desprotegido, pues el olor de su novio lo calma. Ahora, mientras se sienta en aquella cama, solo puede percibir el olor al enjuague que utiliza Jin para lavar las sábanas. Aún así, no está dispuesto a dar el brazo a torcer, estando completamente desnudo, se aferra a la almohada y frunce el ceño en señal de completo disgusto.
JungKook no es de piedra y al ver esa escena, no logra concentrarse, ni despegarle la vista de encima ¿Por qué tiene que haberse desnudado?, ese rostro precioso, esa boca haciendo un puchero, esa piel que luce tan suave. No. Necesita controlarse, es algo que puede hacer, TaeHyung no está en celo, sus feromonas son imperceptibles a menos que le roce la piel, sí, el castaño no volverá a estar en celo hasta que esa cosa que está creciendo en su vientre nazca.
JungKook suspira y se le acerca hasta la cama, sentándose a su lado.
—Ya no te comportes así, lo siento —musita.
—No sé como expresar lo que siento, estoy tan...
—Emputado, lo sé.
— ¿Emputado?
—Sí, enfadado, enojado, no te gusta la situación, estás molesto.
—Sí, ¡estoy emputado! —dice elevando el tono de voz y cruzándose nuevamente de brazos.
—No lo estés —dice JungKook en el tono más amable que le puede salir, TaeHyung se ve demasiado tierno en esa situación y muere por consolarlo. Con movimientos lentos decide acercársele un poco más y rodearlo con sus brazos.
—Tú no quieres a nuestro bebe —musita el castaño en un hilo de voz.
— ¿Por qué piensas eso?
—Dices que solo es mío, incluso anoche lo llamaste «cosa»
—Bien, no salto de alegría y dicha por la noticia pero... —JungKook sabe que luego de ese pero, todo lo que dirá será una mentira, y como no quiere mentirle a su novio, decide ser lo más sincero posible—, dejémoslo así.
TaeHyung despide un grito ahogado y se inclina hacia adelante sosteniéndose el vientre. JungKook se queda muy quieto, aquella reacción lo ha asustado, piensa que quizá es aquel engendro que quiere salir del estómago de TaeHyung y darle una patada en la cara, por ser tan imbécil.
— ¿Te encuentras bien?
—El bebé me pateó.
—TaeHyung, ¿no es extraño que tu vientre crezca tan de prisa? si sigue así el bebé nacerá muy pronto y ello no es normal —JungKook lo piensa un instante y prosigue—, olvida lo que dije. Eres hombre y estás embarazado, nada de esto es normal.
TaeHyung agacha la cabeza y se acuesta en la cama, se cubre el rostro con las mantas y comienza a sollozar. Se siente herido, y no es bueno para expresar sus emociones. Está pasando por un momento que nunca antes pasó y necesita mucha contención, contención que JungKook no le provee, se siente solo en ello. No sabe el por qué de sus cambios de humor, su cuerpo esta cambiando y no le agrada en lo que se está convirtiendo, está en una disyuntiva porque ama a ese bebé que tiene en su vientre, pero el pequeño lo está alejando de JungKook.
El pelinegro se lleva ambos manos a la cabeza e intenta pensar con claridad, siente que la situación lo está superando, que necesita ayuda, no puede continuar con ello solo. ¿Qué tan malo sería contarle todo a Jin? Piensa por un instante en la reacción de su hermano mayor y decide que aquello sería terrible, no, contarle no es opción. Entonces, le llega a él una idea, es descabellada pero ¿Qué más opciones tiene? Jimin es su única solución, él es mas acepto a ese tipo de cosas, aparte le gusta lo sobrenatural, ¿qué tan diferente son los zombis y los vampiros a un dios gato embarazado? Aparte ha bromeado con Mau anteriormente, quizás no se lo tome tan mal, ¿debería llamarlo ahora?, JungKook toma su teléfono pero al escuchar a TaeHyung sollozar decide esperar un poco, no es momento, primero necesita consolar a su novio.
—Ya no llores, lo siento, he sido un idiota —musita prácticamente en susurros a medida que se le acerca y se acuesta junto a él en la cama.
—No sé lo que es idiota pero si es algo negativo para con tu persona, entonces sí, eso eres —dice haciendo un mohín.
JungKook lleva sus manos a las mantas y las desliza hacia abajo para poder ver el rostro de TaeHyung.
—Vamos, ya no llores —musita a medida que lo sujeta contra su pecho. Le acaricia la cabeza suavemente y aquello hace que el castaño se tranquilice, puede sentir el aroma de JungKook, lo envuelve y lo llena de tranquilidad, cierra sus ojos y suspira.
El pelinegro baja la cabeza hasta los labios del contrario y le deposita un corto beso.
—Te quiero, y no te merezco —dice.
TaeHyung no tarda en quedarse completamente dormido. Su respiración se vuelve lenta y tranquila. Ahí es cuando JungKook aprovecha para incorporarse de la cama con mucho cuidado y llamar a su amigo.
—Uhm, ¿si? —contesta Jimin con voz ronca debido al sueño.
—Necesito verte ya mismo.
—Es muy tarde ¿no puede ser en la mañana? —se queja.
—No, tiene que ser ahora.
— ¿Qué has hecho esta vez?, déjame adivinar, te follaste a la pareja de alguien y ahora te quieren arrancar la cabeza.
—No esta vez, date prisa, te veo afuera, en la entrada de mi casa.
—Voy, voy —dice Jimin a regañadientes mientras se levanta.
JungKook abre con mucho cuidado la puerta de su habitación y mira a su alrededor asegurándose de que Jin ya se haya ido a dormir. En la planta baja todo está oscuro. Perfecto.
Camina bajando las escaleras de puntas de pie procurando no emitir ningún ruido y abre la puerta con suma lentitud.
Cierra tras de sí la puerta y se sienta en el escalón de la entrada. Tras esperar por un buen rato, toma su teléfono con la intención de volver a llamar a su amigo, pero justo cuando tiene los dedos sobre el botón de llamar, ve a Jimin acercársele. Este tiene los cabellos hechos un desastre, tiene puesto su pijama de color celeste y unas pantuflas de oso.
JungKook quiere hacer un comentario al respecto, pero se abstiene, tiene algo importante que decirle y siquiera sabe cómo comenzar.
—Dime que sucede, rápido que quiero volver a la cama —dice Jimin con prisa.
—Siéntate —le responde el pelinegro palmeando el escalón junto a él.
—Bien, suéltalo.
—De acuerdo, esto no es sencillo de decir.
—Ve al grano, sin preámbulos.
— ¿Recuerdas cuando fuimos al museo de historia?
—Sí.
—Me encontré un gatito, ¿recuerdas?
—Chispitas, sí.
— ¿Recuerdas a mi amigo que llevé a clase el otro día?
— ¿TaeHyung?, sí, sí, lo recuerdo, dijiste que era tu novio ¿qué tiene que ver ello con Chispitas?
— ¿Recuerdas que en el museo de historia, la guía habló de Mau, el dios gato?
—Vamos JungKook lo recuerdo todo, ¿qué sucede?
—Mau el dios gato, Chispitas, TaeHyung, ¿qué te dice esos nombres?
—Si es un juego de palabras no lo estoy entendiendo.
JungKook llena de aire sus pulmones y cierra fuertemente sus ojos mientras exhala con lentitud.
—Chispitas es Mau, el dios gato, puede tomar forma humana, en realidad no es un dios, en fin es una larga historia, el punto es que cuando es un humano no se llama Mau, sino TaeHyung, sí, un humano que tiene instintos felino, pero luce jodidamente sexy ¡tuve sexo con él! y ahora está esperando un bebé y no sé cómo...cómo… ¿Jimin?
—...
— ¡Jimin, despierta!
JungKook sabe que no viene al caso, resopla con frustración y se incorpora de las escaleras. De todas formas no le va a creer si no lo ve con sus propios ojos.
—Ven, pero no hagas ruido —dice mientras abre la puerta con cuidado.
— ¿A dónde?
—A mi habitación.
— Entonces ¿puedo quedarme a dormir?
—No entramos los tres en mi cama.
— ¿Los tres?, JungKook, si lo que quieres es hacer un trío o volver realidad alguna de tus fantasías raras o fetiches, no cuentes conmigo, al menos no a estas horas de la madrugada.
— ¡Que no es eso! —JungKook se cubre con prisa la boca, no pretendía subir su tono de voz, aquello pudo ocasionar que su hermano despierte.
Ambos suben las escaleras en silencio y el pelinegro abre la puerta de su habitación muy lentamente.
Lo primero que Jimin ve, es a alguien durmiendo desnudo en la cama de su amigo. Sabe que este ahora tiene novio, pero no puede asegurar que se trate de TaeHyung, después de todo, no se fía de la fidelidad del pelinegro.
—JungKook, ¿para que me necesitas aquí? ¿Quieres que te reemplace una noche para ir a tirarte a alguno de tus amigos al club?, no cuentes conmigo.
JungKook hace caso omiso a las palabras de Jimin y le dice que guarde silencio. Entonces, se acerca a TaeHyung y lo mueve con suavidad para que este despierte.
El castaño, algo confundido, abre sus pequeños ojos intentando acostumbrarse a la luz.
Jimin lo observa y le hace un leve gesto de saludo con su mano, sin saber qué cara poner. Aquello es muy incómodo.
— ¿Por qué está tu amigo aquí? —pregunta TaeHyung confundido.
—Necesito que le cuentes todo.
— ¿Qué cosa?
—Primero siéntate, quiero que Jimin vea algo.
TaeHyung se talla los ojos y se sienta en la cama dejando a la vista su vientre. Su embarazo es muy reciente, el único que puede notar su pancita es JungKook, ya que ha visto su plano y delgado abdomen muchas veces antes del embarazo, pero cualquiera que lo ve por primera vez, puede pensar que se trata solo de alguien que ha cenado bastante esa noche.
— ¿Qué se supone que tengo que ver? —pregunta Jimin frunciendo el ceño.
—Esto —responde JungKook tocándole el vientre a su novio.
—Sí, yo también suelo tener problema de retención de líquidos, cuando me hincho bebo agua y evito las comidas con sal.
— ¡Que no esta reteniendo líquidos! ¡está esperando un bebé!
Jimin comienza a reír.
— ¿Otra vez probando alucinógenos, Jungkook?
Entonces, Jimin se da la vuelta para marcharse a su casa, ¿cómo no se dio cuenta antes de que su amigo estaba drogado?
—Es verdad —esta vez quien lo afirma es TaeHyung—, estoy esperando un bebé.
Su tono de voz es tan serio, que Jimin borra todo atisbo de sonrisa en su rostro. Entonces se da la vuelta y observa a TaeHyung a los ojos esperando que este diga que se trata tan solo de una mala broma, pero este por el contrario mantiene su rostro inmutable.
—Jimin, yo soy Mau.
—
Esto se prendió.😏
¡Gracias por leer! Os Amo💕
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