[3/3]

—No quiero pensar mucho al respecto, pero, ¿nunca antes has engendrado vida?

—Sí, lo he hecho. Siendo Mau he tenido cría, pero nacieron muertos.

— ¿Humanos?

— Claro que no, éramos dos gatos.

—Mi pregunta fue estúpida pero no logro pensar con claridad, esto me tiene tan desconcertado, intento entenderte.

—Así que, en caso de estar concibiendo, es imposible que salga un gato, ambos somos humanos.

—Pero tú no eres un humano común y corriente, de tu vientre puede salir cualquier cosa, aunque… aún no tenemos la certeza de tu embarazo, ¿verdad? —JungKook comienza a pensar en si es buena idea ir a comprar un test de embarazo o no. 

—Me temo que sí, acabo de descubrir la razón por la que no puedo convertirme en gato. Es imposible que pueda cambiar de forma, porque estoy esperando un bebé humano, no es compatible en lo absoluto con mi forma animal.

—E-Entonces…¿nueve meses?

—Eso espero. Siendo Mau, los gatitos tardaron muy poco tiempo en gestarse, quizá suceda lo mismo ahora.

JungKook siente como si su cabeza le diera vueltas. En su vida, su única preocupación ha sido cómo ganarle a Jimin en los videojuegos, y ahora ya puede verse rodeado de pañales sucios y vómito con olor a puré de manzanas. No quiere decirle a TaeHyung lo que pasa por su mente, pero en el fondo desea que ese embarazo se pierda, no está listo para ser padre, de hecho detesta los niños, lo que sea que TaeHyung tenga en su vientre, no lo quiere y está seguro que nunca lo querrá.   

TaeHyung intenta mantener la calma, sabe que a JungKook no le ha agradado la idea en lo absoluto y no quiere empeorar la situación, pero es que él también tiene muchas dudas, justamente porque es primerizo gestando a un bebé humano, está lleno de temores ¿El bebé será inmortal como él? ¿Podrá convertirse en gato? Y lo que más preocupación le genera: ¿Nacerá con vida? El solo hecho de pensar en que aquel bebé pueda nacer sin vida, le provoca desesperación, porque quiere tenerlo.

—Cómo desearía tener un doctor especializado en embarazos de hombres gatos con úteros femeninos y hacerle mil preguntas —dice JungKook pensativo—, ¿eres el único de tu especie?

—Eso creo, sí.

— ¿Crees? Espera…¿eso significa que puede haber más como tú?

—No lo sé, nunca he conocido a nadie como yo, pero así como me han convertido a mí, quizá lo hayan hecho con alguien más.

—¿Cómo que convertido? TaeHyung, ¿a qué te refieres?

—Quizá deba contarte un poco más de mi vida pasada para que logres entender. Es decir, mi vida pasada como un simple humano. —TaeHyung suspiró, no le agrada recordar su pasado, pero si va a estar con JungKook siente que él necesita saberlo.

—Me estás asustando. —El pelinegro, quien ha estado acostado sobre la cama, se sienta y mira al castaño con suma concentración.

—Yo fui un humano común y corriente, un simple chico. Te estoy hablando de una época muy diferente a la tuya, hace más de dos mil años. Nací en el año 2570, en Corea del Sur. En aquel entonces no hablábamos coreano, más bien un lenguaje altaico proveniente de Siberia. Debo aclarar que en la antigüedad, los años se contaban de adelante hacia atrás y cuando llegó el año cero, comenzaron a contarse desde el año 1 hasta esta fecha actual.

—No logro imaginarme en cómo era la vida en aquel entonces ¿Qué sucedió? Si eras un humano común y corriente, ¿cómo llegaste a convertirte en un gato?, dijiste que esa es tu verdadera naturaleza.

—Mi familia estaba muriendo de hambre, eran agricultores pero a causa de las sequías no podían cosechar. Yo era el mayor de cuatro hermanos y antes de perecer, me vendieron a cambio de comida. Tenía nueve años. La persona que me compró, no era común y corriente, era una mujer que hablaba en un lenguaje que yo desconocía en lo absoluto, y no solo eso, ¿has oído hablar de la nigromancia?

JungKook asiente con la cabeza, claro que lo sabe. De pronto se le hela la sangre, recuerda uno de los videojuegos que ha jugado con Jimin, el personaje Nigromante practica la magia negra y manipula viseras de muertos para adivinar presagios y revivir personas. Siempre lo ha visto como un mito, una leyenda o en este caso, personajes siniestros salidos de videojuegos, no como alguien de la vida real.

—Quien me compró, se dedicaba a practicar la nigromancia. En aquel entonces era muy común. Mi vida era una pesadilla, yo estaba completamente solo y no entendía qué razones tenía aquella mujer para comprarme, ¿de qué le servía un niño como yo? Un día lo entendí.

TaeHyung hace una pausa y JungKook se aferra sus temblorosas piernas con ambas manos, la vida pasada de TaeHyung es como una película de horror.

—Una noche, la mujer me tomó de los brazos y me llevó a una cueva, ella solía adentrarse allí, pero nunca me permitía acompañarla, y no es que quisiese tampoco.

— ¿Por qué no huiste? —dice JungKook elevando la voz, se encuentra demasiado sumergido en el relato. 

—La mayor parte del tiempo me tenía amarrado. No logro recordar con detalle, solo sé que esa noche hacía mucho frío, me arrastró por la tierra hasta que logré divisar un leve resplandor, eran velas. Allí sobre una piedra, yacía el cuerpo sin vida de un gato. Recuerdo que me hizo una seña, pero no logré comprenderle, quería que me sentara sobre la piedra, junto al felino. No comprendía en ese entonces lo que esa mujer era y el peligro que yo corría, lo comprendí mucho tiempo después. Aquel gato era su tesoro más preciado.

—Q-Quería revivir al gato, ¿verdad?

—Así es, y para ello necesitaba un cuerpo con vida, me necesitaba a mí. No quiero entrar en detalles, solo puedo asegurarte que era un pequeño e indefenso niño que no comprendía nada en lo absoluto. No me mató, mas sí mi cuerpo. Mi alma debía fusionarse con ese felino. No puedo explicarte a ciencia cierta cómo fue que lo logró, porque todo lo que te estoy contando, fue a causa de mis investigaciones de años después ya siendo adulto. Lejanamente recuerdo que abrí los ojos y me vi a mí mismo muerto sobre aquella roca, y yo ya no era humano. Siendo un felino mi mente se perdía cada vez más, no pensaba como lo hacía siendo humano, mi naturaleza había cambiado.

Más no todo acabó allí.

— ¿Y cómo es que puedes convertirte en humano?, n-no logro entender tampoco en cómo te volviste inmortal.

—Temo que quizá te asuste saberlo… —TaeHyung agacha su cabeza. Se encuentra preocupado en cómo puede reaccionar JungKook.

—Necesito saberlo todo, confía en mí, dudo que sea peor de lo que ya me has contado.

—Aquella nigromante, con el afán de asegurarse de no volver a perder a su amado felino nunca más, volvió a hacer lo mismo que hizo conmigo, pero con ella misma.

—Entonces, así como tu alma y espíritu siguieron con vida luego de aquella fusión, viviendo a través de ese felino, ella…

—No, solo yo. Quizá mi espíritu era más fuerte, pues era apenas un niño y ella una persona mayor. Solo recuerdo verla tendida allí en el suelo, y luego yo me sentí con más fuerza y vitalidad. Algo en mi aquel día cambió, aún siendo gato, mi inteligencia se incrementó, podía pensar y razonar. Y como te he dicho antes, mi cuerpo era mortal, pero mi espíritu no. Fue recién en mi segunda reencarnación que aparecí en Egipto. En ese entonces era un imperio poderoso, yo era un felino y me trataban como a un Dios. Se había corrido la voz de que alguien me había visto adoptar forma humana. No era de extrañarse que pudiese ser humano cuantas veces quisiera.

— Porque era tu espíritu y el de la nigromante, dos almas humanas contra una de felino, ¿verdad? Ahora que lo pienso…quizá ella no pudo corromperte una vez que se fusionó a su gato, debido a que necesitaba permanecer consiente hasta el último segundo para poder llevar a cabo su trabajo… —JungKook hace una pausa y prosigue—, sonaba mejor cuando lo pensé. 

—Tienes mucho sentido. Ahora ya sabes toda la verdad respecto a mi origen y también el porqué de mis…ya sabes, mi cuerpo siendo de hombre y de mujer, el por qué puedo procrear.

—Lo sé, y aunque debería estar más confundido que antes, ahora le encuentro sentido a todo, excepto una cosa, ¿por qué prefieres ser gato a humano? 

— Fui fusionado a un felino, mi naturaleza siempre será esa, como humano no soy tan fuerte ni inmortal. Si paso muchos años sin convertirme en humano, comienza a dominar mi instinto animal, seguramente perdería mi conciencia, no lo sé. Quizá suceda lo contrario si ya no regreso a ser un gato, quien sabe, nunca lo hice, nunca me atrajo la idea de ser un frágil humano por más de un día.

—Esto será difícil de procesar, incluso me he olvidado por completo respecto a tu bebé, lamento saber todo lo que has sufrido. —JungKook extiende la mano y le acaricia a TaeHyung su mejilla. Este se siente reconfortado y aliviado.

—Todo lo que viví, me llevó hoy hasta aquí, de no haber pasado por ello, no te hubiese conocido, yo hubiese muerto hace miles de años y no hubiese conocido este mundo, quizá hubiera muerto de hambre siendo apenas un niño.

Ambos se quedan en silencio y se acuestan en la cama, se aferran fuertemente uno junto al otro y se sumergen en un sinfín de pensamientos. JungKook enrolla con su dedo un mechón del cabello del castaño y este suspira.

— ¿JungKook?

— ¿Sí?

—Quiero galletas de miel, las que me diste esta mañana.

—No hay más, ¿no quieres otra cosa?

—No, tengo mucho deseo de comer galletas de miel, por favor. —TaeHyung hace un leve puchero y el pelinegro suspira. Mira la hora y el reloj marca las dos de la mañana. Se incorpora de la cama y mira al castaño, en como se acomoda en la cama con una pequeña sonrisa de satisfacción, sabiendo que pronto tendrá sus anheladas galletas.

—Creí que lo malditos antojos venían luego de meses de embarazo, no a los días. —Se dirige al perchero en busca de un abrigo y camina de puntas de pies hasta la puerta de salida, pensando en dónde rayos va a encontrar galletas de miel a esa hora.

—
¿Se esperaban algo como esto?, si han leído The Killing Death y Keep Breathing seguro que si jaja, lamento darle el toque macabro a todo lo que escribo.

¡Perdón la espera y gracias por ser pacientes! Os adoro.