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THIRTY ØNE

—¡No, de ninguna manera haré eso!

JiMin dejó que una sonrisa suave creciera en su rostro, era de esperarse que su pistilo tendría una reacción así.

—¿Por qué no? —Tomando entre sus dedos las congeladas manos de YoonGi, lo acarició con mucha calma— YoonGi, estoy cansado. Hemos estado corriendo el uno del otro por mucho tiempo, porque estuvimos asustados.

—Es cierto, pero esto es...

—Ya no vamos a huir, no más —Con determinación, el estambre enlazó sus dedos y los mantuvo en un agarre fuerte del que sería imposible intentar escaparse—. No importa lo que esté pasando contigo, voy a quedarme a tu lado.

Se encargó de usar un tono firme para hacérselo entender, no iría a ningún lado.

—Puedes hacerlo, lo que te prohíbo es que intentes montar un FranXX conmigo.

—¿Esperes que monte con alguien más? —le cuestionó, con el ceño ligeramente fruncido.

YoonGi de inmediato sacudió la cabeza en desacuerdo, nunca podría aceptar esa idea tan fácilmente. Tuvo mucho tiempo que soportar a SeulGi robando la atención del estambre que siempre le perteneció. Pasar por ese sentimiento de nuevo no el plan que le gustara más.

—No, pero si es necesario para...

—No, ¿lo ves? No quieres que pilotee con otra persona y yo no quiero que tú lo hagas. Vamos a hacerlo juntos —La sonrisa en JiMin se volvió gigante, porque sabía muy bien que su pistilo no tenía más argumentos contra eso. Lo convencería—. Sólo usaremos el FranXX durante la pelea fina, no será el tiempo suficiente para que corras más transformaciones. Lo escuché de Jin.

—La información de Jin no es confiable —le advirtió, despertando una mirada curiosa en su estambre. Se lo explicaría más adelante, lo primero era desechar la idea peligrosa e su cabeza—. Ese no es el mayor peligro, JiMin yo podría...

—Es una pelea. Sólo una —insistió usando una mueca dulce que normalmente lo haría ceder—. No quiero pertenecer más a los adultos, ni que intenten experimentar más contigo.

JiMin no estaba razonando del todo. Era una completa locura.

—¿Cómo puedo hacerte entender? —Se quejó con un suspiro.

Mientras pensaba, su estambre tocó el dorso de su mano usando la punta de sus dedos. Sin asustarse al sentir sus garras, sus caricias siguieron un recorrido lento sobre su piel.

—No será posible.

—¿No te sientes asustado sobre lo que podría pasar mientras estemos en la cabina?

YoonGi si lo estaba, recordaba vívidamente como saltó sobre su estambre como un animal, sin intenciones amigables. ¿Y si perdía el control dentro del FranXX? En una lucha donde todos los escuadrones y adultos se encontrarían arriesgando sus propias vidas, nadie podría detenerse a rescatar a JiMin de su monstruoso compañero.

Pero la respuesta del parásito rubio estuvo llena de seguridad.

—Ni un poco. Tú me lo enseñaste —le recordó besando suavemente la punta de sus dedos. Las garras afiladas rozaron las comisuras de sus labios, pero JiMin no pareció preocupado por eso.

YoonGi lo miró sin comprender que quería decir, tratando de no concentrarse demasiado en las caricias que su estambre estaba dándole o aceptaría la loca propuesta de su estambre.

—¿Cuándo hice eso?

—Cuando YongSung murió —contó mirándolo a los ojos. Era evidente que el tema seguía siendo triste pero el parásito se lo relató con tanta valentía que era imposible no admirarlo—, estaba asustado de lo que podría pasarte, pero me enseñaste que tengo que confiar en ti. Eres tan fuerte como yo.

Que YoonGi fuera un pistilo no lo volvía más débil, que JiMin fuera un estambre no lo convertía en una persona más fuerte. Los dos eran chicos llenos de fortalezas.

—Lo somos... —Lo eran y era por ese motivo que juntos eran una verdadera pareja invencible. JiMin debió pensarlo mismo porque asintió confirmándolo con un inmenso brillo de orgullo dentro de sus ojos.

—Huir nunca ha sido la solución. Todo lo que hemos vivido; nuestras separaciones gracias a los adultos, como lloré porque pensé que nunca podría montar contigo —dijo con una sonrisita apenada en su rostro—, muchas veces estuvimos cerca de la muerte. Pero lo superamos y eso nos ha hecho muy fuertes. Yo no tengo miedo de montar contigo, así que acéptame, por favor.

Mientras se lo pedía, JiMin aflojó el agarre de muerte sobre sus manos. Dándole en silencio la oportunidad de alejarse de él si rechazaba su petición.

Como si YoonGi fuera lo suficientemente fuerte para hacerlo después de recordar todos los malos ratos que vivieron sin el otro.

—Todavía no deberías confiar en mí —advirtió. Pero sus palabras no tuvieron sentido considerando que ya estaba sujetando las mejillas de JiMin y acercándolo para darle un tímido roce de bocas entreabiertas—. Pilotearemos juntos, si eso es lo que quieres y no tienes miedo.

Le prometió con sus frentes juntas después de su breve beso.

JiMin se echó hacia atrás, antes de alzar los brazos al cielo como una señal de victoria.

—¡Sí!

Su pequeño gesto fue tan adorable, pero tristemente YoonGi tenía que decirle la verdad.

—Aunque nosotros nos mantendremos al borde de la batalla, no pelearemos.

Como esperaba, JiMin lo miró sin entenderlo y evidentemente molesto.

—¿Por qué no? ¡Pero si vamos a pilotear...!

—No puedo decírtelo en voz alta —Lo silenció, poniendo dos dedos sobre su boca antes de que su compañero de vuelo hiciera ideas equivocadas en su cabeza— podrían estar escuchándonos.

Tan inteligente como era JiMin no necesitó que YoonGi se lo repitiera dos veces. Su pistilo le hablaba de los adultos, sin duda. Agitó la cabeza afirmativamente sin decir una palabra.

—Vayamos más lejos —sugirió en un susurro, señalando el alto del campo. En ese momento no importaba que aterrador luciera la pradera sin fin en las penumbras, si era necesario correr dentro de una cueva sin fin JiMin lo haría—. Quiero que me lo cuentes.

YoonGi lo observó con ternura.

—No es necesario. Confías en mí, ¿cierto?

—Con mi vida.

—Entonces cierra los ojos —Su orden estaba hecha antes de que la dijera, JiMin apretó sus parpados fuertemente para asegurarse de no abrir sus ojos por accidente—. No te asustes por lo que haré.

No sonaba como una frase tranquilizadora, YoonGi lo sabía. Así que lentamente movió sus manos hasta llegar a la cabeza de su estambre. Presionó su dedo corazón junto con su dedo índice contra las sienes de su dulce parásito y envió sus pensamientos.

Se sentía tan similar a la conexión dentro de un FranXX, pero al no tener ayuda de los adultos en el primer momento del contacto telepático la mente de JiMin era un destello brilloso que lo cegó. Todo era tan cálido y destellante como tener atrapado un rayo de sol dentro de una botella de cristal.

Era sumamente hermoso y debía ser porque le pertenecía a su compañero de FranXX.

YoonGi se empapó de sus recientes recuerdos, de la voz interna de su mente, los últimos pensamientos que eran sobre él y soltó con un murmullo sus palabras. Cuidando no ser brusco para no dañar en nada a su compañero.

¿Me escuchas?

Esperó haberlo hecho de una manera sutil, pero por la forma en que los ojos de JiMin se abrieron violentamente pensó que pudo asustarlo.

—¿Tú estás...? —balbuceó boquiabierto— ¡¿En realidad nosotros si podemos...?!

YoonGi asintió sonriendo. Pensó que lograría aterrarlo, pero JiMin se escuchaba profundamente entusiasmado y nada más.

Nosotros podemos hablar de esta manera.

—¡Así que cuando te fuiste, eso era real, te lo dije! —Por supuesto, JiMin no perdería la oportunidad de demostrarle que tenía razón— ¿Yo puedo hacerlo?

"Inténtalo." Lo alentó amablemente con el inicio de una sonrisita creciendo, hizo círculos pequeños en sus sientes esperando que le ayudara a concentrarse. Sintió a JiMin fruncir el entrecejo y empuñar las manos con fuerza.

Fue durante un instante que nada vino a su cabeza y YoonGi comenzó a preguntarse si al tener su parte de Klaxosaurio despierto era el único que podía ampliar sus capacidades mentales. Hasta que una vocecita temblorosa vino a él como una débil corriente de aire.

"¿YoonGi?"

Te escucho. Le confirmó observando los ojos de JiMin ampliarse y enseñarle todos sus dientes de la felicidad.

"¡Esto es asombro, te dije que esto no era una ilusión! ¡Se siente tan extraño, no tengo que mover la boca!"

Su estambre siguió balbuceando cuán asombroso era todo eso y mientras tanto sus manos curiosas comenzaron a acariciar sus brazos. YoonGi sospechó que hacía eso para comprobar que todo eso real.

Esto es una habilidad que tienen todos los Nines con sus compañeros. Le bastó con decir eso para detener todas las exclamaciones asombradas de JiMin y poner toda su atención sobre él.

"¿Jin te lo dijo? He notado que a veces JungKook y él se miran en silencio, sentía que estaban hablando. Ahora lo entiendo."

No, Jin no me lo dijo. Y aunque lo hubiese hecho, nunca debemos confiar en lo que él diga.

Percibiendo el tono de advertencia que usó, JiMin buscó sus manos para tranquilizarse con el tacto.

"¿Por qué no?"

Recuperé mis recuerdos, los que los adultos borraron en nosotros.

—¡¿En serio, cómo?! —gritó JiMin accidentalmente en voz alta y rápidamente se concentró en volver a hablar sin gesticular.

"Dime cómo lo hiciste, quiero intentarlo."

YoonGi le dio una mirada enternecida y triste.

Tú no puedes.

"'¿Por qué no?" Repitió con más insistencia y una nueva necesidad.

Los adultos saben muy bien como dañar la mente de los humanos, no de un chico con sangre con Klaxosaurio. La rabieta que JiMin amenazaba con hacer se detuvo totalmente, era un chico compresible. No todos son recuerdos bonitos, así que estoy feliz que no los tengas.

Había muchas imágenes de los adultos maltratándolos, golpearon a JiMin con varas metálicas calientes por no ser capaz de seguir el ritmo de los Nines. Aunque el peor recuerdo siempre sería YoonGi como un Klaxosaurio saltando y atacándolo.

"Eso es egoísta." Se quejó haciendo una mueca.

Siempre he sido egoísta cuando se trata de tu bienestar. YoonGi le dijo, apretando sus manos juntas.

"Yo no quiero que..."

El pistilo decidió que era tiempo para interrumpirlo con una seria advertencia.

Por eso debes mantenerte alejado de los adultos. Lo digo en serio, ellos no son lo que siempre pensamos. Pudo sentir todo el cuerpo de JiMin tensar y su mirada llenarse de angustia, pero YoonGi necesita que supiera lo peligroso que era todo. Nosotros descubrimos sus secretos. Siempre nos hicieron pensar que los Klaxosaurios atacaron después del descubrimiento de la energía de magna.

"¿No fue de esa forma?"

Eso es lo que nos obligaron a creer. La verdad fue bastante distinta, los humanos atacaron a la reina de los Klaxosaurios para robar la energía de magna.

"¿Qué? No puede ser cierto."

Eso no es lo peor, ¿estás seguro que quieres saberlo todo? Lo último que YoonGi quería era forzar a JiMin con un secreto que no pudiera cargar. Aunque como era de esperarse su curiosidad siempre era enorme.

"Vamos, dímelo."

Pensó en una forma sencilla de decirlo y sólo cuando lo tuvo se atrevió a decírselo.

En los Klaxosaurios también, hay pilotos... Como los FranXX, como nosotros. Mantuvo especial atención en la expresión de JiMin y de esa forma pudo percibir incluso en la noche que perdió todo el color de su rostro.

Su piel se sintió tan fría y caminó torpemente hacia él haciendo que sus dos pechos chocaran, YoonGi lo sostuvo temiendo que fuera a desmayarse.

"¿Có-cómo supimos eso?"

Escuchamos hablar al Doctor FranXX.

"Debe ser cierto entonces. Todo este tiempo nosotros, nosotros matamos a compañeros... YoonGi, no puedo creerlo."

"Lo sé. Pero no es nuestra culpa, nosotros no lo sabíamos."

YoonGi le acarició la espalda, tratando de consolarlo. La primera vez que él lo supo fue también fue difícil de asimilar, lo que menos podía hacer era sostener a JiMin entre sus brazos para aliviar su presión.

"¡Tenemos que hacer algo, no podemos quedarnos de brazos cruzados!"

¿Qué sugieres? Preguntó, temiendo lo peor. Las ideas de su dulce estambre no siempre eran las mejores

"Vamos a participar en esa última batalla. Pero nosotros no vamos a estar del bando de los humanos."

Es una locura... Murmuró resistiéndose al impulso duro impulso negarse. Dos sentimientos contradictorios chocaron dentro de él. Quería rechazar la idea rotundamente porque JiMin podría salir herido de alguna otra forma, al igual que quería intentarlo. Deseaba la justicia, por todas las vidas del planeta que los adultos tomaron a su gusto, por lo que JiMin y él vivieron, por YongSung, todos.

"Montar un FranXX juntos siempre fue una locura."

JiMin dijo con una sonrisa maliciosamente bonita.


El aprendiz del doctor FranXX escuchó la voz de Jin e intentó apartar la vista de los planos en sus hologramas de colores naranjas, tenían la ubicación exacta de los nidos de la reina de los Klaxosaurios. El lugar clave dónde darían su primer golpe de ataque.

Después de un instante, logró colocar sus ojos sobre el parásito líder de los Nines.

—¿Qué estás diciendo?

Jin suspiró suavemente, mirándolo.

—¿Tengo que decirlo todo desde el inicio? —le interrogó, moviendo sus perfectas cejas con elegancia.

—Tengo demasiadas estrategias que planear para distraerme por un momento, más vale que sea importante —Regresó su vista a las planificaciones—. Recuerda llamar al escuadrón del niñero HoSeok para proteger el área sur.

—¿Ese escuadrón necesariamente?

El aprendiz FranXX le dio una mirada que habría hecho a cualquier hombre normal temblar de miedo, convenientemente Jin no era cualquier hombre y era muy lejano a sentir miedo.

—No se te permite opinar —rugió, encorvando sus hombros—. ¿Qué es lo quieres?

—003 y 095 están aquí.

Así que los dos niños por fin habían tomado una decisión, despertó lo suficiente su interés para aplacar la molestia contra Jin.

—Déjalos entrar —Pero el parásito de los Nines no hizo eso, no se movió nada— ¿Qué?

—Han roto una ventana de la habitación, eso fue extraño.

—Sí, lo observé por las cámaras. Pero le advertí a 003 que sucedería eso si seguía evitando a su compañero, pensaría que era nuestro rehén —Lo que no era conveniente en absoluto, JiMin tenía que ser parte de su equipo junto con YoonGi o la última batalla sería un desastre—. Al parecer han arreglado sus diferencias, deben estar aquí para darme el veredicto final.

—De acuerdo —Jin se movió para abrirle el acceso a los dos parásitos, teniendo una sonrisa elegante que esperaba emanar confianza—. Por favor, entren y sean rápidos. El aprendiz FranXX se encuentra demasiado ocupado.

—S-sí —tartamudeó JiMin, avanzando a la par de su pistilo.

—¿Han decidido ya cómo participarán en la guerra? —Fue directo al punto y percibió como el cuerpo de los dos pilotos se llenaba de tensión— ¿Por las buenas o por las malas...?

Esperaba que no eligieran la segunda opción, entorpecería todo sus planes y les robaría un montón de tiempo.

—Por las buenas —respondió YoonGi rápidamente—, hemos decidido ser parte de escuadrón siempre que tengamos nuestra libertad a cambio.

Era la respuesta más lógica, pero el aprendiz FranXX notó algo extraño. Su ojo robótico inició un pequeño análisis de las frecuencias cardiacas en ese par, no sorprendiéndose de los altos que eran los resultados.

—Han tomado un buen camino, pueden marcharse. Jin les explicará sus posiciones.

—Sí, señor —dijeron el par, caminando con prisa fuera de la habitación. Cuando ellos no estaban más, el aprendiz FranXX volvió la vista a sus planos—. ¿Notaste eso?

—Tendría que ser un ciego para no notarlo —admitió Jin.

—Mantén un ojo sobre ellos, durante la pelea. Puede que tengamos a dos pequeños traicioneros entre el equipo.

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