Cumpleaños

–¡FELICIDADES!– gritan sus ex-compañeros de clase una vez que entra en el bar en el cual Kirishima lo había citado.

No se esperaba en absoluto que, el día de su 25 cumpleaños, volvería a ver a sus queridos compañeros de la UA. Todos se ven deslumbrantes, como si los años solo hubieran pasado por ellos de una manera positiva. Incluso Mineta, el cual jamás le ha caído demasiado bien, parece un poco más alto y agradable.

Si es sincero esperaba que ese cumpleaños sería el peor de su vida tras la marcha de su querido Sero a Nueva York para trabajar. Cuando se enteró no se opuso en absoluto, al contrario, él fue el que lo animó a que tomara la maravillosa oportunidad que le brindaban. Aún así, se arrepiente con toda su alma de no haberle contado sobre esos sentimientos que guarda desde hace cinco años.

–Chicos.. muchísimas gracias– dice con lágrimas en los ojos y la mano cubriendo su abierta boca por la sorpresa.

–¡Ven aquí Denki, bebamos un poco!– le grita Mina levantando un botellín de cerveza en su dirección con una gran sonrisa.

Se desliza hasta allí entre abrazos y enhorabuenas, grandes sonrisas recibiéndolo y felicitándolo con emoción. Le gustaría decir que no echa a nadie en falta allí, que no desea más el abrazo de una persona en concreto que del resto. Pero igualmente agradece el gesto, contento porque sus amigos se hayan tomado el tiempo como para asistir a esa pequeña fiestecilla organizada por Kirishima.

Se sienta entre Ashido y Eijirō, una fría cerveza volando rápidamente hasta su mano. La toma sin demasiada emoción, todavía decaído por la falta de Sero, pero trata de forzar una sonrisa solo para sus mejores amigos.

–Ey bro, ¿cómo le va a Sero? ¿Sabes algo de él?– pregunta el pelirrojo con una afilada sonrisa bebiendo de su vaso de agua.

Sabe que no lo ha preguntado con mala intención, que solo es algo cotidiano y normal, pero aún así no puede evitar que la tristeza y el arrepentimiento lo invadan. Podría haberse ido con él, podría haberse declarado, podría haberle dejado claro que esperaría todo lo que hiciera falta por él. Pero no lo hizo, fue un cobarde que dejó ir a la única persona que realmente ha amado.

–Está feliz en Nueva York, le va bien– responde escuetamente para dar un gran trago a su botellín de cerveza– Era una gran oportunidad, después de todo. Cualquiera habría aceptado.

–¡Tienes razón, bro! Es bueno que le ofrecieran un trabajo así– concuerda Kirishima rodeando los hombros de Kaminari con su brazo– Aunque seguro que nos echa de menos, no puede vivir sin nosotros.

–Obviamente– se une Mina con una sonrisa, lanzándose también a los brazos de Kaminari– Tiene que aburrirse mucho sin nosotros.

–Pues yo creo que está celebrando perderos de vista, bastardos..– aporta Bakugo a la conversación, tan frío y malhablado como siempre.

–¡Blasty, no digas eso!– se queja Kirishima sin separarse ni por un momento de Kaminari.

Kaminari continúa bebiendo de aquel botellín hasta agotarlo por completo. Escucha las historias de los viajes de Kirishima y Bakugo por el mundo, lo bien que le va a Mina en su relación con Hagakure y lo feliz que es Jiro desde que se declaró a Momo hace dos años. Se sumerge en las historias sobre sus declaraciones, memorizando todas con cierta pena invadiéndolo. El como Kirishima se lanzó a besar a Bakugo en su viaje a Londres, como Mina gritó en medio del centro comercial que estaba enamorada de Hagakure o como Jiro le escribió una canción a Momo para dejar claros sus sentimientos. Se alegra por ellos, se ven felices y completos ahora que la persona que aman está a su lado. Los ve darle cariños a sus parejas, como los rozan con ternura y un amor desbordante. No quiere admitirlo, pero siente verdadera envidia de ellos. No en un mal sentido, simplemente le gustaría poder tener una relación así con alguien. Y mejor si ese alguien es Sero Hanta, el cual estará ligando y saliendo con chicas en Nueva York.

–¡Es momento de los regalos!– grita emocionada Mina, la cual se ha pasado un poco bebiendo y tiene que ser sostenida por la cintura por una Hagakure algo avergonzada.

–Ya verás bro, te van a encantar los regalos– asegura Kirishima con una sonrisa tan dulce que, por un momento, es capaz de borrar la pena del corazón de Kaminari.

Duda que los regalos sean tan sorprendentes como dice su amigo. Y no, no es que sea desagradecido con ellos, pero realmente no cree que nada vaya a mejorar su humor actual. Aún así, agradece de corazón el esfuerzo que ponen todos en hacerlo sonreír y en regalarle algo que creen que lo hará feliz aunque sea por un instante.

Empieza abriendo el regalo conjunto de Mineta, Sato, Koda, Shoji y Ojiro. Está algo mal envuelto y el color del papel es de un amarillo un poco feo, por lo que no le importa demasiado romperlo para descubrir su contenido. Encuentra un libro que pone "Aprende lo básico de Inglés de manera sencilla" junto a una nota escrita por Mineta con un claro mensaje "Sabemos que eres idiota en los estudios por eso elegimos uno con lo básico. Dicen que los bilingües ligan más, de nada". El regalo lo extraña, pero simplemente les dedica una sonrisa y un ligero gracias casi sin emoción.

El siguiente regalo es de la conocida Dekusquad y un acoplado Aoyama, formada por Midoriya, Iida, Todoroki, Uraraka y Tsuyu. Esta vez el envoltorio es bastante más agradable visualmente, de un claro tono amarillo con dibujitos de Pikachu. Debe admitir que le provoca gracia y ternura el papel seleccionado. Lo rasga con delicadeza y algo de pena por tener que romperlo, encontrándose con un gorrito de lana y algunos jerseys. Su expresión refleja perfectamente su extrañeza, al fin y al cabo le han regalado cosas de invierno cuando su cumpleaños cae en verano. No reclama, las prendas son demasiado bonitas para hacerlo, y agradece encantado con el regalo.

Jiro, Momo, Mina y Hagakure son las siguientes en entregar su regalo, envuelto en un papel morado con guitarras que obviamente ha elegido la rockera del grupo. Le encanta el papel y para más deleite el regalo parece de gran tamaño. Lo abre con delicadeza, encontrando dentro una maleta amarilla con pikachus tan adorable que podría usarla hasta para ir a trabajar. Le hace gracia que el papel sea tan diferente al contenido y una sonrisa se forma al ver lo bien que conocen sus gustos sus amigos.

–Gracias chicas– dice con una sonrisa ya más natural, dejando un poco de lado la falta de Sero a su lado.

–¿Preparado para el mejor regalo de todos, bro?– pregunta Kirishima agarrando de los hombros al rubio con una sonrisa– Nos ha costado mucho poder conseguirlo pero por ti lo que sea, amigo.

–Es el mejor regalo que te van a dar en tu maldita vida– avisa Bakugo con una sonrisa de superioridad– Estos extras no tienen ni puta idea de cómo hacerte feliz.

–Que sea un cohete con forma de Pikachu, que sea un cohete con forma de Pikachu..– bromea el rubio con grandes expectativas en sus amigos.

–¡Pues aquí está nuestro regalo!– grita Eijirō girando hacia la puerta con los brazos extendidos, Bakugo girándose a la vez pero con menos emoción que su pareja.

Kaminari los imita buscando con su mirada el supuesto "mejor regalo que te van a dar en tu maldita vida". Sus ojos recorren la estancia con rapidez en busca de alguna pista, hasta que topan con algo inesperado. Ve una cabellera negra aproximándose desde la puerta con un sobre blanco en las manos y una sonrisa triangular adornando su rostro. Las lágrimas se acumulan en sus ojitos al darse cuenta de que su querido Sero está caminando hacia él, con los brazos extendidos para que se lance a un amoroso abrazo que tanto echaba de menos.

No duda en levantarse y saltar sobre él, sus brazos rodeando el cuello ajeno con fuerza y amor. No quiere soltarlo más, no quiere perderlo más, no quiere callarse más.

–Te quiero Sero..– susurra con la voz rota en su oído, todavía abrazado con fuerza al cuello ajeno– Te he echado tanto de menos.. Siento no haberte dicho lo que sentía por ti antes de que te fueras.

–También te quiero Kami– contesta rodeando la pequeña cintura con sus brazos.

Ninguno quiere dejar al otro más, ninguno quiere volver a tener esa sensación de vacío en su interior.

Y Sero se lanza a besar los finos labios que posee el rubio. Si le preguntaran a Denki que está pensando en ese momento, diría que su mente está completamente en blanco. Nota el suave movimiento de los labios de Sero sobre los suyos, el roce de las grandes manos en su cadera y su corazón acelerado resonando en sus oídos. Parecen hechos el uno para el otro, como si sus labios hubieran sido creados solo para ser besados por el otro.

Se separan con delicadeza una vez terminan el beso, ambos con la sonrisa más grande de sus vidas en sus rostros. Escuchan los gritos ilusionados de sus amigos de fondo pero ya no importan. Sólo están ellos y ese amor que, aún tras tanto tiempo escondido, sigue haciéndolos vivir con tanta emoción.

–Kami.. ¿Te vendrías conmigo a Nueva York?– pregunta el pelinegro levantando el sobre blanco ahora algo arrugado que se encuentra en su mano.

–¡Claro que sí!– contesta gritando Kaminari y volviendo a besar esos dulces labios que no quiere perder jamás.

Puede que al final Bakugo y Kirishima tuvieran razón y sí sea el mejor regalo de su vida.

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☘️1626 palabras.
☘️Ey, este ha sido con final feliz✨ ¿Compensa aunque sea un poquito lo del día 04? :(