Capítulo 03
— ¿Uh? —TaeHyung no logra comprender ¿Será un rito humano de la confianza?, en su vida como gato solo se lamían sus partes como aseo personal.
JungKook resopla con frustración. Toma a TaeHyung de los brazos y de un firme movimiento lo acuesta en el borde de la cama. Se pone en cuclillas en el suelo y se posiciona entre las piernas contrarias. Entonces, sujeta el sexo del castaño y comienza muy lentamente a lamerlo en toda su extensión.
Chasquea la lengua en su glande durante unos segundos y luego lo introduce completo en su garganta.
TaeHyung muerde su labio inferior y sujeta las sabanas con fuerza, este no puede creer que sea posible sentir algo tan placentero como ello, ¿cómo es posible que a lo largo de toda su existencia nunca hubiera gozado de algo tan excitante?
JungKook sigue reteniéndose, no quiere usar al máximo sus habilidades, lo que menos desea es que el castaño se corra.
— Ahora haz conmigo lo mismo que yo te hice a ti —dice en un hilo de voz. TaeHyung debe aprender que tal placentero acto, es un dar y recibir, y él hasta ahora no ha ofrecido nada.
El castaño, completamente extasiado, sujeta el pene de JungKook tal cual observó y saca su lengua tímidamente, la dirige al glande del pelinegro y comienza a lamer como si de un delicioso dulce se tratase.
— Mírame mientras lo haces —le ordena el pelinegro.
TaeHyung no entiende bien la razón por la cual debería mirarlo, pero obedientemente lo hace, justo en el momento que se mete aquello tan hinchado, duro y venoso en su cálida boca.
JungKook comienza a moverse llegando hasta la garganta de TaeHyung, produciéndole leves arcadas.
Lejos de ser más cuidadoso, comienza a intensificar las estocadas. Aquel inocente ser se esté prácticamente ahogando y ello le produce cierto morbo que hace que su erección se le ponga aún más dura.
TaeHyung quiere preguntar si está haciendo bien su trabajo, pero el pelinegro está concentrado en aquel vaivén que hace con sus caderas y no piensa detenerse.
JungKook observa al castaño babear y dirige su mirada hacia esa boca tan delicada, está prácticamente roja e hinchada debido a lo que está haciendo, si no se concentra, puede venirse allí en menos de un segundo.
Tras un grave gemido, saca su pene de la boca del contrario.
TaeHyung sigue babeando y tiene lágrimas en sus ojos debido a las arcadas.
— ¿Estás listo para sentir el placer más grande de tu vida? —le dice a media voz con una mirada llena de lascivia.
TaeHyung se lo queda mirando curioso, ¿a caso podía sentir algo mejor que lo que acababa de experimentar?
JungKook lo jala del collar y hace que se incorpore para acostarlo boca abajo sobre la cama.
— Levanta más las caderas —le ordena al ver que este ha caído en la cama completamente exhausto como saco de papas. El castaño nuevamente obedece.
JungKook, no puede dejar de contemplar aquella piel de color canela, luce tan suave, sin duda es una obra de arte. TaeHyung mueve su culito de un lado a otro tentando al demonio, aunque él no pretende tentar, lo mueve porque está acalambrado. Desventajas de su forma humana, se cansa más rápido, es difícil acostumbrarse.
— Esto habría que enmarcarlo —musita el pelinegro.
Seguido de ello, le da una fuerte nalgada, dejando la piel del castaño de un leve color rosado.
TaeHyung siente a JungKook haciendo un camino imaginario de besos húmedos, desde sus omóplatos hasta su cintura. Siente leves cosquillas, aquello se siente muy bien. El pelinegro se aleja y de un limpio movimiento, rápido, fuerte e impredecible, abre paso en sus estrechas paredes con aquella dura erección. El castaño, despide un grito ahogado contra el colchón, sus piernas se le aflojan por completo pero el pelinegro lo está sosteniendo con firmeza.
JungKook se queda quieto un instante y aún con su miembro dentro, busca los labios de su contrario. Los atrapa con deseo y los mueve lentamente mientras juega con aquella lengua juguetona, recorriendo toda su cavidad.
Luego se aleja lentamente de aquella rozagante entrada, esta se encuentra bastante húmeda, desconoce que TaeHyung segrega su propio lubricante.
JungKook se acerca al cuello del castaño y le deposita pequeños besos, de nuevo ha sentido las feromonas de este y completamente poseído por la excitación incontrolable, comienza a penetrarlo nuevamente. Esta vez lo hace más lento, la sensación es tan placentera que quiere hacerla durar.
Aquella pequeña abertura comienza a engullir su glande y ve como se va dilatando hasta tragar su pene por completo. TaeHyung despide un fuerte gemido cuando siente que el pelinegro roza un punto sensible en su interior.
— Me-me gusta cuando llegas ahí —musita el castaño, babeando el colchón.
JungKook aumenta las estocadas, lo está penetrando tan duro que siente el sonido de la cama golpeando la pared y el tintineo del pequeño cascabel que TaeHyung tiene colgando de su collar.
— ¿Te gusta, gatito? —pregunta con una voz grave producto de la excitación.
— ¡Mucho! ¡Lo que me haces se siente tan... delicioso! —balbucea el castaño en sonoros lloriqueos.
Escuchar a TaeHyung gemir de esa manera, lo excita tanto que le incrementa la sensación de cosquillas en su vientre, ya no puede resistir más. Da unas rápidas embestidas y arquea su espalda involuntariamente en cuanto se libera dando un sonoro gemido, llenando al castaño con su semen blanquecino hasta el punto de desbordarlo.
Aún sigue dando fuertes estocadas, quiere que TaeHyung se corra, lleva su mano hasta el pene del castaño anhelante de atención y comienza a bombearlo tan duro que su mano golpea contra la piel de este.
TaeHyung cierra sus ojos y deja caer sus caderas sobre el colchón, sus piernas se le han debilitado por completo y ya no logra sostenerse, eso no es impedimento para que el pelinegro se detenga. Lo toma de las caderas, hábilmente lo da vuelta y le abre las piernas para volverlo a penetrar. Su pene aún sigue erecto y no le sorprende, su record ha sido cuatro corridas sin descansar, cuando de sexo se trata, es como un pre púbero en pleno desarrollo. Aún desconoce que su excitación es debido al aroma que TaeHyung despide por sus poros, debido al celo.
— ¡Uhm! ¡Delicioso! —balbucea el castaño mientras comienza a mover sus caderas hacia arriba a la par de los movimientos del contrario.
JungKook lo embiste fuertemente y sigue masturbándolo, aumentando el ritmo del bombeo. TaeHyung gime sin control y llorisquea por más, el placer va incrementando, se siente extraño, algo le está ocurriendo, de pronto libera un gemido haciendo retumbar la habitación y ve como un líquido blanquecino sale de su interior descontroladamente, ensuciándole todo el vientre.
— ¡Leche! —musita inocente mientras se relame.
— Esto sabe mejor que la leche —responde JungKook con una mirada repleta de morbo. Entonces, toma con sus dedos un poco de aquellos restos gelatinosos y los lleva a la boca del castaño—. Prueba —le ordena—. ¿Te gusta?
TaeHyung asiente con la cabeza y sonríe satisfecho. Siente que a partir de ese momento, es un adicto consagrado. Ahora se siente un esclavo en completa sumisión, porque ¿qué no hará para volver a experimentar aquello que su amo le acaba de enseñar?
—
Dos capítulos de contenido smut, alguien que me arroje agua bendita.
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