Todo terminó muy mal, a Junhoe ni siquiera le dejaron ir al funeral. Su madre estaba histérica acerca de que Kim Jinhwan se había aprovechado de él.

       Su madre le había roto el teléfono y cuando él intentó contactar a Jinhwan por medio de uno prestado, este nunca contestó. No fue hasta que escuchó los rumores al respecto cuando lo comprendió.

        Su madre había sido vista con Jinhwan fuera del salón velatorio discutiendo e incluso lo abofeteó. La señora Kim también lo echó de su casa.

      Nadie nunca supo por qué Seiyeon huyó, aunque Junhoe escuchó que ella se había quedado sola con la nueva novia de su padre cuando eso sucedió.

        La lengua de las mujeres podía llegar a ser tan venenosa, por eso Junhoe no quería tener nada que ver con ellas. Por supuesto la otra razón era la existencia de Kim Jinhwan, estaba deslumbrado por su belleza y todo lo que él era.

      A veces, Junhoe casi podía verlo en ese puesto de chapa deteriorado frente a su casa. Las plantas y musgos habían crecido en torno a este y cuando las flores se adueñaron de su interior, Junhoe no pudo evitar pensar en él y aquel poema que los acercó.

       Koo estaba consciente de que el rubio había terminado con él o al menos eso quedó implícito antes de que desapareciera por completo de su vida. Entonces cayó en una especie de depresión.

        Incluso tenían esta absurda prohibición de pronunciar "Kim Jinhwan" en voz alta, como si se tratase de una maldición.

       Y un día, Yejin, harta de toda la situación decidió hacer algo al respecto. Hurgó entre las pertenencias de su hermano mientras este estaba en la universidad hasta dar con una polvorienta libreta.

         Su madre se encontraba haciendo la cena mientras su padre leía el periódico cuando el fuerte sonido de la libreta cayendo sobre la mesa llamó su atención.
―Ustedes creen que Kim Jinhwan sedujo a mi hermano, lo pervirtió, arruinó su vida y su reputación en todo el pueblo. Pero quien se aprovechó de él fue Junhoe, quien lo espió como un psico y quien tenía claro que le gustaba desde los quince años fue su hijo. Pueden verlo por ustedes mismos si no me creen. Además, Jinhwan-oppa es una persona increíble.

       La pareja se miró detenidamente y fue el esposo quien revisó el contenido de la libreta con sumo detalle. Incluso había notas muy específicas como "llega de la escuela a las trece y quince, salir a las doce y cincuenta para encontrarlo en la ruta de pinos".
        "No le gusta X comida" "le gusta el café Americano"
        "Su película favorita es...", "odia las películas de terror, prefiere las románticas"

         Retratos, poemas, el señor Koo cerró la libreta y miró a su esposa.
―Cariño, nuestro hijo...
―¡Solo es una obsesión! ¡Una etapa de rebeldía!

         La mujer tomó la libreta y la llevó a su habitación donde la tiró sobre su armario entre un montón de cosas que ya no usaba.

          Los meses pasaron y repentinamente la madre de Kim tocó a su puerta. La invitaron a pasar y esta les entregó un gran sobre con mucho dinero.
―Lamento mucho la demora, pero al fin pude reunir todo el dinero.

        La mujer estaba más delgada y ni siquiera podía verlos a los ojos por lo ocurrido entre sus hijos.

        El señor Koo contó el dinero y le extendió nuevamente a la demacrada mujer más de la mitad.
―Su hijo ha venido periódicamente a pagarnos, supongo que usted no lo sabía.

       La mujer tomó el dinero de vuelta confundida.
―Yo no lo sabía.
―Ha educado a un gran hombre ―el señor Koo tomó la mano ajena ―un hombre realmente responsable que cuidó bien de ambas.

       La madre de Jinhwan lloró. Solo entonces la otra mujer en la cocina se dio cuenta de que a su esposo realmente no le molestó lo sucedido.
―Solo espero que no exista rencor entre nuestras familias. Reprendí a mi hijo severamente por lo que le hizo al suyo. Incluso ya se enlistó al ejército. Ya fue notificado, se irá mañana.
―¿Qué? ―hablo por primera vez la madre de Junhoe.

        No pudo evitar sentirse inquieta al respecto. Una vez que la mujer se marchó, encaró a su esposo.
―¿Soy la única en esta casa que hizo todo un drama de esto?

          Su esposo suspiró.
―Al principio también me molestó. Pero luego comprendí que ninguno de los dos estaba haciendo nada malo. Es nuestro hijo, y creo que sabía perfectamente lo que hacía.

        Su esposa no dijo palabra alguna, fue hasta su habitación y buscó la libreta. Necesitaba saber qué tenía su hijo en su cabeza durante todo ese tiempo.

       Reflexionó acerca de ello y por la mañana esperó a su hijo a la hora del desayuno.

      Junhoe ya casi no hablaba con sus padres, incluso los evitaba.
―Jinhwan irá al servicio militar hoy.

        La sola mención de ese nombre hizo que su hijo la mirara.
―Yo le dije hace tiempo que si en verdad te amaba te dejara en paz. Que solo era un capricho tuyo y que te estaba condenando a ser señalado con el dedo por el resto de tu vida. Jamás imaginé lo mucho que él te importaba.
―No es un capricho, lo amo.
―Lo sé, aproveché su dolor y su culpa para manipularlo en su momento más vulnerable y hacerle creer que estabas mejor sin él. Me equivoqué.

        Entonces su madre le extendió las llaves de la motocicleta de su padre.
―Alcánzalo y dile lo mucho que lo amas.

       Junhoe tardó unos segundos antes de reaccionar, una parte de él creyó que estaba soñando.

        Condujo lo más rápido que pudo hasta la estación del tren, justo vio una cabeza rubia subir a este antes de que las puertas se cerraran y gritó su nombre. Corrió tras el tren esperando que Jinhwan volteara a verlo aunque sea tras la ventana. Pero no lo hizo.

         Junhoe se detuvo varios metros más adelante, recargando su peso contra un pilar y recuperando el aliento.

       Entonces divisó más adelante una figura familiar.

      "Por favor manténgase detrás de la línea amarilla" ―habló una mujer por el altavoz, sin embargo el chico no obedeció y dió unos pasos al frente.

       Entonces Junhoe descubrió su accionar y lo alcanzó justo a tiempo, tiró de su brazo y este giró hacia él, entonces un tren pasó a toda velocidad, Junhoe incluso sintió la brisa que este produjo.

        Se sorprendió al ver el rostro ajeno del chico de cabello negro con corte militar. El lunar en su mejilla seguía allí y sus carnosos labios rojos todavía lucían hermosos cuando los entreabría de esa forma.
―¡June!
―¿¡Qué demonios pensabas hacer idiota!?
―Perdí el tren.
―Sabes que no es eso.
―Perdí a Seiyeon, a mis padres... A ti.

         Junhoe nunca logró encontrar una explicación a cómo era posible que su hyung fuera tan lindo incluso cuando lloraba.
―Me tienes a mí ―Junhoe tomó su rostro entre sus manos, sus mejillas encajaban completamente en las palmas de sus manos ―desde ese beso en la cabaña abandonada, no, incluso antes de eso ya me tenías completamente embobado.
―Tus padres...
―Nos dieron su bendición, así que te esperaré.

        Jinhwan asintió, sorbiéndose la nariz y entonces Junhoe lo besó. El mayor dejó caer su equipaje de mano para cruzar sus brazos tras la nuca ajena y acariciar su cabello.

         Cuando se apartaron, se miraron a los ojos con anhelo.
―Habrá un montón de chicos lindos estaré jodidamente nervioso ―admitió Koo.

―Ninguno será Koo Junhoe. Deberías saber mejor que nadie que no soy fácil de impresionar.

         Junhoe volvió a besarlo antes de dejarlo subir al siguiente tren.

     ¿Qué más daba esperar dos años más?

💓💓💓

1283 palabras.

*No puedo Martha*
Por más de que intenté hacer que el capítulo entrara bajo el parámetro de 1.000 palabras como máximo no pude hacerlo XC

Llegamos al final de esta bonita historia 💕

Realmente no creí que una historia pudiera salir del conjunto de temas dados en el desafío pero al final creo que las cosas encajaron solas conforme escribía. Espero lo hayan disfrutado ^^