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SIX


Por un momento, ambos se mantuvieron en silencio, JiMin observaba fijamente las facciones expresivas de su compañero.

Tenía los labios ligeramente separados y los ojos abiertos tan grandes que sus orbes ámbar relucían excesivamente. ¿Era de emoción? Estaban tan brillantes que sentía que iba a desprender lágrimas.

—¿Qué?

Fue lo que YoonGi dijo después del rato de ese silencio espeso.

Después, JiMin sintió como el pecho de YoonGi se agitaba por la risa, una silenciosa. ¿Por qué estaba riendo? Pensó que podía ser de euforia, aunque al verlo descartó esa opción.

No tenía una expresión feliz y no existía sonido, sus hombros iban en un frenesí tan extraño. Riendo por ansiedad, algo así debía sucederle.

Intentó palparle la espalda, esperando que se detuviera. Pero la risa muda de YoonGi no ceso hasta después de un buen rato.

—¿T-tienes agua del lago en la cabeza? —Intentó preguntarle sin poder contener su risita extraña.

—¿Por qué estás burlándote? —Le preguntó JiMin, sonando herido. SeulGi tenía las mismas reacciones cuando le contaba hipótesis sobre los FranXX y siempre lograba hacerlo sentir avergonzando por ser tan soñador y tonto.

Entonces la sonrisa de YoonGi se esfumó en un parpadeo.

—Por papá, no puedes estar hablando en serio— JiMin le dio una mirada mordaz, intentando ponerse de pie, pero él le sostuvo las muñecas con fuerza—. Oh... Lo haces.

Murmuró con sorpresa.

—Suéltame. —Gruñó, intentando patalear.

—JiMin, basta.

—¡Estoy tratando de buscar otra solución porque no quiero perderte! ¡Y simplemente estás demasiado divertido! —Finalmente puedo sacarse de encima el cuerpo de YoonGi y rodar lejos de él.

Se puso de pie, rápidamente. El otro estambre le imitó.

—¡Es porque eso es una tontería!

—¡No es una tontería! ¡Estuve ahí, era un escuadrón de hombres!

—¡El contacto entre hombre sería antinatural! —Escupió y JiMin se detuvo de golpe, dejando de lado su rabia.— No, JiMin, quiero decir... ¿No crees que es extraño?

Asintió sin ganas.

—Sí. Lo siento —Dijo con la voz plana—. Perdón por sugerir algo tan asqueroso.

—JiMin, espera.

Lo ignoró, tomando el camino a la casa donde estaban los demás. Y tras un vistazo a su hombro supo que YoonGi no estaba corriendo tras él.

Así que más furioso que triste, limpió bruscamente la comisura de sus ojos perdiéndose en el camino del bosque.

Escuchando el canto de las aves nocturnas y avanzando a ciegas entre la noche obscura. Se preguntó tragando el nudo grueso en su garganta si así del sentimiento de 093 al estar cerca de él. ¿Se sentía monstruoso? ¿Sucio? ¿Abrazarlo era algo deforme?

La humedad en sus ojos regresó con más insistencia. Se sentía mucho más asustado y herido que al sentir a SeulGi sobre sus recuerdos.



No tenía apetito, así que simplemente pasó de largo el turno de la cena y severa mirada que le dio HoSeok al pasar de largo el comedor e ignorar a todos sentados en la mesa. Al menos no lo amenazó, debía de tener un poco de compresión por el suceso con SeulGi.

Aunque realmente no era eso el problema.

Subió a su litera luego de deshacerse de ropa mojada y no pudo decir cuánto tiempo pasó dormitando entre pesadillas y la opresión real en su pecho.

Hasta que a mitad de la noche sintió como alguien le tocaba la palma de su pie suavemente. Por reflejo abrió sus ojos y soltó una patada al aire.

—¡Ay! —Masculló alguien entre la obscuridad. Y aunque no estaba entrando la luz de luna habitual de la ventana, JiMin pudo distinguir perfectamente quién era.

—¿YoonGi?

YoonGi suspiró.

—Mi nariz...

—¡Ah! Lo siento, ¿te duele mucho?

Intentó acercarse a dónde creía escucharlo y el colchón crujió bajo su movimiento.

—Sh. —Le calló YoonGi y un por un segundo escucharon a TaeHyung murmurar entre sueños.

—¿Qué haces aquí? —Le preguntó en un susurro. Su vista comenzó a aclararse entre la negrura de la noche, fue capaz de distinguir el borde del rostro de YoonGi. Su mentón descansaba sobre las sábanas y tenía los dedos enredados en pie pequeño, los de la otra mano en su nariz.

Debía estar apoyándose de las escaleras de madera tallada de la litera o no podría alcanzar la altura.

—Te lastimé en el lago.

JiMin jadeó silenciosamente. Olvidó por completo su actitud que tanto lo hirió.

—Sí, lo hiciste. —Lo escuchó suspirar de frustración y al instante la mano que estaba en su pie comenzó una caricia donde no podían darle cosquillas.

Lo apartó sin delicadeza.

—Lo lamento. Me tomaste bastante por sorpresa y... —YoonGi se movió, usando sus codos para apoyarse mejor —¿Puedo subir? Esto es muy incómodo.

—Es por qué tú nunca...— Cerró la boca, observándolo con sorpresa.

Él era el que buscaba a YoonGi. Siempre baja a su cama.

Era la primera vez que 093 lo buscaba en medio de la noche.

Todavía se sentía profundamente ofendiendo y herido, sin embargo, un cosquilleo agradable comenzó en la boca de su estómago y su pulso se agitó. La sensación mala de pronto no estaba más, solo la habitual alrededor de YoonGi.

Se acercó hasta tomarlo de los hombros y tiró de él con toda su fuerza, obligándolo a entrar a la cama y apoyar su cuerpo contra el suyo.

—¡JiMin...! —Se quejó YoonGi en silencio, aceptando la nueva posición.

Luego se removió un poco nervioso porque JiMin estaba riendo sobre su cuello y su respiración tibia le producía una picazón extraña.

—Nunca subiste a mi cama —Le explicó, con una sonrisa—. Esta es la primera vez...

YoonGi sintió que su cara se calentaba.

—E-es porque...

—No tienes que usar una excusa, puedes estar aquí siempre —El estambre de melena rubia sonreía en grande, daba la impresión de haber ganado un enorme y valioso premio—. Me hace muy feliz...

—Si es así, tendré que hacerlo más seguido —Supo que eso sonaba como una buena idea si la risita baja de JiMin aumentaba. Cualquier cosa que pudiera hacer a 095 reír estaba bien—. Ahora dime, ¿a qué te refieres con que viste a dos hombres montar un FranXX?

JiMin dejó de reír y sus brazos dejaron de sostener al chico.

—Lo ví, ellos... Es un escuadrón de hombres.

—¿Sabes lo loco que suena eso?

—¡Los ví! —Exclamó de nuevo, con algo de frustración por seguir sintiendo una respuesta negativa— Incluso, hablé con ellos... Te conocen.

—¿A mí?

—Sí, saben cómo te apodamos—YoonGi aspiró, manteniéndose en silencio—. Por favor, créeme.

Gimoteó con desesperación.

—Lo hago —Afirmó por fin, el estambre de cabellera obscura—. Aun cuando me cuentes una tontería siempre voy a creerte

Finalmente, la tensión entre ambos se desvaneció y JiMin apoyó su mentón sobre su hombro felizmente.

—¡YoonGi! —Le dijo, mientras envolvía sus extremosidades alrededor de su cuerpo y se aferraba a él como un verdadero pulpo.

Sí, ese era el YoonGi que conocía, el que escuchaba sus teorías e incluso lo alentaba. Por volvería a nadar hasta la profundidad del lago sin siquiera titubear.

—¿Cómo eran ellos? —YoonGi preguntó después de un rato.

JiMin cerró los ojos, visualizando a la pareja de parásitos.

—Altos, muy elegantes, eran castaños... Uno de ellos parecía de la realeza y el otro... Un guerrero. Ah, de cabello largo tenía los ojos de tu color.

—¿Uh? ¿Amarillos?

—Ámbar. —Le corrigió suavemente— ¿Viene alguien a tu mente?

—No... No estoy seguro. —Musitó, cerrando los ojos también. Tras sus párpados corrieron imágenes de los rostros que alguna vez conoció. Por extraño que sonara, apenas podía recordarlos— ¿Qué tal el par de niños del Garden?

Le propuso, recordando a ambos niños. JiMin se levantó para mirarlo mejor, luciendo morbosamente fascinado.

—¿Quiénes?

—Creo que los apodamos... Jin y... Jung... JungKook. —No podía recordar demasiado. Solo sus siluetas borrosas.

Una punzada en el costado de su frente le advirtió que no debía forzarse a recordar.

—No tengo idea de quiénes estás hablando. —Dijo JiMin, que también estaba memorando en el pasado en busca de alguna señal.

—Puede que los conocimos en el Garden.

JiMin agitó la cabeza hacia los lados.

—No lo creo, ellos dijeron que eran un milagro de papá.

—¿Lo hicieron? Todo esto suena muy raro...

—Lo fue. —Concordó el parásito 095. Parecía que el tema iba a cerrarse ahí y la incógnita permanecería en el aire, más YoonGi comenzó a hablar.

—¿Y por qué creíste que tú y yo...?

JiMin boqueó, sonrojándose.

—¿No crees que nuestra conexión mental sería impresionante? —YoonGi pareció pensarlo por un segundo y después asintió con una monosílaba— Pensé que podríamos ser invencibles juntos...

Su compañero tuvo que darle la razón.

—Lo seríamos.

—¿Significa que la idea no te asquea? —Le preguntó con su voz llenándose de ilusión. YoonGi le acarició suavemente la coronilla de su cabeza.

Pequeño tonto. ¿Cómo puedes creer eso? Se preguntó, en cambio respondió algo totalmente distinto con un tono de desinterés ligero.

—Sería un poco extraño... Pero si es contigo, supongo que no está tan mal.

—Sí, supongo que no estaría mal...

YoonGi lo miró entre la obscuridad el resto de la noche, lo sintió perder fuerza entre sus brazos y al final su respiración se volvió suave como las olas del mar. JiMin estaba dormido profundamente, siempre dormía de esa forma cuando estaban en la misma cama.

Si tan sólo yo fuese tu pistilo... Deseó, presionando con algo de fuerza sus labios y dientes en la frente del estambre.



A la mañana siguiente, JiMin y YoonGi desayunaron con los demás. Casi parecía un día ordinario, excepto que SuRan no estaba ahí y la presencia de SeulGi mantenía al resto con la guardia en alto.

Nadie compartió una palabra en alto hasta la llegada habitual de su niñero. HoSeok como de costumbre se plantó en la entrada, saludándolos con un ademán en la cabeza.

—Buen día. —Comenzó y JiMin dejó de comer, sabía lo que venía a continuación, probablemente el resto del escuadrón también — Respecto a los acontecimientos sucedidos en la misión de afuera, tomaron la decisión de mover sus compañeros.

YoonGi debió notar lo nervioso que estaba porque su mano se escabulló entre la suya y al instante unió sus dedos.

—¿A todos? —Lo interrogó YoongSung. Estaba muy sorprendida. JiMin se humedeció los labios con nerviosismo, al parecer no todos lo esperaban.

—No, buscaremos otro pistilo para 095. 198 no es candidata por violar la privacidad de su compañero.

YoonGi casi sonríe de satisfacción.

—¡No hice tal cosa! —Exclamó SeulGi— ¡JiMin siempre...!

—Cállate de una buena vez, SeulGi. —Le ordenó HyeJin. La chica obedeció tomando asiento en su lugar a regañadientes.

093 miró con admiración a la sublíder. Sí, eso era lo que se merecía la chica por haber lastimado al dulce estambre.

—Terminen y partiremos a las cabinas de prueba. —Ordenó HoSeok, moviéndose a la sala de estar, dónde los esperaría hasta que terminaran todo su plato.

YoonGi observó a JiMin jugar con su tenedor.

—Si no comes, no rendirás en la práctica.

Lo que intentaba sonar como un reproche, sonó como oración de cariño. Mientras le daba un poco de su pieza pan con miel a su plato.

—Gracias. ¿Cuándo planeas hablar con... HoSeok?

YoonGi forzó una mueca calmada. Que no lo delatara que estuviera mintiendo.

—Lo más pronto posible.

Inventaría alguna excusa y le diría al chico que se marcharía la siguiente semana. Habría un ataque de Klaxosaurios entre sus días y todo llegaría a su fin. Ese era el plan.

—Eh... ¿Irás a la prueba de compañeros?

Cuando muera, JiMin sufrirá. Se dijo y sabía perfectamente que debía hacer que ese sufrimiento fuera menos prologando, apartarse en ese poco tiempo.

—Sí. —Pero era egoísta. Y no quería menos tiempo con el estambre.

Una sonrisa genuina atravesó por el rostro de JiMin.

—Genial.


El sol estaba deslumbrante en la copa de las árboles cuándo partieron a la sala de reuniones. YoonGi notó, que al marcharse todos se colocaron uno tras otro, eso era una vieja costumbre.

Lo raro fue que todos se sincronizaron y él terminó caminando fuera del ritmo de la hilera. Era extraño, siempre avanzaba entre los primeros lugares.

El grupo no hizo ademán de darle un lugar. Era como si... Se hubieran adaptado perfectamente a su ausencia.

—¿Sucede algo? —Le preguntó JiMin, con sus ojos llenos de preocupación.

—Sí, te quedas atrás. —Dijo, intentando aplastar el nudo que se formaba en su garganta.

¿Era tan fácil dejarlo de lado? Se preguntó y su boca tembló como si fuese a llorar.

—¿Estás seguro?

En otro momento habría respondido otro cometario crudo sobre JiMin, para desviar rápidamente el tema.

No pudo, titubeó mientras intentaba decirle algo.

—Sí. —Soltó.

JiMin lo observó fijamente. Luego su atención se desvío hacia alguna parte de su rostro y por último terminó con sus orbes sobre la mano de YoonGi que se agitaba en su caminar,

YoonGi sintió que la sangre subía a su rostro y torpemente le extendió su mano, entendiendo.

Al instante la mano de JiMin envolvió la suya, en un agarre cálido y seguro.

—Estaremos bien —Le prometió.

YoonGi intentó sonreír, puso todo su empeño en ello, pero sus labios estaban ten tensos que solo pudo hacer un gesto confuso. Odiaba profundamente la fe ciega que el chico estaba colocando sobre él.

Se sentía como un sucio traidor y lo era.

Todavía estaban tomados de la mano al entrar a la sala de reuniones y si alguien del escuadrón los vio no opinaron al respecto. HoSeok encendió las pantallas con un comando de voz y les pidió que tomaran asiento con una mirada.

YoonGi le echó un largo vistazo al lugar, sentía que habían pasado largos años desde la última vez que estuvo ahí. Aunque todo estuviera igual.

Era un salón con gradas escalonadas, dónde tomaban asiento. HoSeok se ubicaba frente a ellos y encendía graficas holográficas.

Uno de los pocos lugares donde estaba rodeado de tecnología. La enfermería no contaba y en su refugio pasando el bosque, las bombillas aunque eran eléctricas tenían un diseño antiguo y la madera del suelo crujía si corrían.

Vivían en contrastes.

JiMin se sentó a su lado, su rodilla golpeando su muslo suavemente. Respiró hondo, discretamente apartándose. No era bueno que fuera demasiado consiente de las pulgadas que los separaban.

095 de alguna manera lo notó y se apoyó aún más contra su costado.

YoonGi se rindió y dejó que tuvieran un poco de contacto. Era porque JiMin estaba sumamente nervioso y lo necesitaba; podía escuchar a esa distancia su respiración.

—Todos sabemos lo que sucedió en misión pasada —Comenzó su niñero, colocando las manos tras su espalda—Hubo una falta.

—Sí, señor. —Afirmaron todos, con un tono uniforme.

—Es por eso no hace falta dar detalles— sus ojos cayeron sobre JiMin— el estambre 095 está de acuerdo con el cambio de parejas y el pistilo 198 está penalizada en opinar. Esto ha sido aprobado— volvió su vista al escuadrón completo. SeulGi contuvo las ganas de gritar—. Así que les pregunto: ¿Quién quiere postularse como el pistilo de JiMin?

Apenas HoSeok terminó de hablar silencio cayó de golpe sobre el escuadrón.

YoonGi dio un toque sutil sobre el codo de JiMin.

"Tranquilo."

Era capaz de oír los latidos su corazón a esa distancia. Retumbaban muy fuerte y rápido. ¿O eran sus propios latidos?

—Yo lo haré. —Se levantó HyeJin, con firmeza.

El escuadrón miró a NamJoon al mismo tiempo.

—No, eres la sublíder. —Fue lo que respondió NamJoon.

—Es por eso que debo de hacerlo.

—Tranquila, HyeJin— YoongSung la interrumpió, sin moverse de su sitio—, es claro que es mi deber.

JiMin agachó la cabeza. No soy una carga.

—JiMin no es un deber, dejen de decirlo así —Masculló YoonGi de mala gana—. Es parte funcional del escuadrón.

Sonaba como una voz de fondo para los demás, así que YoongSung y HyeJin siguieron hablando como si nunca hubiera opinado.

YoonGi empuñó las manos, era más que claro que estaban dejándolo de lado. Ni si quiera estaban molestándose en ser discretos.

—HyeJin, es lo mejor —YoongSung insistió, con la misma firmeza. Después de todo, TaeHyung y yo siempre estamos peleando.

—¿Y por eso vas a dejarme? —Preguntó, Tae. Con la voz rota.

JiMin se encogió sobre su cuerpo, lleno de culpa.

—No podemos ponernos de acuerdo. —Le explicó YongSung— Esto es lo mejor para el equipo.

—¡Yo sí soy feliz siendo tu compañero!

A YongSung se le atascó el aliento en la garganta y rápidamente tuvo que romper el contacto visual con su compañero.

—Yo no —Confesó fríamente, dejando al salón en el mismo silencio que al principio. TaeHyung respiró heridamente, observando el suelo— Yo lo haré, yo seré el pistilo de JiMin.

HoSeok asintió hacia YoongSung.

—Pues bien, podemos iniciar con las pruebas. Sí su vínculo no es estable, probaremos con alguien más. 0094 y 198 deben conectarse también.

—No quiero... —Susurró TaeHyung, negándose a moverse. Como si no hubiese dicho nada, TaeHyung prosiguió.

—Conocen el camino a los simuladores.

JiMin se puso de pie, lentamente arrastrándose a la salida. Le dio una mirada de súplica a YoonGi.

YoonGi le observó partir.

Tengo que dejarlo ir. YoongSung cuidará perfectamente de él.

Pero, ¿qué es este sentimiento...?

—¡Esperen...! —Gritó. Todos lo miraron perplejos. Incluso él se sintió sorprendido de lo fuerte que sonaba su voz. No era muy propio de él ser impulsivo— Tengo, una petición.

—¿Sí? —HoSeok levantó una ceja.

—Quiero hacer una práctica de pilotaje...

—Parásito 093 tú sabes que tus análisis arrojaron...

YoonGi le interrumpió, empuñando las manos:

—¡Con JiMin! 

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