Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

TWENTY SIX

El aprendiz del doctor FranXX tuvo una llamada holográfica de emergencia de Jin justamente en el instante en que tendría una junta con el congreso de adultos, para acordar lo que respectaba a la batalla final que enfrentarían. El parásito de los Nines se veía tan alterado en el holograma, como podría estarlo un humano con una gran falla en el circuito de las emociones.

Todo estaba repitiéndose una vez más, YoonGi estaba iniciando su cambio.

No tuvo otra opción más que volar en su nave privada al refugio del escuadrón de los Nines de inmediato.

—¡Señor! —exclamó Jin al verlo entrar al edificio donde entrenaban. Tenía lo que podía parecerse más a una mueca de alivio, se veía como su mejor esfuerzo aunque estaba algo contraída y con una sonrisa artificia.

El aprendiz FranXX cargaba su maletín médico en una de sus sudorosas manos.

—He llegado, ¿el proceso se encuentra muy avanzado?

Esperaba con fe que el proceso de deterioro en 003 todavía estuviera retrasado y tuvieran mucho tiempo para actuar. Era necesario examinar profundamente a ambos chicos para saberlo.

Tenía un montón de planes para afrontar la situación y todos dependían de las condiciones en que se encontraran sus dos preciosos pilotos.

—No puedo decirlo con exactitud, señor —reconoció Jin comenzando a andar, el aprendiz del doctor FranXX lo siguió, sabiendo que iba a guiarlo hacia JiMin y YoonGi.

—¿Quieres decir que no eres capaz de hacer algo tan sencillo?

El piloto de lo Nines reconoció que el aprendiz FranXX estaba más alterado de lo que debía aparentar su máscara gestual de seguridad, si estaba cuestionando sus métodos con un ligero tono de agresión.

Los humanos con sus emociones siempre se veían ante sus ojos tan desesperantes, incluyendo este adulto. Jin únicamente podía sentir la leve insinuación de algunos sentimientos siendo llevado a uno de sus extremos, por lo que podía reírse de como los humanos eran manipulados por la tristeza, la felicidad, el incomprendido amor.

La furia era su favorita, un cuchillo de doble filo. Algunas veces podría la furia darles la ventaja a los hombres, otras veces sería su propia perdición.

—Por favor, recuerde que no estoy equipado con el equipo necesario como usted.

—El cambio en ellos es algo que puede verse a primera vista, no necesitas tener equipo para saber eso —le reprendió el aprendiz FranXX sosteniendo con más fuerza el mango de su maleta.

—Lo recuerdo, lo que inclina las cosas a nuestro favor.

El ojo falso del hombre se dirigió ante él, antes que el ojo verdadero.

—¿No han cambiando mucho?

—Es un cambio mínimo, 095 no muestra cambios físicos, el estado de su salud parecer tan bueno como antes. Simplemente debe se encuentra agotado por pasar la noche fuera de su habitación, no creo que se deba a algo preocupante —El hombre asintió totalmente satisfecho con esa observación, memorizó todas las palabras con exactitud. Jin siguió con sus observaciones—; Con 003, sus transformaciones son más obvias. No es tan tarde a mi parecer, apenas presenta un cambio en los caninos. Él tiene colmillos, otra vez.

El adulto contrajo el rostro y parte de su cuerpo. Esa parte en el reporte de Jin no la tranquilizó.

—Es exactamente los mismos síntomas que ha tenido antes —reconoció con estrés. La mano sobre su maletín tembló nerviosamente.

—Así es.

Los hombros del doctor de FranXX dejaron de tirar hacia abajo, el hombre se esforzó por enderezarlos y controlar sus expresiones.

Era el que estaba a cargo en este proyecto, podía tomar todas las decisiones que necesitara y nadie intentaría quitarle a los parásitos de nuevo.

—Debemos verlo como algo bueno —dijo con firmeza—. Sabemos lo que vendrá en 003, será más sencillo encontrar una forma de detenerlo.

—Confío en que se logrará —le prometió Jin, sonriendo con elegancia. Lo decía con convicción.

—¿Dónde está ellos?

—Los he mantenido en habitaciones separadas.

Jin reportó con calma, abotonando las mangas de su uniforme. El aprendiz FranXX se giró a verlo sintiendo que la frustración lo invadía en toneladas, ¿acaso no podía atender negocios importantes por un par de días sin que las cosas terminaran saliéndose de control?

Todos los Nines siempre le resultaban inservibles para manejar situaciones donde las emociones estuvieran mínimamente involucradas.

—¿Quién te permitió tomar esa decisión? —masculló, apretando los dientes. Jin no se inmutó ante su furia, estaba satisfecho con la decisión que tomó y no tenía arrepentimiento alguno.

—He tenido que hacer lo que tenía que hacer mientras se mantenía fuera. Es la decisión más sensata, que estén juntos podría acelerar la transformación.

Esperaba que el aprendiz FranXX entendiera su argumento tan sabio y no se dejara engañar por sentimientos humanos inservibles, en cambio el hombre lo miró densamente demostrando el enfado que sentía ante sus palabras.

—Es todo lo contrario, es todo lo contrario —repitió, esforzándose duramente por calmarse—. Pero nunca podrás comprenderlo. ¿No te dijo tu compañero cuán importante es que confíen en nosotros?

Lo había escuchado en JungKook un par de veces y podía aplaudirle ese diminuto mérito.

—Sí, mi compañero lo hace con regularidad.

JungKook siempre fue insistente sobre ello y alguna parte de esa insistencia logro convencer a Jin. Tenía algo de razón.

—Me parece que no has aprendido nada, si los separamos se volverán desconfiados hacia nosotros. Estarán asustados si no se tienen el uno al otro, así es como funciona el amor.

El amor. Jin nunca podría entenderlo y lo agradecía profundamente porque entonces no se volvería tan enfermizo de envidia como JungKook, o como el mismo hombre frente a él.

—La confianza no es tan importante como su seguridad —respondió sin titubear—, los sentimientos que guardan en su corazón no puede importarme menos. Si me permite opinar, no es correcto que se identifique con 095 y 003, y quiera tomar decisiones arriesgadas por ese simple motivo.

—¿Estás refiriéndote a lo que creo? —le preguntó con un grave tono de advertencia. Jin no retrocedió, tenía que decirlo.

—Estoy refiriéndome al amor que siente hacia el niñero HoSeok, visualizarse en 095 y 003 es un poco —Jin preferiría reemplazar poco por la palabra bastante, pero sabía que eso no sería tan sensato— enfermizo.

—¡Silencio! —El adulto avanzó hacia el parásito. Jin no tuvo miedo, sabía que ese hombre no iba a intentar hacerle daño siendo consciente de que era rebasado por su enorme fuerza física y mental— Me decepcionas cada día más, al igual que tu compañero.

—No veo como JungKook está involucrado en esto.

—Lo está. Él es tan extrañamente sentimental como puede serlo algún miembro de los Nines, todo lo contrario a ti. Pensé que al unirlos como compañeros podrían logar el equilibrio, pero veo que me equivoqué.

—Efectivamente, nunca seré capaz de sentir algo tan humano como el amor.

Y era algo de lo que se enorgullecería.

—Esa es la preciosa ventaja y desventaja de los Nines, nunca serán capaz de ser un humano real.

Jin colocó las manos detrás de su espalda, no sintiéndose ofendido por ese comentario.

—Es lo que nos hace más fuerte en una batalla —su afirmación tan segura logró arrancarle una sonrisa divertida al aprendiz FranXX.

—¿Lo hace? Porque 003 es el único Nine que ha conseguido amar, ser amado de vuelta y podría matarte en un santiamén si monta un FranXX con su amante—antes de permitirle a Jin hablar, lanzó su orden—. Llévame con él, tenemos que detener lo que esté sucediéndole.

—De inmediato —se detuvo, mirándolo sobre su hombro—. Sin embargo, pienso que el amor es el mismo que ahora está condenando de muerte a 003 y 095.

El aprendiz FranXX encontró un reto.

—Lo veremos.


Era una habitación blanca, sin ventanas y la única puerta por la que JiMin podría escapar, estaba siendo bloqueada por el enorme cuerpo de JungKook.

Si tan sólo pudiese liberarse de las esposas que mantenían sus manos inmovilizadas en su espalda. También las que estaba atando sus pantorrillas, unas con otras evitando que pudiera ponerse de pie.

Todo su cuerpo pasó de dejar de responderle a dolorosamente entumirse, debió pasar toda una noche en el suelo duro y la peor parte eran los brazos torcidos detrás de la espalda. Nunca estuvo en esa posición antes, le parecía tan antinatural para su cuerpo.

No tenía certeza realmente de cuánto tiempo llevaba encerrado, podría ser que sólo fueran un par de horas y él sentía que estaban volviéndose largos días. Lo único que podía pensar era en YoonGi, en como tenía que salir de ese lugar para salvarlo.

Los Nines debían de tenerlo prisionero en algún lugar y el último recuerdo de él lo estaba torturando, su pistilo estaba sufriendo y se veía sumamente mal.

Si tan sólo pudiese salir de ahí. Pero no conocía la contraseña para soltar las esposas e imaginando con mucha suerte que podía librarse de ellas, JungKook lo golpearía contra el suelo y no lo dejaría ir, ni si quiera tendría que usar toda su fuerza.

JiMin lo sabía, era mucho más pequeño que JungKook y si tuvieran que enfrentarse en una batalla física estaría en una completa desventaja. Perdería en un parpadeo.

Ese miembro de los Nines estaba construido duramente y parecía que podía cargar un FranXX sobre sus hombros.

JungKook.

El parásito que colocó sus labios sobre los de YoonGi. JiMin no olvidaría eso, no lo haría.

Ambos mantenían sus ojos sobre el otro, esperando un movimiento erróneo de su contrincante para actuar.

—¿Estás consciente de lo imposible que es poner un pie fuera de este lugar? —JungKook le preguntó, cruzando sus anchos brazos sobre su pecho. JiMin no respondió de inmediato, todavía buscando una forma de salir de ese lugar.

—Puedo hacer lo imposible posible si se trata de YoonGi. Sé que él haría lo mismo por mí.

Los ojos amarillos de JungKook se obscurecieron y debía ser porque eso que JiMin dijo lo enfureció.

¿Cómo podía tener la misma tonalidad YoonGi en su mirada? Lo ojos de JungKook se veían crueles, distantes y guardando un sentimiento malvado dentro de él.

En su pistilo era todo tan distinto, JiMin vivía por ver observar esos ojos.

—No lograrás hacerme enfadar.

—No estoy tratando de hacer nada —dijo, pero contradictoriamente estaba sacudiendo las muñecas con tanta fuerza y discreción como podía. Aún si probabilidad de romper las esposas electrónicas era tan baja, usaría todo lo que tenía para llegar hacia su YoonGi.

Tan sólo pensar que estaba sufriendo en alguna parte lejos de sus brazos, lo mantenía tan mortificado. ¿Tendría algún dolor?, ¿estaría muy asustado?

Si pasaba por otro ataque de risa nerviosa, ¿quién se encargaría de abrazarlo?

Pensarlo lo estaba torturando lentamente.

—Eso es una mentira, sabes lo que siento por YoonGi.

Detuvo el movimiento de sus manos, levantando la cabeza para analizar detalladamente la expresión de JungKook.

—¿Qué? —artículo muy lentamente.

—Mi amor por YoonGi.

—¿Tienes amor por YoonGi? —trató de no alterarse ante eso, pero el pánico lo inundó. Imaginaba que JungKook podría albergar sentimientos así por su pistilo, escucharlo era un mil veces peor. Logró que se sintiera enfadado y algo asustado— ¿Por eso le diste un beso?

Como si pudiese oler sus emociones de debilidad en el aire, JungKook sonrió torcidamente.

—Veo que te lo dijo, debió ser lo suficiente importante si te lo contó.

El ceño de JiMin se frunció.

—No, no fue importante —le aseguró, sacudiendo sus manos con más insistencia. No le importaba si no lograba pasar desapercibido, sólo quería liberarse y hacer que JungKook dejara de decir todo eso. Sus manos estaban volviéndose dos puños inestables—. Me prometió que no volvería a pasar.

El aire victorioso en JungKook se esfumó de inmediato.

—Te ama únicamente porque perdió la memoria, cuando lo sepa todo te odiará —le afirmó arrastrando un tono venenoso en su voz mientras daba un paso más cerca de JiMin—. Estaré ahí cuando eso suceda, te lo quitaré de los brazos.

—Puedes soñar —lo amenazó, empuñando más duro sus manos. Sus uñas se clavaron fuertemente en su palma hasta crearse cinco heridas cortas.

Sus palabras no detuvieron la imaginación de JungKook, parecía demasiado confiado en saber que eso sucedería.

—Me volveré su estambre y me amará, más de lo que te ama a ti.

JiMin intentó ponerse de pie, completamente enfurecido por el alcance de esa suposición. No podía soportar la idea de YoonGi dándole su preciado amor a alguien más.

—¡Sólo vas a poder soñarlo!

La tensión en el ambiente era sumamente palpable y sólo pudo disminuir cuando la puerta se abrió detrás de la espalda de JungKook.

—Es suficiente —el aprendiz del doctor FranXX apareció, manteniéndose de pie en el marco de la puerta— Desátalo.

Le ordenó a JungKook.

—Como desee.

A pesar de que dijo eso, JungKook no se notó para nada feliz. Moviéndose para llegar hasta el estambre rubio. Lo tomó de las esposas y presionó el código de seguridad que las desbloqueó, cayeron al suelo con un sonido metálico liberando las manos de JiMin. Se movió para dejar ir sus pies.

—Puedes entrar, YoonGi.

JiMin estaba frotando sus muñecas cuando escuchó el nombre de su pistilo saliendo de la boca del único adulto. YoonGi apareció en la habitación viéndose agotado y mayormente desorientado.

Además de eso 095 reconoció con alivio que se miraba bien, no había lesiones o nada de qué preocuparse. Estaba sosteniéndose en sus propios pies, seguía a salvo.

La abruma en la expresión de YoonGi se esfumó cuando sus ojos se encontraron.

—¡YoonGi! —ni si quiera tuvo que haber más palabras entre ellos, YoonGi corrió la distancia entre ellos y se arrodilló para atrapar a JiMin. Su estambre lo recibió rápidamente, apretándolo contra su pecho y escondiéndolo entre sus brazos. No importaba que tan adoloridos estaban sus huesos, tomaría toda su fuerza para protegerlo— Pensé que no volvería a verte en mucho tiempo...

—También lo pensé —susurró YoonGi—, odié cuando te arrebataron de mí.

—No permitiré que vuelva a suceder de nuevo.

Su advertencia tuvo una dedicatoria especial hacia JungKook, le dio una mirada firme estrechando más fuerte el cuerpo de su chico.

El aprendiz FranXX lo notó y tuvo que fingir una postura que coincidiera con los intereses que JiMin tenía en ese momento. Todo lo necesario para su plan.

—Puedes irte —le dijo a JungKook, usando una voz firme y segura—. Y no te atrevas a intentar espiarnos a través de las cerraduras.

JungKook asintió muy tensamente, todo su cuerpo emanaba agresión y por eso JiMin sostuvo tan cerca cómo podía a su YoonGi.

No estaba bromeando cuando dijo que no permitiría que nadie los separara ni un poco y al amor que JungKook sentía hacia su pistilo una amenaza directa.

—Sí, señor —JungKook se relajó tomando la opción de desobedecer la última orden, suavizando el sonido de sus pasos. Si no era atrapado espiando, entonces nunca lo habría hecho. Era bueno siendo silencioso.

Con JungKook fuera del cuarto blanco, el aprendiz FranXX habló.

—Muy bien, siento por lo que ambos han pasado. Los Nines se asustaron porque algo malo estuviera ocurriéndoles.

Intentó que JiMin no odiara a los Nines, pero era muy tarde. La desconfianza estaba escrita en todo su rostro.

Jin había arruinado esto separándolo de su estambre. 095 no volvería a estar tranquilo con los Nines alrededor y era muy seguro que 003 se encontrara en las mismas condiciones. Era una terrible desventaja, tenía que hacer algo con eso.

—Aprendiz FranXX, ¿qué está sucediendo? —JiMin le preguntó, con sus ojos rubís mostrando la desesperación interna que sentía.

El adulto se sorprendió por esto.

Podría ser que no todo estuviera perdido, JiMin seguía confiando en él y que podría darle una respuesta honesta. Esto era lo mejor, todavía podía usarlos como títeres a su favor. Sólo por suerte Jin lo arruinó por completo.

YoonGi se removió en los brazos de JiMin, intentando mirarlo. El estambre apenas le concedió moverse, demasiado paranoico para dejarlo moverse.

—¿Recuerdas que dije que YoonGi era especial, JiMin? —se aseguró de usar los apodos y no sus códigos asignados. Volvería todo más cómodo para los pilotos.

JiMin sintió a YoonGi levantar la cabeza y cuando sus ojos chocaron supo lo que quería preguntarle con esa mirada. "¿Qué quiere decir?"

Era claro que su estambre tendría curiosidad, pero no podía decírselo en este instante. Le dio cuatro toquecitos disimulados en la pierna. "Te lo explicaré después", fue lo que quiso decirle.

—Lo recuerdo —dijo para el aprendiz FranXX.

—Es por eso que está pasando esto, porque es especial.

—¿A qué se refiere con que soy especial? —cuestionó YoonGi, enderezándose en el abrazo apretado que le estaba dando su estambre.

Su pregunta pareció tensar al adulto, pero no se negó a responderle. Con firmeza lo haría.

—¿Creen que dos hombres podrían montar un FranXX simplemente? —095 y 003 compartieron una mirada interrogativa y después negaron en silencio— No, no pueden. Es por eso que los Nines son especiales. Porque ellos... No son humanos.

—¿Qué? —murmuraron al unísono, demasiado aturdidos para usar otra palabra.

YoonGi y JiMin lo sospechaban, que eso fuera confirmado les heló la sangre. ¿Qué no eran humanos? Parecía la respuesta lógica y al mismo tiempo una buena broma.

El aprendiz del doctor FranXX no estaba jugando cuando confesó:

—YoonGi, tú no eres un humano

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro